×Extra× (+18)

4 Años después...

4 Años han transcurrido desde que nuestros protagonistas se graduaron de la preparatoria. Ahora eran unos adultos de 21 años, a quienes sólo le falta un año más para acabar la universidad y, bueno, en el caso de Astrid, oficialmente su entrenamiento policial.

Una rubia escuchó abrirse la puerta de la mansión que compartía con su novio, supo que él ya había llegado, miró el reloj de su habitación y se percató que regresó una hora más tarde. A veces, sentía lástima por su castaño, ahora que está en los finales del ciclo, se queda más horas en la universidad; pero todo valdrá la pena cuando en un año se vuelva a graduar para así convertirse en el mejor periodista de todo Noruega.

-¿Mi Lady?- ahora escuchó su voz subiendo las escaleras hacia su habitación- ¿Ya llegaste, amor?- volvió a preguntar por ella, pero cuando abrió la puerta de su recámara, quedó anonadado por tremenda sorpresa.

Astrid lo esperaba con una lencería roja y muy sensual, mientras posaba para él en su cama. Ella le sonreía con coquetería y decidió moverse un poco para quedar bocabajo a lo largo del colchón y dejar alzado su trasero, apenas cubierto por la lencería.

-Imagino que has de estar muy estresado, ¿no, Babe?- preguntó con una mezcla de inocencia y sensualidad que activó las alarmas del Haddock.

El chico sonrió de lado y dejó su mochila en el suelo, luego se acercó hasta subirse en la cama y besó con fervor a su novia. En medio del calor del beso, la acomodó para quedar sobre ella y entre sus piernas, él empezó a sentir su miembro endurecerse y llevó su mano derecha al cuello de la ojiazul, apretó levemente del mismo haciendo que ella se separara del beso y ahogara un gemido.

-Sólo recuerda...- le habló Hiccup con voz ronca, a la vez que estiraba su brazo para abrir el cajón de la mesita de noche- Que tú lo quisiste.- sentenció mostrándole sus esposas y Astrid no pudo evitar morder su labio inferior.

El ojiverde se levantó y la tomó de las manos ayudándola a hacer lo mismo, la Hofferson sonrió divertida y se dejó guiar por él. Hiccup la dejó de pie a un lado de la cama solo por unos segundos, mientras él iba quitando su ropa para el deleite de esos pares de ojos azules, los cuales no les quitaban la atención de encima. Cuando Hiccup estuvo sólo en bóxers, tomó a su chica y le dió la media vuelta, luego juntó sus manos por detrás de su espalda y las esposó.

Astrid ya sabía lo que debía hacer, así que volvió a girar su cuerpo para tenerlo nuevamente en frente y, una vez así, se sorprendió al ver que su castaño tenía un vibrador pequeño en su mano, el joven emitió una sonrisa lasciva, antes de llevar su mano libre a sus bragas para estirar el borde de las mismas, luego llevó el vibrador a su intimidad y metió sus manos en su ropa interior hasta que logró meter el juguete sexual en su vagina. Su chica ahogó un gemido, mientras se podía de puntitas, ya que casi pierde el equilibrio por los espasmos de placer que tuvo al sentir la invasión del vibrador en su interior; después arrodilló haciendo equilibrio con las piernas y dejó que su novio se bajara el bóxer.

-Esta noche me siento generoso...- el Haddock habló tomándola fuertemente del mentón con una de sus manos, pero sin hacerle daño, ella parecía cazarlo con los ojos- Así que te doy permiso de correrte conmigo si el vibrador te lleva a ese límite.- concedió para después soltarla con delicadeza, fue ahí cuando su chica bajó la mirada de sus ojos a otra parte de su desnudo cuerpo.

La rubia sonrió al ver su miembro ya erecto, como pudo, avanzó un poco con sus rodillas y lamió la puntita, haciéndolo estremecer. La chica sonrió divertida ante su reacción y, esta vez, metió todo el largo de su pene que cabía en su boca, todo sin dejar de mirarlo a los ojos; ella no tardó en sentir cómo el vibrador fue encendido al máximo nivel por el control que Hiccup tenía en sus manos, su vagina empezó a mojarse, mientras masturbaba a su novio. La respiración de Hiccup comenzó a ser errática, porque él tampoco le quitaba la mirada de encima, lo excitaba mucho ver a su novia arrodillada frente a él, con las manos esposadas tras la espalda y haciéndole un excelente sexo oral. Y la situación no era diferente para Astrid, a ella también le excitaba ver esa mirada oscurecida de lujuria en los ojos del Haddock, mientras tomaba su cabello con fuerza de una mano y le hacía una coleta, mientras marcaba el ritmo en la penetración oral.

El castaño, cuando sintió que estaba cerca del clímax, intensificó los movimientos de su novia, quien también apretó su agarre con sus labios al sentir que su propio orgasmo también estaba cerca y tal como le permitió su novio, iba a venirse en ese momento. Hasta que ambos llegaron a su punto máximo y el ojiverde dejó salir todo su semen en la boca de la ojiazul, quien no dudó en tragar todo el líquido que podía. La rubia sonrió satisfecha, viendo cómo él también jadeaba y gruñía por su eyaculación, mientras ella manchaba ligeramente el suelo de su habitación.

-Te toca, preciosa.- le dijo él entre jadeos, mientras la invitaba a la cama.

Sin embargo, cuando Astrid lo vió buscar otro vibrador, pero esta vez, en forma de dildo, negó de inmediato, mientras se acomodaba bocabajo en la cama, aún con las manos esposadas.

-Créeme que sí no estuviera tan mojada y tan ansiosa por tenerte dentro, dejaría que juegues con eso, pero te necesito ya.- le pidió ella en un súplica, al mismo tiempo que frotaba su intimidad contra las sábanas sobre el colchón.

El Haddock sonrió gustoso, al ver la necesidad que ella tenía de tenerlo entre sus piernas. Rápidamente, tomó un paquetito de condón de su mesa de noche y lo abrió, luego procedió a colocárselo.

-Tus deseos son órdenes, Mi Lady.- concedió él, mientras se acercaba a ella y la tomaba con firmeza de las caderas para alzarlas y dejar en alto su trasero. Una vez en esa posición, Astrid vió con la cabeza apoyada en el colchón, cómo su novio bajaba lentamente sus bragas de lencería y saboreaba sus labios al ver su vagina completamente expuesta- Vaya, no mentías en que estás realmente mojada.- comentó orgulloso de dejarla así, mientras hilos de humedad escurrían del centro de su vagina por sus muslos. Él apagó recién el vibrador en su interior y lo sacó lentamente, lo cual fue una tortura para la Hofferson, quien habló una vez que sintió el jueguete sexual fuera de su vagina.

-¡Sólo penétrame ya, Hiccup!- exigió sonrojada y sus palabras fueron suficientes para hacer que el mencionado se subiera a la cama y la penetrara de golpe, chocando su pelvis contra sus glúteos- ¡Ah!- gimió ella bien alto, ante su repentino movimiento, cerró con fuerza los ojos al acostumbrarse a tenerlo nuevamente dentro de ella y, cuando estuvo lista, asintió con la cabeza.

Aquella fue la señal para el joven, así que agarró con una mano las esposas para jalar de ellas y tener a su novia inmovilizada, mientras que su otra mano la agarraba con fuerza por la cadera para marcar el ritmo de las duras penetradas.

Jadeos, gemidos y gruñidos eran todo lo que se escuchaba dentro de la habitación, de vez en cuando, unos golpes secos de las fuertes nalgadas que Hiccup le daba a su chica y sabía que le gustaban por sus respuestas en placenteros gemidos. Cuando Hiccup sintió cómo las paredes vaginales de Astrid apretaban cada vez más su miembro, supo de inmediato que estaba a punto de correrse, por lo que aceleró y profundizó sus embestidas, haciendo que ella hundiera más su rostro en el colchón para ahogar sus gemidos que ahora salían en gritos. Siguieron unos segundos así, hasta que ambos se corrieron.

El ojiverde le quitó las esposas, y salió de ella con sumo cuidado, se quitó el condón y lo desechó. Permitió que ella se acomodara en la cama y luego él se acostó a su lado, abrazándola y siendo correspondido.

-¿Estás bien?- aquel par de palabras se volvieron una costumbre en la boca de Hiccup cada vez que terminaban de hacer el amor. Él sabía que, a veces, podía ser muy brusco con ella y quería siempre asegurarse de que no le haya hecho daño en el acto sexual.

-Estoy bien, cariño.- respondió la chica con una tierna sonrisa, antes de darle un rápido beso en la nariz.

Antes de que alguno de los dos dijera algo más, un par de perros subieron a su cama y comenzaron a darles lamidas por todos lados de sus rostros, haciéndolos reír. La joven pareja recibió con el mismo amor a Chimuelo y Tormenta, quienes después de dar cariño a sus humanos, se acostaron en medio de ellos y quedaron tranquilamente dormidos; Hiccup y Astrid no tardaron mucho en caer también rendidos, pero sin quitar nunca las sonrisas de sus labios.

Después de todo, Berk cada día se convertía en un lugar mejor dónde vivir.

























































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el extra del día de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. ❤️

Y no habrán creído que me había olvidado de hacer este Lemon cómo extra, ¿verdad? Bueno, prácticamente, este Lemon ha servido para compensar la falta de Lemon en el fanfic y algunos lo pidieron, así que decidí concederlo para cerrar oficialmente con esta historia.

Ya saben que les agradezco de todo corazón por todo el apoyo que le han dado a este fanfic, en el cual hemos tocado muchos temas sombríos, si se podrían decir así, que están albergados en nuestra sociedad y de los cuales tenemos que tomar conciencia para hacer de nuestro mundo un lugar mejor y más respetuoso. ¡Gracias, gracias, gracias! ❤️‍🩹

Bueno, no me queda mucho más que decir, sólo que estén atentos a mi perfil, porque en cualquier momento anunciaré el nuevo fanfic Hiccstrid que se viene. Sé que les puede interesar y/o gustar a muchos de ustedes.

Bueno, eso es todo para esta historia...

¡Nos leemos pronto! ♡⁠(⁠>⁠ ⁠ਊ⁠ ⁠<⁠)⁠♡



















































































A_Hiccstrid

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top