Esto ocurrió en Fantastic Four #243 y probablemente sea una de las escenas más sacadas de contexto de la historia de los cómics. Inmediatamente después de que ocurriera esto, aprendimos que Ben no noqueó a nadie, si no que la mente de Galactus se cerró completamente antes de recibir el golpe para evitar caer en la locura, pues el Doctor Extraño se había atacado con el poderosísimo hechizo de las Imágenes de Ikronn.

 Lo más importante de esto es que Galactus estaba agonizando, osea, estaba por debajo de su mínimo absoluto; cosa evidenciada por su cada vez más reducido tamaño

y confirmada momentos después por Mr. Fantástico.