Extra Final

Advertencia: Este capítulo tiene tanto momentos cursis y dulces, cómo también palabras explícitas y con contenido subido de tono, tal cómo el smut.

Capítulo largo.

Extra 3: Nuestro momento.

━━━━ I'D DO IT ALL AGAIN

Sonreí observando el bello cielo repleto de las pequeñas luces llamadas estrellas.

Sentía mi corazón repleto... Más bien... Plena y feliz.

Me encontraba entre los brazos de mi primer y único amor, sintiendo como subía y baja su pecho por su suave respiración.

Era algo único.

— Sam... — susurró Ricky con su hermosa voz ronca, hago un asentimiento vocal apoyando mi mentón en su pecho y lo observo a los ojos — Bueno, yo... Te tengo otra sorpresa.

— ¿Otra más? Ricky, te dije que no era necesario — le regañé observando cómo él hacia un puchero demasiado tierno a mi parecer que me tentó a dejar un beso en sus labio y así hice en medio de una sonrisa.

— Te escribí una canción — murmuró contra mis labios, al escucharlo rápidamente me separé para verlo sorprendida a los ojos.

— ¿Enserio? — el chico asintió con una tierna sonrisa, solté una risita nasal separándome de él — Por eso bajaste la guitarra, a veces llego a ser tan despistada — me separé con cuidado y me senté cruzando mis piernas sobre la manta.

Estábamos en el mismo lugar donde tuvimos nuestra primera cita, donde me di cuenta al ver a los ojos brillantes de mi acompañante que lo amaba.

— Me gusta que seas así, bueno, en realidad amo que seas así, es tu encanto — admitió el chico con un tono sinceridad tomando la guitarra y colocándola sobre su regazo.

— Con esto pagarás tu cuota diaria de música — sonreí burlona apoyando mi brazo en mi pierna acunando en mi mano mi mejilla para mirar entretenida al chico que arrugó su nariz mientras aclaraba su garganta concentrando en la guitarra — Te ves muy guapo así.

— ¿Ah, si? — preguntó coqueto levantando una ceja, asentí con una sonrisa de lado — Okey, no me mires mucho que me pones nervioso y no me saldrá.

— Ahora eres tímido, ¿Que raro, no? — solté una risita entre dientes sin quitar mi mirada de su rostro relajado — Empieza luego, bobo.

— No es necesario que me trates mal ¿okey? — sonrió de lado empezando a tocar una linda melodía, inmediatamente cerré mis ojos disfrutando — It's been 6 weeks since we said our goodbyes, I can't forget what was. So excuse the mess I made when you were mine, I'm still learning how to love, I know you're nervous, but I won't let you fall. And we weren't perfect, but you were worth it all. If it were my call, I'd do it all again, I'd do it all again, I'd do it all again.

Abrí mis ojos con suavidad dejando que las melodías y las lindas palabras de la canción llegaran directamente a mi corazón por medio de la hermosa voz angelical de mi novio.

Oh, si.

Mi novio.

Me encantaba cómo se escuchaba.

— I'm not yet used to only being friends, this hurts too much to hide. And I watched you walk into another's arms, I thought we had more time. I know you're nervous, but I won't let you fall and we weren't perfect, but you were worth it all. If it were my call, I'd do all again.

Yo haría cualquier cosa por él, protegería su corazón y sus lindos sentimientos todos los días de mi vida.

Amaba con mi vida a Richard Bowen.

I know you're nervous, but I won't let you fall and we weren't perfect, but you were worth it all. If it were my call, I'd do it all again, I'd do it all again, I'd do it all again.

— La ame — murmuré apenas la canción terminó.

Ricky aún con sus ojos cerrados sonrío tiernamente, cuando abrió los ojos me miró fijamente con una mirada que no pude interpretar.

Me dió un escalofrío.

— Me surgió una idea — hablé de la nada enderezándome, estiré mi mano y Ricky me miro con el ceño frunció — Dame la guitarra.

— ¿Qué?

— Dámela antes que se me vaya — sacudí mi mano con entusiasmo recibiendo por fin la guitarra, la apoyé con rapidez en mi regazo buscando los acordes que había utilizado el chico, repaso mentalmente lo que cantaría y sonrío mirando fijamente la guitarra dejando caer todo mi cabello sobre el rostro — My heart was shattered like a sheet of glass, but i don't blame you for thin walls.

Era verdad, yo no lo culpaba de nada, acepto que todo mi sufrimiento fue por mi misma culpa, pero lo dejaría todo atrás, por él, por nosotros.

Yeh i was nervous to let me love again and we weren't perfect, but let love take a chance, who said that we can't, I'd do it all again.

Concentrada en la música moví mi cabeza de un lado a lado mientras cantaba sintiendo cada palabra. Nuestro amor tenía una segunda oportunidad y esta vez no sería tan frágil, sería fuerte como un roble.

I'd do it all again — cantamos al unísono en un tono bajo mientras tocaba las últimas notas dejando de tocar con suavidad.

Después de segundos estando cantando centrada en la guitarra subí mi mirada y observé al lindo castaño dueño de mi corazón sonriendo, mostrando su tierna dentadura que tanto amaba, mi corazón se apretó al verlo morder su labio contento.

Si que lo amaba.

Dejé la guitarra a un lado en un movimiento rápido, gateé hacia él y sin duda alguna, lo besé de sorpresa.

Ricky se afirmó de mi cintura y cayó de espaldas conmigo encima, reímos entre besos. Me senté sobre su abdomen y sonreí observándolo desde la altura, él completamente tranquilo sonrió.

— Te ves hermosa desde aquí.

— Oh, cállate — suspiré bajando nuevamente a sus labios y dejé descansar mis manos sobre su rostro, mi cabello largo cayó a los costados de su cabeza haciendo que me riera — Odio mi cabello, arruina nuestros besos — hice un pequeño berrinche con un puchero y moví el estorboso cabello a un lado de mi cabeza observando por la luz lunar el rostro sonrojado del chico.

— Yo lo amo, como todo lo que tiene que ver contigo y te amo a ti.

— Bueno, yo te amo más.

— Oh, vamos, sabes que es mentira, yo... — junté nuestros labios nuevamente haciéndolo callar con rapidez — No se vale — se rió en medio del beso.

Rodeé mis ojos y los cerré nuevamente perdiéndome en las caricias que Ricky proporcionaba en mi espalda.

El beso cambió de tono drásticamente al sentir las manos del castaño bajar desde mi espalda alta hasta la baja cerca de mi trasero.
Lo tomé de la nuca atrayéndolo más a mi empezando una guerra interminable entre nuestras lenguas en un beso salvaje.

Ricky cambió nuestras posiciones con cuidado y apoyo mi espalda en la manta.

El ambiente se sintió más caliente a nuestro alrededor. Los labios del chico fueron bajando poco a poco por sobre la piel expuesta de mi cuello rozando mi cicatriz y provocándome un escalofrío, besó con cariño la zona.

Sonreí observando las estrellas, pero me mordí el labio con fuerza al sentir un gemido querer salir de mi garganta. Me había mordido.

Al sentir su respiración pesada en mi cuello hizo que por fin saliera un débil gemido de entre mis labios. Ricky paró su acción de adorar mi cuello y subió a mi rostro para observar mi rostro con una mirada tranquila y brillante acompañada de una leve sonrisa.

Era bellísimo.

Llevó una mano hacia mi rostro y abarcó toda mi mejilla derecha, la acarició con su dedo pulgar para luego ir bajándola poco a poco hasta mi hombro en el tirante de mi vestido.

Tragó saliva forzosamente y miró a su mano seguido de mi rostro, se notaba nervioso.

Yo también lo estoy.

Pero no podemos estar los dos notablemente nerviosos.

¿Mataría el ambiente, no?

— ¿Tú... Quieres hacerlo? — preguntó en un susurro con una mirada profunda.

Oh, me preguntó.

Entre abrí mis labios.

Ehhhhh, si, si quiero.

Quiero hacer de todo contigo, Ricky, sin arrepentimientos.

Sonreí cortamente sintiéndome más confiada.

Asentí con la cabeza.

— Si es contigo, si — levanté un poco mi rostro, coloco mi mano en su nuca y lo atraigo a mi depositando un suave beso en sus labios con un pegajoso sonido que hizo que el castaño gimiera contra mis labios — Hazlo.

Su mano que permanecía en mi hombro acarició la zona hasta mover el tirante a un lado sacándolo con cuidado de mi brazo con mucha paciencia, besó mi hombro. Después siguió con el otro haciendo el mismo proceso terminando con un beso, subió nuevamente a mis labios dejando un beso en mis labios, sonreí acariciando su cabello alborotado.

El cabello que me había traído mucho interés desde la primera vez.

— No quiero hacerlo si no te sientes cómoda — dijo el chico apoyando su frente con la mía.

— Siempre me siento cómoda a tu lado...

Ricky me miró a los ojos por unos largos segundos para al fin sentarse sobre sus rodillas bajando con suavidad el lindo vestido blanco por mis piernas dejando caricias en el proceso en ellas, ya con el vestido en sus manos lo dejo sobre la canasta que yacía a unos metros de nosotros.

Sonreí avergonzada al sentirme expuesta frente al chico mostrando mi ropa interior que consistía en solo una braga de algodón por la falta de sostén para el vestido.

Probablemente ahora mis mejillas deberían estar más rojas que un tomate.

Y si, me dió vergüenza.

¿Y si no le gusto?

Tapé mis rostro con pena.

Una calidad manos las sacaron delicadamente dejándome ver nuevamente a mi lindo novio que sonreía con ternura y sus mejillas sonrojadas.

— Eres increíblemente preciosa — acarició mi mejilla bajando poco a poco hasta mi cuello y por medio de mis pechos llegando a mi cintura donde la dejó tranquila mientras con la otra afirmaba su peso a un lado de mi rostro.

— Me dará hipotermia — reí suavemente pasando mis brazos por su espalda dejando mis manos bajo su playera en busca de calor.

No hacía frío, pero estaba bastante fresco.

Quizás no era el mejor lugar para hacerlo, pero era nuestro lugar y mientras estuviera con él, el lugar era lo de menos.

— Lo siento... Quizás... — empezó a hablar nervioso, pero reí negando con la cabeza, subí su camiseta rozando las yemas de mis dedos desde su espalda baja a la parte alta.

— ¿Y si quitamos camisa luego? — pregunto con un tono de diversión que se quitó rápidamente al ver la mirada ardiente de Ricky el cual se deshizo de su camiseta rápidamente tirándola a un lugar al azar. Muerdo mi labio al ver su abdomen que estaba bastante marcado — También los pantalones — hablo demandante.

Ricky sonrió de lado mientras que yo me apoyaba en mi codo para observarlo mejor. Se quitó los pantalones dejándolo en unos bóxers negros que marcaban una clara erección.

Tragué saliva nerviosa y me volví a recostar. Ricky volvió a su posición principal, entre mis piernas, cubriéndome cálidamente con su cuerpo caliente.

Empezó a besar mi cuello dejando huellas húmedas. Intento difícilmente contener los gemidos, pero al sentir cómo mordía la zona de mi clavícula cerca de mi seno derecho gimo sin poder evitarlo. Ricky se remueve entre mis piernas haciéndome gemir nuevamente por el rose, bajó a mi seno dejando suaves besos mientras amasaba el otro con delicadeza, luego de unos minutos jugando con ellos subió a mi rostro nuevamente besándome salvajemente luchando su lengua contra la mía en una batalla que nadie quería perder.

Las manos de Ricky viajaron por mi cuerpo hasta la cinturilla de mis bragas que bajó con cuidado no sin antes mirarme a los ojos pidiendo permiso lo cual respondí con una suave sonrisa, mordí mi labio al ver cómo las bragas ya no estaban en mi cuerpo sintiendo el cuerpo más caliente aún estando desnuda. Ricky se puso sobre mi otra vez apoyando sus manos a cada lado de mi rostro sosteniendo su cuerpo, sonrió mientras me miraba con profundidad a los ojos.

Entonces en ese momento quise quedarme así para siempre, entre los brazos del amor de mi vida mientras me miraba y yo a él, admirando su belleza natural que tanto amaba y su hermosa sonrisa que me hacían sonreír cada mañana con motivaciones de seguir siendo feliz, a su lado.

Bajé mis manos de su fuerte pecho a su abdomen acariciandolo con suavidad hasta llegar a la orilla de sus bóxers los cuales bajé de un tirón con una sonrisa traviesa en mi
rostro, el chico me ayudó a sacarlo totalmente de su cuerpo tirándolo con su pie a cualquier lugar. Río un poco acariciando su abdomen bajándolo poco a poco mientras miraba a mi chico. Ricky jadeó al sentir mi mano sobre su extensión y se ocultó en mi cuello respirando con dificultad mientras lo acariciaba con tranquilidad.

Ricky tomó mi mano con suavidad subiéndola arriba de mi cabeza donde entrelazo nuestros dedos.

"El amor y la confianza van de la mano"

Ahora sé a lo que se refería.

Nos amábamos y confiábamos plenamente uno en el otro. Sonrío mordiendo mi labio y lo miro los ojos avellanas de mi novio quien me miraba con un brillo nuevo, deseo.

El castaño bajó su mano libre por mis curvas hasta llegar a mi cadera donde movió en línea recta un dedo hasta llegar a mi entrepierna, tocó mis labios que se encontraban ya humedecidos provocándome un escalofrío por todo el cuerpo haciéndome gemir con fuerza. Alzó una de mis piernas llevándosela a la cadera donde la acarició desde el muslo a mi pantorrilla con paciencia y una mirada de deseo observando todo mi cuerpo desnudo. Entonces llegó el momento, posicionó su miembro en mi abdomen dando un recorrido desde ahí a mi entrada donde sólo dio suave roses haciendo que los gemidos ya salieran con facilidad. Tenía unas terribles ganas de que ya entrara, me estaba desesperando de tanto juego.

— ¿Segura de que estás segura? — preguntó claramente con la poca cordura que le quedaba en la excitante situación.

— Completamente segura, Ricky, te amo.

— También te amo — susurró bajando su rostro al mío.

El suave beso que empezamos a compartir fue interrumpido por el fuerte gemido de dolor que salió de mi al sentir cómo su extensión ingresaba en mi interior. Cerré los ojos con fuerza y una lagrima solitaria salió de mi ojo derecho.

Podría jurar que algo dentro de mi se había roto. Mis paredes vaginales se desgarraron por la primera embestida, la cual fue tanto placentera como dolorosa, Ricky besó mis labios intentando calmar mi dolor.

Había perdido mi virginidad y nunca la podría recuperar, pero no me arrepentía para nada.

Mi respiración antes irregular empezó a tranquilizarse así llegando con ella el deseo de más. Moví mis caderas con suavidad abriendo mis ojos y observando al preocupado castaño sobre mi. Sonreí tranquilizándolo dándole un asentimiento de cabeza indicándole que siguiera al ya no sentir dolor. El chico con total calma empezó a mover sus caderas atacando mi centro con su extremidad, que para decir verdad, no era para nada pequeña.

— Ve más rápido — susurro contra su oreja con deseo, deseo de querer más de él.

Y cómo le indiqué el chico movió sus caderas con más rapidez chocando con mi cuerpo con fuerza provocando un sordo sonido que hacían crecer mi deseo. Los gemidos salieron de lo más profundo de mi, disfrutando de la penetración aferré mis manos a su espalda enterrando mis uñas en la cálida piel. El ambiente se volvió tan caliente que mis mejillas se colocaron rojas y disfrutaba tanto al escuchar los suaves gemidos de Ricky en mi oreja.

Embestida, tras embestida sin parar, nuestro climax nos inundó por igual haciendo que Ricky soltara un gemido fuerte de satisfacción cayendo sobre mi descansando entre mis pechos, nuestra respiración rápida se tranquilizó sincronizando ambas.

Ahora con lucidez les doy las gracias a mi papá Nicolás, que gracias a él no habrá problemas de embarazos juveniles por su preocupación sobre mi vida sexual desde que había cumplido 17 años. Ahora, agradecía que me haya insistido por dias que fuéramos al ginecólogo por pastillas anticonceptivas.

Ahora le decía gracias plenamente.

Mis ojos se cerraron por el cansancio, pero un suave beso entre mis pechos me hizo despertar para observar al tranquilo castaño durmiendo entre ellos, acaricié su cabello húmedo por el sudor dejando al descubierto su frente.

Sonreí enternecida.

Se veía muy tierno.

El sueño me atacó en un instante.

Era el mejor momento, nuestro momento...

Estaba junto a la persona que más amaba, la persona indicada para mi la cual yo estaba destinada a pasar toda mi vida

Amaba a Richard Bowen y eso nada ni nadie me lo quitaría. Él y yo éramos lo mismo, nuestros corazones estaban entrelazadas, para siempre.

Ahora tenía más que claro todo, lo único que nunca podría superar es mi amor por él.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top