Capítulo 16. Incómodo

🦉

Muchas de las veces Kenma es quien se queda callado en el chat porque no sabe cómo continuar una conversación, así que agradecía mucho que Hinata fuese la persona que iniciará las conversaciones y llenaba ese espacio muerto. Sin embargo, no esperaba silencio de su parte al toparse.

Si bien fue una sorpresa que se hayan conocido esta noche por casualidad lo que realmente le sorprendió fue el hecho de Hinata huyendo como si Kenma fuese la peste misma, cuando lo vió literalmente correr lejos de él se sintió algo decepcionado. Aunque no era la primera vez que la gente se aleja de él por no ser lo que esperan. Entonces, aunque sintió el trago amargo de la decepción aún así se dispuso a buscarlo hasta que sus obligaciones lo llamaron, y finalmente cuando lo vio entre toda la gente pensó que quizás solamente estaba sorprendido. Después de todo estaban hablando con naturalidad antes de saber quiénes eran, y Kenma se quedó hablando demás solamente porque ese chico quedaba fuera del cuadro gris que rodeaba la fiesta.

Así que cuando se acercó a él iba con la intención de saber si realmente podría intentar algo, ¿Podría ser que si se comportaba más atrevido el chico dejaría esa expresión incómoda? ¿Y qué tal si intenta ser provocador para saber si al menos algo en él le interesa? Todo eso pasaba por su mente cuando entraron a una de las salas ejecutivas del lugar, y actuó como hizo ciertas veces para demostrar confianza sabiendo en el fondo que se veía patético y nada atractivo.

Fue entonces cuando comenzó hacer preguntas para saber si podía esto ir algún lado, afortunadamente Hinata contestó y admitió algo que alivió a Kenma. Y agradeció que el pelinaranja mencionara la reunión que habían planeado, así que ahora se encontraban comiendo todavía con la incomodidad en el aire pero mucho menos a cómo estaban al inicio.

"Recuerdo que mencionaste un gatito" dice Shouyo tropezando con las palabras cortando su carne con demasiada fuerza "¿Q-Qué tal está?"

¿En serio va preguntarme sobre mi gato?

"Está en casa, descansando" responde Kenma resistiendo el impulso de suspirar, esto es complicado.

"Que lindo, amo a los gatos, siempre trato de tomarme foto con cualquiera que vea mientras regreso a casa caminando"

"¿Regresas a tu casa caminando?" según sabía Kenma el jugador contaba con dinero suficiente para comprarse un auto, incluso tiene un rolex en su muñeca que vale casi lo mismo que un auto común.

"Oh si, y también en bicicleta" responde con la boca llena "No tengo licencia de conducir, por si te lo preguntas"

Es es... hilarante.

¿Un jugador de categoría internacional sin auto y licencia de conducir? No es algo que escucharas todos los días.

"¿Puedo saber por qué?" pregunta curioso Kenma, podría apostar a que la mayoría de su equipo derrocha su dinero como si nada. Al menos por la forma en la que todos iban vestido esta noche, y recuerda haber escuchado a Kuroo decir que los jugadores llegaron en Limusina.

"Oh, es que no soy fanático a conducir" responde Hinata algo avergonzado "Cuando estuve en Brasil conocí a un amigo con el que salíamos mucho por las noches, y una de esas noches tuvimos un accidente"

Kenma parpadea sorprendido sin saber que decir.

"Oh, pero no sucedió nada grave" tranquiliza el pelinaranja al ver su expresión "mi amigo iba al volante pero creo que no medimos cuánto habíamos bebido e irresponsablemente chocamos contra otro auto" Hinata suspira mirando su vaso de agua luciendo algo apenado "De alguna forma no quiero tomar la responsabilidad de ir al volante y lastimar a alguien"

"Ya veo, lo entiendo" asiente Kenma "si me permites opinar creo que podrías conducir si eres cuidadoso y no bebes cuando tengas que que ir al volante. Como hoy"

"Lo sé, sé que no es la gran cosa pero me siento extraño cuando me siento al volante. Fallé mi primer examen" ríe Hinata apenado.

"O quizás deberías contratar un chófer" Propone Kenma recordando que el tiene uno "Puedo prestarte el mío"

"¿Q-Qué?"

"Puedo prestarte a mi chófer, después de todo está libre luego de dejarme en el trabajo" Kenma se encoge de hombros.

"Oh, no te preocupes, estoy bien con mi bicicleta" niega Hinata amablemente.

"Si cambias de parecer, me puedes decir" finaliza el teñido sin querer insistir, ni siquiera sabe porqué lo propuso.

"Oye... casi no has comido nada" el pelinaranja señala su plato que tal como dice está casi intacto.

"Comí demasiado del pie de manzana" admite Kenma escondiendo un mechón detrás de su oreja. Debería volver a hacerse el moño, piensa.

Hinata asiente y el silencio vuelve a envolverlos. Kenma lo mira fijamente sin saber cómo hacer avanzar la conversación o más bien, cómo llegar al punto en que se conocieron en una app que es para tener citas. Dado que Hinata admitió ser un inexperto en estas cosas, decide que podría hacer el primer paso. Quizás debía proponer volver a tener otra cita ya que esta había sido sin planificación y podrían conocerse mejor en espacios abiertos, según recuerda las fotos añadidas de la app en el perfil de Hinata siempre habían paisajes, probablemente llevarlo a lugares así podría quitar esa incomodidad.

"Entonces..." comienza Kenma con la copa de vino en la mano "Ya que nos conocimos con el mismo propósito, me preguntaba..."

"¿Quieres hacer eso ya?"

"¿Eh?"

Hinata se sonroja más que el color de su cabello.

"Creo que podría intentarlo, pero quiero que sepas que yo..."

"Espera, ¿de qué hablas?" interrumpe Kenma suavemente con la confusión escrita en su rostro.

"Sobre... sexo"

"Oh"

Kenma no esperaba esa ruta, apenas iba a Es decir, no está disgustado con la idea de tener sexo con Hinata porque el chico tiene de los cuerpos más atractivos que ha visto, y esa camisa negra totalmente lo favorece cuando se cruza de brazos. Ignorando la línea de sus pensamientos, en realidad no esperaba que apenas al conocerse iban a mencionar el sexo.

"Eh... ¿Acaso no soy lo que esperabas?" pregunta Hinata sacándolo de su estupor.

"No, no, no es eso" bien ahora Kenma es el nervioso, es inesperado cómo escaló la conversación "No me opongo a eso, solamente lo mencionaste de repente"

"Oh..." Hinata ahora parece querer huir nuevamente

"No me opongo a la idea de tener sexo" dice Kenma tranquilizándolo "Pero quizás deberíamos conseguir un lugar para eso, si deseas"

Hinata duda y después asiente: "Antes de eso, o de cualquier cosa quiero comprobar algo"

"¿Qué cosa?"

"¿Me dejas besarte para saber si me gustan los chicos?"

¿Qué?

"¿Quieres besarme para saber si te gustan los hombres?" repite Kenma sin poder creérselo, estaba realmente estupefacto.

"¿Uh... si? ¿Está mal?" la pregunta va sin malas intenciones y Kenma lo sabe, pero es extraño escuchar a alguien decirlo así.

Kenma niega con la cabeza y se pone de pie, la mesa sorpresa montada por los meseros no estaba lejos del escritorio, y honestamente si iba aceptar a ser algún tipo de prueba haría su mejor trabajo.

"Ven, siéntate en la silla del escritorio" Kenma se quita la corbata sintiendo que necesita aire, está nervioso pero de alguna forma logra decir todo sin trabarse.

Hinata se topa con la mesa haciendo ruido y obedece yéndose a sentar a la silla, y Kenma debe admitir que ahí sentado se ve atractivo. Con gracia Kenma coloca la corbata sobre el escritorio, y va acercándose a la silla.

"¿Y ahora qué?" pregunta Hinata aún sonrojado. Vaya, para ser un hombre sin filtros definitivamente se avergonzaba mucho.

Kenma no estaba mucho mejor, agradecía a veces tener un rostro en blanco. Así que sin decir mucho se coloca entre las piernas de Hinata quien se sorprende y Kenma tragándose los nervios, no sabe si él está igual de sonrojado pero lleva sus manos al rostro de Hinata ahora viéndolo de cerca. El chico tiene pecas repartidas en su rostro, sus ojos lo ven brillantes y atentos, y Kenma ahora teme cagarla. ¿Desde cuando le importaba tanto la reacción de alguien después de un beso? ¿Debería retractarse?

"¿No has besado a ningún chico antes?" pregunta Kenma estando ahora cerca de su rostro mirándolo fijamente.

"Creo que... una vez borracho pero no sé" admite Hinata y Kenma se siente aliviado de escucharlo, algo de presión se quita de sus hombros. Al menos si no le gusta el beso que van a compartir, puede culpar al primer hombre por no haber hecho un buen trabajo.

"Bien, solo relájate y concéntrate en lo que te hace sentir esto" aunque se lo dice al pelinaranja sabe que a quien se está dirigiendo es a él mismo.

Kenma puede sentir sus propios latidos en sus oídos, aún así acorta la distancia hasta estar a un susurro dudando si debería seguir. Sin embargo, la duda es borrada una vez el pelinaranja lo sorprende inclinándose hacia delante hasta juntar sus labios.

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