Prólogo
Intensos rayos de sol descendían sin compasión desde el rojizo cielo occidental.
Asuna: Que calor... Voy a morir. Seré reducida a cenizas... Sí, voy a terminar convertida en cenizas...
Por la tarde en un restaurante familiar. Tokiwa Asuna murmuraba débilmente mientras reposaba en la mesa, cabizbaja y sentada del lado de la ventana. Estaba increíblemente exhausta.
Es una estudiante de secundaria, vestida con su uniforme. Aparte de su saco negro con capucha, no destaca en nada más. Es una estudiante como cualquier otra. Gracias a la desalentada expresión que mostraba su rostro y sus estrechos y durmientes ojos, parecía que estaba de mal humor.
Es el último lunes de Agosto. El tiempo es claro. La temperatura externa había superado a la interna del cuerpo humano e incluso durante de la puesta de sol, no daba señales de descender. Aún con el aire acondicionado a su máxima potencia, el aire frío no llegaba lo suficientemente lejos para alcanzar el asiento de Asuna.
Con peligrosos niveles de rayos ultravioleta penetrando las persianas tan finas como el papel, Asuna miraba de un lado al otro de la mesa.
Asuna: ¿Qué hora es?
Un murmullo escapó de sus labios, dirigiéndose a sí mismo. Una de sus amigas sentada del otro lado de la mesa mostró una especie de sonrisa y le respondió.
-Serán las cuatro y media en... Tres minutos y veintidós segundos.
Asuna:... Maldición ¿Ya? El examen de recuperación de mañana es a las nueve de la mañana, ¿Cierto...?.
-Si no pegas ojo en toda la noche, todavía tienes diecisiete horas y tres minutos. ¿Lo lograrás?.
La otra persona sentada del otro lado le preguntó en un tono alegre y despreocupado. Asuna no contestó. Instantáneamente dio una mirada inexpresiva a la pila de libros.
Asuna: Hey... He estado pensando sobre esto últimamente.
-¿Hmm?.
Asuna: ¿Por qué tengo que hacer esta inmensa pila de deberes?.
Ella murmuró la pregunta como para sí misma y sus dos amigas la miraron.
A Asuna se le ordenó que hiciera un total de nueve exámenes de recuperación, incluyendo dos para matemáticas e inglés, además de un examen de educación física que consistía en realizar una media maratón. Ciertamente, no había muchos desafortunados que tuvieran que pasar por eso en la última semana del verano.
Asuna:... Quiero decir, la cantidad de preguntas en los exámenes de recuperación es exagerada. Ni siquiera he tenido clases de esa materia. Y clases de refuerzo los siete días de la semana... ¡¿Qué demonios?! ¡¿Acaso los profesores tienen algo en mi contra?!"
Sus dos amigas se miraron la una a la otra mientras la chica gritaba amargada. Ellas vestían, el mismo uniforme que ella, ambas parecían de la misma escuela. Intercambiaron miradas entre ellas, como si quisieran decir, ¿Qué le pasa ahora?
Miku: Eehh... Claro. Deben tener algo en tu contra.
Contestó la chica, girando un portaminas entre sus dedos. Tiene el pelo corto y negro. Su nombre es Miku Kohinata.
Miku: Tú te saltas las clases todos los días. Obviamente piensan que les estás faltando al respeto... Incluso estuviste ausente sin permiso para los exámenes antes del verano.
Hibiki sonrió, tocando sus uñas con gracia mientras conversaba. Ella tenía un peinado encantador y su uniforme estaba decorado hasta el límite de las normas de la escuela.
Misteriosamente, ella no se veía excesivamente llamativa, quizá porque tenía buen gusto. En cualquier caso, era una chica cuya apariencia destacaba.
Ella es indiscutiblemente hermosa si se mantiene en silencio, pero a causa de la sonrisa que suele poner, no resulta muy encantadora.
Asuna:... Pero eso fue un acto de Dios ¡Tenía mis motivos! Para empezar, le dije a esa profesora una y otra vez que mi condición física me dificultaba realizar los exámenes a primera hora de la mañana...
Asuna puso excusas irritada. Las delgadas líneas de sangre en sus ojos no eran de ira, sino por simple falta de sueño.
Hibiki: ¿Lo dices en serio? ¿Condición física? ¿Tenías fiebre alta o algo así, Asuna?.
Hibiki preguntó con curiosidad. Ella, al darse cuenta de que tuvo un pequeño desliz, detuvo su lengua.
Asuna: Ah no. Quiero decir, soy... una persona nocturna. Me cuesta levantarme por las mañanas.
Hibiki: ¿Qué tiene que ver eso con tu condición física? Ni que fueras una heroína en las noches.
Asuna: Cla-Claro... Ha-ha.
Asuna sonrió rígido, tratando de evadir el tema. Los heroes no son poco comunes en la ciudad.
Para sus amigas era como tener fiebre, pero para Asuna era todo un problema.
- Adoro a la profesora. Tiene un gusto maravilloso. Por si fuera poco, ha dejado a un lado tus faltas de asistencia y te ayuda con clases extras. ¿Acaso no es buena?. - Cuando Miku habló, dio un sorbo a su jugo, haciendo pequeños ruidos al sorber.
-Supongo. - Asintió Asuna.
Hibiki: Incluso yo me preocupo por ti y te ayudo a estudiar.
Asuna: No te creas una santa cuando estas comiendo todo lo que quieres con el dinero de otra persona.
Hibiki miró indignamente a Asuna a través del montón de libros frente a ella. No había rastro de a dónde iba a parar la comida en su delgado cuerpo, pero en verdad era una glotona más allá de los límites. Ella deseó que recordara cuando ella le dijo "Voy a ayudarte estudiar, pero a cambio, debes alimentarme."
Miku: Eso dices, pero estas pagando la comida de Hibiki con el dinero que te presté. Más te vale devolvérmelo, Asuna.
Señaló Miku con una voz calmada. Sea una niña rica o no, es bastante insistente con ese tipo de asuntos.
Asuna: Lo sé. Maldita sea... ¿Y ustedes se hacen llamar humanos de sangre caliente?.
Miku: No, no. Da igual lo que digas, no pienses que puedes librarte de tu deuda haciéndote la victima... Y si hablas de sangre caliente contra sangre fría, es discriminación. Así que cuidado.
-En esta ciudad, al menos. - Dijo Hibiki con una sonrisa cínica.
Asuna: Qué mundo más cruel... Tampoco es como si les importara mucho, creo yo. (Al menos a mí no me importa). - pensó Asuna suspirando.
Hibiki: Oh, ya es la hora. Bueno, me voy.
Hibiki dio un vistazo a su teléfono móvil, y se bebió de una sola vez todo el jugo de un sorbo, al momento que se levantaba Asuna alzó su vista hacia ella.
Asuna: ¿De qué se trata en esta ocasión? ¿Iras a comprar otra cosa?
Hibiki: Sí. El nuevo CD de las Zwei Wing saldrá esta tarde.
Tras actuar como si escuchara música, Hibiki se despidió agitando su mano y diciendo "¡Nos vemos!" Su tono despreocupado aparentaba que simplemente fuera a comprar de dependiente en una tienda de dulces.
Miku: Siempre lo he pensado, pero no debe ser apropiado que alguien como ella tenga ese aspecto y personalidad. Es difícil creerlo, aunque... Sí, sus calificaciones han sido algo bajas desde que era una niña.
Miku reposó la barbilla en sus manos mientras la veía marcharse. Hibiki y ella se conocían desde la escuela primaria. Han vivido en esta ciudad por más de una década, siendo residentes de la Ciudad de Tokio durante más tiempo que Asuna. Ni siquiera han pasado veinte años desde que se completó la construcción de la ciudad después de un ataque de los Noises.
Asuna: Si eso significa que me seguirá ayudando, entonces perfecto.
Asuna habló sin levantar la cabeza. Miku le respondió mientras la observaba.
Miku: La verdad, no esperaba que Hibiki estuviera dispuesta a enseñarte. Odia este tipo de cosas molestas.
Asuna: ¿Lo odia? ¿Por qué?.
Miku: Detesta que la gente piense que ella es una listilla, una nerd y cosas así. No lo parece, pero lleva pensando de esa forma desde que era pequeña.
Asuna: Hmm... No lo sabía.
Asuna respondió con un tono contundente, al tiempo que lidiaba con un complicado problema de factorización.
Ya pasaron cuatro años desde que Asuna se había mudado a la Ciudad de Tokio con su padre. Para ser exactos, desde que empezó la escuela secundaria. Poco después, conoció a Miku y a Hibiki. Desde entonces, han quedado para salir en varias ocasiones. Ella no recuerda como comenzó su amistad, pero su memoria si recordaba que fue Hibiki quien le habló a ella la primera vez.
Asuna: No tuvo ninguna queja respecto sobre enseñarme. Incluso me ha dejado copiar gran parte de sus ejercicios.
Miku: Vaya... Es un poco misterioso. Me pregunto si eres un caso especial, Asuna ¿Alguna vez lo has pensado?
Miku inclinó su cuello exageradamente mientras se aclaraba la garganta, parecía que insinuaba algo.
Sin embargo, Asuna únicamente contestó "No lo creo..." sacudiendo la cabeza.
Asuna: Debo cumplir cualquiera de sus pedidos. Invitarla a comer, pagar sus gastos diarios, hacer las tareas de la limpieza por ella... Lo tengo muy difícil yo también.
Miku dejó caer sus hombros en resignación y sus ojos decían 'No tienen ninguna esperanza.' Asuna levantó la cabeza ante el extraño comportamiento de su amiga.
Asuna: ¿Ocurre algo?.
Miku: No es nada. Yo también debo irme.
Asuna: ¿Eh?.
Miku: Yo ya he copiado los ejercicios, y Hibiki ya no está, por lo que estudiar así no tiene sentido. Sólo tengo que hacer un examen mañana, por lo que con estudiar esta noche me bastará. En cualquier caso, buena suerte.
Asuna vio de forma distraída a su amiga mientras guardaba sus cosas y se levantaba. "¡Nos vemos!"
Aparentemente, mientras Asuna se desesperaba, Miku copió con rapidez la tarea. Por otra parte, ella era incapaz de comprender su propia tarea. Dado que eran preparaciones para algo más grande que unos simples exámenes, naturalmente, cualquier pequeño error reducía el frágil corazón de Asuna en pedazos.
Asuna: No me siento capaz...
Ahora que todos se habían ido del restaurante, Asuna cayó rendida sobre la mesa, una vez más.
Se percató de que tenía un poco de hambre, pero su cartera no contaba con dinero suficiente para hacer otro pedido. La habilidad para beber toda la soda posible para engañar a su estómago vacío había alcanzado su límite.
Asuna: Me voy a casa... Espero que papa no se haya olvidado de comer su comida.
Asuna murmuraba para sí misma, recogiendo a su vez los libros y las hojas de ejercicios, guardándolos en su mochila. Recogió el recibo y se levantó para pagar en la caja registradora. Su cartera, la cual se sentía más vacía que nunca, contenía unas pocas monedas. A este paso, mañana ni siquiera podrá pagarse el desayuno.
Al salir del restaurante, ella se dirigía hacia el departamento donde ella y su padre vivían, aunque más ella, ya que su padre se la pasaba afuera por una misión que tenía en este lugar.
===========================================≠============================
[En otro lugar...]
En medio de un campo abierto, habían varios seres de colores con formas de animales tanto aéreos como de terrestres estaban concentrados en un solo lugar donde se veía que estaban siendo desintegrados por alguien.
Ese alguien tiene una armadura de temática de reloj rolex negro azabache con partes rosadas y plateadas que estaba sosteniendo una espada qué con ella, estaba desintegrando a estas creaturas.
[¡Saikyou Finish Time!]
La hoja de la espada se la espada fue envuelta en energía amarilla que hizo que esta se expandiera enormemente con unos kanjis en la hoja.
[¡King Giri Giri Slash!]
El Rider levantó el arma extendiendo la hoja de energía con una línea de kanjis rosados que deletreaban "Zi-O Saikyou" formándose a lo largo de ella.
El Rider dio un tajo giratorio sobre si mismo dando un corte lateral eliminando a la mayoría de las creaturas reduciéndolos a escombros creando una explosión en el lugar.
Al apagarse, el Rider soltó un enorme suspiro al ver que ya había acabado con ellos, incluso con el gigante que los estaba acompañando.
Pero un pequeño brillo llamo su atención haciendo que el vaya hacia el y viera que se trataba de un especie de reloj en blanco si ninguna imagen en el.
Esto lo dejó sorprendido que hizo que lo colocara en su brazalete para después, irse del lugar ya habiendo terminado aquí y regresar con su hija.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top