Capitulo 2: Primer día de clases.

━━━━  ¿EAST HIGH?

Era el primer día de clases, el ambiente era cálido y animado, cientos de chicos entrando sin parar por las puertas de la gran preparatoria de East High School.

Un chico de rulos castaños claros, casi rubios se encontraba alegremente observando la institución junto a su inseparable mejor amigo pelirrojo.

— Llegó el día, Big Red, está pasando — dijo emocionado el castaño, Ricky.

— ¡Ay, si! Primer año, mi amigo, ¿Me saldrá bigote? Me esperan muchas cosas — dijo emocionado, Big Red.

— No, estoy hablando de Nini, hoy con ella vamos a empezar de nuevo.

Los chicos continuaron su camino por escuela caminando hacia las escaleras, llegando al pasillo repleto de chicos hablando entre sí, reencontrándose y demás.

— Nos escribimos, estamos bien, nada sobre malas noticias o tener que hablar, solo un "hey" ¿Es bueno, cierto? — Ricky interrogó dudoso mirando de reojo a su amigo.

— Los veranos son impredecibles, no sé qué significa "hey" y tampoco tu.

El pelirrojo avanzó con más rapidez dejando a Ricky unos metros atrás con la duda carcomiendo su mente.

— Yo creo que es genial, si — se intentó auto convencer.

El par de amigos visualizaron a lo lejos junto a los casillero a la hermosa castaña que era el objetivo de búsqueda del rizado, rápidamente se acercaron a ella, quien estaba acompañada de su mejor amiga, Kourtney.

— Hola, Nini ¿Qué onda? — saludó casualmente Ricky llegando a su lado.

— Hola, ¿Hablamos? — Nini cerró su casillero un tanto nerviosa — En el campamento conocí a alguien, fue algo...

— Espera, ¿Es un chiste? — interrumpió Ricky frunciendo su ceño.

— Estoy hablando, Ricky — firme lo miró molesta.

— Uffff, brutal — susurró Kourtney, orgullosa de la actitud de su amiga.

— Conocí a alguien en el verano, no creí que pasaría, pero pasó, él era el musico yo era Marian la bibliotecaria, le dicen showmance.

— Espera, ¿Era un campamento de bibliotecarias? — irrumpió Big Red confundido.

— Por favor, dime que es un chiste — confundido y con los sentimientos de punta Ricky cerró los ojos un leve segundo.

— No lo es — dijeron al mismo tiempo Big Red y Nini, mirando al dolido chico.

— Vamos, Ricky, sabes lo que hiciste o lo que no hiciste — Nini sentía que su molestia subía poco a poco al recordar ese horrible momento que la destrozo ya hace meses.

Aún se sentía herida. Y con clara razón. ya que su novio, bueno, ex novio, le había dejado desolada en su habitación luego de que no pudiera decirle te amo luego de su confesión, había sido horrible.

— Buenos días, alumnos, por favor diríjanse al gimnasio para el acto de comienzo de año — comunicó por las bocinas el director de la escuela.

— Increíble ¿Me vas a cambiar por un simple actor torpe que conociste hace unos días? ¿En un lago? — preguntó desesperado Ricky intentando acercarse a la chica que solo se alejó.

— Tú terminaste conmigo.

— Era una pausa, no quería separarme.

— Lo siento, Ricky, nos separamos ahora.

— Bien hecho, nena — ánimo Kourtney orgullosa de su mejor amiga.

— No es tu asunto, Kourtney — reprochó Big Red a la morena.

— No es tú asunto, voy a desmantelar el patriarcado y empezaré contigo.

Y tras sus palabras y sin mirar atrás las dos chicas se marcharon dejando a un confundido castaño que sentía su mundo al revés y un pelirrojo ofendido.

(...)

by; Sam Brown

La alarma de mi celular retumbó por toda mi vacía habitación, haciéndome despertar al momento. Molesta con la vida rodé sobre la cama intentando buscar con mis ojos entrecerrados la molesta alarma, sin éxito, bufo irritada y sin tener ninguna opción más me levanté de la cama con pereza. Busque desde arriba encontrándolo en el piso, tenía una ganas terribles de patear el teléfono por el horrible sonido que producías.

Ya con la alarma apagada me coloqué mis pantuflas de "Goku" como dice mi papá Andrés y me encaminé hacia el comedor con el cansancio impregnado en mi. Allí me topé a mi papá Nicolás que se encontraba en la barra de la cocina concentradamente viendo su computadora mientras bebía una taza de café, que supuse estaba amargo, como siempre lo tomaba.

— Buenos días ¿Que haces? — saludé con mi voz ronca dándole un beso en la mejilla para después sentarme a su lado.

— Busco trabajo y una escuela para ti, bueno, ya encontré la escuela, ahora estoy viendo si tienen un trabajo allí.

— ¿Ah, si? ¿Cómo se llama la escuela?

Me levanté sintiendo como mi cuerpo necesitaba urgentemente azúcar para desayunar, busqué en la alacena en la alacena, pero nada, después en los cajones y en el refrigerador, pero nada, ni había absolutamente nada dulce.

Genial, hay que comprar una infinidad de cosas.

— East High School.

Quedé estática intentando asimilar sus palabras mirando fijamente el mueble frente a mi.

— ¿East High?

¿La de High School Musical? ¿La de Zac Efron? ¿Está aquí en Salt Lake? Ni idea tenia.

Me giré en dirección de papá Nicolás, él aún seguía pendiente de su laptop.

— Mmmm, no me gusta sinceramente.

— Será genial, hija, esa escuela es muy linda y... — hizo una pausa para sonreír y alejar su mirada de la laptop para mirarme — Confirmado, si, les falta un consejero escolar, raro porque ya empezó el año, pero bueno para nosotros.

— Me estarás controlando siempre, papá — solté una risita mirándole divertida.

— Me gusta estar contigo — soltó una risa encantadora y cerro la laptop — ¿Que te parece ir al centro de la ciudad? Hay que surtirnos de cosas para la casa.

— Me parece muy bien ¿Allá me compras un cupcake o algo así para comer? Tengo hambre.

— Claro, almorzaremos allá y le traeremos algo a Andrés, ve a cambiarte rápido.

— Espera un poco mucho, tengo que bañarme — me dirigí a la puerta, pero antes de pasar por ella me detuve — Same 20 minutos y estoy aquí.

— Te espero, ve, bebé, apúrate.

(...)

Por otro lado, en East High, específicamente en la cafetería de esta, Ricky y Big Red se encontraban mirando a la cariñosa pareja de Nini y EJ, más Ricky que Big Red, ya que este se encontraba hirviendo en celos.

— Amigo ¿Ves eso? — preguntó el pelirrojo.

— Lo veo, lo escucho y lo odio.

— No puede ser, está saliendo con EJ Castwell.

—Si, tengo ojos — dijo seriamente Ricky perdiendo el apetito.

— Es el co-capitán del equipo de waterpolo.

— Si.

— Tesorero del último año.

Big Red no paraba de hablar sobre EJ, sin percatarse de la situación que estaba pasando su amigo, que cada vez se colocaba más amargo el sabor de su boca.

— Correcto.

— ¿Qué posibilidad hay que el chico del campamento teatral venga a East High? — preguntó Big Red, por fin viendo a su fastidiado amigo dándose cuenta de su error, le había hachado leña al fuego sin percatarse.

— Al parecer grandes — fastidiado contestó Ricky.

— Lo siento — dijo apenado el pelirrojo — ¿Que harás ahora?

— No sé, no te ofendas, pero la única persona a la cual le pediría consejos está de luna de miel en la cafetería.

Molesto y sin poder aguantar más, Ricky llego a su límite. Se levantó sin vacilar marchándose a pasó firme de la cafetería dejando a su amigo atrás, solo.

(...)

by; Sam Brown

Después de un largo día comprando cosas para abastecer nuestra despensa y nuestra casa en general, llegamos a casa mediados las 7 de la tarde. Compramos demasiadas cosas, se puede decir que nos dejamos llevar por el momento.

Suelto una risita diabolica, papá Andrés se querrá morir al ver las cientos de cosas que habíamos comprado.

Literalmente corrí a la puerta de la casa para abrirla de par en par, para que mi papá Nicolás pudiera entrar con más facilidad con esas cinco bolsas de papel en sus brazos, yo regresé al auto y ayudé agarrando lo más que pude en bolsas más pequeñas.

Papa Andrés, que se encontraba con el ceño fruncido en la entrada de la puerta solo nos observaba entrar una y otra vez con bolsas en nuestras manos.

— Cariño compramos muchas cosas para la casa.

— Me di cuenta, amor — sonrió, pero no pude interpretar su sonrisa ¿Era molesta, sarcástica o que?

— Te compramos muchas cosas a ti también, papá — dije sonriendo inocentemente para al menos yo salvarme del calvario que se iniciaría.

— Gracias, cariño.

Ya con todas las cosas guardas en diferentes partes de la gran casa, me lancé a mi cama con cansancio, que no duró mucho por el alivio que me entregué el dulce aroma de mi cubre cama. Cerré mis ojos girándome para quedar con mi mirada en dirección del techo blanco y sin vida de la habitación, como toda la habitación, ya que todo tenía el color blanco, sin excepción, ya parecía la habitación de Willy Wonka, esa donde el niño se hace pequeño en la televisión.

Suelto una risa, ya tanto blanco me estaba volviendo loca.

Una idea cursa mi mente sin previo aviso.

Sintiendo la inspiración llegar a mi me levantó de sopetón de la cama para ir a coger mi cuaderno de borradores, mi almohadón del Capitán América y me encaminé al balcón de la habitación. Al abrir la ventana una suave brisa me golpeó con suavidad, sonreí levemente, me gustaba cuando pasaba eso.

Me senté sin preocupación en el piso observando el cálido y lindo atardecer frente a mis ojos.

Eran increíbles las vistas en Salt Lake, me gustaban.

Oh... Vistas...

Lindo, alborotado y castaño.