capítulo 2
Capítulo 2
En medio del bosque, dos chicos caminaban a su ritmo.
Una chica de pelo negro y uno de cabello castaño.
El niño estaba unos 4 metros delante de la niña.
La chica mira con ojos curioso todo a su alrededor.
Ya sea la corriente helada del viento, el movimiento de las ramas secas de los árboles y la nieve que adornaba de forma bastante hermosa el paisaje.
La chica estaba acostumbrada a este tipo de ambiente, pero simplemente cada vez que lo ve, le sigue pareciendo muy bonito.
Mientras camina, sus pies protegidos con unas botas marones de piel, se entierran en la nieve, las pisadas resuenan colándose entre los aullidos del viento.
La mirada de la chica se posiciona en el chico delante de ella, este se está abrazando a sí mismo, mientras tiembla levente, ella sonríe, al ver a este chico tan estoico y poco hablador, actuar de tal manera por el frio.
― ¿tienes frio? ― preguntó de forma sarcástica.
― . . .
El chico no respondió, lo cual solo provoco que la sonrisa burlona de la chica se ensanchara.
― no tienes que hacerte el fuerte, ¿sabes?
Ella corrió y se colocó al lado del chico.
Kai la ignoro, y mantuvo su mirada hacia delante.
Sayo, lo miro sin que él se diera cuenta, o si lo hizo pareció no importarle.
Este chico era un misterio, un día simplemente lo encontró en medio del bosque y lo llevó con el viejo masato.
El chico no sabía de donde era, quien es, si tiene familia, amigos, lo único que él recuerda es su nombre, uno bastante malo en la opinión de la chica.
La mirada de la chica se fija en el camino, o mejor dicho sendero que era poco visible por la nieve.
El chico era agradable la mayoría del tiempo, era calmado y educado, a diferencia de Tatsumi y Ieyasu que eran un caso perdido en esos aspectos.
Claro que esta era la opinión de Sayo, pero para Sayo cualquiera que pudiera escucharla hablar por horas sin rechistar, era una persona agradable, y no es que Kai quisiera hacerlo, pero el hecho de que ella le había salvado la vida, le impedía decirle llanamente, "lárgate, eres molesta y ruidosa".
Sayo sabía esto, pero lo ignoro.
Sin embargo, había algo que a la pelinegra que no le agradaba de él, y era lo mucho que evitaba convivir con las personas, parecía que estaba completamente enfocado en estar solo. . . Y eso era algo que no le gustaba para nada.
La rutina de Kai, se podía definir como estricta y organizada, aunque Sayo prefería llamarla "aburrida".
Lo único que hace el castaño es leer los libros de masato, ayudar en tareas simples, y encargos que el viejo le pedía de vez en cuando.
Un ejemplo de esto último era lo que estaba haciendo ahora.
Sayo incluso le había dicho: "una piedra se divierte más que tú". Chisaki, simplemente la había mirada como si ella no fuera un humano, y luego volvio a la lectura.
La chica soltó un suspiro.
Ella era la persona que más hablaba con él, aunque decir que era una charla seria demasiado, pues el 90% de la conversacion provenia de ella, y el otro 10 % eran asentimientos de cabeza, y de vez en cuando un "si".
Kai había desarrollado el habito de fingir que le prestaba atención a lo que decía Sayo, la chica empezaba a hablar y el automáticamente dejaba de prestarle atención, pero fingía estar haciéndolo.
Una vez, Sayo le había preguntado si quería jugar a lanzarse bolas de nieve, el asintió.
Ese fue el peor error de su vida.
La chica prácticamente, lo había sepultado bajo un montículo de nieve, y él ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar.
Claro que después recibió un castigo de masato, por eso.
Y estuvo en cama una semana, realmente sus defensas son muy débiles. Sayo sintiéndose culpable, cuido de él.
Al final ambos se habían hecho más cercanos, o eso le gustaba pensar a la pelinegra.
Pero Kai era realmente. . . . Asocial, no es que no pudiera entablar conversaciones, si no que más bien, no estaba interesado en eso.
Sayo al principio no entendía el por qué del comportamiento de Kai, pero luego de pensarlo mucho, de alguna manera podía entenderlo, incluso ella en algún momento pensó que estar sola era mejor que tener personas cercanas. . . sólo para luego perderlos.
La mirada de la chica se ensombreció, al recordar malos momentos.
Movió furiosamente su cabeza de un lado a otro, alejando esos pensamientos.
Soltó un suspiro de cansancio, a veces estar sola es muy difícil, pues ella tiende a pensar en cosas inútiles.
Miro al chico, este tenía una mirada seria, mientras hacia su mejor esfuerzo para poder ocultar que el frío realmente lo estaba afectando.
Ambos continuaron caminado por unos minutos. Sin decir una sola palabra.
― Ah, por cierto ¿qué es lo que vas a hacer en medio del bosque?
Pregunto la niña, con curiosidad.
― . . . ¿Acaso me seguiste sin siquiera saber eso?
La chica asintió, con una sonrisa tonta, causando que Kai soltara un suspiro.
― en serio eres estúpida. . . ― murmuro de tal forma que su voz no llego a los oídos de la chica― bueno el viejo me dijo que tenía que recoger una hierba en especial, para una medicina.
― ¿medicina?
― Sí, en esta área de reino es norma que las personas contraigan enfermedades respiratorias― explicaría el con un tono aburrido, la niña asentía de forma exagerada a cada palabra que decía, claro que él no lo notaba ―el viejo dijo que uso mucha de esa hierva cuando me encontró, por lo cual necesita reabastecerse, y al final como su aprendiz me dejo esa tar-
El volteo para ver a la chica, la cual estaba asintiendo, mientras tarareaba una canción. Su mirada se ensombreció.
― oye, acaso estas escuchando lo que te digo.
La chica negó suavemente con la cabeza.
―. . . entonces. . . ¿Por qué preguntaste?
Ella se encogió de hombros. Kai se detuvo mientras miraba a la chica sin emociones.
― ¡oh!, ¿no es esta esa hierva?
Ella se acercó rápidamente a un matorral donde había un hierba verde, con una flor de color purpura.
Kai suspiró y caminó en dirección al lugar.
Cuando llegó a donde estaba Sayo, realmente ahí estaba la hierba que buscaba.
Con mucho cuidado el chico la arrancó, Sayo se fue en otra dirección, al parecer estaba siguiendo a una ardilla.
Cuando Kai guardo la hierba.
― ¡oye!, ¿ya terminaste?
La chica lo llamó, Kai rápidamente caminó hacia ella.
― Sí, vamos.
Ambos chicos, una vez más emprendieron el viaje de vuelta a la aldea.
.
.
.
.
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Ambos volvieron al pueblo.
Cuando estaban adentrándose en la parte central, lograron ver cómo algunos de los aldeanos estaban encendiendo las lámparas de aceite, para iluminar sus hogares.
Mientras pasaban por el camino, se toparon con un hombre.
― oigan, niños, ¿adónde fueron?
Ambos chicos de detuvieron. Y miraron al hombre.
Chisaki lo miró sin mucho interés.
― fui a recoger hierbas medicinales para el viejo. . . ― dijo ― y ella, solo me siguió.
Apunto a la chica que se supone estaba a su lado, solo para notar que ya no estaba.
Chisaki se quedó aturdido.
― ¿en qué momento? ― se preguntó ―mm, da igual.
― ya veo, así que Masato te lo encargo.
Este hombre es el jefe de la aldea. Tiene unos 40 años, pero por su apariencia aparenta claramente más. Tal vez era el estrés de saber que toda la gente del pueblo dependía de él, y de las decisiones que tomaba.
Ser un líder era parecido a ser un médico, tomar una mala decisión puede terminar acabando con la vida de una persona, o varias dependiendo de la situación.
Su cabello era medianamente largo, pero estaba cubierto por un gorro de piel, que ocultaba este hecho, él tenía una mirada alegre y una sonrisa tranquilizadora, a diferencia del viejo masato, Kai podía decir que este hombre era más. . . ingenuo.
Realmente siendo solo un niño, Kai no podía encontrar las palabras correctas para describirlo, pero según lo que Masato le dijo: "el jefe de la aldea, se llama Kazu, es un buen hombre, pero ha estado toda su vida en estas montañas, nunca ha ido a la capital, él no sabe nada del exterior. . . supongo que es alguien afortunado".
Masato había dicho las últimas palabras en un tono tan bajo, que fue casi inaudible para Kai.
― hey, chico.
Levanto la mirada cuando escucho al líder llamándolo.
― ¿si? . . .
Kai tenía el mal hábito de perderse en sus pensamientos con facilidad, ese era un buen hábito cuando hablaba con alguien como Sayuri, pero era bastante inconveniente cuando estaba hablando con el líder del pueblo.
―mándale un saludo a Masato por mí.
Dijo el líder con una sonrisa, mientras se daba la vuelta y se iba a otro lado de la aldea.
Kai se quedó parado unos instantes, luego se dio la vuelta, y se fue directo a la cabaña de Masato.
Mientras caminaba por la aldea algunos de los aldeanos lo saludaron, el chico simplemente se limitaba a hacer una reverencia.
No es que el chico disfrutara de la atención, o de la amabilidad de las personas, Kai es consciente de que estas personas solo eran amables porque era el alumno de Masato, y el viejo era muy respetado.
Después de todo Masato había ayudado a muchas de estas personas, e incluso había salvado la vida de algunos. Kai solo correspondía los saludos, para no hacer quedar mal al viejo.
Luego de unos minutos llegó a su hogar. Chisaki, se quedó mirando la puerta por unos segundos, por las aberturas que tenía la cabaña no se podía ver la luz de las velas, o las lámparas.
― no está el viejo. . . que raro.
Aun no se acostumbraba a la idea de que esta cabaña fuera su hogar, a pesar de que el viejo lo había tratado bien, y se había encargado de enseñarle no solo su profesión, si no también cosas que le serian de utilidad en el futuro.
Kai soltó un suspiro, y se relajó visiblemente, la deuda que estaba adquiriendo con el viejo, era tan grande que estaba seguro que llegaría al punto en donde ni siquiera su vida, sería suficiente para pagarla.
Extendió su mano y empujo la puerta. La madera estaba tan fría que incluso logro pasara a través de sus guantes.
Kai entró, como supuso no había nadie adentro.
La habitación no era muy grande, por lo cual notar la ausencia de Masato fue muy fácil.
― ¿en dónde se habrá metido ese viejo?
El niño, se dirigió a la única mesa que había, y usando las brasas de madera que estaban en la chimenea, encendió una vela, y luego usó esa misma vela para encender la lámpara de aceite.
El brillo que iluminaba la habitación, fue aumentando conforme la lámpara se encendía.
Kai rápidamente se dirigió a una de las esquinas de la habitación, el suelo de madera rechinó con cada uno de sus pasos. Recorrió unos 5 metros, y llegó a su destino.
En la esquina de la habitación, había un baúl de madera, las esquinas de este estaban reforzadas con piezas de metal, una cerradura de metal lo mantenía cerrado.
El chico estiro su mano y tomo el candado, del bolsillo de su suéter, saco una llave.
Acompañado de un" click", la cerradura del candado se abre. Levanta la tapa del cofre.
La mirada de Kai revisa el contenido, había una gran variedad de hierbas y frascos, la gran mayoría de estos según masato le había enseñado y lo que el había leído en los libros, eran medicinales, aunque algunas por si solas podía ser venenosas, e inclusive en dosis muy altas provocar la muerte.
Kai acomodó las hierbas que recolectó en el cofre, luego lo cerró, y por ultimo colocó el candado.
Suspiró, y observó la solitaria habitación, sin tener nada mejor que hacer, se acomodó en una silla, acerco la lámpara de aceite, y tomó uno de los libros que estaba leyendo.
Las próximas horas pasaron casi sin ser notadas por él.
.
.
.
.
.
..
El crujido de la puerta, resonó en el silencio de la habitación.-
― ¿hm? ― el chico levanto la mirada del libro, y observó la puerta.
Esta se abrió lentamente, y una figura, con un grueso abrigo entro.
― aún estas despierto, chico.
La voz de Masato se escuchó, cuando la figura se acercó a la luz, Kai logró notar la cara del hombre.
― oye viejo, ¿Dónde estabas?
― Te dijes que dejaras de llamarme viejo, y me llamaras sensei, o simplemente masato. Debes de tener más respetos a tus mayores, ¿sabes?.
―. . . y bien viejo, ¿Dónde estabas?
Masato suspiró en derrota.
― sabes, creo que sayo te está contagiando su forma de ser.
Kai tembló, al escuchar las palabras del viejo.
No le gustaba la idea de ser comparado con esa molestia, dejando el libro en la mesa, estaba listo para refutar el comentario del anciano. Pero este continuó hablando.
― mejor vete a dormir, mañana iremos de viaje, a un pueblo que está a unas cuantas millas de aquí, por lo que tendremos que partir antes de que salga el sol.
― ¿viaje?
― Mm, bueno más que un viaje, se podría decir que iremos a ver a unas personas que están enfermas.
Masato logro ver como el chico, frunció el ceño al escucha la palabra "enferma". Pero a pesar de notar este detalle, el simplemente lo guardo en su memoria, por ahora tenía demasiadas cosas en las que pensar.
― ¿Qué es. . . cuál es su enfermedad?
― Aun no lo sé, uno de los aldeanos, vino y hablo conmigo y con Kazu, al parecer la mayoría de los habitantes, se están enfermando, temperatura alta, vomito, temblores, algunos han estado en cama por días sin comer. . . Probablemente sea algo serio.
La mirada del Kai se hizo inexpresiva, no cambio ni un poco después de escuchar los síntomas, solo una idea estaba pasando por su cabeza, mañana irían a un lugar lleno de gente enferma, un escalofrió recorrió su espalda.
A pesar de ser alumno de un médico, este niño en definitiva odia estar cerca de enfermos.
Sin decir ni una sola palabra más, el chico se fue a su cama.
Masato lo miró curioso, su comportamiento cambió repentinamente, después de que mencionara el tema del viaje. Ahora estaba demasiado cansado como para preguntarle que pasaba, por lo que decidió dejarlo para después.
Con esos pensamientos, también se fue a dormir.
.
.
.
Una carreta avanzaba lentamente, en un camino repleto de nieve, el frio era incluso mayor que el día anterior.
Dos figuras estaban sentadas en la parte delantera.
La mirada del chico estaba observando con aburrimiento el paisaje, a pesar de ser hermoso, después de verlo tantas veces, perdió su encanto, y se volvió algo ordinario y normal.
― ¿Cuánto falta para llegar?
La voz del chico se escuchó desde su tapabocas.
― Unas dos horas.
Actualmente, habían estado viajando por 2 horas, lo cual indica que estaban aproximadamente a mitad del camino.
― ya veo.
Kai dejo de ver el panorama y devolvió su vista el libro que estaba leyendo.
Ambos siguieron viajando, sin saber lo que les esperaba.
. . . . .
Gracias a JuaniL27 por ser mi lector beta, y ayudarme a corregir el capítulo, espero seguir contando con tú ayuda.
Gracias a todos por leer.
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