Capítulo 1.

 Mensaje de voz:

Hola Ámbar soy Allison, han pasado ya dos meses desde que no sales más que para comprar las necesidades de tu hogar, estamos con Ana y Jocelyn tomando un café en la cafetería de siempre, te extrañamos, espero y nos contestes pronto... Adiós.

El mensaje de voz termina, Ámbar se encuentra sentada en el sofá y a lado el teléfono de casa, rompe en llanto cuando ve a su novio Jonathan Brock junto con el abrazados en el fondo de su celular, cuestionándose ella misma ¿Cómo pudo pasar? Tan solo faltaban dos días para que regresara y jamás lo hizo. Tres días más tarde Ámbar se entero que su novio murió y lo perdió ya que el era líder del escuadrón elite que provenía de los Ángeles hacia nueva York para resolver el caso de los desaparecidos y los políticos ya asesinados, hasta que fueron emboscados en Harrinton y asesinados a sangre fría. Por la tarde Ámbar sube a su auto y maneja hacia el hospital principal para ir por unos papeles importantes, al torno del camino ella se encuentra perdida entre sus pensamientos, aquellas ojeras la delatan, días sin dormir, su cabello maltratado, ya no se lo cuida y los ojos rojos de tanto llorar, pero sobre todo aquella piel pálida de no comer en días ni cuidarse como se debe, al llegar al hospital al paso que va todos los empleados le dan el pésame, ella tan solo asiente agradecida con la mirada hacia abajo. Ámbar entra a su oficina y abre su gaveta para buscar documentos importantes pero su búsqueda es interrumpida por el director del hospital: Aster Croos.

—Hola Ámbar, me entere lo de Jonathan, lo siento mucho, se que no es un buen momento para decirte esto pero... me llego el correo esta mañana —ella tan solo baja la mirada con seriedad profunda sin decir ni una palabra aún —Es de Asylum Xenter, cuando mandaste tu currículum por correo lo revisaron y... pasaste.

Ámbar voltea a ver al director levemente sorprendida y este suelta una leve carcajada de sorpresa y le entrega el papel nervioso soltando un leve suspiro pues ni si quiera una sorpresa como esta podía hacerla reír de emoción como antes, así que entra a la oficina de Ámbar y se recarga en su escritorio.

—Déjame darte un consejo Ámbar, creo qué ir te hará muy bien, no es que ya no te quiera aquí... creo que cambiar de rutina, rostros y ciudad despeje tu mente.

— ¿Tu crees?

—Es que no me gusta verte así... tan decaída y deprimida se que duele pero... Jonathan no querría esto, el querría lo mejor para ti.

—Es que no es tan fácil, de verdad duele mucho, tu porque tal vez no lo haz sentido jamás.

Ámbar tan solo toma el archivo que buscaba y sale de su oficina dejando a Aster pensativo, al estar en su hogar nuevamente observa la imagen de su novio junto a sus compañeros de trabajo, aquellos que lo acompañaron a la misión, rápidamente toma su teléfono y llama hacia el departamento de policía.

—FBI, ¿En que puedo ayudarle?

—Hola... soy la novia de Jonathan Brock, necesito información sobre la misión en Manhattan, hace poco el y sus compañeros se encontraron sin vida en algún lugar de la ciudad, no tengo mucha información hasta ahora pero tal vez puedan dármela.

—Lo siento mucho señorita pero la información es altamente confidencial, no tenemos permitido hablar de ello ahora que es totalmente reciente.

— ¿Al menos podría saber si hubo algún sobreviviente tras el supuesto ataque en Manhattan?

—¿pero porque tanto inte... ―de pronto la llamada comienza a entre cortarse de la nada.

―Bueno, ¿Me escuchan? Bueno... ―Ámbar confundida sigue insistiendo una y otra vez hasta que la llamada vuelve a tomar señal, directo al grano el policía dice un nombre directamente y sus detalles.

—Alma Montemayor, pidió su retiro temporal después de la misión en Manhattan, si sabe algo reporte hacia la policía ¿Entendido? ―cuelga

—Entendido, gracias ―dice confundida apagando su celular ―Al instante le llega un mensaje con la ubicación de la ya mencionada, Ámbar tan solo da un suspiro y se levanta para comenzar a arreglarse.

Al cabo de unos minutos sube a su auto para ir al lugar indicado en el mensaje, una cabaña en medio del bosque, después de un pequeño rato de viaje, Ámbar deja su auto estacionado en medio de la nada y se dirige a dicha cabaña, al acercarse nota a Alma acomodando una gran montaña de leña. Antes de decir algo toma una gran bocanada de aire y la observa con atención y detalle, que clase de chica vive sola en medio del bosque, la camioneta indica que solo va a la ciudad por despensa y luego regresa, estar en medio del vacío indica querer despejar su mente ella está... ¡Traumada!, tantas cosas se le vienen a Ámbar a la mente al observar a la chica con atención. Sin decir nada la chica la ve acercarse y la mira con sorprendida.

— ¡Ámbar!

— ¿Sabes quien soy?

—Jonathan me contaba sobre ti durante el torno del tiempo en Manhattan, lo siento mucho.

—Gracias ―ella tan solo da un leve suspiro y saca una foto de su novio para mostrarla con Alma ―perdona también si te interrumpo, te veo ocupada es solo que quería hablar contigo.

— ¡Sobre!

—Sobre lo que paso en Manhattan.

Ámbar nota cómo Alma cambia su reacción a uno de asombro y miedo, se quita los guantes y le da la espalda al instante dando un enorme suspiro formando una reacción de horror tras tener recuerdos tras recuerdos de lo vivido en Nueva York.

—Ha pasado casi un mes y jamás he hablado de ello, lo siento pero... no puedo.

—Por favor Alma me serviría de mucho saber lo que paso ―Ámbar se trata de acercar pero nota como la chica empuña sus manos al instante así que se detiene y toma distancia.

—Claro que no te conviene niña, solo quieres investigar lo sucedido y atrapar al asesino porque te contrataron en Xenter.

— ¿Qué? ¿Y tú cómo sabes que me contrataron para ir a Xenter? ―la mira con impacto

—Lo siento pero creo que debes irte... ve a casa Ámbar y trata de mejorar tu vida porque esto se acabó, deja las cosas así.

— Jonathan me contaba que los compañeros con los que trabajan nunca se rendían, que eran como los leones desconocían el miedo cada que se les asignaba una misión y me pides que deje las cosas así ¿Qué tanto paso en Manhattan como para que te traumara de esa manera?

— ¿trauma? ¿Y tú que sabes de que si estoy traumada o no? ―voltea a verla con una mirada fría y profunda.

—Soy psicóloga, analizo tu situación y estoy 100% segura de que lo estas, por favor, se que sabes algo tan solo dime.

—Hace cuatro meses nos contrataron para una misión en Manhattan, la misión era tan política porque los asesinos mataban políticos, senadores, concejales y empresarios, pensamos que eran terroristas, europeos o asiáticos pero no fue así... hasta que encontramos un supuesto sospechoso: Robert Nicolás, Candidato del partido: Nueva Unión para ser alcalde —baja la mirada y se le viene a la mente el recuerdo de una tortura terrible que sufrió ella y sus compañeros hasta que rompe en llanto.

—Hey tranquila —Ámbar se acerca sorprendida tras su nueva reacción y la abraza— si ya no quieres hablar no lo hagas, perdóname.

—Tranquila —se seca las lagrimas y sigue hablando —Cuando lo quisimos llevar a interrogatorio nunca esperábamos una emboscada cuando hizo un evento en la mansión Harrinton, casi la mitad de los que estaban ahí adentró murieron a manos de la otra mitad de gente que permanecía dentro de ese lugar. Desde ahí supimos que el candidato Nicolás ya sabía que lo estábamos buscando y buscando a los asesinos, todo lo supimos cuando asesino al presidente Alan Stone quien daba el agradecimiento por estar en la presidencia, antes de la emboscada tan solo nos mostró un tatuaje en el brazo con la forma de una O adornado con una flor negra marchitado.

— ¿Puedo hacerte una última pregunta?

—Adelanté.

— ¿Cómo supiste que me contrataron para ir a Xenter?

—Porque dos días antes de ir a Harrinton Jonathan me pidió que lo acompañará al asilo para entregarle una memoria a un supuesto empleado del lugar.

—El ya sabía que me contratarían —comenta Ámbar confundida.

—Ámbar piensa muy bien las cosas, si vas a Xenter en Manhattan por favor solo ve en plan de trabajo y no te metas en un grave problema, porque no son asesinos cualquiera, estos son... diferentes ―menciona Alma preocupada.

Manhattan, Nueva York

Casa imperial...

En una mansión mejor conocida como la casa imperial en lo alto de una montaña se presencia una fiesta elegante de antifaces y un hombre de traje blanco con manchas de sangre baja por las escaleras ganando la atención de todo mundo, un bastón plateado con una O, una flor negra y marchitada en ella lo acompaña, un antifaz del mismo color, pupiletes Azules que tapan absolutamente sus dos ojos y cicatrices a los lados de sus labios cuál parecen estar cocidos a mano y cicatrizados totalmente, mejor conocido como: El Conde Lokvut. Quien se acerca a él para hacer reverencia es uno de sus supuestos sirvientes: Oliver Kenighan quien recientemente era mano derecha del Alcalde: Alan Stone.

—Conde... como que ultimádamente se ha vestido tan elegante.

—Ya se te extrañaba Oliver, hace mucho que no venias por aquí, dales a la señorita Magaly y su sobrino mis condolencias cuando regreses a casa, por la muerte de mi queridisimo y ex estimado Steve Sabines.

—La familia a estado muy triste tras su muerte en la conferencia hace tres días.

—Por eso no es del todo bueno estar a lado de la justicia.... ya no reina en el corazón.

— ¿Usted cree?

—No lo creo, estoy seguro... de que sirve tener corazón si ya no tienes la cabeza —dice el Conde alzando la mirada hacia arriba.

Oliver se sorprende cuando ve cabezas humanas reales clavadas en la pared, clavadas con clavos de gran grosor en tablas de robles finos. Por otro lado de Nueva York un detective de policía llamado: Erick Fisher llega al área forense donde se encuentra con el doctor: Kevin Walter por la noche y se saludan estando al pendiente de que no venga nadie o alguien los vea. Erick Fisher el mejor detective del departamento de policía aquí en Nueva York, obsesionado por el caso de los desaparecidos en el 2022 ya que su hermana desapareció ese día y su padre fue asesinado a sangre fría pero al entrar ya había sido asesinado y el asesino se había ido a tiempo antes de ser notado. Desde ahí hubo una gran obsesión sin descansar por parte del detective.

—Kevin... que bueno que te veo, necesito que me muestres el cuerpo de Robert Nicolas creo que tengo algo.

—Te tardaste veinte minutos, mi esposa se pondrá furiosa si no llego a cenar a tiempo, que sea rápido.

—Ja, tranquilo amigo no tardo, acompáñame.

Kevin y Erick llegan a la sala forense y el doctor saca el cuerpo de una gran caja fría que mantiene el cadáver aún reciente, Erick comienza a buscar por todo el cuerpo mientras que el doctor lo observa con confusión.

— ¿Exactamente que estas buscando?

Erick sigue buscando mas a profundidad y en cada rincón del cuerpo pero no encuentra nada y se queda pensativo dando palmadas al cuerpo algo furioso al no haber encontrado lo que quería, mientras se pierde en sus pensamientos y el doctor le grita su nombre por ultima vez haciendo que Erick reaccione de golpe.

― Lo siento, ayer me llego la notificación de que este hombre llamado Robert Nicolas se suicido tres días después de la emboscada que hubo en Harrinton y a mi se me hace irracional que lo haya hecho ya que de ser así veríamos mas asesinos haciendo el mismo acto.

―Creo que te dijeron mal ―Erick voltea a ver al doctor confundido.

― ¿De que hablas?

―Cuando supimos sobre su muerte, el departamento de policía levanto el arma en la escena del crimen y no tenia las huellas digitales de este hombre ―Erick escucha todo a detalle volteando a ver el cadáver con impacto y confusión.

―Tampoco mato al alcalde Stone, no solo porque no se observaba en las cámaras, no tiene la O, no es un Overland.

Asylum Xenter...

Un Guardia pasa a hacer su último recorrido por las celdas mientras escucha gritos de dolor y sufrimiento, carcajadas y sonidos extraños, en la celda 5-B09 un tipo llamado: Jhon Archer se encuentra encerrado observando una memoria  pensativo.

—Señor guardia, ¿Puedo preguntarle algo?

— Qué sea rápido

— ¿A que hora viene la Doctora Harrison mañana?

— ¿Para que lo quieres saber?

—Quiero que me atienda ella mañana... necesito hablar con ella, mientras... cuando venga dígale que quiero darle una pequeña sorpresa.

Dice con las manos en la espalda sosteniendo una memoria y tatuada en la muñeca una O con una flor negra marchitada en la mano.

Continuara...

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