Capítulo 5



7 de junio de 1944 – Punto 72, Escures

Los soldados son despertados temprano en la mañana para tomar Bayeux.
El clima estaba frío, aun había neblina y el cielo estaba cubierto de blancas nubes. Todos procuraban inspirar lo más lento posible para no congelar sus pulmones.

Arthur había dormido bien.
Bien para un soldado en medio de una operación militar y una guerra, por lo que "bien" es mucho decir. La carpa había estado fría, y había tenido un zumbido constante en los oídos debido a todo el bullicio que había pasado durante el día.
Ahora tenía leves ojeras, y las mejillas, nariz y orejas coloradas debido al frío.
Se colocó sus orejeras, guantes, botas. Se cargó la mochila a su espalda y abandonó la improvisada carpa.
En estos momentos su mente estaba en blanco.
Pero no por mucho. Cuando se desperezó, su cerebro reaccionó y le hizo recordar que estaba en una guerra.
Y también recordó que hoy era 7 de junio.
El día en que los paracaidistas de la Operación Cooney iniciarían su descenso.
Y entre ellos estaba Francis.
Solo esperó que no le sucediese nada malo.

-Yo, Arthur!- lo saludó alguien desde algún lado, sacándolo de sus pensamientos.

El inglés buscó con la mirada a quien le había saludado. De entre los soldados fue capaz de identificar a Alfred con una sonrisa somnolienta, el cabello todo despeinado y los lentes inclinados hacia un costado.
El estadounidense se acercó a su compañero.

-Buenos días.- dijo el de ojos azules al llegar a su lado.
-Buenos días, Alfred.
-¿Qué tal dormiste?
-Digamos que estoy acostumbrado a dormir en tiempos de guerra, pero sí que hizo frío anoche, diablos.- se quejaba Arthur mientras frotaba sus brazos con sus manos enguantadas y se medio abrazaba a sí mismo.
-Cierto, olvidaba que ya has vivido varias guerras, viejo.- mencionó el otro con una sonrisa burlona algo cansada.
-Hey.- refunfuñó el inglés.- Pero bueno, me atrevería a asumir que contigo no fue lo mismo.
-¿A qué te refieres?
-A que no dormiste bien, obviamente.
-Ah, eso.- dijo el de lentes mientras se arreglaba un poco el cabello.- Sí, es cierto. Tuve pesadillas. Eso no pasaba desde... bueno, desde hace mucho tiempo.
-Descuida, todo esto acabará.- dijo el de ojos verdes de pronto.- Ten confianza.

Alfred había sonreído, algo extrañado por lo que acababa de decir su compañero.
Arthur se preguntaba si había estado bien decir algo así, si no hubiera sido mejor decir algo como "Sí, a mí también me pasó cuando era un niño" o "Son cosas que pasan". Decidió no decir algo más y permanecieron en silencio hasta que el Capitán dio la orden para avanzar hacia Bayeux.

Caminaron en una hilera de a dos, cargando con los equipos entre la niebla, por estrechos caminos de tierra entre los campos. Arthur avanzaba en silencio, al lado de un soldado que se dedicaba a admirar el paisaje. En algún momento sacó su reloj y verificó la hora, y se dio cuenta que ya llevaban un buen rato caminando.

Para cuando llegaron a las casas, se percataron de que se había armado una intrincada defensiva al sur del puerto, justo sobre Bayeux, y presumían que en el objetivo tendrían a muchos más soldados apostados a su espera.

Se separaron en pelotones y avanzaron entre las casas desalojadas. Tenían la intención de atacarlos por sorpresa desde los flancos, y luego rodearlos para capturarlos.
Nuestro protagonista avanzaba seguido de unos tres soldados, dos jóvenes y uno de casi cuarenta años.
"Con una familia que le espera en casa", pensó mientras lo miraba de reojo.

Se movilizaron rápido y con sigilo entre las calles, apostándose contra los escombros y muros caídos cada vez que un ruido les alarmaba.
En algún momento oyeron conmoción a un par de cuadras al este de su posición. Los cuatro se miraron entre ellos desde el interior de lo que en algún momento había sido una casa.
Luego se oyeron disparos.

Saltando un muro del otro lado de la desolada pista aparecieron tres soldados aliados.
El inglés los reconoció, y les hizo señas para que se unieran a su grupo.
Los recién llegados corrieron hacia sus compañeros para esconderse, y en cuanto estuvieron cerca el cejón y el hombre adulto los jalaron y los inmovilizaron en el piso lo más rápido que pudieron para evitar ruidos.
Inmóviles, se mantuvieron en silencio y a la espera de cualquier sonido. Se oían pasos a lo lejos.
Un par de segundos después fueron capaces de oír a un pelotón enemigo pasar corriendo por la intersección del frente y perderse en la otra cuadra en busca de ellos.

Arthur se levantó en silencio y verificó que la calle estaba vacía nuevamente.
Luego se giró y encaró a los recién llegados que se incorporaban en el suelo.

-¿Qué sucedió?- inquirió.
-El grupo que iba delante de nosotros se chocó con un pelotón de los alemanes al doblar la esquina. Entonces el soldado Jones reaccionó y sacó una pistola de mano del cinto del que tenía delante y comenzó a disparar.-dijo uno.
-Ambos lados abrieron fuego. Un grupo de nosotros se quedó para apoyar al otro pelotón y el resto nos retiramos para informar que los alemanes están intentando rodearnos.- dijo otro.

Al cabo de unos segundos, el grupo actual alcanzó a la ofensiva principal en la retaguardia para ayudar con los heridos. Se estaban apostando entre las casas para encerrar a la defensiva justo sobre la carretera.

Arthur se apoyaba contra un muro de una edificación sobre Bayeux. Podía oír los disparos alrededor suyo. Aunque eso no le preocupaba, ya estaba acostumbrado.
El hombre adulto que había estado en su grupo estaba ahora a su lado. Arthur había descubierto que el nombre de ese caballero era Frederick.
Lo dejó al ver que se unía al grupo del medio y se dirigió a la vanguardia.

La situación en general acabó bastante rápido. La defensiva en la carretera fue rápidamente superada y todos los soldados fueron capturados.

La campaña prosiguió su camino hacia el puerto.
Las defensas principales de Port-en-Bessin eran acantilados de 61 metros de alto conocidos como las facciones Este y Oeste.

-Deberíamos recibir apoyo naval de Emerald y de tres escuadrones de Tiffys para la tarde.- había dicho uno de los soldados.

Y en efecto.
Ya en la tarde, luego del bombardeo de parte del HMS Emerald y de tres escuadrones de Typhoons disparando cohetes RP-3, los soldados atacaron los acantilados y lograron capturar la base de la facción Oeste.
Arthur, Alfred y una tropa avanzaron hacia la facción Este.
Corrieron esquivando los disparos de rifles y metralletas enemigas. Tropezando y volviendo a levantarse. Frederick iba no muy detrás del inglés.
En algún momento cayeron granadas cuesta abajo. Arthur bateaba de vuelta las que alcanzaba con la culata del rifle, haciendo que un grupo de soldados corrieran en tropel tras él al ver que era la zona más segura de todo el acantilado.
Con explosiones aquí y allá, Alfred corría aferrándose al rifle, tropezándose y levantándose de vuelta a cada rato, esquivando disparos, asustado.

Llegados a cierto punto, un grupo de hombres volaron en pedacitos a la derecha del grupo principal.
El campo estaba minado.
Columnas de fuego salían despedidas de pequeños bultos en la tierra.
Lanzallamas escondidos en el suelo.
Dada la situación, todos se dispersaron y corrieron lo más rápido que pudieron.
Alfred avanzaba en diagonal con Arthur, gritando por su vida. Había colgado el rifle en su espalda, necesitaba sus manos para apoyarse en el suelo para no caerse entre tantos tropezones que daba. Pasaba por las columnas de fuego con sus brazos escudando su rostro y empujando al soldado que hubiera muerto en el acto. Luego rodaba en el piso para quitar las llamas con la arena, e inmediatamente y sin detenerse se ponía en pie y seguía corriendo para no explotar con la mina que acababa de ser activada a su lado.
Arthur le seguía, guiando al grupo de soldados que confiaban en él por un camino que el estadounidense dejaba claro y libre de minas y lanzallamas sin darse cuenta.
Frederick avanzaba con el grupo, esquivando las balas como podía. Indeciso y asustado, logró batear con la culata de su rifle una granada que iba dirigida al medio del grupo, imitando lo que el cejón había hecho por ellos.

Cuando habían recorrido una considerable distancia y se encontraban bastante arriba en campo abierto, dos naves antiaéreas en el puerto abrieron fuego contra ellos.
Arthur giró la cabeza y supo lo que estaba por suceder.

-¡¡AL SUELO!!- gritó a todo lo que le permitieron sus pulmones mientras se lanzaba al frente.

En el proceso de su caída se llevó con él al aterrado estadounidense que había volteado al oír el grito. El resto del grupo reaccionó lo más rápido que pudo. Frederick se lanzó, cubriendo a dos soldados jóvenes con sus brazos.
Los disparos los rodearon por unos momentos.

Al acabar todo, se incorporaron rápidamente para verificar el estado de la tropa. Los dos jóvenes agradecieron a Frederick por lo que hizo. Arthur permaneció arrodillado en el suelo con un aturdido Alfred.
Había doce muertos y cerca de diecisiete heridos.
Examinando a los que quedaban de pie, el inglés se percató que quedaba menos de la mitad de la tropa inicial, por lo que se vieron forzados a retirarse.

Las fuerzas alemanas en el puerto consistían en pequeños puntos defensivos dispersos por todo el lugar, que iban siendo tomados uno a uno. Al cabo de una serie de ataques costeros, lograron limpiar la zona.

Reunidos en un punto de control, el grupo de Arthur y otros soldados más escuchaban a sus compañeros que se habían quedado en Escures a través de la radio.
Habían sido vencidos por los alemanes.
Ahora no tenían cuarteles en Bayeux, y la vía de salida de Port-en-Bessin estaba por consiguiente bloqueada por las fuerzas enemigas.
Arthur pudo ver como Frederick apretaba sus puños con fuerza ante la noticia, pues tendrían que volver a tomar Escures.
Alfred permanecía con la cabeza baja. Al inglés le entristeció ver que ya se estaba marcado con haber participado en una guerra.
Ahora ya no podía dar vuelta atrás.


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Okay, sé que me tomó un poco subir este cap, lo siento ;--;

Pero creo que es algo más largo que los primeros dos c:

Bueno

Como ya sabrán los que leyeron la aclaración del inicio, esta historia no va a ser muy larga

Dije, creo, que no tendría más de 15 capítulos

O que al menos no creía que los tendría

Y aun no lo creo
Pero ese no es el punto (?)

Hace algún tiempo estuve pensando en hacer un Hetalia x rayis (lectora)

Pero aun es una idea

Lo digo porque, si les gusta la forma medio reporte rara en la que escribo (?) pues entonces querrán esperar a ver eso

khé? :v ??

No sé si se entiende, pero quiero decir que cuando Overlord acabe , lo cual no creo que sea dentro de mucho (para aquellos pocos que lo siguen, supongo que lo siento xD), tal vez comience con este Hetalia x rayis

Que sí creo que sería muy largo.

Y el tema sería algo raro, parecido a este, pero no basado en hechos reales.

De todas formas lo contaré si llego a animarme a escribirla

Pero advierto de todas formas que soy algo irregular a la hora de subir capítulos, aunque intento subirlos seguido

Porque como casi todos los lectores, sé lo que es esperar por el siguiente cap de algo que lees ;--;

Aunque aun sea una doña nadie y poca gente me lea xD

Así que lo hago por ustedes cuatro o cinco que siguen esta historia c:

Las loveo <3

-Gray

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