×15×
Al día siguiente, era un día especial en la escuela, pues se trataba de la inauguración de las olimpiadas y las competencias de programas tecnológicos y robótica. Lo bueno de aquella semana, es que no hay clases.
-¡Al fin! Una semana sin clases.- exclamó Brutacio dando un suspiro aliviado.
-Lo único malo de esta semana, es tener que ver a todos los hombres competir entre ellos.- espetó su gemelo cruzándose de brazos.
-Recuerda que no todos son hombres, Tilda.- señaló Elsa tomada de la mano con el Frost- Mérida participará mañana en arquería, Gogo hoy compite en patinaje y yo competiré con Jack el viernes en los programas tecnológicos.- recordó con una sonrisa orgullosa.
-Aún así, hay cientos de mujeres en la escuela. Es increíble que solo 3 participen en esta semana.- objetó Hiccup caminando junto a su novia y rodeando los hombros de la misma con su brazo.
-¿Y de qué será su programa?- preguntó Patapez intrigado hacia los peliblancos.
-Vamos a presentar un programa que hemos creado contra las estafas en la venta de entradas para conciertos. Se podrá instalar en las entradas de los eventos y detectarán si una entrada es falsa, lo nuevo es que también arrojará el nombre de la persona que realizó la estafa.- respondió el ojiazul en una breve explicación.
-¡Thor! A los policías le hacen falta todo ese tipo de tecnología.- comentó Patán fastidiado- Ustedes, cerebritos, deberían crear más programas como esos y vendérselos a la policía. A ver si así hacen su trabajo más rápido y con mejor eficiencia.- agregó haciendo notar su molestia.
-Mejor instalen en todas las comisarías un programa oculto que detecte las coimas y corrupciones dentro de la policía.- dijo Astrid con cierta gracia, pero a pesar de decirlo con algo de broma, en realidad era lo que la ciudad de Berk necesita. Más honor, honestidad y responsabilidad por parte de los efectivos policiales.
Los amigos se dirigieron a los campos deportivos y fueron a las gradas del campo de fútbol americano, deporte por el cual se inician las olimpiadas.
-Oh, rayos.- murmuró la Hofferson en voz baja, por lo que sólo su novio fue capaz de escucharla, él volteó a verla preocupado- Me duelen los senos la zona baja del vientre.- le informó con expresión adolorida y en voz baja.
El Haddock captó de inmediato lo que le sucedía a su rubia. Muy pronto le llegaría su periodo.
Y Astrid le agradecía a los dioses por tener un novio tan comprensible y único como lo es Hiccup, pues él le daba la confianza para poder hablarle con libertad acerca de su menstruación. El castaño nunca la ofendió por hablarle de ese tema, ni mucho menos sintió asco por ello, él sabe que la menstruación es un suceso natural en el cuerpo de una mujer y debe ser visto por los hombres como tal. Además, que siente un gran respeto por todas la mujeres, al tener que aguantar todos los dolores y cambios hormonales que el periodo conlleva.
-¿Quieres que vaya por tu pastilla? Con gusto te acompaño al baño para que puedas ponerte una toalla.- le dijo él en un susurro.
-No, Babe, gracias.- negó ella muerta de la ternura- Mejor voy yo sola, mis pastillas y toallas higiénicas estan en mi casillero. No tardo.- le avisó, antes de darle un rápido beso en la mejilla y salir de las gradas en camino a su casillero.
× × ×
Después de caminar por varios pasillos, la ojiazul por fin había llegado a su casillero, pero antes de que pueda abrirlo, una voz le habló.
-Pero miren a quién tenemos aquí.- Lucas y el resto de sus amigos aparecieron acorralándola, haciendo que se ponga muy tensa- La perra Hofferson.- nombró él y Astrid giró sobre su eje para encararlos, allí pudo darse cuenta que el único que no la veía con morbo, era Eret.
-Aléjate de mí, Lucas.- ordenó lo más intimidante que pudo. No obstante, cuando sacó el gas pimienta dell bolsillo de su falta, su mano tembló en todo el trayecto.
-Qué adorable.- se mofó el chico.
-Ya vámonos, Lucas. No lo vale.- intervino el fornido pelinegro en un intento por dejar a Astrid en paz y salvarla de su desubicado amigo.
-Claro que sí, idiota.- refutó él entre dientes y frunciendo el ceño- Esta mujer es la que tiene el mejor cuerpo y la mejor cara de toda la escuela. Claro que voy a cogérmela. Además, me gusta ver cómo todas sus defensas de chica ruda y respetada se caen ante mi presencia.- señaló al ver cómo su brazo seguía temblando al apuntarle con el gas pimienta.
Lucas, en un rápido y ágil movimiento, se acercó a ella y le arrebató su defensa, lo cual ocasionó un miedo terrible a la chica, quien sólo atinó a retroceder y chocar su espalda de manera abrupta contra su casillero.
Pero lo que nadie sabía, ni siquiera Hiccup lo notó en todos estos meses, es que la rubia ha estado teniendo pequeños ataques de pánico cada vez que encontraba a Lucas acechándola o se acercaba a ella. Sin embargo, lo que sucedió a continuación era otro nivel de ataque de pánico. Astrid se dejó caer, hasta quedar sentada en el suelo, llevó sus rodillas a su pecho y las abrazó, mientras que veía a Lucas aterrada y las lágrimas salían sin descontrol de sus ojos.
-Por favor, no me toques. Por favor.- rogó asustada. Su respiración cada vez se agitaba más y se le dificultaba regularla por sus sollozos.
-¡Lucas, ya déjala!- demandó Eret tomándolo del brazo, al ver que iba dar un paso más hacia ella.
-¡Astrid!- una tercera voz apareció y una pelinegra junto con ella.
Heather corrió de inmediato a socorrer a su amiga, quien no estaba logrando respirar, a pesar de sus esfuerzos. Eret aflojó su agarra en Lucas al prestar su atención en la ojiverde, lo cual Lucas aprovechó para alejarse de él, pero cuando quiso agacharse para tocar a Astrid, un fuerte rodillazo en su quijada lo hizo alejarse de ella.
-Más vale que no te atrevas a tocarla de nuevo.- amenazó Hiccup apareciendo en la escena y colocándose entre Astrid y Heather y Lucas y su grupo.
-Hiccup, ten cuidado.- pidió la Berserker muriéndose de angustia, pues su amigo estaba apunto de enfrentarse con un grupo fornido de hombres y su mejor amiga no lograba calmarse para poder respirar bien.
-Esto se va a poner divertido.- rió Lucas, antes de arremeter contra el ojiverde.
Ambos empezaron una pelea. Puños, patadas, bloqueos. Todo estaba muy reñido, hasta que los amigos de Lucas quisieron intervenir, al ver que el Haddock estaba tomando ventaja en la pelea, pero para suerte del castaño, Brutacio, Patán, Jack y Patapez llegaron corriendo en compañía de Brutilda y Elsa; con su llegada, la pelea se igualó.
-¡Oh, no sabes cuántas veces quise partir esa cara de niño bonito que tienes!- le gritó Patán a Eret, antes de lanzarse hacia él.
-Astrid, tienes que regular su respiración. Inhala y exhala hondo. Tú puedes.- la alentó Elsa al llegar con ella, pero la rubia solo miraba asustada la pelea entre Hiccup y Lucas.
-¡Tenemos que sacarla de aquí! ¡Está teniendo un fuerte ataque de pánico!- alertó Heather preocupándose más.
No obstante, cuando estuvieron a punto de levantar a su amiga e Hiccup darle un golpe final en el rostro a Lucas, una voz autoritaria sacudió el pasillo.
-¡SUFICIENTE!- retumbó por todo el lugar y todos quedaron estáticos.
¡Hola hola, genteeeeeeee!
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💘
¿Comentarios u opiniones acerca de este capítulo?
Sólo déjenme decirles que las cosas que vienen calentando por aquí y seguirán haciéndolo. Aunque está "calentura" puede venir en ambos sentidos, jejejejeje 🤭🔥. Así que no se lo pueden perder para saber a qué me refiero.
Bueno, eso es todo por hoy...
¡Nos leemos pronto! (。•̀ᴗ-)✧
A_Hiccstrid
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top