Capítulo 20
Capítulo 20: La foto.
━━━━ A LA CUENTA DE TRES.
Estaba feliz.
Muy feliz.
Mi sonrisa era gigante y duradera, que incluso llegaba a cansar mis músculos faciales.
Había sido un increíble fin de semana.
¿Porqué?
Porque lo pasé completamente con Ricky viendo mi serie favorita y comiendo pizza como si tuviéramos un agujero negro en el estómago.
Si... Quizás, Ricky no estuvo muy feliz con ver Glee, pero me acompañó aún así, se quedó a mi lado, aburrido y quejándose, pero se quedó.
El timbre de receso se escuchó por la silenciosa.
Ufff, al fin terminó este suplicio.
Mis compañeros como siempre salieron como verdaderos salvajes por las estrechas puertas del salón. La primera hora había terminado al fin.
Me levanté con completa tranquilidad como siempre y me dirigí al auditorio calmada.
Ahora se haría la foto promocional de la obra y quería ir a ver qué sucedía.
Llegando al auditorio abrí la puerta lentamente viendo a ya algunos chicos caracterizados sobre el escenario.
Solté una risita nasal y con lentitud camine hasta ellos quienes al verme sonrieron.
— Hey.
Dejé mis cosas en una silla cualquiera que encontré y me acerqué despreocupada a Big Red quien se encontraba preparando una cámara.
— Hola, Sam — saludó casual EJ con una cara cansada, le sonreí.
EJ, siendo amable, me gusta.
— Hey ¿Que haces aquí? — preguntó Big Red mirándome mientras me sentaba en una silla que estaba por ahí.
— Vine a ver — levanté mis hombros quitándole importancia, él rió mientras caminaba lentamente hacia mi, se paró y acercó su cabeza a la mía.
— ¿Viniste a ver a Ricky, no? Sam enamorada Brown — susurró.
— ¡Oh, cállate! — me reí y lo empujé con las mejillas sonrojadas.
Maldito pelirrojo.
Tienes razón.
Saqué el teléfono de mi bolsillo trasero para revisar la hora, pero me distraje al escuchar un chillido de emoción frente a mi, levanté la mirada y vi a Kourtney.
— ¡Estas fabulosa, luces perfecta! — gritó la morena mientras que Nini se daba una vuelta con una sonrisa gigante en la cara.
Si, se veía hermosa así.
Se veía muy feliz, radiante.
Sonreí y miré a mi lado izquierdo viendo llegar a Ricky, reí suavemente.
Se veía... ¿Lindo?
Iba a hablar cuando escuché una risas de Nini y Kourtney.
Cerré mi boca.
Mejor no, no ahora.
Desvíe mi mirada.
— ¡Bien, amigos! Hagámoslo.
Giro mi mirada otra vez a Ricky quien había hablado.
El me miró y me sonrió tan bien como solo él sabía hacerlo.
— No puede ser, Ricky — llamó su atención Nini quien reía.
— ¿Qué? — preguntó risueño girándose a las chicas.
Mordí mi labio.
Se veían felices sonriéndose entre sí.
Desvíe mi mirada.
Me sentía insegura verlos así.
Será mejor no observarlos tanto, no quiero parecer una acosadora o algo parecido.
Me levanté de mi silla y miré a Gina que cruzaba el escenario en mi dirección. Le sonreí a medias y me dirigí a ella.
— ¡A saltar bien alto, Linces! — gritó feliz la chica para hacer una pose y un flash aparezca para darme cuanta que Big Red le acababa de sacar una foto.
— Hey, Gina.
— Hey, Samy — se acercó a mi y posó su brazo sobre mis hombros apretándome a ella aprovechando su estatura.
Era tan alta como hermosa.
— ¿Samy? — reí junto a ella.
— Buenos días, Gina — nos giramos a Ricky quien había hablado a nuestras espaldas.
Ahora de más cerca se veía más gracioso.
Lindo.
Nos miramos entre las dos para después reírnos como locas.
— ¿Me veo genial, no? — Gina y él se dieron los cinco.
— Troy, eres el mejor — risueña me soltó mientras que miraba fijamente a Ricky y él a mi.
— Gracias, eso intento — Gina me miro unos segundos y después a Ricky.
— Creo que este es el momento en el que desaparezco mágicamente.
Negué riendo mientras la veía escapar con una sonrisa cómplice en el rostro.
Al ya no tenerla cerca me giré nuevamente a Ricky.
— Te ves bien — tímidamente evité su mirada.
— Gracias, pero no tanto como tú.
— Ricky, me veo igual que siempre — reí bajando mi cabeza.
Viendo a nuestros pies vi cómo Ricky se acercó un paso a mi y pasó un mechon de cabello detrás de mi oreja.
— Siempre te ves bien — murmuró un poco — Hermosa mejor dicho — sonreí enternecida y desvíe mi mirada.
— Gracias — avergonzada y abrumada me separé para mirar a Big Red que parecía querer hablar.
Y escapé de esa abrumadora mirada avellana.
— Bueno chicos, tomaremos una para practicar, todo van a saltar a la cuenta de tres — caminé a un lado de Big Red sin intenciones de mirar más a Ricky.
Me sentía tímida, hacer muestras de afecto en privado era otra cosa comparado a hacerlo frente a gente. Me provocaba más nervios de los que tenía ya por estar a su lado.
Los chicos se empezaron a colocar en sus lugares con lentitud, giré mi mirada a Big Red quien me miraba fijamente con una sonrisa.
— Hay amor en el aire — cantó agudamente.
Suspiro avergonzada y lo golpeo con mi codo haciéndolo reír mientras se quejaba falsamente.
¿Porqué hacía tanto calor?
Sentía mis mejillas estallar.
— No molestes, rojo — él dejo balbucear para posicionarse y poder sacar las fotos.
— ¿Listos? 1, 2, 3.
Me siento en la silla donde está sentada anteriormente viendo a los chicos saltar descoordinadamente con Kourtney cruzándose en la foto.
— Oh, perdón, lo lamento, lo siento.
— Kourtney — se quejó Ricky.
Solté una risita.
Había sonado muy tierno.
— 1, 2, 3 — los chicos vuelven a saltar descoordinados y en ese momento se tuerce la L del cartel haciendo que me asustara — Oigan ¿Qué pasa?
— ¿Qué te parece?
Ay, alguien parece fastidiado.
— Tú saltaste antes — acusó Seb al castaño.
— ¿Saltamos en el tres o después del tres? — preguntó Gina a Big Red, pero cuando este no contesto por mirar la cámara me miró a mi.
— A la cuenta de tres — conteste amable.
— ¿Listos? — preguntó Big Red colocándose en posición.
— No — corté, él me miró para suavizar su mirada, se estaba fastidiando también — Busca otra forma de decirlo.
— Creo que rompí el tacón — dijo Seb mirándose los pies.
Un suspiro se escucho fuerte a mi lado sobre saltándome sin darme cuenta que allí estaba Carlos.
— Chicos no es tan difícil, sonríen, saltan y caen.
— Cuesta sonreír si no tenemos porqué — dijo Ricky exasperado mirando a los chicos.
Nini apunta Ricky con su pulgar.
— No quiero mirar a Ricky ¿Es un problema?
Hice una mueca, pero todos se rieron.
No entendí. ¿Alguien me explica el chiste?
— Okey, 5 minutos — frustrado intervino Carlos.
— ¿En el cinco o después del cinco? — preguntó fastidiado Ricky caminando a un lado del escenario.
Al escuchar cómo todos ríen nuevamente, agarré mis cosas y caminé detrás de él.
Tenía una rara sensación de querer seguirlo.
Con la mochila en la espalda entré tras bambalinas buscando con la mirada al castaño que se encontraba sentado mirándose en un espejo con la peluca en su mano.
— Hey, Troy — hablé suave dejando mis cosas en una mesa.
Caminé a hacía él y me senté a su lado con su mirada atenta sobre mi.
— Sam — suspiró y giró la silla para mirarme cara a cara.
— ¿Que pasa, Ricky? — pregunté seria posando mi mano en su mejilla viendo cómo cerraba los ojos al tacto apoyando el peso de su cabeza en ella.
Se acercó a mi mano como un tierno gato en busca de calor.
¿Se veía cansado o era mi idea?
— Estoy un poco cansado, no dormí lo suficiente.
Lo sabía.
Levanté mi otra mano para acariciar su cabello.
— ¿Hasta que hora quedaste despierto?
— Mmmm... — dudó un poco abriendo sus ojos un poco — Creo que hasta la 3 de la mañana.
— ¿Porqué? — fruncí mi ceño viendo cómo intentaba ocultar una sonrisa, pero no pudo.
— Me quede viendo tus canciones favoritas de Glee, porque cómo las cantabas tan emocionada.
— Oh, no pensé que me escucharías — me sonrojé mordiendo mi labio. Juraba que estaba susurrando y Ricky estaba dormitando a mi lado en ese momento — Me las sé todas porque mis papás vieron la serie cuando se estrenó y aún aman las canciones, las colocan cada vez que tienen la oportunidad — bajé mi voz poco a poco — No es porque sean mis favoritas, son las que más oigo y son pegadizas.
— Lo sé y por eso quise aprendérmelas, para poder cantarlas junto a ti — tomó mi mano de su mejillas para entrelazarla con la suya — Aún nos faltan unas 3 temporadas y quiero saberlas para poder cantarlas contigo en el momento.
— Estás loco, Bowen — reí y me acerqué para dejar un pequeño beso en sus labios.
— Por ti — con los ojos brillantes me miró para dejarme hipnotizada.
— ¿Cual... — tragué saliva y me separé con una sonrisa — ¿Cual es tu canción favorita?
Ricky sonrió y volvió a tomar mi mano — Después te diré Sam.
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