Capítulo 33

Estaba en el piso, tapando su cabeza con sus manos, de repente soltaba quejidos pero apretaba la boca para no darle el gusto a esos idiotas.

Las patadas se detuvieron y volteó a verlos enojada.

-- ¡Si quieres que ya no te demos una golpiza, solo arrodíllate y rueganos el perdón -- un niño grande, de la misma edad que su hermano Gally, estaba acompañado de otros cinco niños más.

-- ¡Yo jamás le ruego a nadie! -- les gritó llena de coraje.

-- ¿¡Ah!?, ¡Entonces te las verás conmigo! --

Era un mentiroso... Porque sus otros amigos no tardaron en golpearla al ver cómo lograba tirar al niño después de una patada.

Ese día se llevó la golpiza de su vida, pero tan pronto su hermano se enteró mágicamente los niños despertaron en la enfermería.

Y descubrió a una doctora regañando fuertemente a Gally, que solo mantenía los puños apretados.




























( . . . )







































-- estaré bien -- respondió con la voz agitada -- Ey, idiota, ¿Cómo me veo ahora? -- su cabello estaba alborotado, perdiendo el brillo y suavidad que tenían, los ojos cada vez más rojos y vidriosos, mientras que sus labios se hacían oscuros cada segundo marcandose las venas en su piel.

-- no importa como, para mí seguirás siendo la chica mas fea que he visto en la vida -- Thomas bromeó con ella tratando de borrar el sabor amargo que tenía en la garganta al verla así

Y ella lentamente levantó su dedo del medio, con una diminuta sonrisa.

Se estaba quedando sin fuerzas ya.

Sentía que algo corría por su cuerpo, algo maligno y que crecía mas rapido que los primeros dias en que se infectó.

El como su conciencia se iba apagando poco a poco, veía a Thomas y un impulso profundo nacía, uno que le gritaba que lo matara, que acabara con su vida lentamente y con mucho dolor.

Pero no podía, porque era su amigo, su familia, y lo amaba. No podía ser capaz siquiera de pensar hacerle daño, ella no sería capaz.

Pero la extraña cosa que crecía en su interior, esa que lo hacía pensar todo eso, aquella que la obligaba a explotar de ira cada que podia.

Esa estaba dispuesta a hacer eso y más, mucho más.








































( . . . )


















































Sus pies ardían, perdían a gritos un merecido descanso, pero no ahora.

-- ¡Más rápido, Sam! -- le exigió Minho con la respiración acelerada.

Las balas llovían, de acá para allá, amenazando sus vidas, pero ellas no eran tan importantes como las de Victoria, eso pensaban.

Todas las calles que recorrían tenían que tener algún tipo de desastre. Entre peleas con guardias, personas muertas o gritos agonicos.

-- tápate los oídos -- el niño hizo caso a la petición de su tío.

Y Gally lo cargó en sus brazos para apresurar la marcha.


































( . . . )




































Una explosión los alejó de su objetivo.

No, por allá estaba todo destruido.

Volvió a caer al piso, está vez tosiendo en exceso expulsando una gran cantidad de sangre.

-- ya no puedo -- dijo con la voz ahogada.

-- ya casi llegamos, solo son unos paso -- trató de levantarla sin mucho exito.

-- no... Déjame, vayanse... -- de su bolsillo saco un objeto que el rubio no pudo ver con claridad -- ten... Quédatelo...  Tómalo, Newt, tómalo -- le entregaba el pequeño objeto que tenía en las manos.

Él sin poner atención a eso siguió levantandola con algo de ayuda de Thomas.

-- luego... Luego --

-- tómalo, ya, tómalo --

-- luego --

-- ¡Que te lo quedes! -- su voz se elevó al máximo llegando a un tono agudo y soltando todo el poco aire que tenía en sus pulmones, logrando que respirara más agitada -- te lo ruego, Newtie, te lo ruego --

Sangre salió de su boca, después de eso mismo, se sintió desmayarse por un momento, volviendo a ser conciente segundos después.

-- bien... -- lo tomó en sus manos, dándose cuenta que era el cilindro pequeño en dónde habían encontrado sus anillos de casados.

-- venga -- Thomas la levantó alejándola de las explosiones y ruidos que provocaban las peleas.

Siguiéndolos después de poco el rubio. Lo miró a la cara, había llorado un poco antes de llegar a su lado.























( . . . )





























-- ¡Brenda! -- la chica estaba sentada dentro del Berg que habían robado hace poco en la misión del tren.

Se levantó apresurada, viendo a Gally, Minho y Sam llegar corriendo.
Bueno, Gally cargaba a Sam.

-- ¿Dónde están los demás? -- preguntó de inmediato.

-- ¡Danos el suero! -- ordenó Minho apenas llegó.

Se echaron a correr de regreso, dejando a Sam con Jorge.

-- ¡Es Victoria! ¡Lo necesita! -- le informó Gally descubriendo que Brenda era la más rápida en ese momento.

Las balas los tomaron de imprevisto, haciendo que los cuatro muchachos que acompañaban a la chica se detuvieran a refugiarse detrás de un auto.

Sin embargo, ella corrió sin importar el peligro que significaba.

No podían dejar morir a Victoria.

No hablaban tanto, pero la conocía lo suficiente para saber que era ruda, fuerte e inteligente.

Además, ella le ayudó con un problema que tuvo con Sarten.

Victoria se encargó de que se diera cuenta que no gustaba de Thomas, si no del chico moreno que había sido dulce y amable con ella desde el principio.

Le debía eso y más.


























( . . . )















































-- mátame -- soltó entre jadeos ahogados -- Newt, mátame -- el rubio negaba con la cabeza incapaz de soltar palabras -- ¡Que me mates! -- se soltó de su agarre cayendo en el suelo.

-- ¡Victoria! -- el muchacho se arrodilló y la ayudó a levantarse con cuidado.

Ella seguía delirando.

-- ¡Vamos, Newt! -- Thomas llegó a su lado y fue de apoyo para el rubio.

-- mátame... Mátame -- seguía susurrando.

-- ¡Ya cállate! ¡Llegaremos a tiempo! ¿Bien?... Ya casi llegamos... Todo estará bien -- mediante iba avanzando, su voz se perdía con los sonidos del exterior.

Entraron a un especie edificio, no lo sabían, pero no tenía nada al rededor, solo se podia ver el final donde otra puerta daba afuera.

Seguían caminando, batallando pues la chica ya no tenía suficiente fuerza para mantenerse de pie.

-- déjenme aquí -- aún seguía susurrando cosas incoherentes para ellos.

Su cuerpo cayó al piso sin poder detenerse, está vez ni siquiera puso esfuerzo en detenerse.

-- ¿Victoria? ¡Ey! ¡Ya casi llegamos! ¡Cariño, despierta! -- los ojos de Newt se ponían llorosos con cada palabra que soltaba.

-- Newt --

-- ¡Dejame!... Cariño, vamos, solo vuelve. Por Favor... Regresa, prometimos cuidar a Sam juntos... Vuelve, ¡Vuelve! --  Lágrimas manchaban sus mejillas pálidas y su nariz se tenía de rojo con cada grito que soltaba.

El sonido de interferencia se escuchó  desde las bocinas que había por toda la ciudad.

-- Thomas -- la voz de Teresa se escuchó -- ¿Me escuchas?... Necesito que me escuches... Sé que no tienes que confiar en mi, pero necesito que regreses... Thomas, tú puedes salvar a Victoria. Aun hay tiempo... -- Newt se levantó del suelo, sirviendo su nariz de vez en cuando -- hay una razón por la que Brenda no está enferma... es tu sangre... tú la salvaste... solo tienes que regresar y todo terminará, por favor regresa a mí... Se que harás lo correc- -- la transmisión por la que se comunicaba se cortó repentinamente.

Las luces del lugar donde estaban se encendieron cegandolos un momento.

Movimiento detrás suyo captó su atención.

Era Victoria... Estaba bien... ¡Estaba bien!

-- ¿Victoria? -- se giró lentamente a ellos, dejando ver sus ojos oscurecidos, bajo ese cabello despeinado.

No... ¡No!






















































Victoria





























Todo estaba borroso... Derrepente cerraba los ojos y estaba en otro lugar... Había mucho humo, explosiones también, no sabía lo que pasaba.

Podía sentir mi boca resolverse incómoda por la sangre en ella, pero esque el sabor de hierro fundido y caliente no sabía para nada bien.

Podía, entre el molesto silbido que sonaba en mis oídos, escuchar a Newt... Mi Newt, susurraba algunas cosas pero no prestaba atención a eso, solo podía deleitarme con su rostro serio y atractivo a través de la oscuridad.

¿Qué me pasaba? ¿Por qué mi mente estaba llena de esos pensamientos tan impuros?

De repente un hombre se paró enfrente nuestro, pero Thomas le disparó tan pronto tuvo oportunidad.

Mi vista comenzaba a fallar de más.

Me dolía... Me dolía tanto hacer algo que yo no quería. ¿¡Por qué mi cuerpo lastimaba a Newt!?, Yo no quiero matarlo. Quiero que viva feliz, sin arrepentimientos.

-- ¡Mátame! -- pero aún así mi boca no dejaba de pedir a gritos, aquello que tanto quería, porque rogaba que todo se acabara.

Aunque amo vivir... No puedo seguir aquí si soy un peligro para ellos.

Y derrepente, imágenes pasan por mi cabeza, mientras mi cuerpo ataca a los chicos sin yo quererlo.

Ahora lo entiendo... Entiendo por qué hice todo lo que hice antes de perder la memoria... Solo quería protegerlo.

Siempre lo hice, y siempre lo haré... Porque lo amo.

Todo lo hice por Sam... Él era la clave de todo.

-- ¡Mátame, Newt, mátame! -- le grito con todas mis fuerzas mientras mis manos lo golpean contra el suelo con furia.

Quiero matarlo.

¡No!.

Escucho una voz en mi cabeza, que no ha salido desde hace rato de ella.,

Y me regresa a la actualidad, dónde veo Newt contra el suelo... A solo unos metros está Thomas, inconsciente con un gran chichon en la cabeza.

Hm, si de por si ya tiene la cabezota bien grande.

-- l-lo siento... Lo siento, Newt -- ¿Yo había echo todo eso? ¿Había dejado a Thomas así?.

-- está bien, cariño, ¿Sí? Todo está bien, estarás bien -- bajo la vista a sus piernas, dónde veo un arma.

Parece que me leyó el pensamiento, porque de inmediato movió su mano impidiendo que la usara.

Me enojó demasiado que hiciera eso.

-- ¡DEJAME MORIR! -- podría jurar que le grité en la cara, pero en mi mente solo escuchaba los gritos y gruñidos de lo que me estaba controlando.

-- ¡NO LO HAGAS! -- me gritó de regreso,  gruesas lágrimas corrían por sus ojos -- ¡NO PUEDES MORIR! ¡NO PUEDES DEJARME! --

¿Por qué le hago tanto daño? Quiero dejar de hacerlo, pero no puedo.

¿¡Por qué soy tan débil!?

-- Lo siento... Lo siento tanto, Newt... Pero... Mátame... No quiero lastimarte, no quiero matarte --

-- ¡Te amo, cariño! ¡Siempre lo he echo! -- me volvió a gritar.

Pero no sabía por que.

Sentí sus labios sobre los míos como la primera vez...

En los últimos momentos de vista, susurré su nombre.

Quería decirle que también lo amaba. Que lo quería con locura desde hace años. Pero mi cuerpo solo llegó hasta ahí.

Ya no sentía nada.

Ni siquiera dolor.

¿Había muerto?

Espero que sí


























-- Newtie... -- la miró a los ojos por última vez, observando como su brillo rápidamente se perdía después de llamarlo de esa forma tan cariñosa.

Sabía que quería decir algo más, pero la vida se fue de su cuerpo antes de lograrlo.

Su boca sangró, escurriendo en el piso, y su cuerpo cayó con fuerza, siendo sostenido por el rubio que lloraba como nunca antes.

-- ¡Newt! -- alzó la vista, mirando como cinco cuerpos corrían hasta donde estaba.

-- no... -- logró escuchar ese susurró haciendo que se quebrara por completo frente a ellos.

-- no te vayas... Por Favor... Regresa, perdóname -- besaba su mejilla dejando que las lágrimas que salían de sus ojos cayeran por su rostro.

Minho fue el primero en caminar, cayendo de rodilla al piso, incapaz de soltenerse de pie.

Sarten y Winston seguían sin creer lo que pasaba.

No podía ser cierto.

-- ¡NO! -- a su lado llegó corriendo Gally tirándose al suelo llorando -- ¡NO! ¡POR FAVOR NO! ¡ESPERA, NO TE VAYAS! ¡POR FAVOR, DIOS, TE LO RUEGO! ¡NO TE LA LLEVES! -- gritaba al aire a nadie en particular, arrebatando de Newt el cuerpo de su hermanita. Tan pequeña y frágil. El cuerpo de su hermanita, inerte y frío.

Ni siquiera pudo pedirle disculpas por lo que había pasado, quería explicarle bien como había sobrevivido, que todos los días pensaba en ellos, en volver con su hermana.

Pero ahora no podia decirle, ni siquiera recibir lo que desde que la vio quería.

Un abrazo.

Quería abrazarla hasta que se le cansarán los brazos, hasta que estuviera harta de su holor, hasta que se olvidara de su otro “hermano”.

Newt se levantó, comenzando a caminar sin rumbo fijo, antes de caer al duro suelo de cara.

Haciendo que corrieran tras de él.

-- ¡Newt! -- se había desmayado.

-- ¿Dónde está Thomas? -- preguntó preocupado Sarten. Hace unos momentos podía jurar que estaba en el suelo.

-- tenemos que irnos, luego lo buscaremos --

-- vámonos, Gally, ya no hay nada que hacer -- Minho llegó a su lado tomando su hombro como apoyo.

-- ¡DÉJENME EN PAZ! ¡NO QUIERO VERLOS! -- el enojo en su voz se notaba a kilómetros, en un intento por ocultar su tristeza-- ¡VICTORIA, REGRESA! ¡VICTORIA! ¡VICTORIAAA! -- por más que la sacudía, ella no se levantaba.

No lo volvería a hacer.

Porque ella estaba muerta.

Y ya no podía hacerse nada.








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