Capítulo 9: Enfrentamiento.

━━━━ ¿ME DEJAS AYUDARTE?

Caminaba a un lado de la señorita Jenn, hace una semana que me había integrado al grupo, ya me sentía un poco más incluida, todos habían sido amables conmigo desde el primer momento y ahora era como una secretaría de la señorita Jenn, la acompañaba a los ensayos sin hacer nada, porque solo tenía que practicar unas dos frases que diría como extra en la obra y crear mi número musical.

Ahora iríamos a un ensayo de Chad y Troy, aunque yo no participara en el ensayo la rubia quería que yo observara todo lo que pudiera de la obra. Caminaba cerca de ella en silencio mientras sostenía una infinidad de papeles en mis débiles brazos.

Al comunicarle que participaría en la obra, pero no cantaría frente a nadie hasta el día de la obra fue aceptado por ella, pero con una condición que acepté dudosa, que cantara aunque sea una vez frente a ella o que enseñara la letra y la melodía a solas entre las dos, sin llegar a cantar necesariamente.

Realmente no quería complicarle la vida a la señorita Jenn, pero... Es la única manera en la cual me podría mentalizar para el día y no cagarla completamente.

Apenas entrar en la sala de ensayos mi mirada se encontró rápidamente con los ojos avellana de Ricky, quien me observó con una sonrisa que calentó mi corazón. Sonreí cortamente de regreso desviando mi mirada analizando el alrededor. En la sala también se encontraba EJ Caswell, actual novio de la ex de Ricky, Nini, el dueño del papel de Chad, quien me observó con una mirada que no pude interpretar. Pero me hizo estremecerme.

Dejé el papeleo sobre una mesa sentándome en la primera silla que encontré, agotada.

— ¡Troy y Chad! Escena 45, empecemos — indicó la señorita Jenn mientras se paseaba por el lugar.

Los nombrados se acercaron al centro a la vez.

En silencio yo observaba solo a Ricky, quien también me miraba con una sonrisa que provocaba un cosquilleo en mi estomago.

¿Que me estaba pasando? ¿Que son estás cosquillas?

— Empecemos desde el principio y no olviden, estos dos chicos son super amigos y eso es sagrado, por razones que jamás entenderé ¿listos?

— "Hablamos de por qué no actuamos como un equipo, Troy. Nosotros, no tú y eso de cantar..." — empezó con sus líneas EJ.

— "No quiero hablar sobre eso" — actuó Ricky un poco forzado.

Mordí mi labio aguantando una risita.

Realmente había sido muy malo.

Ricky se encontraba muy tenso y el ambiente se empezaba a colocar incómodo.

— "Solo queremos que sepas que vamos a estar allí, alentándote".

— ¿Ah?

No pude aguantarlo, solté una carcajada que amortigüe con mi mano, así no saliendo tan fuerte.

Uffff, menos mal que nadie me escuchó.

— "En las buenas y en las malas, somos un equipo" — EJ se acercó a Ricky y golpeó su hombro con el puño, provocando un sonido en seco. Hasta a mi me dolió — "Aunque resultes el peor cantante del mundo, algo que..." — hizo una cara despectiva.

— "No van a escucharme cantar, chicos, porque Gabriella ni quiere hablarme y no sé por qué..." — Ricky colocó una cara entre seria y triste.

Una punzada me golpeó con fuerza.

Hice una mueca y desvíe mi mirada.

Me había dolido y no sabía el porqué.

— Okey, estuvo bien. Mmmm, pero fue un tanto tenso, hay que soltarse más, ¿Que pase la energía de un lado al otro, cierto? Usemos el balón e improvisemos — indicó la señorita Jenn.

Devolví mi mirada a la escena ahora EJ se encontraba con un balón de básquetbol en las manos mirando fijamente al chico frente a él.

Ambos se estaban desafiando con la mirada.

¿Acaso eran dos perros marcando territorio?

Mmmmm... Esto no me gusta nada.

Me remuevo incómoda en donde estoy y apreto mis puños sobre mi regazo.

— ¿Decir cualquier cosa?

— Que Chad hable.

— Troy eres nuestro mejor jugador, me alegra tenerte — le pasa el balón a Ricky con un rebote.

— No seriamos nada sin ti — le devuelve el balón Ricky a EJ, igual de serio.

— El modo en que finges jugar basquetbol, es tan inspirador — le da un pase de pecho a Ricky, ya más fuerte.

Una angustia inesperada empieza a crecer en mi pecho.

Sus actitudes me estaban provocando escalofríos.

Por favor... Que se detengan.

Los enfrentamientos nunca son buenos.

— Gracias, Chad, y el modo en el que bailas es tan normal, nada raro para un chico común de secundaria — regresa el balón a EJ de una forma fuerte.

— Mereces lo mejor que hay en el mundo ¿sabes? — le pasa el balón fuertemente a Ricky, casi pegándole en la cara.

Siento como mis pechos se crispan y mi corazón late con fuerza de forma angustiada.

Alguien terminará lastimado.

Paren.

— Igual tú, amigo — devuelve el balón.

— Mereces lo mejor por 2 — se lanzan la pelota fuertemente.

— Por 4 — devuelve Ricky.

— Por 8.

No, paren, paren, por favor.

— ¡Lo mejor infinito más 1! — grita Ricky lanzando la pelota fuertemente haciendo que esta golpeara el rostro de EJ al intentar recibir la pelota.

El pelinegro cae de espaldas en cámara lenta.

Mi respiración se detiene y siento el cuerpo frío.

Un escalofrío me golpea y el recuerdo de mi misma cayendo de la misma forma con sangre en mi cabeza.

Un recuerdo de ese día.

— Oh, oh, okey, cambio de dirección, ah, diez minutos. EJ, cariño, déjame traerte hielo.

Me levanto sin pensar corriendo en dirección de EJ.

— Yo me encargo señorita Jenn, sé que hacer.

Preocupada por el bienestar del chico, me coloqué a su altura analizando todo su rostro con el corazón latiendo a mil.

— Hey, hey ¿Puedes ver bien esto? — levanto un dedo a unos centímetros de su rostro — ¿Lo ves borroso? — EJ solo me observó algo aturdido — ¿Estás muy mareado?

— Un poco — susurró tapándose la nariz.

— ¿Me dejas ayudarte? — le ofrecí mi mano.

Él la aceptó y lo levanté con suavidad para que no se mareara más, ya firme apoyando bien en mi hombro tomé un pañuelo que tenía en el bolsillo de mi sudadera y lo coloqué sobre su herida.

— ¡Auch!

— Lo siento — guíe al pelinegro a la salida — Vamos, camina con calma.

— Sam — me llamó Ricky a mis espaldas, me giré y simplemente lo miré decepcionada.

— Hablamos después, ayudaré a EJ — Ricky nos mira preocupado y hace una mueca.

Caminé en silencio junto a EJ por los pasillos, si, me había enojado con Ricky por lo violento que había sido, no conocía esa parte de él, no creía que él pudiera ser así.

Yo odio la violencia, el discutir y confrontar, no era lo mío. Eso solo hacía que me recordara las moles de peleas y enfrentamientos entre mi padre y yo, donde siempre salía perdiendo, allí aprendí que es mejor dejar. Así lo hice por años, solo dejé que mi padre me golpeara y me gritara sin fin, no había caso.

— Límpiate por mientras, iré por hielo — dije a EJ cuando estábamos a las afueras del baño.

— Está bien, gracias, S¿am, no? — preguntó EJ antes que empezara a caminar.

— Así es — sonreí débilmente y me dirigí rápido a la enfermería, si no se colocaba hielo pronto, se le inflará, de paso le pediré alcohol y un antiflamatorio para su herida.

La enfermería se encontraba vacía así que solo tomé lo necesario en silencio y me retiré con varias cosas en las manos. Caminé rápido hacia el baño masculino donde había dejado a EJ y sin tocar entré en silencio, pensando que solo estaría el pelinegro ya que las clases ya habían terminado y no se encontraba casi nadie en la escuela.

— Solo hazme el favor de alejarte de Nini y de mi ¿Okey? — escuché en el marco de la puerta, me detuve.

— ¿Disculpa? — preguntó confundido una voz masculina y suave, Ricky.

— No actúes como mi mejor amigo, no actúes como su novio, deja de actuar, punto ¿O no puedes ser real?

— Escucha, solo intento ver lo bueno en una mala situación — sonreí al escuchar como Ricky tenía la intención de disculparse, sabía que él no podría ser violento.

Ese de hace unos minutos no era ese lindo chico castaño de cabellos alborotados que me hacía sonreír siempre.

— Bueno, ya basta de intentarlo, Ricky, no te esfuerces tanto, es tan molesto — EJ estaba de muy mal humor, eso estaba confirmado.

— Oye, solo quiero decirte que lo siento.

— ¿Quieres disculparte? Empieza con ese penoso mensaje que le dejaste a Nini, no quiere saber nada de ti.

Otro punzada más.

Dios, hoy no paran.

¿Porqué siempre la razón eran Ricky y su ex?

— ¿Qué fue lo que dijiste?

— Permiso — interrumpí en el baño, sonreí forzadamente y me acerqué a ambos chicos — Toma, desinfecta con alcohol y te colocas el hielo, después te tomas esta píldora — dejé todas las cosas que tenía en los brazos sobre el lavabo y me giré a Ricky tomando su mano — Vamos.

(...)

Caminábamos en silencio en los desolados pasillos, ninguno decía ninguna palabra y yo ya me estaba cansando de tanto silencio.

Elevé mi mirada al castaño que se encontraba con el semblante serio, seguramente pensativo.

— Escuché que te disculpabas con EJ.

— Si... Yo... Estuvo mal lo que hice — dejé de caminar y me giré hacia él.

Nuestras manos seguían unidas, se sentía cálida su mano, perfecta.

Sonreí observándolo fijamente.

— La aceptación es una virtud que no todos tienen Ricky y bueno, también creo que EJ tuvo un poco de culpa, no te preocupes — Ricky me observo en silencio — ¿Y si vamos por una papas? Yo invito — me siguió observando con ahora una sonrisa, pero su mirada se desvió de mi hacía mis espaldas, quitando su sonrisa.

— Lo siento, será después.

Ricky soltó mi mano con rapidez y mi mano cayó en el vacío con lentitud. Se retiró corriendo sin decir nada más.

Giré mi cuerpo y vi cómo corría detrás de una linda chica, Nini.

Otra punzada.

Me sentí sola. En medio del desolado pasillo con mi mirada perdida observando por donde se fue.

Ricky provocaba algo en mi, inusual y nuevo. Pero también ese amargo sentimiento que conocía muy bien.

Tristeza.