Capitulo 4
-- Tio Zart -- llamó el pequeño a su "Tio", el cual volteo al oír su llamada. Con un gesto de su cabeza le hizo sabes que lo escuchaba -- ¿Porque Newt camina de esa forma?, Es como si tuviera una piedra en el zapato --.
Esa duda corría por su mente, le parecía algo gracioso, pero a la vez raro.
El chico de nombre Zart solo agachó la cabeza con una mueca, una mueca triste.
-- Creo que se cayó por despistado, por eso pequeño Sam nunca debes de dejar de prestar atención a tu alrededor, siempre tienes que estar alerta, porque no sabes que peligros puede haber -- esa respuesta lo dejo pensando.
Y Zart agradecía que ese fuera el caso, él no sería capaz de decirle algo tan triste y doloroso como lo es la casi muerte de Newt. Estuvo ese día, cuando eso paso, los gritos de dolor junto a las súplicas desesperadas del rubio por acabar con el sufrimiento, pero no el de su cuerpo.
Él no quería acabar con el dolor de su cuerpo.
Él quería acabar con el sufrimiento de su alma.
Y a todos les dolió,les dolió ver a su compañero y amigo de esa forma.
Sin esperanzas.
Sin sentido de lucha.
Sin ganas de seguir soñando, soñando en encontrar una salida que posiblemente no existe.
Minho, él llegó a darles esperanza, junto a los demás grupos de chicos que se atrevieron a entrar al laberinto.
Aquella resortera que impulso a los demás a entrar a ese lugar de muerte, fue Newt, el rubio los unió.
Su dolor.
Su desesperación.
Sus súplicas.
Su desesperanza.
Él hizo que los demás tuviera valor suficiente.
Porque todos querían a Newt, un chico que se veía y era fuerte, pero que en su interior solo quería descansar de la horrible realidad que lo rodeaba.
El amigo.
El compañero.
El comprensivo.
El que los unió.
El pegamento.
Victoria
Winston seguía y seguía pidiendo que matará a un animal, ¿Que acaso no entendió que no podría matar a ninguno?.
Comenzaba a anochecer y eso significaba que sería el final de mi día de trabajos, además también llegarían los corredores del laberinto, tal vez podría ser mi oportunidad de hacer su prueba.
Un crujido a mis espaldas me hizo voltear algo asustada, encontrándome con el corral siendo golpeado por una cabra.
-- tranquila, siempre pasa eso cuando un animal será sacrificado para comer --.
Winston lo decía de una forma tan tranquila, como si estar afilando dos grandes cuchillos fuera lo más normal del mundo, aunque pensándolo bien, no recordaba nada del mundo.
Otro crujido.
-- Winston -- hable al chico aún más nerviosa, esa cabra no se tranquilizaba.
-- ya te lo dije novata, no pasará nada malo, esa cabra siempre molesta, no se porque aún no la sacrificamos -- el chico estaba de espaldas así que no podía ver a la cabra siendo aún más brusca con la cerca del corral, pareciera que le hubiera entendido a Winston.
Crujido tras crujido, mi mano palmeando apresurada la espalda de Winston y la madera del corral a nada de romperse.
-- ¡Winston!, ¡Por tu madre voltea! -- arto de mis súplicas, se volteó algo enojado para ver cómo el corral finalmente se quebraba para dar camino a los pasos apresurados de los animales.
Su expresión era de sorpresa y culpa.
Vacas, cabras, ovejas, cerdos, todos corrían por el área. Cuando de pronto todos se dirigieron a una sola dirección.
Mi pulso se aceleró y corrí.
Corrí lo más que pude al huerto, deseando en mis adentros que Sam no estuviera ahí, que se haya ido al bosque por fertilizante con Zart o Newt, pero tal vez si existiera un Dios arriba, hoy no se levantó con muchas ganas de verme.
-- ¿Mami? -- Sam me observaba correr sin darse cuenta de la gran cantidad de animales que se acercaban a su espalda.
No podía gritarle, eso me quitaría el aire y seguramente no podría seguir corriendo, con el miedo puro en mis venas y las piernas entumecidas, lo tome en brazos y me lanze a un lado de la horda de animales, que se detuvieron en las plantas de zanahoria y tomate.
El alivio en mi cuerpo causó que mis articulaciones dolieran por el esfuerzo.
Pero la preocupación me detuvo de el alivio cuando no salía palabra alguna de Sam, ni siquiera una queja, cuando lo revisé pude notar sangre salir de su cabeza y el pánico causó que mis manos temblaran, los pasos apresurados de los muchachos llegaron a mis oídos.
Unos muy preocupados Clint y Jeff llegaron a mi lado, revisando a mi pequeño, el miedo se reflejo en sus ojos cuando vieron la sangre de su cabeza, y eso a mí me causo más pánico.
-- ¿Q-que tiene? ¿Porque se miran así? -- pregunté demasiado asustada.
-- llevemoslo a la finca, ¡Rápido! -- después de su grito, Newt lo cargo y se lo llevó trotando de ahi, Clint y Jeff hiban junto a el rubio, y yo hiba detrás con todos los muchachos, algunos de ellos me daban frases de aliento, mientras otros solo daban palmadas en mi espalda como animo.
( . . . )
Winston me observaba con culpa, creía que lo era después de ignorarme cuando le dije sobre el corral, pero realmente no era culpa de nadie, las tablas simplemente no resistieron los golpes de la cabra.
La mayoría de los chicos se habían ido, solo quedaban los encargados y el líder.
-- lo siento -- ahí estaba de nuevo.
-- ya te dije que no es tu culpa Winston, fue un accidente, el corral se rompió y ya... Creo que si debieron de sacrificar a esa cabra desde hace tiempo -- comenté en un intento de broma para aligerar el ambiente.
-- creo que si debimos -- respondió Alby intentando sonreír
-- y yo creo que no quieres ser carnicera -- dijo Winston.
Negué con mi cabeza en clara señal de no.
-- después de que Sam despierte, tendremos una asamblea para saber cuál es tu trabajo -- solo confirme a Alby con mi cabeza para escuchar como la puerta de la habitación se abría.
Clint y Jeff salían con un rostro de alivio, antes de preguntar, nos hicieron una seña para entrar.
Dentro puedo ver cómo mi pequeño tiene una venda en su cabeza y pierna, a un lado de la camilla gasas y vendas con sangre se dejaban ver, dándome a mi más sentimiento de culpa por no cuidar a mi propio hijo.
-- estará bien, nos preocupamos cuando vimos la sangre en su cabeza, es muy pequeño y un golpe en la cabeza puede ser malo para él -- dijo Clint
-- pero de no ser porque corriste y te lanzaste por él, tal vez se hubiera llevado golpes que no terminarían nada bien, fuiste valiente, deja de culparte por algo que fue un accidente -- ahora Jeff se dirigía a mi.
-- no uses mis frases en mi contra Jeff -- comenté algo triste.
Mi pequeño, mi niño, ahora tenía una venda en la cabeza y en su pierna, todo porque no fui capaz de cuidarlo como se debe, me distraje lo suficiente como para que le pasara eso, me debería de ver patética ahora, una madre que no puede cuidar a su hijo, irónico la verdad, se supone que los padres deben cuidar a sus hijos, pero ahora solo era yo, ni siquiera recordaba a el padre de Sam.
Y aunque Newt es exactamente igual a él, no podía estar tan segura, ahora mi prioridad era Sam.
Dos dias pasaron desde que Sam dormía, Victoria seguía preocupada y no se separaba casi nunca de el pequeño rubio.
Los clarianos solo esperaban su despertar para la asamblea, la chica aún no tenía trabajo y no podía seguir todo el día con el pequeño, tenía que distraerse de la preocupación de verlo en esa camilla, si para ese día en la noche Sam no despertaba, la asamblea se realizaría al día siguiente.
Las posibilidades de tener un trabajo dentro del área la desilusionaban, quería ser corredora, aunque posiblemente se moriría del miedo ahí adentro.
Si quería sacar a Sam de ahí, tenía que salir, y no aceptaría un "no" de respuesta, si no estaban de acuerdo les molestaría hasta que le dijeran que si.
Pero tal vez no debía de llegar a tales extremos, porque tal vez un corredor la había visto correr como nunca nadie.
Tal vez el corredor era el líder de ellos.
Tal vez la quería en su equipo.
Tal vez sería más fácil de lo que creyó.
Y..
Tal vez... Ella acepte se inmediato.
( . . . )
~ • • • • • • • • • • • • ~
-- ¿Dónde está tu madre Sam? --
El mencionado solo indico con su pequeña cabecita hacía un lugar y el chico caminó hasta ahí.
Pero se detuvo cuando una vocecita lo llamó.
-- tío, tío gali - gali - --
El chico estaba emocionado, por fin diría su nombre, se lo restregaria en la cara a Newt cuando lo dijera.
-- vamos pequeño, dí el nombre de tu tío --
A estas alturas, el pequeño de no más de dos años se acercaba a el mayor a pasos torpes, mientras esté estaba arrodillado con los brazos extendidos para recibirlo.
-- ¡tío! --.
-- ¡si! --.
-- tío gali- --.
-- vamos con más seguridad -- exigió el adolescente.
-- ¡tío gali-! ¡Tío Galileo! -- soltó el niño muy feliz.
El chico tenía la peor cara posible en la vida. Sin duda el rubio padre de Sam se ganaría una golpiza de su parte y está vez Victoria no lo detendría.
~ • • • • • • • • • • • ~
Un fuerte dolor de cabeza lo hizo despertar, se encontraba en la finca por lo que logró ver.
Cuando logró levantarse de la camilla cayó al instante al sentir un dolor en su pierna, pequeñas lágrimas querían brotar de sus ojos por el dolor, el golpe seco llamó la atención de el chico delgado y moreno que se encontraba junto a su compañero revisando a un carnicero que se había realizado un corte -de nuevo-.
Al ver al niño rubio en el suelo ayudó a levantarlo y colocarlo en la camilla, reviso su cuerpo en busca de más daño y realizó los chequeos básicos, llegando a la conclusión de que se encontraba perfectamente bien, a excepción de su cabeza y pierna.
Se recuperará. Eso pensaba el adolescente
-- ¿Quieres que le llame a tu mamá?, Ah estado preocupada todos esos momentos donde estuviste dormido --.
-- si, le puedes hablar a mi mamá tio Jeff, porfavor -- el mencionado sonrió y solo salió de la habitación.
Se sentía feliz, que alguien lo llamara tío era nuevo, pero el sentimiento de felicidad era realmente hermoso.
Corría en busca de la chica, llevaba más de diez minutos así y no la encontraba.
A lo lejos la localizó junto con el segundo al mando, y apresurado tomó su bolso en las manos para que no lo interumpiera al momento de correr.
-- ¡Novata! -- la chica volteo -- ¡Es Sam, despertó! -- pudo ver la sonrisa de está y como corría hacía la finca pasando a un lado suyo, con un suspiro cansado dio vuelta y sintió los golpes de Newt en su espalda como apoyo para seguido de esto correr tras la chica- con una pequeña cojera -, quería paciencia ahora mismo, ¡Diablos! Era cansado correr por toda el área, y sin más opciones emprendió carrera a la finca, después de todo, era el médico.
( . . . )
-- entonces, ¿Podra caminar? -- preguntó preocupada.
-- si, claro, solo que como tendrá una tabla en su pierna para que se mantenga en su lugar, tendrá una pequeña cojera, pero solo será por unos días hasta que el esguince de su pie ya no lo moleste y se recupere completamente, aunque claro solo podrá caminar un poco, porque lo más seguro es que se mantenga en reposo durante la mayoría de esos días -- afirmó hacía Jeff que es el que le dice todo esto, pero está segura que los demás chicos escucharon todo.
-- ¡mami, mami! ¿Ahora seré como Newt? -- pregunta inocente el niño, sin notar el pesado ambiente que se formó en la habitación.
-- si, serás como yo, ¿No es genial? -- el rubio mayor quería aligerar el sentimiento abrumador en su pecho y la única forma de hacerlo fue bromeando sobre eso, aún le dolía, pero tenía que afrentar la consecuencias de sus estúpidos actos.
-- ¡Eso es genial!, ¡Tu y yo seremos un dúo inseparable de dos personas!, ¡nadie nos ganará! -- Newt soltó una risa ante lo dicho por el pequeño.
-- Sam -- llamó su atención -- un dúo es de dos personas, no hay necesidad de que aclares eso -- mencionó con una risa.
( . . . )
-- estará bien chicos, no tenían que hacer todo esto -- un tono nervioso escapa de su boca al hablar.
Sam esta en una camilla mejor que la de antes, está vez parece una cama individual, cortesía de los constructores, pero especialmente de Gally, que mencionó y criticó sobre su "falta de cuidados en un niño", refiriéndose a la camilla donde según hiba a descansar.
A su lado un pastel preparado por sarten junto con un vaso de, ¿licuado?, hecho gracias a los aradores y Zart que le dieron las manzanas y fresas de lo poco que quedó del huerto - ya que los animales lo destrozaron en su mayoría -.
La finca está más limpia porque los fregones dicen que de esa forma Sam no puede tomar una enfermedad por las bacterias, y dos embolsadores están afuera de la habitación cuidando que no le pase nada malo a Sam.
En cuanto a Winston, dijo que cuando Sam logrará caminar le tendría un regalo listo que creía que le encantaría, Victoria le dijo que no era necesario pero una astilla de culpa aún seguía en el morocho.
Y Victoria, ella deseaba que Sam no se hiciera altanero y presumido por toda la atención excesiva que estaba recibiendo de los muchachos.
Y aunque sabía que su hijo no sería así, los chicos no ayudaban.
Pero mañana tendría un día difícil, mañana decidirían cuál sería su trabajo en el área, Sam despertó algo tarde, por lo que mañana tendría un nuevo reto que vencer en el área.
La asamblea.
¡Capitulo 4!
Estoy más emocionada ya que el apoyo que recibo es todo para que continuar escribiendo
Y muchas gracias a todas esas personitas que votan en cada capítulo 🥰
Me ayudan demasiado en verdad
Actualizaré en unos días, el trabajo aveces se lleva todo el día y no descanso hasta que toco la cama, y para cuando pasa eso estoy agotada y con demasiado sueño.
Así que aré el esfuerzo 😅
¡Sin más me despido!
Florprinces fuera
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