( 13 )
Mayo 5, 2019.
Vivir en un lugar donde todo el día estás escuchando el ruido de las herramientas de las personas que están reparando tu casa, no es bueno.
Te produce un estrés y no puedes concentrarte en nada de lo que estás haciendo.
Cuando la cocina se incendio, y que doy gracias que solo fue esa parte de la casa, Harry y yo acordamos rentar un apartamento mientras acababan de reconstruir todo.
Nuestros padres nos ofrecieron alojamiento pero no quisimos aceptar. Así que al día siguiente del incidente Harry llamó a sus contactos a ver si sabían de algún lugar que pudiéramos alquilar.
Encontramos un apartamento cerca de nuestra casa, no contratamos un camión de mudanzas, ya que solamente nos llevamos algunas cosas y si necesitábamos algo, iríamos a casa por ello.
Llevamos la ropa que creímos necesaria, productos de cuidado personal, y como el departamento tenía un refrigerador incluido, trajimos la comida que teníamos en casa.
Estaríamos ahí por lo menos un mes, y apenas habían pasado tres días, se me hacía eterno. Necesitaba estar en mi hogar, me sentía extraña en un apartamento.
Harry llegó de su trabajo, le habían llamado para que acudiera a una junta. Cuando llegó, yo estaba acostada en el sofá viendo un programa de repostería en la televisión.
-Hola amor-Me saludó dándome un beso.
Solamente le correspondí con el beso y una sonrisa.
Él fue a la habitación a cambiarse y cuando regresó venía con la misma ropa, fruncí el rostro.
-Ya llevamos dos días aquí ¿no has acomodado nada?-Preguntó él en mal tono-No encuentro mi pijama.
-Ya terminé con mis cosas, iba a empezar con las tuyas mañana-Le dije- Ah de estar por ahí.
-¿Y por qué primero con las tuyas?
-Oye no soy tu sirvienta para que me hables así, acomoda tú tus cosas entonces-Le respondí- ¿Crees que no me canso? Estoy cargando más de mi peso y a veces me siento mareada.
-Si te la pasas todo el día viendo televisión.
Sí veía mucha televisión, pero no era lo único que hacía en el día. Recogía el desorden y de ves en cuando trabajaba desde casa cuando me mandaban algunos correos mis empleados.
-Si tanto te preocuparas por mí como dices, no me exigirías nada-Le contesté.
-Me preocupo por ti.
-Te preocupas por Ryan, no por mí.
-Me preocupo por los dos-Dijo a la defensiva, tocándose el cabello, el cual había cortado el día de ayer.
-Pues no parece-Le dije.
Él siguió hablando pero ya no le puse atención, no tenía ánimos de discutir y ni de perderme mi programa.
Cuando me aburrí de ver televisión fui a la habitación por mi computadora y chequeé mi correo, tenía algunos del trabajo, me mandaban las fotos de la portada de la revista y reseñas de los artículos, les daba mi opinión y qué mejoras debían hacer.
Algunos de los proyectos no los aceptaba porque no estaban bien hechos, o porque no creía que fuera a venderse. Era muy estricta con eso. Extrañaba tomar fotos y escribir yo también.
Harry entró a la habitación y tomó su celular, se sentó en la cama a mi lado y comenzó a navegar por internet, no sabía qué buscaba, pero no me importaba mucho.
Él me miró de soslayo y se acercó más a mi, me abrazó por la cintura y rodé los ojos, ¿ya se le había pasado el berrinche?.
-Lo siento, Nere-Murmuró-Sé que te agotas fácilmente, nuestro bebé nacerá en menos de dos semanas.
Suspiré alegre al pensar en ello, en menos de dos semanas tendríamos al pequeño Ryan entre nuestros brazos.
-También me disculpo por haber sido descuidado e incendiar nuestra cocina-Rió aunque yo no le veía la gracia-Siento también salir mucho por el trabajo, y siento también que discutamos mucho últimamente, no quiero eso-Dijo.
Tenía razón, se iba alegre por la mañana y cuando llegaba del trabajo, la mayoría de las veces, discutíamos por cosas insignificantes. Más que nada era por el estrés que le causaba su trabajo y a mi el embarazo.
-Yo tampoco lo quiero-Le dije.
-¿Y recuerdas cuando mi mamá nos dijo que nunca nos fuéramos a dormir peleados?-Preguntó y asentí, lo recordaba muy bien-¿Y cuántas veces nos hemos ido a dormir así?
-Muchas...
-¿Quieres tener una cita romántica ésta noche?-Preguntó escondiendo su rostro en mi cuello.
-¿Una cita?-Reí.
-Así es, vamos a algún restaurante elegante-Dijo.
-Son como las ocho de la noche-Le dije.
-Perfecta hora para una cena, ¿no tienes hambre?-Preguntó y asentí-Entonces vamos, te dejaré sola una hora mientras te arreglas y yo también, sorprendámonos el uno al otro.
Sonreí. Extrañaba a este Harry, lleno de ilusión y romanticismo.
-Bien-Respondí dándole un pequeño beso.
***
Exactamente una hora después, terminé de arreglarme, me había puesto una falda negra que me quedaba un poco suelta y nada apretada del abdomen, y una blusa roja que tenía un escote algo pronunciado. Me maquillé un poco más de lo que hacía diario y me puse unas zapatillas, no tenía ganas de usar tacones. Mi cabello lo dejé suelto.
Harry tocó la puerta de la habitación, él se había ido a arreglar al baño. Cuando abrí la puerta, él se quedó con la boca abierta y yo reí.
No había olvidado cuán guapo era él así de arreglado, pero verlo me hacía suspirar. Llevaba unos jeans negros y una camisa de vestir del mismo color. Se veía malditamente guapo con el cabello corto de abajo y de los lados y un poco largo de arriba.
-¿Y si mejor nos quedamos y nos cenamos entre nosotros?-Preguntó mirándome de los pies a la cabeza, yo reí.
-No, Harry-Le dije-De verdad tengo hambre.
-Claro-Respondió con una sonrisa ladeada.
Por un momento vi a aquel Harry más joven, de veinte años, tomando mi mano mientras paseábamos por el parque. Pero luego regresé al presente. Mi Harry de veinticinco años lucía casi igual, incluso mejor.
-¿Y cuando regresemos podemos tener el postre?
-Prefiero comer pastel ahí-Dije.
-En ese caso tendremos doble postre esta noche-Dijo bromeando.
Él sabía que yo ya no podía hacer el amor con él porque no me sentía cómoda con mi gran barriga donde se encontraba Ryan. Llevábamos al menos un poco más de un mes sin hacerlo, cuando mi estómago no era tan grande, pero Ryan había crecido mucho en el último mes.
-Te ves preciosa-Dijo él cuando íbamos hacia la puerta del apartamento.
Su comentario me halagó pero no pude poner demasiada atención cuando vi que él iba descalzo.
-Eh, Harry... ¿no piensas ponerte zapatos?
Él me miró confundido y miró sus pies cubiertos solamente por los calcetines.
-Oh, ya vuelvo-Rió avergonzado.
Fuimos a un restaurante muy elegante y comimos mucho. Harry estaba en su fase de chistoso y cautivador, fue una cena muy linda y entretenida.
Había extrañado esta clase de intimidad entre nosotros, y no me refería al sexo, sino a pasar un rato a solas, riendo, actuando como dos adolescentes tontos y enamorados... en compañía solamente de la comida, claro.
***
Nota: Ay díganme si no son unos tiernos.
Espero que les haya gustado el capítulo y perdón la tardanza, pero fue un cap largo!
Las adoro <3
-K
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top