Capítulo 32

Había una fila de piedras cavadas en un prado alejado del pueblo, en una parte del bosque que no era comúnmente visitada por los aldeanos.

Todas ellos tenían escritos los nombres de las personas que estaba enterradas debajo de ellas, algunas de ellas solo tenían un nombre y ningún apellido, algunas incluso solo un apodo por el que eran conocidos.

Mashiro había grabado en algunos, cuales eran sus sueños para el futuro.

Uno quería ser un panadero.

Otro quería ser un granjero.

Algún otro, quería convertirse en un oficial del imperio que actuara justamente.

Otro quería un mansión con mucha comida.

Aunque todos esos sueños eran demasiado infantiles para gustos de kai, no dijo nada mientras veía a Mashiro grabar cada palabra con una cantidad increíble de dedicación, incluso olvidándose de comer.

Tal y como había prometido, Barbara y Taeko se fueron esa mañana y  no las pudo ver. Pero supuso que de ser necesario se volverían a encontrar en el futuro.

Había encargado a la niña con la dueña de la posada, para que cuidara de ella mientras el se encargaba de los asuntos en este lado.

Mashiro estaba de rodillas enfrente de las tumbas, Kouga estaba parado a su lado mientras miraba hacia abajo.

Ninguno de los dos decía nada, pero ambos estaba llorando.

Kai estaba parado debajo de un árbol mirándolos con aburrimiento, había estado esperando pacientemente a que terminaran de lamentarse por los demás huérfanos que había muerto esa noche, habían pasado 3 días, y de hecho ellos lucían bastante compuestos.

Supuso que no era la primera vez que había visto morir a uno de sus compañeros.

Cuando el sol se estaba ocultando, Mashiro fue la que se puso de pie camino hacia kai.

― Chisaki. ― ella dijo lentamente, kai espero. La chica levanto su cabeza mirándolo directamente a los ojos. ― dijiste que podíamos cambiar el imperio.

Ella dijo con un tono de voz que el nunca había escuchado antes.

Asintió lentamente.

La chica tomo aire y luego dijo.

― yo quiero cambiar este mundo, no quiero que nadie vuelva morir sin razón alguna.

Kia la miro un momento.

Era imposible, independientemente de que lograron o no destruir el imperio y crear algo mejor, cosas como evitar que haya muertes sin sentido en un mundo sin sentido, parecía imposible, kai tenia su objetivo mas claro que eso, no quiera eliminar el sufrimiento por completo, el quería reducirlo al mínimo.

Pero no podía decir eso, por que ahora mismo estaba seguro de una cosa.

Mashiro estaba dispuesta vivir y morir por ese objetivo, y mientras el le dijera las palabras que quería escuchar ella lo ayudaría en su meta, si era útil o no solo el tiempo lo diría.

Kai asintió, y miro a la chica a los ojos.

― por supuesto. ― miro a Kouga que estaba detrás, con las manos en sus bolsillo. ― crearemos un lugar así.

Kai dijo con una determinación incluso mas fuerte que la de Mashiro, y los dos pudieron ver la convicción en sus palabras.

Mashiro sonrió tristemente.

― entonces a partir de ahora, somos compañeros. ― ella extendió su mano hacia el, kai la miro un momento antes de sonreír debajo de su mascara, la sonrisa vacilando en las esquinas de sus labios.

― espero trabajar contigo.

El dijo.

Mashiro movió su mano enérgicamente, lo que hizo que la sonrisa de kai se hiciera más tensa. Luego se giro para mirar a Kouga.

No se dijo ninguna palabras, pero lo que Mashiro quería era obvio para los dos.

Kouga chasqueo la lengua y se acerco a el, tomo la mano de kai y la estrecho con fuerza.

― espero trabajar contigo. ― el chico dijo a regañadientes, el solo se limito a sonreír.

la ceja de kai tembló mientras sentía los dedos de Kouga tomar sus manos cubiertas por guantes, una  mueca debajo de su cubrebocas.

Y así el primer paso para conseguir las piezas que necesitaba había sido dado.

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Volvieron a la posada, ya era de noche y kai había tenido que pagar extra por que la dueña les diera de cenar.

Era una cena de estofado de carne, junto con pan y mantequilla.

Mashiro estaba comiendo como si fuera la ultima comida que fuera a tener, mientras que Kouga era mas lento y controlado.

Kai los miro un momento.

― ya que estamos aquí, supongo que es momento de decidir nuestros próximos movimientos. ― kai dijo mientras se volvía colocar su cubre bocas luego de haber terminado de comer.

― ¿Qué tienes pensado? ― Mashiro hablo con la boca llena de comida, kai hizo una mueca, y extendió una servilleta hacia la chica.

― primero que nada, no hables con la boca llena.

El dijo, y luego coloco sus manos sobre la mesa.

― por ahora necesitamos una manera de obtener recursos.

― ¿recursos? ― Kouga dijo con un tono cauteloso.

― me refiero al dinero, necesitamos dinero para nuestros objetivos. ― Kai dijo. ― ya tengo varias ideas pero por el momento la mayoría de ellos son inviables.

Kai dijo.

― ¿entonces porque lo mencionas?

Kouga pregunto.

― porque eventualmente tendremos que hacerlo, será mejor que sepan de una vez lo que haremos, por ahora hay algo que me preocupa mas.

Kai dijo, mientras miraba fijamente a ambos chicos.

― ¿saben pelear?

Aunque ya sospecha la respuesta, al menos necesitaba que ellos mismo le dijeran.

― yo nop. ― dijo Mashiro sin vergüenza en admitirlo. Por otro lado Kouga fue mas recio y simplemente miro hacia otro lado.

― ya veo. ― kai dijo asintiendo para si mismo. ― si no les importa, supongo que yo podría enseñarle lo básico para que puedan defenderse.

Retrocedió ligeramente cuando Mashiro salto por encima de la mesa y lo miro con una enorme sonrisa.

― ¡enserio! ― ella grito con una voz emocionado, kai giro su cabeza para mirar alrededor, luego miro a la chica.

― si, tenemos un mes antes de llegar a la capital, deberían de ser suficiente para empezar.

Kai murmuro para si mismo, luego miro al chico que no había dicho nada.

― ¿estas de acuerdo?

Kouga se tomo un momento, para reflexionar sobre eso.

Finalmente el chico asintió.

― entonces esta decidido mañana a primera hora les comenzare a enseñar lo mas básico, vayan a dormir a sus habitaciones temprano.

Kai dijo mientras se ponía de pie y comenzaba a caminar hacia las escaleras para ir al segundo piso.

― Chisaki, ― Mashiro lo llamo, kai se giro ligeramente. ― Duerme bien.

Ella dijo con una sonrisa.

Kai se volvió y subió por las escaleras, cuando llego a la cima se dirigió a la puerta del cuarto de Denna, toco ligeramente.

― puedes pasar. ― una voz suave vino desde el otro lado, cuando abrió la puerta la niña estaba sentada en la silla, pegada la mesa de la habitación, frente a ella estaba un libro, recientemente le había dado algunos libros para que ella se entretuviera.

Kai miro el libro por un momento.

Era un libro sobre crónicas que se desarrollaron en el imperio, sobre el primer emperador y sobre todo lo que había pasado, desde la fundación del impero hasta los hace 100 años, mas o menos.

No era preciso, pero estaba diseño para que los niños lo leyeran.

Kai la miro un momento.

― no te quedes despierta hasta tarde. ― kai dijo simplemente. Y se volvió para salir de la habitación, se detuvo por un momento. ― ¿no necesitas nada?

Pregunto, la niña negó con la cabeza, el asintió y cerro la puerta.

Entonces se dio cuenta de algo, necesitaba encontrar a alguien que se hiciera cargo de la niña, simplemente ahora mismo no tenia el tiempo suficiente para pensar en ella.

Cuando llego a su habitación, comenzó a pensar en algo.

El sabia exactamente de que estaba hechas las drogas que usaban para mejorar a Remus y los demás, había estado acariciando esta idea por mucho tiempo, y ahora que estaba comenzando a tener aliados que estarían bajo su ordenes.

Había pensado en esa idea mas que nunca.

¿debería de crear una versión de la droga para sus aliados?

El conocía las debilidades y fortalezas de las drogas que usaba el imperio en su escuadrón de la muerte, y aunque aumentaban el poder, la vida útil se reducía en gran medida.

No le gustaba la idea, porque estaba seguro que a Masato no le gustaría un método como eso, pero sinceramente, kai estaba seguro que paso conseguir su objetivo tendría que hacer cosas que masato no aprobaría por completo.

Entonces pensó que siempre que ellos aceptaran tomarlo, no debería de haber ningún problema, aun así tendría que crear una versión que no fuera tan nociva como la que creo el imperio, incluso si eso significaba sacrificar poder.

Kai se sentó sobre su cama, estaba completamente tendida sin una solo rastro de haber sido utilizada.

Kai saco una pastilla de sus bolsillos y la llevo a su boca.

Necesitaba establecer una rutina de entrenamiento para ambos chicos, y comenzar con la elaboración de la droga, aunque no tenia los ingredientes necesarios en estos momentos, al menos debería de estructura la receta que usaría para crearlas, ya se preocuparía por conseguir los ingredientes cuando llegara a la capital.

Con eso en mente kai se levanto de la cama y camino hacia su propia mesa , sentando en la silla, tomo un pedazo de pergamino y comenzó a hacer anotaciones.

Esa noche, el nunca toco su cama.

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Kouga estaba tirando en el suelo, sosteniéndose su estomago mientras se retorcía como un gusano. Asu lado estaba Mashiro que también estaba en el suelo, pero ella en cambio se limito a pasar su puño cerrado por al esquina de su boca desde la que caía un poco de sangre.

Kai estaba parado frente a ellos, con una expresión sin emociones.

― Mashiro. ― el dijo mirando a la chica rubia. ― eres bastante buena.

Kai dijo, la chica parecía natural en el arte de pelar, podía controlar perfectamente su cuerpo y aprovechar para impactar con fuerza sus puños. Además de ser bastante perspicaz a la hora de combatir, a pesar de no tener bases, ella era muy capaz.

Kouga por otro lado era lo que kai había esperado, tosco y agresivo, dejando muchas mas aperturas y realizando mas movimientos inútiles de los que kai aceptaría.

Por un momento hubiera deseado empezar esta fase de su plan teniendo a alguien como Remus a su lado, ella podría haberse encargado de este tipo de cosas.

Pero negó con la cabeza, ella tenia su propio papel en estos momentos.

― Kouga, eres menos bueno que Mashiro. ― kai comento.

Luego dijo.

― pero los dos comenzaran con los mismos ejercicios.

Kai estableció una rutina sencilla para que primero realizaran ejercicios de estiramientos y físico al menos una hora cada día, y posterior mente les enseñaría posturas básicas a la hora de combatir cuerpo a cuerpo, aun no decidió que arma les vendría mejor a cada uno así que no abordo ese tema, luego tendrían que combatir entre ellos para practicar.

Como su habilidad le permitía entender profundamente el funcionamiento del cuero humano, luego de haber desmantelado varios de ellos, sabia cuales eran mas formas mas eficientes de estimular ciertos músculos para hacer mas fuertes.

Así que cada rutina física estaba diseñada para cada uno de manera diferente, aunque el tiempo que deben de emplear para este era el mismo.

Chisaki esperaba que la diferencia en el talente no fuera un problema.

Ambos se mostraron abiertos y receptivos cuando explico sus rutinas, kai los dejo a ambos luego de mostrarles la forma correcta de lanzar un puñetazo y que este tuviera toda la fuerza que pudieras imprimir en el.

Moviendo sus pieza camino hasta la posada.

Ya había arreglado todo para que comenzaron a moverse hacia la capital, entre otras cosas, había hecho un trato con una caravana de mercaderes que se dirigía hacia la capital para vender sus productos, y hacer entregas, lidiar por si solo con los bandidos en el camino seria mas molesto ahora que solo el tenia que proteger a tres personas, así que opto por ir en un grupo mas grande.

En total eran 5 carretas, y un grupo de mercenarios que había sido contratado por los mercares para protección, kai había tenido que pagar para poder unirse. Pero como aun tenia suficiente dinero no lo considera un problema

Haciendo calculaos aun tendría suficiente para vivir por un mes, o dos dependiendo de que tal caro fuera vivir en la capital.

Había estado realizando algunos planes para poder empezar con sus negocios una vez llegara, tendría que ir a la parte mas baja de la capital, tenia recuerdos vagos de la primera vez que fue a la capital con masato.

Se detuvo por un momento.

Y luego continuo con su camino.

Había realizado los pagos necesarios a la posadera, además de conseguir que le proporcionara algunos alimentos como pan dura, carne seca, frutas secas, como su raciones de alimento que estaba acabando y producir nuevas le tomaría tiempo, tuvo que presidir de ellas, hasta que estuviera mas establecido y con mayor tiempo disponible.

Cuándo comprobó la comida, decidió ir con el comerciante que lo llevaría en su carreta para asegurarse de que todo estuviera bien.

Cuando llego al edificio que pertenecía al comerciante, noto que la puerta estaba abierta, así que entro rápidamente.

El interior estaba repleto de estanterías con muchos productos, al parecer el comerciante tenía varias sucursales en varios pueblos y ciudades a lo largo del imperio.

Kai miro adentro y vio a una mujer parada, sosteniendo una escoba.

―ah― la mujer levanto un dedo con una sonrisa en cara. ― ya recordé, eres el chico que vino hace unos días para el viaje a la capital. ¿no?

La mujer debería de tener mas de 20 años, con el cabello de color café, y unos ojos cálidos, la marca mas distintiva que tenia era un lunar en la parte inferior derecha de su mentón.

Kai la miro un momento. ― si, donde esta ese anciano.

― ¿te refieres al señor Ricardo? ― kai asintió.

― el fue a terminar los preparativos, ¿necesitabas algo?

― solo quería confirmar una vez mas hora de salida mañana.

― uhm, según lo que dijo , no ha habido ningún cambio de planes. ― la mujer dijo con una sonrisa. ― ah, por cierto mi nombre es Martha.

Kia la miro un momento.

― entiendo, muchas gracias, ― el chico sonrió debajo de su cubrebocas, y se movió hacia la puerta, aunque le dirigió una ligera mirada a la mujer, antes de irse.

Cuando kai salió de la tienda, la mujer sonrió ligeramente.

― ¿hum? ― la mujer llevo un dedo a sus labios, y luego dijo mas para si misma. ― se parece un poco a ella.

La mujer luego continuo barriendo el lugar, con una sonrisa en sus labios.

El imperio le había permitido salir del la villa donde había estado viviendo los últimos años para visitar a su familia, claro que todo eso fue con la excusa de que ella tenía una misión que realizar, y tendría que volver en una semana.

Había completado su misión, y ahora solo estaba esperando las instrucciones de su supervisor para volver.

La puerta se volvió abrir un momento después.

― bienvenido. ― Martha dijo con una sonrisa, pero esta disminuyó cuando vio quien era la persona. ― ah, Ricardo.

La mujer dijo mientras dejaban la escoba a aun lado. Un hombre de aspecto severo entro por la puerta con una mirada dura en sus ojos.

― supongo que ya reportaste todo. ― la mujer dijo mientras se quitaba el delantal que había llevado puestos.

― si, ahora puedes volver a la villa Rousei. ― el hombre dijo mientras se sentaba en una silla.

― ya veo. ― la mujer dijo mientras caminaba hacia la salida. La falta de familiaridad entre ambos era palpable. ― oh, por cierto el niño que reservo un lugar en la carreta paso para preguntar si el horario de partida había cambiado.

Ella comento como una ocurrencia tardía.

El hombre alzo una ceja.

― ya veo, ¿Qué le dijiste?

― que el horario se mantenía.

Martha dijo antes de salir por la puerta, estiro sus brazos y soltó un profundo suspiro, luego comenzó a caminar por el pueblo, mirando distraídamente los escaparates.

Se detuvo frente a una tienda de ropa, y miro un vestido con volantes y de color rosado con blanco, una sonrisa reemplazo la linea en que se había convertido sus labios.

― estoy segura de que esto le quedara bien a Akame-chan.

La mujer dijo, mientras entraba a la tienda con una sonrisa en su cara.

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fin 


wtf después de mucho tiempo por fin aparece Akame :V, aunque solo se menciono XD

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