Capítulo 13: Agridulce PT. 1

Día del evento: BOUNCING BALL Y EL EQUIPO NACIONAL DE FÚTBOL EN EL MISMO LUGAR. (Enjoy)




Kuroo luce confiado mientras arregla su propia corbata, pero Kenma sabe que su mejor amigo está temblando de nervios por dentro. El pelinegro ha ido al espejo aproximadamente 6 veces en los últimos 12 minutos que han estado juntos, Kenma por su parte escogió un traje azul con una camisa blanca, la corbata apenas estaba sujetada y su pelo estaba sostenido por un moño algo despeinado. Realmente no le importaba su aspecto, y sabe que Kuroo tampoco se preocupa mucho por eso, aún así es el único de ambos que revisa su traje y lo alisa con las palmas de sus manos.

“¿Podemos irnos ya?” pregunta Kenma jugando en su switch. Todavía tenían confiscado su teléfono, y no pudo hacer nada más que recurrir a sus juegos portátiles.

“Sí, si, solo creo que este color aún no me convence” Kuroo vuelve alisar el traje. La vendedora parece encantada de tenerlos ahí como usualmente hacen.

“Puedo mostrarle más si lo desea…”

“Creo que ese es el indicado” murmura Kenma finalizando su partida en el Super Smash después de ganar. La chica guarda silencio haciendo una mueca por la interrupción, pero a este punto a Kenma no le interesa “Kuroo los invitados van a ver el proyecto, no lo que llevas puesto”

“Debemos estar presentables” después de varios segundos mirándose al espejo Kuroo finalmente se aleja “Además, hoy habrán muchos periodistas hablando de tu co-fundador”

“Entiendo la emoción, pero creo que deberías relajarte, has trabajado muy bien hasta ahora y ha sido siempre un éxito. Todo saldrá perfecto”

“Espero que al menos logremos convencer a los del equipo” dice asintiendo el pelinegro “Aunque podríamos al menos tener a uno de ellos para ser parte de Bouncing Ball, podríamos patrocinarlo”

“Bueno, eso lo sabrás cuando los veamos” responde Kenma importándole poco a quien vaya a escoger.

[…]

Tokyo no cuenta con demasiados lugares específicos para eventos como los que Bouncing Ball ha manejado, por lo que siempre escogen otros lugares más abiertos con la naturaleza rodeándolos sin perder el toque tradicional. La mayoría de ejecutivos generalmente se reúne en hoteles u oficinas lo suficientemente grandes para presentar ideas o proyectos o también decidiéndose por viajar, según Kuroo somos de las pocas empresas que realiza presentaciones de proyectos en Japón.

El área verde del lugar es relajante para Kenma, al menos sabría que no estarían tan encerrados como para no esconderse de los que pueden comenzar a saltarle al cuello, sabía que habrían reporteros escogidos por Kuroo para evitar cualquier noticia amarillista como la última vez. El lugar estaba iluminado con guirnaldas de luces LED, el área de comida estaba ya armado con los chefs contratados para servir a quienes pasen al lugar, en el centro estaba la tarima montada, atrás de ella estaba el logo de Bouncing Ball.

“Sí que quieres impresionar” dice Kenma mirando a los meseros también ya con botellas de vino haciendo una fila.

“Tenemos que ser noticia de primer plano mañana, por supuesto que quiero impresionar” contesta Kuroo sonriente, orgulloso del resultado después de revisar cada lugar que se acomodara a los deseos de los estirados ejecutivos y también para Kenma y su agobio a los lugares cerrados.

“Nos dirán que somos presumidos” Kenma se gira a ver a Kuroo “Estoy esperando que lo hagan”

Kuroo se ríe buscando algo en sus bolsillos: “Ya que te has comportado, te devuelto tu teléfono”

Kenma trata de parecer desinteresado mientras toma el teléfono, pero falla cuando lo primero que hace es meterse a Owl Luv, pero el Búho que aparece en la pantalla niega con la cabeza.

“Si que estás desesperado, amigo” la burla de Kuroo pasa por arriba de Kenma quien hace una mueca mientras guarda el teléfono.

“Supongo que tengo que esperar una hora más”

“Tranquilo, no tardarán en llegar nuestros queridos invitados”

“¿Te refieres a los estirados o a los gorilas? Realmente no estoy interesado en hablarle a ninguno”

“Esta vez no podrás escaparte de nadie, mi querido Kenma” dice Kuroo palmeando la cabeza del teñido como si de un perro se tratase “¿Adivina quién más fue invitado?”

“No te estoy prestando atención” responde Kenma empujando la molesta mano del pelinegro.

“Lev viene”

“¿Qué? ¿No había ido a Rusia de vacaciones?” la última vez que hablaron fue por la publicación amarillista y Lev le dijo que estaba de viaje en Rusia con su hermana, eso había pasado hace tres días.

“Aún existen hombres que no se rinden, sabes”

“¿A qué te refieres?”

Kuroo estaba por contestar pero su teléfon comienza a sonar, habla unos minutos mientras Kenma espera con el ceño fruncido. No le emocionaba mucho la idea de tener a Lev cerca, no es que el chico le desagradara pero sabía que probablemente los rumores qué tanto tardaron en desaparecer volverían a surgir. Tendría que pensar en algo para mantenerse alejado de los reporteros.

“Parece que la gente está comenzando a llegar, bien pediré que coloquen música de fondo” Kuroo lo deja atrás poniéndose en modo ejecutivo de nuevo.

Kenma volvió a sacar su teléfono, el tonto Búho le seguía negando la entrada a la app. Aún no había oscurecido del todo y aparentemente el problema del horario que tuvieron con Hinata se había arreglado.

De alguna manera se sentía ansioso por hablar con el chico. Pero, durante el evento no creía que tendría la posibilidad de chatear, tendría que lidiar con los gorilas del fútbol primero. Y si, Kenma seguía resentido por sus joggers.


[…]

“¡Amigo luces excelente!” Atsumu felicita a Bokuto quien usa un traje negro, su camisa blanca tenía tres botones sueltos dejando ver parte de su pecho “¿Quieres impresionar o algo así?”

Bokuto se ríe mirándose a si mismo: “Solo quería verme bien, además tú también te ves increíble Tsum Tsum”

Atsumu sonríe atrevido estirando sus brazos y flexionandolos, el chico llevaba un traje vino tinto con una camisa blanca y una corbata negra.

“Quiero verme bien en esas fotos” dice palmeando el hombro de Bokuto.

Kiyoomi resopla bajo su mascarilla “Ridículo”

El pelinegro por su parte llevaba un traje completamente negro, se veía elegante pero era una curiosa elección.

“Vamos, Omi, eres quien más recibe fotos sin intentarlo”  Atsumu se acerca a Kiyoomi, tomándose la libertad de colocar una mano por la parte trasera del cuello del pelinegro. “A veces queremos que también nos vean”

“¿De qué rayos estás…?”

“¡Hey, Hey, Hinata!” La voz de Bokuto interrumpe el intercambio que giran ver al recién llegado.

El grupo de Atsumu, Bokuto, Kiyoomi y Shouyo habían acordado en su chat grupal qué deberían llegar juntos al lugar ya que ellos están más cerca los unos de los otros y el resto del equipo llegaría por su parte. En el fondo ellos saben que decidieron ir juntos porque se llevan mejor y quieren sentarse juntos esperando que no haya asientos asignados en el lugar, si lo hubieran Bokuto se había ofrecido a hablar con el organizador.

“¡Hola chicos!” saluda el pelinaranja emocionado, jadeando por cómo la mayoría estaba vestido “¿Todos se pusieron de acuerdo para lucir así de genial?”

“Mi pequeño pupilo, tú también luces bien” dice Bokuto silbando.

Shouyo se sonroja mirándose, no llevaba nada excepcional. Había optado solamente por una camisa negra que había encontrado a última hora, las mangas arremangadas, un pantalón de vestir beige y mocasines negros. Sabía que no iba demasiado elegante pero realmente no quería ir en un traje con saco. Lo más elegante que llevaba era el reloj rolex en su muñeca.

“Bien” aplaude Bokuto llamando la atención de todos “Somos los mejores por lo que me tomé la libertad de contratar una limusina”

“¡Grandioso!” celebra Shouyo

“Podríamos haber ido en mi carro…” murmura Kiyoomi

“Nope Omi, tenemos que hacer una gran llegada” dice Bokuto revisando su teléfono “Además está ya cerca, le dije que se diera una vuelta”

“Mi auto es más cómodo, limpio y elegante como para llevarnos, en esa limusina no sabemos si realmente fue desinfectada correctamente…”

“Solo quieres presumir de tu auto” interrumpe Shouyo

“No es mi culpa que aún no tengas licencia”

“Estoy cuidando el medio ambiente” se excusa Shouyo nervioso, sabiendo que es en cierta medida mentira.

“Sí claro, por eso contratas taxis” responde irónicamente Kiyoomi.

“¡Ahí está!” ignora Shouyo caminando emocionado hacia la limusina, Bokuto lo acompaña igual de emocionado.

“Sé que odias llamar la atención más de lo que lo haces” dice Atsumu “Pero por alguna razón veo a Bokuto muy emocionado, casi no lo veo así fuera de la cancha así que déjalo por esta noche”

Kiyoomi suspira y solamente asiente: “Lo dejaré pasar”

“Ese es mi Omi” Atsumu palmea suavemente su hombro.

“¿Tu Omi?” inquiere levantando una ceja.

“Tal como lo escuchas” responde riendo Atsumu, el claxon que comienza a sonar desesperadamente interrumpe nuevamente el intercambio.

“¡Rápido chicos, ya vamos tarde!”

[…]


Llegar al lugar es tal como Shouyo esperaba, hay muchas cámaras y reporteros, aunque las vallas los retienen lejos del camino en donde los carros de los invitados pasan. Dentro de la limusina juegan piedra, papel o tijera para saber el orden en el que saldrán del vehículo. El primero en salir era Atsumu, segundo Bokuto, tercero Shouyo y de último Kiyoomi quien estaba satisfecho con eso.

Todos salen en ese orden con gracia caminando hacia la entrada, los flashes de los reporteros y preguntas comienzan a rodearlos pero nadie se detiene más que Shouyo y Bokuto quienes posan unos segundos tal como habían acordado, Kiyoomi finge no conocerlos y sigue de largo, pero Atsumu lo detiene del brazo y los lleva con el equipo para una foto grupal qué esperaban ver después. Entre risas entran al lugar después de bromear como normalmente lo hacen, y el lugar dentro es demasiado ostentoso.

“Oh, Bokuto”

El peliblanco distraído por el lugar se gira a ver quien lo llama, y su rostro cambia a una sonrisa brillante al percatarse del hombre. El mismísimo Kuroo Tetsuro le estaba saludando después de charlar solamente por teléfono, se siente casi irreal poder verlo.

“¡Kuroo!” Bokuto extiende sus brazos saludando y para sorpresa de Shouyo, el pelinegro también extiende los suyos para darse un abrazo con Bokuto, como si se conocieran desde hace mucho.

“Que bueno verte de nuevo, pensé que no vendrían” comenta Kuroo dando unas palmadas en la espalda de Bokuto para después alejarse y mirar al equipo “Es un gusto conocer finalmente a los jugadores de nuestra Selección Nacional”

Kiyoomi asiente al igual que Shouyo, y Atsumu como el capitán se acerca a darle la mano.

“Un placer también, Bokuto dijo que debíamos venir y no perdernos de esta asombrosa noche” el comentario de Atsumu pone nervioso a Bokuto quien se rasca la oreja.

“Oh, ya veo” Kuroo le sonríe a Bokuto “Agradezco tu apoyo en esto, eres un tipo muy confiable”

Los tres chicos son testigos de cómo Bokuto finalmente se queda sin palabras siendo un desastre nervioso, tartamudea pero antes de que Kuroo o alguien pueda burlarse, una chica aparece diciéndole algo en el oído rápidamente a Kuroo.

“Lo lamento tengo que retirarme, el deber llama” Kuroo se aleja para acercarse a otro grupo entrando, ahora más ancianos que ellos.

La chica que había llegado se queda junto a ellos.

“Un gusto conocerles, soy Kaori, asistente personal del señor Kuroo” se presenta la chica de cabello corto negro “Por favor, acompáñenme, voy a mostrarles sus asientos”

Shouyo asiente emocionado empujando al estupefacto Bokuto, el pelinaranja está emocionado por ir al lugar de comida y postres, está seguro de que sintió el aroma a chocolate. Los cuatro toman su asiento en la mesa que la chica les indica, la cual está cerca del escenario y hay una buena vista para quien sea que vaya hablar. Por el momento, unos meseros se acercan para ofrecerles bebidas.

“Esperemos que esta velada sea de su agrado, si me permiten debo retirarme” dice Kaori haciendo una pequeña reverencia, todos le agradecen amablemente hasta que se retira.

“¡Este lugar es enorme!” elogia Shouyo mirando el cielo, el evento era a aire libre y honestamente gracias al verano se podía hacer sin problemas “Pero no reconozco a nadie aquí” Shouyo baja la mirada ahora mirando hacia los lados.

“Podrías ser más disimulado” murmura Kiyoomi bajándose la mascarilla “Probablemente son inversores o algo así, cosas de gente estirada”

“Pero ya conocieron a Kuroo, él es muy relajado” interviene Bokuto sosteniendo el vaso de agua que pidió.

“Hablando de eso, ¿qué traes entre manos con ese audaz trajeado?” pregunta ahora Atsumu levantando la ceja y una sonrisa juguetona “¿Quieres tú firmar con ellos? Puedo dejarte el camino libre”

“Más bien, te dejarán fuera por la cara que llevas” se burla Kiyoomi.

“¿Estás implicando algo, Omi?” devuelve Atsumu

“Que tienes cara de orco”

Shouyo se ríe del intercambio mientras espera lucir disimulado mientras saca su teléfono, trata de estar presente en la conversación pero su atención ya está en la app de citas. El Búho abre un ojo y lo saluda antes de dejarlo entrar, ya era de noche por lo que podría escribirle a Kodzuken.

Hinata:

Finalmente soy libre después de está noche
⸜(。˃ ᵕ ˂ )⸝

Kodzuken:

Tienes suerte

Creo que tendré días pesados después de esto

Hinata:

Que mal :(

Oye, pero estaba pensando…

¿Quizás deberíamos vernos cuando tengas tiempo libre? (ㅅ´ ˘ ')

¿Qué dices?


Había sido una decisión que pensó mucho luego de la ausencia de Kodzuken y las palabras de Atsumu, él necesitaba comprobar hasta donde llegaría con el chico extraño de internet. Sin embargo, habían cosas de las que no estaba seguro y que deseaba hablar con el chico frente a frente, después de todo su experiencia con hombres es nula. La risa pequeña de Kiyoomi lo hace verlo de reojo, quizás podría preguntarle directamente al pelinegro que tiene experiencia con chicos, aunque él  no les había contado nada sobre que su pareja era un chico.

Kodzuken:

Puedo hacer un espacio por ti

Estoy de acuerdo…



Shouyo le sonríe al teléfono como un tonto, algo que los demás en la mesa notan.

“Vaya, nunca has sonreído tan embobado antes” se burla Atsumu “Finalmente nuestro pequeño está enamorado”

“¿Q-Qué? No es nada como eso” se defiende Shouyo inútilmente escondiendo su teléfono.

“¡Whao! Hinata estás sonrojado” señala Bokuto riendo.

“¡Chicos, están delirando!” Shouyo toma el vaso de agua de Bokuto y lo bebe hasta acabársela, el peliblanco se queja pero Shouyo lo ignora “Traeré más agua”

Con poca gracia se levanta de su lugar en busca de agua como pretexto, sin embargo, hay gente todavía de pie y el lugar es grande, por lo que a Shouyo le lleva un buen rato encontrarse con los meseros, finalmente ve a uno de espaldas cerca de la mesa en donde se sirve la comida, más bien en el área de postres.

“Disculpa, ¿tú sabes dónde conseguir agua?”

El chico se sorprende brevemente, aún está de espaldas y Shouyo nota que el traje que lleva no es negro sino azul y su cabello teñido está desordenado sujetado por una coleta mal puesta, los meseros por su parte están demasiado presentables. Algo de la imagen le recuerda a alguien pero su mente no lo recuerda en este momento, no hasta que el chico se gira a verlo con el teléfono en sus manos.

“Um, solo debes pedirle a los meseros y ellos te la llevan” dice ahora el hombre, guardando su teléfono en sus bolsillos.

Shouyo se queda sin palabras, una mirada entre aburrida y tímida se encuentran con los suyos, rasgos gatunos con nariz respingada, el aire intrigante lo rodea y Shouyo recuerda la foto que vio recientemente.

Es el jodido CEO de Bouncing Ball, Kozume Kenma.

“Oh-oh, lo siento mucho, no quería molestar” nervioso Shouyo se disculpa dejando el vaso en la mesa frente a ellos “Estoy perdido, y no sabía a quien preguntarle, lo siento”

“Está bien” responde el teñido mirándole el conjunto qué llevaba, y Shouyo se siente de repente muy consciente del aspecto poco elegante que debe de mostrar.

“¿T-Tú eres el dueño, no?” pregunta el pelinaranja deseando escaparse de ahí cuanto antes sin parecer descortés. Quizás yendo por preguntas obvias el hombre se iría o lo dejaría ir.

“No tanto así” responde encogiéndose de hombros, Kozume se gira hacia la mesa dándole la espalda a los demás. Shouyo solamente mira su perfil desde esta posición, el hombre pronto toma un plato con pie de manzana.

“Oh, pensé que eras el CEO” dice Shouyo soltando un suspiro aliviado.

“Lo soy”

“¡¿Qué?! Pero acabas de…”

“No soy el dueño completamente, esta empresa es compartida” explica comenzando a comer tranquilamente del pie.

“Oh, no sabía”

“Lo anunciaré hoy”

“¿Está bien que me lo cuentes antes de decirlo?”

“No lo sé, si decides contarlo de igual manera sería tarde para considerarse filtrado” murmura con la boca llena, algo en ello le provoca ternura a Shouyo quien se ríe.

“Tienes razón” la risa logra relajarlo un poco, sintiendo sus manos menos sudorosas. Así que Shouyo se anime a hablar más “Oh, se me olvidó presentarme…”

“¿Eres del equipo de fútbol?” apenas le dedica una mirada cuando pregunta.

“¡Sí, soy…!”

“¡Kenma!”

El chico vuelve a sorprenderse pero esta vez luce más tenso, casi como si conociera al hombre alto de cabello platinado acercándose animadamente. Kozume deja su plato de postre en la mesa y suspira cerrando los ojos, hasta que llega el hombre y se gira para saludar al hombre.

¡Que grandiosa fiesta has hecho!” felicita el hombre en inglés con acento “Estaba ansioso por volverte a ver

Shouyo sabe que es su oportunidad para alejarse, pero cuando va robar un postre de la mesa para irse, escucha a Kozume hablar.

Lev, realmente agradezco que hayas venido” responde Kozume en inglés también.

Shouyo parpadea reconociendo el acento y el tono ensayado, la voz de Kozume al inicio se le hizo conocida pero no prestó atención debido a los nervios bloqueando sus sentidos, pero reconoce lo que escuchó. Esa voz… era igual a la de Kodzuken, al menos esa frase en inglés sabe que la escuchó en el audio que Kodzuken le había enviado, era reciente. ¿Pero, quizás tiene el mismo tono de voz y está confundiendo todo ahora?

Apenas se da cuenta que se ha quedado congelado queriendo tomar un panquecito de la mesa.

“¿Necesitas ayuda?” La voz de Kozume le hace girar el rostro, sabe que su expresión no ayuda mucho porque Kozume vuelve a preguntar “¿Te encuentras bien?”

“Yo…” Shouyo agarra el panquecito, y asiente “yo estoy bien… voy a mi mesa… amigos solos”

Cuando está girándose para irse, apenas va unos centímetros lejos antes de que escuche a alguien llamándolo .

“¡Hey, Hinata! ¡Ya nos llevaron agua!”

Bokuto lo alcanza mientras Shouyo se congela en el camino, y aunque sabe que no debe hacerlo mira por sobre su hombro en dirección a Kozume esperando que su audición e intuición estén fallando, pero cuando ve el reconocimiento del nombre en los gatunos ojos de Kozume. Lo sabe.

Él es Kodzuken.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top