Era lo que parecía un buen día para Lameculos 1. Varios de sus grupos favs de Kpop habían sacado nuevo vídeo a la vez, había gala de Gran Hermano esa misma noche y el directo estaba que ardía, y, para colmo, había pillado un catálogo del Alcampo de la hemeroteca de catálogos del Alcampo que estaba que ardía. Parece que la suerte sonreía a Lameculos 1.

Encima, tenía la casa sola para él, porque sus padres estaban trabajando en la tienda familiar. Sí, la tienda familiar en la que dijo Lameculos 1 que iba a ayudar al salir de Gran Hermano. Como vemos, no lo hizo. O al menos, no lo estaba haciendo en ese momento.

A pesar de tener la casa sola para él, Lameculos 1 ya se había acostumbrado a ir al baño para hacer sus cosas más íntimas, así que cogió su nuevo catálogo del Alcampo del año pasado y fue al baño. Lo especial que tenía ese catálogo es que era de la temporada de verano, así que había bañadores y vería a su crush en bañador en su último catálogo de Alcampo antes de entrar en Gran Hermano. Era lo que parecía un buen día para Lameculos 1.

Y todo iba estupendamente. Lameculos 1 estaba en el baño como de costumbre, a lo suyo. Después pensaba irse a ver vídeos de Kpop a su habitación.

Pero la cosa se truncó cuando terminó.

Chan chan chan.

Cuando Lameculos 1 fue a tirar de la cadena, había tanto papel que la cosa no avanzaba. Lameculos 1 daba al botón de la cisterna una y otra vez. Y nada. Que no se iba. Había sucedido el mayor miedo de nuestro protagonista: el baño se había atrancado.

Lameculos 1 empezó a ponerse nervioso. "No puedo dejar esto así", pensó. Estaba muy nervioso, iba de un lado a otro. Como dato tengo que decir que estaba tan nervioso que ni se lavó las manos. Sólo daba vueltas y andaba de un lado a otro del baño sin salir de ahí. No podía salir del baño habiéndolo dejado así.

Creemos que no había caído en que sus padres no estaban en casa y por eso no salía del baño ni abría la puerta. No sabemos qué se le pasaba a Lameculos 1 por la cabeza. El caso es que no abría la puerta ni salía del baño.

Y la desesperación se apoderó de él.

Lameculos 1 empezó a llorar ante la situación tan heavy que le estaba costando vivir.

-¿¿¿POR QUÉ ME PASA ESTO A MÍ??? ¿QUÉ HE HECHO MAL? ¿QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO? ¿¿¿POR QUÉ???- Gritó Lameculos 1 de manera dramática, mirando hacia el cielo, o más bien hacia el techo.

Entonces, una lágrima cayó sobre el suelo del baño del baño de Lameculos 1.

Y con esa lágrima sucedió lo que nadie se esperaba. Sucedió algo milagroso, un regalo del cielo.

Se empiezan a escuchar en el entorno las siguientes estrofas...

"Hundido en las oscuras aguas... Quizás olvidabas con desdén... Silba el acero de la fragua de Desatranques Jaén... Librando batallas donde nunca llega el sol, derribando piedra a piedra las murallas con gran valor... Surgieron leyendas, y hay quienes dicen que aún ven, legendarias máquinas en las contiendas por Jaén".

Y un rayo de esperanza llegó a Lameculos 1. Alguien había venido a ayudarle. Alguien con mucha fuerza. Alguien curtido en mil batallas. Alguien que sabía a lo que se enfrentaba.

Sí, Desatranques Jaén había llegado a Leganés.

"Pero... ¿cómo es posible que Desatranques Jaén esté aquí?", se preguntó Lameculos 1 en un momento de lucidez.

Pues sí, a veces hay que verlo para creerlo. El camión de Desatranques Jaén había recorrido un largo camino hasta llegar hasta allí, hasta el portal de Lameculos 1, en Leganés. Había escuchado las plegarias de Lameculos 1 y había emprendido un largo viaje que había realizado en tiempo récord. Llegó a Leganés desde Jaén a la velocidad de la luz. Estábamos ni más ni menos que ante un milagro, un milagro que sólo podía ser obra de Desatranques Jaén. Al final iba a ser una verdadera LEYENDA.