¡Riiiiiing!
Sonó una específica campanilla en Dragons High, la cual captó la atención de dos peliblancos sentados en la sala de computación frente a sus dispositivos cada uno.
-Esa es la última campanilla de aviso, amor. Debemos irnos o llegaremos tarde a la primera clase.- dijo el chico, Jackson Frost, pero sus amigos le llaman simplemente Jack. Aunque el resto de la escuela le pone varios nombres debido a su particularidad.
-Sí. Vámonos.- concordó su novia, quitándose los lentes que sólo usaba para la computadora u otros dispositivos tecnológicos. Su nombre es Elsa Snow.
Y sí. Ambos eran blancos de bullying en la escuela por ser albinos, pero se tenían el uno al otro y a sus amigos.
La pareja apagó sus máquinas y dejaron la sala para dejarla completamente vacía, esa sala era la favorita de los dos, pues ambos son amantes de la tecnología.
-Hey. ¿Ese es Hiro?- preguntó Frost señalando a un pelinegro guardando sus cosas en su casillero a unos metros de ellos- Vaya, me sorprende que venga los primeros días de clase. Yo seguiría deprimido en mi habitación.- comentó con lástima.
-Sí, pobrecito.- susurró la chica viendo al muchacho- Pero hay están sus amigos, deben apoyarlo mucho. A Honey Lemon también se le ve muy mal.- dijo al ver a un grupo de dos chicos y dos chicas rodear al chico.
Hiro Hamada es un muchacho de 15 años, 2 años menor que su hermano y amigos, pero él iba a las mismas clases por ser todo un prodigio en la tecnología.
-¿Deberíamos acercarnos?- volvió a hablar la chica- Hemos pasado mucho tiempo con ellos en el taller de tecnología.- argumentó.
-No creo. Lo mejor será no hostigarlo y recordarle lo que pasó.- respondió Jack.
Sin embargo, ambos vieron cómo el grupo de amigos veían con nostalgia el casillero de quién fue el hermano mayor de Hiro, Tadashi Hamada, adornado con recuerdos, velas, flores y unas cuantas cartas de despedida. La noticia de su muerte se propagó por toda la ciudad hace tan solo dos semanas, lo asesinaron en un asalto a mano armada por intentar proteger a su hermano y a su novia. Una noticia lamentable, pues Tadashi era un buen muchacho y tenía un gran futuro por delante.
-¡Ay, miren, pero si son los dos ratitos de la escuela!- un grupo de chicos que pasó por el costado de Jack y Elsa se burlaron de ellos, ambos bajaron la cabeza sonrojados de la vergüenza, hasta que sintieron unas manos en sus barbillas, las cuales hicieron alzar sus rostros.
-¡Hiccup/Astrid!- dijeron al uniso y abrazaron a sus amigos con mucha fuerza.
-¿Qué hay, chicos?- saludó Hiccup por ambos en cuanto se separaron.
-Los extrañamos un montón.- dijo Jack viendo que el resto del grupo se unía también.
-Nosotros también, pero volvimos para quedarnos.- respondió Haddock dándole un ligero golpe de hombro con su palma, pero luego su novia habló.
-Oigan, ¿quiénes son ellos? No estudiaban aquí hace años, deben ser nuevos.- cuestionó Astrid volteando para ver al triste grupo de amigos.
-Oh, bueno...- Heather titubeó al empezar- Ellos son Fred Fredderickson, Wasabi, Leiko Tomago; pero todos le decimos Gogo, Honey Lemon y Hiro Hamada. Se unieron el año en que sutedes se fueron.- señaló a cada uno.
La chica pelinegra con mechones morados pasó su brazo por los hombros del menor y le susurró unas cuantas cosas al oído, Hiro asintió y, dándole una última mirada a la foto del altar que le hicieron a su hermano, entró al salón que le tocaba. Gogo lo siguió, mientras que Fred y Wasabi esperaron a que la rubia alta secara sus lágrimas para entrar con ella.
Brutacio y Brutilda se acercaron al altar y dejaron un par de chocolates allí.
-Estos chocolates son para ti, amigo. No dejes que nadie más se los coma, oímos que los fantasmas son muy glotones.- el gemelo le habló a la foto con tristeza.
-¿Por qué chocolates?- preguntó Patán cuando llegó con los demás- Tadashi no los comía, prefería los caramelos de menta.- refutó mirando igual la foto.
-Tú cállate, Patán.- lo calló Tilda- Ya me comí esos.- confesó desviando la mirada.
-¿Qué sucedió?- se atrevió a preguntar la Hofferson, vió con Hiccup la foto de Tadashi con pena y vieron el parecido que tenía con el muchacho Hamada.
-Hace dos semanas, él fue asaltado a solo unas cuadras de su casa, regresaba del cine con Honey y su hermano cuando los interceptaron. Eran 3 sujetos, uno le apuntó en la cabeza a Hiro, otro acorraló a Honey Lemon contra la pared y el tercero le exigía su teléfono a Tadashi; él se los dió sin problemas, pero el que tenía a Honey quería sobrepasarse con ella, Tadashi alejó a Hiro de los ladrones y quiso impedir que tocaran a su novia, cuando se escucharon 3 balazos y los sujetos huyeron cuál cobardes. Honey y Hiro intentaron reanimar a Tadashi, pero él ya estaba muerto.- relató Patapez con los ojos cristalizados mirando la foto de quien consideraba un buen amigo.
-Era una gran persona.- intervino Elsa con una lágrimas silenciosas rodando por sus mejillas- Siempre veía por los demás, era educado, un gran amigo. No se merecía esto.- ella sintió el brazo de Jack rodear sus cintura y acariciarla.
-¿Y atraparon a los sujetos?- mencionó Hiccup con molestia.
-Claro que no.- gruñó el Jorgenson- La mayoría de la policía es una mierda. No son eficientes.- señaló cruzándose de brazos.
-¿Tan mal están las cosas en Berk?- exclamó Astrid sorprendida.
-Y eso que no has visto mucho.- dijo la Thorton- Todo lo malo se ha ido normalizando día a día.- agregó.
-¿Saben? Iré al baño, necesito mojarme el rostro. Ustedes vayan yendo al salón o llegarán tarde.- indicó Astrid, pero Brutilda la tomó del brazo.
-Iré contigo.- dijo guiñándole el ojo.
Ambas se alejaron de sus amigos y cuando llegaron al salón, vieron salir a una rulosa pelirroja de ojos azules, ella se acomodaba su falda del uniforme y su blusa también.
-¿Mérida?- murmuró Brutilda siendo escuchada por la mencionada.
-Oh, hola, Tilda.- saludó sacudiendo su mano.
-¿Qué tal tu familia en Escocia?- preguntó, pues ella venía de aquel país y supo que en las vacaciones fue a visitar a su familia. Y Astrid supuso que la pelirroja era de aquel país, pues su acento era diferente.
-Genial.- respondió, aunque ambas rubias la notaban algo intranquila.
-¿Estás bien?- preguntó la de una sola trenza.
-Mejor me voy.- dijo rápidamente la escosesa y salió corriendo de ahí, sin embargo, las amigas se sorprendieron cuando vieron a un fornido pelinegro saliendo del baño de mujeres.
-Eret.- espetó la Thorton entre dientes y fulminándolo con la mirada.
-Ah. Eres tú, fea maloliente.- contestó el chico mirándola con disgusto, pero luego se fijó en Astrid- Vaya, vaya. Pero miren qué hermosura tenemos aquí.- dijo mirándola de pies a cabeza.
-¡Tú!- la Hofferson lo apuntó con el dedo- ¡Tu amigo fue el que me faltó el respeto!- gritó enojada, pero antes de que pudiera lanzarse sobre él, su amiga la tomó del brazo.
-¿Qué? No es nuestra culpa que la falda del uniforme resalte el buen culo que tienes allí atrás, ni siquiera quiero imaginar cómo debe ser adelante.- dijo él acercando su cara a la de ella con una expresión arrogante- ¿Celosa?- le preguntó ahora a Brutilda al verla roja de la rabia.
-Ya quisieras, idiota.- respondió ella para luego jalar a Astrid y meterse al baño- Maldito engreído.- murmuró cerrando la puerta.
-¿Por qué no me dejaste golpearlo?- cuestionó Astrid cruzándose de brazos.
-Eret es el chico más popular de toda la escuela, todos están a sus pies, incluyendo profesores y el director, si lo golpeabas, tú ibas a ser suspendida antes de que él lo pida.- contestó la otra rubia.
-¿Él acaba de follar con Mérida aquí?- preguntó la Hofferson más para sí misma.
-Que no te sorprenda. El grupo de Eret es el que más coge en esta escuela y Mérida casi siempre lo hace con él, la verdad no sé el porqué, Mérida los odia a todos ellos, pero parece que le encanta ser su puta.- informó Brutilda mojando su rostro- Mérida y Gogo son las únicas mujeres en los equipos de deportes. Gogo está en patinaje y Mérida en arquería.- agregó captando la atención de Astrid.
-¿Por qué son las únicas? ¿Nadie más quiere?- cuestionó.
-Son las únicas que le hicieron frente a las malditas reglas machistas. Las mujeres no tenemos permitido formar equipos de deportes, solo hay un grupo de animadoras. Moana, la mejor amiga de Mérida, es la capitana.- respondió con enojo.
-Qué estupidez.- gruñó Astrid- ¿Por qué Mérida tiene sexo con Eret y su grupo? La ví bastante incómoda al salir.- señaló con preocupación.
-No lo sé. Es raro de su parte, la he escuchado decir que los odia, porque son unos putos machistas que se mueren por el mejor cuerpo de una mujer, pero después se revuelca con ellos. Sólo tengo la certeza de que ellos se mueren por tener sexo con Moana, pero Mérida no los deja, siempre la aleja de ellos. Moana es una de las chicas más deseadas, junto con Mérida, están en la lista.- reveló haciendo que su amiga vuelva a mojarse la cara.
-¡¿Tienen una lista?!- exclamó asqueada.
-Sí. Heather también está en ella, ahora creo que tú lo estarás.- respondió, pero lo que más le asustaba a Astrid era la normalidad con la que lo decía.
¿Así de normal era todo por aquí?
¡Hola hola, genteeeeeeee!
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. ¡Muchísimas por su gran recibimiento a esta historia! 💕
Y lamento mucho si a algunos les volví a abrir la herida sobre la muerte de Tadashi, pero con ello quería expresar la gran inseguridad que hay en las calles. Ahora nuestras vidas no valen más que un teléfono, te roban y te matan sin remordimientos, sin si quiera pensarlo. Lo peor es que la mayoría de veces que alguien muere en un asalto, lamentablemente, son jóvenes que tenían una vida por delante y ahora sus sueños son truncados.
Por el otro lado, tenemos el machismo que cada vez es más dominante en el mundo, a pesar de tanta lucha que la mujer hace, aún no para y tenemos que seguir enfrentando. Lamento si a algunos les duele ver a Eret cómo todo un imbécil, pero es para la trama y puede que les sorprenda más adelante.
Bueno, eso es todo por hoy...
¡Nos leemos pronto! 😘
A_Hiccstrid
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