Capítulo 40: Strong.

━━━━ NO PUEDO, RICKY.

Mis pies estaba adoloridos, mi pecho subía y bajaba del cansancio, miré a todo mi alrededor para darme cuenta que no había nadie en el camarín. Suspiré y me senté en el primer asiento que encontré frente a un espejo tirando mi mochila a un lado.

Estuve largos segundos mirándome fijamente, el maquillaje perfectamente tapando las violetas bolsas bajo mis ojos y la cicatriz en mi cuello mostrándose sin miedo.

Un escalofrío me golpeó de pies a cabeza, instintivamente desvíe mi mirada a mi cabello que estaba hecho un desastre por haber corrido por los pasillos. Tomé el cepillo de pelo que se encontraba sobre la mesa para pasarlo con fuerza por mi castaño cabello dejándolo completamente liso.

Por medio del espejo vi una silueta a mis espaldas y con los nervios de punta me giré a la chica que estaba estática parada mirándome fijamente. Abrí levemente mi boca por la impresión.

Estaba aquí.

Gina estaba aquí.

¿Cómo es...

¿En verdad es ella?

Sonreí.

Ahora que la veo ya no me importa lo tanto que me había ignorado.

Todo quedó atrás con solo verla aquí.

Me levanté de la silla y corrí a los brazos de la más alta para aferrarme con toda mi fuerza a ella.

No puedo creer que en verdad esté aquí... Junto a mi.

— Lo siento, Samy, fui una tonta — se disculpó la chica contra mi cabeza. Negué cerrando mis ojos y sintiendo después de semanas su delicioso aroma.

La había extrañado tanto.

— No importa Gina, no importa nada, estás aquí.

— Te extrañé demasiado.

— Y yo a ti, no te dejaré ir de nuevo, jamás.

— Ya arreglaremos eso, ahora tienes que ir al escenario, llegará tu hora.

— ¿Qué? — me separé levemente, pero sin soltarla para mirarla incrédula.

— Si, ahora está Sharpey y Ryan cantando, te toca después de ellos.

— Oh, mierda — hablé rápidamente para separarme rápidamente y acomodar mi cabello, caminé hasta mi mochila y la tomé — Después hablaremos, no te me escaparás, eh.

— No me escaparé — dijo risueña.

Sonreí de lado y salí de la sala rápidamente corriendo otra vez por los pasillos hasta llegar al gimnasio. Entré tras bambalinas y allí me encontré de lleno con la señorita Jenn.

— Cariño, ya llegará tu hora ¿Y las partituras?

— Aquí... — alcé la mochila sacando de ella con rapidez la carpeta llena de hojas.

Llegará mi hora.

Que nervios.

(...)

Mi pie derecho no paraba de temblar, provocando un sonido que era igual que los latidos de mi corazón, rápidos y nerviosos.

Afirmo con fuerza el micrófono entre mis manos y miro hacia el escenario observando a Seb cantar cómo todo un Rey.

Sonrío nerviosa.

Un toque leve en mi hombro hizo que me girara con rapidez viendo a Nini que tenía una pequeña sonrisa.

— Toma, es para ti... — habló suave estirando su teléfono, frunzo mi ceño y lo tomo con mi mano derecha observando un mensaje de texto.

"Sam, no pude seguir, lo siento, estaré allí apoyándote aunque no me quieras cerca. Recuerda, mi mirada esta siempre sobre ti. Atte: La puerta del titanic"

Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios, pero fue interrumpida por una mueca.

Me encontraba muy inquieta.

Tragué saliva forzosamente y devolví el teléfono con nerviosismo.

— Gracias.

— Es tu turno, ve — me empujo levemente Nini hacia el escenario viendo a la "señorita Darbous" nombrándome.

Mi respiración se volvió más pesada y a paso corto caminé hacia el piano en medio del escenario sintiendo miles de miradas sobre mi.

Me sentía presionada.

Con las partituras ya sobre el atril posé mi mano con lentitud sobre las teclas, pero sin presionarlas, subí la mirada hacia el público visualizando en medio de estos las dos figuras imaginarias que creaba mi mente que jugaban en mi contra, mi vista se nubló y sentía como el aire me hacia falta, volví mi mirada al atril, no podía leer la partitura y me estaba mareando.

Me paré a paso torpe del banquillo casi tropezando en el proceso y intento escapara hacia mi lado derecho tras bambalinas, pero sin éxito al ver a la señorita Jenn haciéndome señas de que volviera a mi labor. Me giré hacia el otro lado, pero allí se encontraba Nini con el ceño fruncido haciéndome las mismas señas.

Cómo tonta quedo en medio del escenario, pérdida.

Mi respiración se volvía cada vez más pesada y no podía controlarme, mi mirada fue hacia una figura que se acercaba con rapidez.

Era Ricky.

Frente a mi tomó mis manos para después tomar mi rostro haciendo que lo mirara fijamente a los ojos.

— No puedo, Ricky... — susurré nerviosa.

— Claro que puedes — dijo con voz firme y una pequeña sonrisa — Eres Samantha Brown, la chica más fuerte, tú no te rindes. Solo... Mírame a mi, solo a mi, olvídate de lo demás, ellos no importan, tú si.

Trago saliva viendo cómo corre al piano sentándose en él, me sonrió con confianza empezando a tocar la melodía escrita en mis partituras.

Grow up hurts when you fall
Life without pain is impossible

Canté con inseguridad y suavemente con el micrófono un poco lejano de mi boca.

Cambie mi objetivo de Ricky al público observando las figuras imaginativas que proyectaba mi mente, mi padre y mi madre.

And all of the scars and the bruises
Have their own story to tell
I've made mistakes, hurt once I love
I've given my best, wasn't good enough
It's not how many times that
I miss that matters
It's how many times I try again

Nuevamente miro desesperadamente a Ricky.

¿Porqué...

¿Porqué me siento segura cada vez que te veo?

¿Serán por tus lindos orbes avellana?

So I'm gonna dig down deep
I'm gonna fall too hard
I'm gonna skin my knees
And lose heart
But I will not lose hope
If I'm knocked off my feet
'Cause when I get up, get up over and over

Guío mi mirada a mis papás, el rubio y el castaño que me observaban con una gigantes sonrisas blancas mientras me grababan con su teléfono.

Se veían... ¿Orgullosos?

Sonrió.

Me siento más liviana.

Subí mi tono empezando a cantar con más confianza.

I'm getting strong
I'm getting strong
I'm getting strong

Cierro mis ojos mientras canto sintiendo la música apoderarse de mi cuerpo, dejando que tomara el control de mi, pero no me sentía mal, me sentía libre, feliz y con fuerza.

Mis hombros se estaban aligerando.

Me sentía más libre.

Life's not all candy and roses
Good things don't come so easy
There's always something that's in the way

Abro mis ojos nuevamente y miro hacia la puerta del gimnasio viendo a mi mejor amiga sonriéndome para lanzarme un beso.

Gina... Eres lo mejor.

But on this road that I've chosen
I'm gonna choose to believe
That I get stronger with every heartbreak

Mi miraba viaja nuevamente hacia mi papás quien ahora se estaban abrazando mientras mi papá Andrés me grababa.

No tengo palabras para describir cuanto los amo.

I'm gonna dig down deep
I'm gonna fall too hard
I'm gonna skin my knees
And lose heart

Mi mirada viaja por todo el público buscando las figuras imaginarias que me seguían cada vez que cantaba como un recuerdo permanente de mi madre y su amor por la música, pero no los encontré por ningún lado.

Mi sonrisa creció mucho más.

Se habían ido.

El pánico y la angustia habían desaparecido de mi corazón.

Finalmente...

Ellos ya no estaban más y eso era lo mejor.

Los había dejado partir.

But I will not lose hope
If I'm knocked off my feet
'Cause when I get up, get up over and over
I'm getting strong
I'm getting strong

Tiro mi cabeza para atrás disfrutando el momento para girarla a la señorita Jenn nuevamente y cuando siento como la melodía iba bajando de intensidad volví mi mirada al lindo castaño que tocaba el piano con tranquilidad.

Le sonrío.

Me siento completa, llena de felicidad y amo.

Libre al fin.

Ooh, I'm getting strong

Las últimas notas fueron tocadas finalmente.

Ricky se levantó del banquillo con rapidez caminando hacia mi para rodear mi cintura en sus brazos.

Que cálido.

Río contra su pecho y rodeó su cuello con mis brazos abrazándolo con fuerza.

— Sabía que podías — susurró contra mi cabeza dándome vibraciones por todo el cuerpo.

— Gracias a ti... — hablé levantando mi mirada observándolo a los ojos.

Ya no importa nada más.

No importan las inseguridades.

No importan todas estas personas que nos ven.

Solo importas tú, Richard Bowen.

— No, gracias a ti misma, tú eres lo único que necesitas, Sam, no a mi, ni a Gina, ni a tus padres — sonrío mostrándome la sonrisa blanca que tanto amaba — Te necesitas a ti misma.

Sonrío completamente en paz.

— Hay que volver al show, Troy.

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