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No tuvo tiempo para procesar todo lo que pasó, simplemente, sintió el ardor de sus raspones en las palmas de sus manos. Abrió los ojos jadeando y sintió un poco de alivio al ver que había logrado evitar caer de cara al duro cemento de la vereda poniendo sus manos en frente; giró la cabeza en un rápido movimiento y vió con furia cómo aquel auto negro se iba a la fuga.

¡Hiccup!

Exclamó en su mento con terror. Desvío su vista al cuerpo inconsciente de su novio, se asustó muchísimo cuando vió sangre salir de un lado de su cabeza. Se levantó de inmediato y fue a arrodillarse a su lado, sintiendo que sus ojos se cristalizan.

-¡Hiccup! ¡Hiccup!- lo llamó con la voz quebrada, mientras lo movía en un vano intento de hacerlo reaccionar. Él estaba boca abajo, el charco de sangre crecía más y más; hasta que cayó en cuenta de la rara posición de su pie izquierdo. Estaba completamente roto- ¡Mierda!- sollozó aterrada y preocupada. Con sus manos temblorosas, sacó su celular de su pantalón y llamó a una ambulancia, rogándole a los dioses para que lleguen lo más rápido posible.

× × ×

La ojiverde dudó en llamar a su amiga. A decir verdad, estaba asustada, no quería entrar a ese consultorio sola, pero debía de hacerlo. En especial, porque no quería molestar a Astrid, no tuvo el valor de verla esta mañana, antes de venir a la clínica; no sabía nada de la rubia desde la noche anterior que fue a su habitación con el Haddock.

Por lo que no tenía ni idea que ambos, en realidad, pasaron la noche en la clínica central de Berk.

-Heather Berserker.- escuchó su nombre siendo pronunciado por una de las enfermeras y su cuerpo se tensó. Apretó sus labios y guardó su teléfono en su cartera, ya no había marcha atrás y de eso no tenía dudas. Aunque Eret le había insistido para entrar con ella, la pelinegra estaba decidida a afrontar el aborto sola, sobretodo, por la vergüenza que tenía de decirle a cualquiera de sus amigas y, porque si su novio la acompañaba, se iba a acobardar más y el proceso sería más tortuoso.

No. Ella debía poder hacerlo sola.

Así que se puso de pie, logrando controlar sus piernas para que estas no le temblaran mucho, y caminó a paso firme hacia la habitación que la enfermera le indicó. Allí procedió a seguir todas las indicaciones que ella y el doctor a cargo del aborto le ordenaron.

× × ×

-¿Ya nos van a decir algo de mi hijo?- demandó Estoico apenas el doctor se apareció esa mañana en la clínica.

El médico ignoró su tono amenazante y su falta de educación al no saludarlo, entendía completamente por los que el pelirrojo, su esposa y la novia de su paciente estaban pasando. Los 3 se quedaron toda la noche en el hospital, la Hofferson le avisó a los adultos lo más rápido que pudo y sus padres también se quedaron con ellos por cualquier cosa que necesitaran.

-El joven Haddock ha paso la noche en constante monitoreo y la ha pasado con éxito.- informó- No ha habido algo inusual después de su operación, la herida en la cabeza está controlada, no hay daños internos, se abrió ligeramenta la zona al impactar contra el suelo; está estable y fuera de peligro... Pero...- el doctor vaciló en continuar.

-Pero, ¿qué?- incitó Valka a que siga hablando, ella tenía las manos juntas sobre su pecho, claro signo de su angustia.

-¡Siga hablando!- exigió la ojiazul en un grito que sobresaltó al médico.

Esa adolescente sí que tiene una voz intimidante.

-El auto arrolló su pie izquierdo, fue la única parte de su cuerpo alcanzada por el vehículo, tratamos de hacer todo a nuestro poder, pero ya era muy tarde, no había modo de salvar el pie. Tuvimos que hacerle una amputación por debajo de su rodilla.- informó y nadie pasó por desapercibido el tono lastimero impregnado en su voz.

El cuerpo de la castaña se estremeció y fue rápidamente acogido por su esposo, quien rodeó a la mujer en sus fornidos brazos y la estrechó contra su cuerpo, dejando que ella soltara leves sollozos. Por otro lado, Astrid quedó en shock ante las palabras del médico, nuevamente, las lágrimas invadieron el borde de sus ojos y su visión se volvió nublada ante su acumulación; no escuchaba los llamados de sus padres, no escuchaba nada más que un fuerte pitido atravesando sus oídos. Sintió las manos fuertes y callosas de su padre sostenerla por detrás y la hizo retroceder, hasta que cayó sentada en una de las sillas de espera, fue en ese momento, cuando las lágrimas salieron de sus ojos y comenzaron a rodar por sus mejillas. Su madre la abrazó cuando se sentó a su lado y se dejó enrollar por ella, mientras dejaba libremente sus lágrimas caer, acompañadas de sus sollozos.

Culpa.

Aquel sentimiento la invadió por completo, Hiccup acaba de perder parte de su pierna por protegerla a ella. Era imposible no sentirse culpable, por lo que sollozó más fuerte y se aferró más a su madre.

× × ×

Pasaron unas horas y los Hofferson regresaron a sus casas a descansar de la ardua noche y a saber cómo estaba Heather, la Berserker ya se encontraba en la mansión, fueron a verla a su habitación y se aliviaron al verla dormir profundamente sobre la cama, se retiraron ignorantes de lo que ella había hecho momentos antes.

Astrid y Valka se quedaron a cuidar a Hiccup, él despertó y su madre tuvo la desdicha de darle la fatal noticia. El castaño en una primera instancia se congeló, al igual que su novia, entró en shock observando con los ojos bien abiertos su pierna izquierda, la cual estaba tapada por las sábanas de la camilla. Quiso destaparla para ver su muñón, pero Valka se lo impidió anticipando sus intenciones y lo abrazó con fuerza cuando el joven se desmoronó y rompió en llanto. Ante ello, la rubia dió dos pasos hacia atrás y tapó su boca con su mano para evitar que sus propios sollozos sonaran en la habitación, no se sentía con el derecho de soltar su dolor junto con Hiccup, así que sólo dejó caer lágrimas silenciosas.

Cuando, por fin, el Haddock se calmó y aceptó su nueva realidad, le pidió a Astrid acercarse. Por supuesto que ella hizo lo pedido y se estremeció cuando él tomó su mano con la suya.

-Por favor, sé lo que piensas.- le habló con voz ronca y ojos suplicantes- También sé que no vas a cambiar de opinión, pero quiero que también sepas que no eres culpable para mí. Juro por los dioses que sí tuviera que hacer lo que hice anoche con tal de protegerte, lo haría mil veces. Como sé que tú lo harías por mí.- le aseguró y ahora sí ella rompió en llanto esta vez.

La ojiazul se agachó y lo abrazó con fuerza, siendo correspondida por él con la misma intensidad.

Estoico llegó unos minutos después, ya que él había ido a poner la denuncia en la comisaría, encargándose con su intimidante postura de que los policías encontrarán al desgraciado que atropelló a su hijo.

Y de algo estaban seguros, tarde o temprano encontrarán al responsable.







































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💜

Y qué me dicen ustedes: ¿Ya sospechan de quién puede ser el responsable? 🤨

¡No puedo creer que falta muy poquito para el final! Wow, otra historia que se va cerrando en esta cuenta y me siento tan feliz del apoyo que le siguen dando. Aunque... Claramente aún quedan más fanfics que escribir y exhibir. 🤭

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 💕






























































































A_Hiccstrid

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