×17×

Abrió sus ojos verdes despacio y con cansancio, se movió ligeramente sobre la cama, mientras bostezaba y se frotaba uno de sus ojos. Cuando su vista estuvo nítida y despertó por completo, observó al chico a su lado. Sonrió levemente al verlo dormir tan plácidamente, como un niño pequeño libre de demonios internos y ajeno a todos los problemas del mundo real. Ella anhela poder sentirse así nuevamente, sin presiones, sin estar conciente en la sociedad tan deteriorada en la que vivimos y simplemente ser felices, sin percatarse de los demás.

Vaya fantasía la que quería.

Sin embargo, tuvo que reaccionar. No podía dejar que Eret la vea cuando despierte, eso puede hacerle creer que ella quiere algo más que una noche y no estaba lista para hablar de algo serio con él, en especial, si Brutilda aún siente afecto hacia el pelinegro. Así que hizo lo que hace con todo cliente, salir antes de que despierte.

Pero esta vez no es por odio, sino por miedo. Simplemente, esa mañana huyó.

× × ×

Hiccup esperaba a su novia en el parque central de Berk, era una de los lugares que ambos frecuentaban a charla o pasar el rato. No obstante, ya la había llamado varias veces, ella no le respondía, ni tampoco se aparecía.

El castaño, fiel a su terquedad, volvío a marcar su número.

¿Babe?

La dulce voz de rubia por fin sonó tras la línea telefónica. Él sonrió aliviado y se permitió llevar una mano a sus cabellos para acariciarlos hacia atrás.

Mi Lady, ¿dónde estás? Quedamos en vernos en el parque.

Yo... Yo lo siento mucho, Hiccup, pero no creo poder salir hoy, ni que tú vengas a mi casa. De verdad, no puedo.

El muchacho la notó nerviosa y apenada al hablar, de inmediato supo que algo andaba mal. Quería ver a Astrid, principalmente, por el ataque de pánico que sufrido ayer en la escuela. No había podido hablar con ella desde entonces, sobretodo, porque ella lo estaba evitando.

¿Sucedió algo? ¿Estás bien?

No, no. Sólo...

Ella dió un largo suspiro cansado.

Sólo no estoy lista para hablar contigo, mucho menos después de lo de ayer. Quiero calmarme un poco para poder contarte todo, porque necesito hacerlo, ya no puedo seguir ocultándotelo.

Confesó con la voz quebrada e Hiccup sabía que se estaba aguantando las ganas de llorar, no importa cuánta confianza le tenga Astrid, ella siempre será obstinada y no querrá verse vulnerable. Él dirigió su mirada al suelo para luego asentir con lentitud.

Sí, cariño. Sabes que respeto cualquier decisión que tomes. Yo te espero.

Gracias. Te amo mucho.

Y yo te amo más. 

Luego de sus palabras, la Hofferson cortó, fue en ese entonces, cuando el ojiverde se permitió soltar un propio suspiro. No entendía en qué momento su novia comenzó a cambiar, cuándo fue el momento clave para que empezara a tener tanto miedo. Ella en Kattegat jamás fue así, pero cuando volvieron a Berk, era como volver a una cuidad completamente distinta: una ciudad sin valores, de varios colores grises y oscuros, consumida en la desigualdad y violencia y regida con la lay del más fuerte.

El Haddock se preguntó: ¿En qué momento Berk había retrocedido tanto en el tiempo?

-Vamos a casa, Chimuelo. Tormenta y Astrid no van a venir.- le indicó al perro que esperaba ansiosamente la aparición de su mejor amiga perruna. Sin embargo, cuando oyó a su dueño, su cola se escondió ligeramente entre sus patas y bajó la cabeza.

Jugaría con Tormenta otro día.

× × ×

Él había despertado decepcionado, esperó tener a la pelinegra a su lado y así no sucedió, despertó completamente solo en la cama. Tuvo las esperanzas que ella se quedara, que le diera a entender que ella también quería algo más que una noche con él, pero no fue de ese modo.

No obstante, Eret hijo de Eret no iba a quedarse de brazos cruzados, dejando que la decepción lo ahogara. Oh, no. Él se vistió rápidamente, salió del famoso prostíbulo y se dirigió a la escuela.

× × ×

Unas horas más tarde...

Heather almorzaba sola en su casa de nuevo, Dagur estaba en el trabajo y luego iría a ver a su padre hasta tarde. Pero no se molestaba, ya se había acostumbrado a estar sola.

Su teléfono vibró. De inmediato, lo tomó y vió que era un mensaje en el grupo que tiene con Brutilda, Elsa y Astrid; ellas estaban coordinando un día de chicas. La Berserker leyó los mensajes de forma superficial y luego volvió a dejar su teléfono en la mesa, soltó un gruñido a la hora de ponerse de pie e ir a lavar su plato. Después subió a su había para sacar el bolso que siempre lleva su "trabajo", hasta que alguien llamó a su puerta.

-¿Quién rayos será?- preguntó en un susurro para sí misma- ¡Un segundo!- gritó, antes de dejar su bolso sobre su cama y volver a bajar las escaleras.

Su sorpresa se notó en su rostro al ver al pelinegro en su puerta.

-Hola.- saludó con su confiada sonrisa.

-¿Qué estás haciendo tú aquí?- cuestionó ella de forma tajante, mientras se cruzaba de brazos y alzaba una de sus cejas. El muchacho retrocedió un paso de la impresión, no contaba con un recibimiento tan hostil- ¿Cómo carajos conseguiste mi dirección?- volvió a cuestionar.

-Vine a hablar contigo, Heather.- señaló observándola a los ojos- Creí que era obvio. Y recuerda que ser uno de los estudiantes preferidos del director tiene sus beneficios.- rió levemente para tratar de relajar su tensión.

Pero sólo consiguió que la chica frunciera el ceño con enojo.

-Pues yo no tengo nada que hablar contigo.- rechazó con ímpetu- De seguro vienes a burlarte de mí, no me importa lo que tengas que decir sobre lo de anoche. ¡Anda! Puedes decirles a los idiotas de tus amigos lo bien que me cogiste, de seguro que lo vas a presumir.- habló con rabia, mientras hacia gestos iracundos en su rostro.

No quería decirle nada de lo que le decía. Pero no podía dejar que él pensara que le gustó acostarse con él, no podía permitirse tener los sentimientos que tiene hacia él, solo le traería problemas. Ella no está pasando por un buen momento, Eret tampoco.

Juntos serían un desastre.

Lo mejor era alejarlo.

Así que, sin esperar respuesta por parte del chico, le cerró la puerta de un azote en la cara.

Eret, por su lado, sintió cada palabra como una estaca siendo clavada en su pecho. Sí era consciente de que Heather podría tener ese pésimo concepto de él, él mismo se había encargado de eso solo para enorgullecer la ideología machista de su padre. Sin embargo, también creyó que ella ya lo estaba percibiendo de diferente manera y estaba dispuesto a mostrarse con ella de su verdadera manera.

Y no iba a rendirse por ella.







































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que estén muy bien. <3

Y también espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💛

¿Astrid en algún momento estará lista para decirle lo que le pasa Hiccup? ¿Creen que es bueno que se tome su tiempo? ¿Heather se permitirá tener una oportunidad con Eret? ¿Sabrá algo de su padre?

No se pierdan esto y más en los siguientes capítulos. 🙌🏻

¡Nos leemos pronto! (⁠~⁠ ̄⁠³⁠ ̄⁠)⁠~


















































































































A_Hiccstrid

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