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-En serio, estoy muy feliz por ustedes.- le dijo Astrid a Mérida y Moana, mientras se dirigían a clase.

-Muchas gracias, Ast.- agradeció la morena sonrojándose ligeramente, lo cual le causó ternura a su novia.

-¿Y se puede saber desde cuándo están saliendo?- se atrevió a preguntar Patán- Lo siento. Es que mi cerebro aún no procesa que 2 de las chicas más codiciadas en la escuela, sean pareja.- se excusó aún impactado.

-¡Tú cerebro aún no procesa muchas cosas, Mocoso!- lo molesto Brutacio y el resto del grupo rió con él.

-Ya llevamos 6 meses.- respondió la Dumbroch cuando terminó de reírse.

-Ah, y es por eso que desde ese tiempo ya no te comportas como la verdadera zorra que eres, ¿no?- se entrometió Lucas al oír la conversación- Vamos, nena. Que te vuelvas a acostar con nosotros no quiere decir que le estés siendo infiel a tu noviecita. Solo es sexo sin compromisos, te extrañamos tanto.- añadió para provocarla.

-Piérdete, Lucas.- respondió la pelirroja tratando de no exaltarse.

Eret, junto a los demás de su grupo iban a pasar de largo pero indicaciones del mismo pelinegro, quien tomó el brazo de su mejor amigo y lo empezó a jalar para hacer que camine, pero éste se soltó de inmediato. Un par de ojos verdes notaron aquella acción que el hijo de Eret quiso pasar por desapercibida.

-¿O acaso ya te olvidaste por qué aceptaste ser nuestra puta cuando queríamos algo de placer?- Lucas dió unos pasos adelante para quedar a unos centímetros de la ojiazul, pero Hiccup se interpuso en su camino.

-Ya déjala en paz, idiota.- le dijo entre dientes y con el ceño fruncido.

Pero el Haddock estuvo lejos de intimidarlo.

-¡Oh, vaya!- exclamó él en medio de una risa sarcástica- Hiccup Haddock defendiendo a la lesbiana. ¿Por qué? ¿Acaso tú también eres otro marica? ¡Cuidado, Hofferson! Que pronto se te va a ir el novio.- se burló y terminó mirando a la rubia, la cual alzó su puño para golpearlo en la cara, pero Eret la retuvo a tiempo.

-No queremos una pelea.- le dijo con cierto tono de súplica y Astrid pudo percibir la preocupación en su rostro.

-¡Pues controla al falócrata e imbécil de tu mejor amigo!- le reclamó en respuesta.

-E Hiccup, ni ninguna persona, tiene que formar parte de la comunidad LGBT para apoyarla. Simplemente, todos deberíamos respetarlos, porque son personas iguales a nosotros.- defendió el Frost.

Lucas decidió ignorarlo, empujó al castaño a un lado para sacarlo de su camino y quedó frente a frente con Mérida, quien no le quitó la mirada desafiante en ningún momento.

-Están sucias.- la miró a ella y luego a Moana con desdén y repulsión- Ya no valen la pena.- espetó para luego irse, siendo seguido por su grupo de amigos y por un bajoneado Eret.

Moana no tardó en abalanzarse hacia su novia y abrazarla con fuerza por el cuello, Mérida le correspondió el gesto rodeando su ceñida cintura.

-Tengo una duda.- habló un nervioso Patapez, captando la atención de todos- ¿A qué se refería con el por qué aceptaste el tener sexo con ellos?- preguntó tímidamente.

La pelirroja tragó grueso, antes de responder.

-Bueno, antes de todo sí me acosté con Eret y Lucas, por separado, sólo por placer. A ver, nadie me puede culpar por querer tener una vida sexual activa. Hasta que los escuché hablando que todos querían hacerlo con Moana, obviamente, yo sabía que ella no iba a querer y se los dije, pero ellos dijeron que la iban a obligar. Claro que me enojé y les dije que no lo iba a permitir, allí ya estaba enamorada de Moana y no podía dejar que la lastimen de esa forma, por lo que me ofrecí a darles placer cuando quisieran a cambio de que no se metieran con ella.- reveló.

-Hiciste eso por mí.- murmuró su novia sorprendida y enternecida- Gracias, linda.- volvió a abrazarla con fuerza y la ojiazul no tardó en responder.

Luego de esa conversación, llegaron a su salón de clases, la profesora ya estaba allí, por lo que no pudieron seguir hablando.

× × ×

Ya era de noche y cada quien se encontraba en su casa, cierta pelinegra estaba metiendo su maquillaje en su maleta y esperaba a que su hermana mayor llegue para que vea que ya llegó a casa y piense que se quedará allí.

Unos segundos después, un cansado pelirrojo entró por la puerta principal, él vió como su hermana leía un libro en el sofá de la sala.

-Hola, hermano.- lo saludó Heather- Te ves muy exhausto. ¿Por qué no dejas que yo vaya a tu trabajo? Si te cubro no te vas a descontar del sueldo.- agregó con un toque de inocencia en su tono de voz.

-¡Por Thor! No insistas más, Heather. Yo me ocupo de todo, tú concéntrate en tu último año de escuela.- contestó Dagur irritado, mientras iba a la cocina y se servía un vaso de agua.

-¡Pero qué necio y terco eres!- exclamó la ojiverde frustada, dejando el libro de lado- Al menos, tienes algo de ayuda, porque el anónimo ya volvió a pagar.- apretó los labios y cerró sus ojos con fuerza. Se regañó mentalmente al darse cuenta que habló de más.

-¿Y tú cómo sabes eso?- cuestionó el mayor con sospecha, girando para observarla.

-Hoy después de la escuela pasé a ver a papá. Las enfermeras me indicaron que el sujeto volvió a pagar.- mintió rezando a los dioses que él le creyera.

-Eso no es cierto.- gruñó Dagur al detectar la mentira, él empezó a acercarse lentamente a su hermana- Las enfermeras siempre me informan de tus visitas, acabo de venir del hospital y no figuras en la lista de visitas, por lo que no fuiste hoy. Así que preguntaré de nuevo, hermanita. ¿Cómo lo sabes?- volvió a interrogar, ahora con mucha más seriedad.

La menor de los Berserkers se vió acorralada, ya no sabía qué otra mentira hacer, por lo que decidió decir la verdad.

-Porque yo soy ese anónimo.- le reveló tímidamente y poniéndose de pie.

Los ojos del pelirrojo se agrandaron lo más que podían y su mandíbula bajó de inmediato. Eso no podía ser cierto.

-¿Cómo? ¿De dónde...?- él empezó balbuceando, pero luego la tomó por ambos brazos y la sacudió- ¡¿De dónde consigues ese dinero?! ¡¿Cómo lo consigues, Heather?!- preguntó en una mezcla de preocupación y molestia.

La pelinegra se asustó por la reacción del mayor y las palabras no salieron de su boca.

-Yo...- no pudo decir más.

No se atrevía a declararle a su hermano mayor que trabajaba como una prostituta en un gran red criminal para conseguir ese dinero. Y él entendió que no se lo iba a decir.

-¡Mierda!- gritó furioso, mientras la arrojaba al sofá que estaba detrás de ella, para luego señalarla con su dedo índice- ¡Lo que sea que estés haciendo, debes acabarlo ya! ¡Te dije que yo me encargo y eso haré! Como me entere de otro pago tuyo, ya no serás más mi hermana.- declaró con sus ojos reflejando cólera e impotencia.

Heather solo lo observó con lástima y dolor, no quería ir en contra de su hermano, porque lo respeta y admira mucho, pero ella también quería ayudar a la familia y no dejaría su trabajo para seguir haciéndolo.

Dagur la observó unos segundos más y salió de la casa azotando la puerta.

Cuando estuvo en soledad, fue cuando Heather se permitió llorar.




































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💙

Uy, vaya. Las cosas están tensas para los hermanos Berserker, ¿no? ¿Ustedes qué opinan al respecto?

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! ✧⁠◝⁠(⁠⁰⁠▿⁠⁰⁠)⁠◜⁠✧




































































































A_Hiccstrid

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