-- pasa novato --

Con algo de polvo la cabaña se encontraba fuera de eso, en excelente estado.

-- ¿Aquí vienen después de correr? -- les preguntó.

-- si, aquí se hacen los mapas y se guardan como todos los días -- contestaron a su duda  -- pero no vamos a hablar de eso ahora. Esto es por lo que vinimos -- se agachó en junto a un baúl y comenzó a buscar algo -- aquí está novato -- levantó un prenda al aire de forma orgullosa -- calzones de corredor --

-- ¿Qué es eso? -- preguntó confundido.
Recibió una mirada aburrida por parte del asiático y una divertida por parte de la chica.

-- esto amigo mío, mantiene todo en su lugar y cuando digo todo, me refiero a todo -- dijo mientras poco a poco veía hacia abajo.

Thomas se avergonzó he intento taparse con la mesa de la mirada de Minho.

-- no voy a usar eso --

-- pues te jodiste, porque todos los corredores lo usan -- alegó sonriendo, haciendo que sus ojos se volvieran dos líneas finas.

-- ya dilo Thomas -- habló la chica al ver su mirada, ésta era mezclada con curiosidad y confusión.

-- ¿Tú... Ya sabes... -- se trabó al hablar.

-- no Thomas, yo no uso de esos --

-- ella usa otro tipo de prenda que mantiene  todo en su lugar, ¿Ya entendiste? -- le informó el asiático.

-- ya entendió -- lo miraba -- mis ojos están aquí arriba Thomas -- lo reprendió al ver qué su mirada era dirigida a un lugar. Digamos que ya sabemos cuál.

-- más respeto a mi hermana --

-- ¿Aun siguen haciendo mapas?, ¿Después de tres años? -- habló queriendo desviar el tema que le parecía claramente incómodo. Se quedaron en silencio y prefirieron no contestar las preguntas.

-- es complicado, novato --

Al destapar la mesa que se ocultaba bajo una manta, Thomas presenció algo que jamás se pudo haber imaginado.

-- ¿Cómo... Cómo lo hicieron? -- frente a sus ojos se encontraba algo increíble, una maqueta del laberinto, ¿De dónde?, eso se preguntaba.

-- bueno, después de años recorriendo ese laberinto... ¿Crees enserio que aún seguimos haciendo mapas? -- habló sarcástico Minho.

-- Quieres decir... --

-- está completo -- lo interrumpió Victoria.

-- ya no queda nada que recorrer, desde hace más de dos años, yo mismo lo he recorrido, cada centímetro, cada ciclo, si hubiera una salida ya la hubiera encontrado-- lo serio de su rostro era sorprendente.

-- ¿Los demás lo saben? --

-- no -- respondió sencillo

-- ¿¡Por qué no les dicen!? -- Habló apresurado apunto se hiperventilarse.

-- Alby lo decidió, ¿Cómo crees que van a reaccionar?, con gritos de alegría festejando que el laberinto en el que estamos encerrados no tiene salida -- Thomas no podía creer el desinterés en sus voces.

-- ¿Por qué me enseñan esto? -- un poco más calmado, preguntó intentando entender su comportamiento.

-- todos los corredores lo saben, ahora los que no lo son, tienen que aprender a mantener el pico cerrado -- le contestó la chica.

-- salimos todos los días, con la esperanza de que sea diferente, de que haya cambiado, pero sigue siendo lo mismo -- ahora se percibía la decepción en su varonil voz -- hace años, en las secciones exteriores, descubrimos números escritos en las paredes, en ese entonces la sección seis estaba abierta, después la cuatro y la ocho y luego la tres, siguen el mismo patrón que siempre --

-- Los mapas... ¿Son exactamente iguales? -- los dos corredores solo le confirmaron con la cabeza lo que más temía.

-- ya no hay nada que hacer, solo... Seguir corriendo, de otra forma moriremos -- terminó la chica.

-- todos los días que recorriamos una sección, llegábamos y hacíamos el mapa y se guardaba en uno de los baúles qué ves -- al voltear se encontró con los baúles al rededor de la cabaña, que era de forma cilindrica -- ahí está toda la información de tres años de trabajo, no podemos hacer que pierdan la esperanza --

-- ¿Qué tiene de especial la siete? -- preguntó al observar el cilindro en su mano, que aún tenía el número mencionado en la pequeña pantalla. Victoria vió a Minho queriendo que le regresará la mirada, más sin embargo él no lo hizo.

-- no lo sabemos, pero de esa sección salió el penitente, no deberia de estar abierta, mañana nosotros iremos a verla, para saber que tiene de especial -- alegó la chica. Logrando contactar sus ojos con el asiático.

-- ¿Ya han intentado usar los mapas? -- le preguntó con un abismo de esperanza. Siendo inconciente de la pregunta que había echo

-- ¿A qué te refieres... --

-- ¡Oigan! -- los gritos de dos chicos los hicieron interrumpir su plática -- ¡Chicos! -- en la puerta de la entrada, Clint y Jeff llegaban corriendo notablemente cansados.

-- ¿Qué hacen?, saben que no pueden estar aquí -- la voz de Minho se escuchó mientras él y Victoria intentaban tapar la maqueta del laberinto con sus cuerpos.
-- ¿Qué sucede chicos? -- ante su duda, ellos solo levantaron la palma de su mano mientras se recargaban en la puerta a respirar agitadamente.

-- Es la chica... Despertó -- ante eso, corrieron al oír un escándalo y gritos afuera.

Llegaron con Chuck y Sam que se encontraba riéndose a carcajadas.

-- ¿Qué sucede Chuck? -- el niño solo apunto hacía la torre de vigilancia que se encontraban a una distancia considerable mientras reía.

-- es increíble --

-- ¡Ella lanza rocas a todos mis tíos y a papá! -- se carcajeo Sam -- ¡Pero aunque se está portando mal con ellos no deja de ser divertido --

-- ¿Papá? -- se escuchó el susurro de Víctoria con incredulidad en ella.

Clint, Jeff y Thomas corrieron hacia la torre intentando detener a la chica.

-- ¡Déjenme en paz! -- se escuchó su grito.

-- ¡Cubranse! --

-- ¡Oye venimos en son de paz! -- le gritó Sarten mientras se cubría con una olla.

-- ¿¡Que le pasa!? -- alegó Winston tapándose con una tabla.

-- ¡Escúchame! -- se escuchó la voz firme pero desesperada de Gally -- ¡Si vuelves a aventar otra roca te juro que... -- fue interrumpió gracias a otra de ellas cayendo justamente en su cabeza, logrando que el chico de quejase mientras se llevaba las manos a dónde se encuentra su cabello.

-- creo que no le caemos bien -- soltó sarcástico Newt que se encontraba tapándose con la tabla que tenía Winston.

Chuck, Sam y Minho solo reían ante todo el escándalo y lo divertidos que se veían intentando esquivar las rocas.

Victoria aún pensaba en la palabra que dijo Sam, "papá", ¿Cuando?.

-- mami, ¿No es divertido como papá y los tíos intentan esquivar las rocas? -- le preguntó un emocionado Sam.

-- hijo, ¿Quién es papá? --

-- ¿Ah?, pues es Ne.. --

--- ¡Oye Victoria! -- la llamaron a lo lejos -- ¿Por qué no nos ayudas?, entre mujeres se entienden, ¿No? --

Ella suspiró para levantarse.

-- después hablaremos de esto, ¿Bien? --sam solo asintió feliz por recibir un beso en su frente de parte de su mamá -- quédate con el tío Minho y con Chuck -- caminó hacia la torre con una expresión cansada.

-- ¡Ayudanos! -- le gritaron al mismo tiempo.

-- para eso me gustaban, larchos -- les dijo de brazos cruzados.

Cayeron más rocas haciendo que se taparan más.

-- Thomas -- le habló -- dile tu nombre -- señaló hacia la torre.

-- ¡Oye!, ¡Oye!, ¡Espera soy Thomas!, ¡Soy Thomas! -- las rocas se detuvieron repentinamente y se pudo ver su negro cabello caer -- ¡Voy a subir!, ¿¡Bien!? --

-- ¿Tanto les costaba? -- les preguntó.

Estaban un poco avergonzados con ella, ¿Se vieron patéticos?, Si, ¿Hicieron el ridículo?, Si, ¿Dieron risa?, Claro que si.

-- ¡Oye Thomas! -- les gritó Victoria -- ¿¡Va a bajar o no!? --

-- ¡Denos un momento! --

Poco a poco se empezaban a alejar.

-- ¿Todas están así de locas?, con Victoria era suficiente -- preguntó Sarten sin ver qué Victoria aún seguía atrás de él.

-- te puedo enseñar que tan locas podemos ser -- se asustó al punto de dar un pequeño brinco en su lugar, los chicos apesar de hacerle señar a el chico moreno no pudieron hacer nada para ayudarlo.

Pobre chico.

( . . . )

Estaban en la enfermería.

Veían a Alby delirar y moverse bruscamente.

-- no lo haremos -- se escuchó la voz de Newt -- hasta donde sabemos esto puede matarlo --

La novata traía consigo dos jeringas, Thomas alegaba que podían ser el antídoto para salvar a Alby, pero Newt se negaba ya que eran totalmente distintos a las jeringas de antídoto que les mandaban C.R.U.E.L.

-- ¿Y que tal si termina salvandolo?, está delirando --

Newt estaba estresado, sintió una cálida mano posarse en la suya, lo tranquilizó pero también hizo que su corazón latiese de forma veloz.

-- hazlo -- le dijo decidido.

Thomas poco a poco se acercó hasta llegar a lado de la camilla, estaba apunto de inyectar a Alby, pero él despertó de pronto tomando su mano de manera fuerte.

-- ¡Tú no deberías estar aquí! -- ahora lo tomaba por la camisa mientras lo agitaba rápido -- ¡Tú no perteneces aquí! -- se calló derrepente para volver a dormir, de su piel habían desaparecido las venas y ahora ya no deliraba.

La novata le había inyectado la otra jeringa que quedaba.

Estuvieron en silencio por unos segundos pero eso se rompió gracias a Gally que llegó a la cabaña.

-- Ey, ya anocheció novato, vamos -- Thomas cumpliría sus dos días en el hoyo.
Salieron para caminar hacia su destino.
Mientras caminaban, Gally que sostenía una antorcha iba ligeramente atrás de Thomas -- ¿No se te hace extraño? --

-- ¿A qué te refieres? --

-- llegas tú, pasa lo de Ben, luego Alby y la chica -- le recriminó

-- eso puede pasar, Victoria ya estaba antes que ella en el área -- se defendió Thomas.

-- no la metas en esto -- su expresión cambio a enojada.

-- ¿La quieres? -- Gally no contestó -- pues lamento decirte que ella está con Newt, además, ¿No has visto a Sam?, aprende a entender tu lugar -- le habló brusco.

-- escúchame -- lo sostuvo de la camisa, colocando muy cerca de su rostro la antorcha -- te vi en la transformación, voy a descubrir quién eres y demostrar que tú presencia no traerá más que problemas, y cuando lo descubra, te mataré -- lo arrastró los pocos metros que quedaban hacía el hoyo y lo lanzó de forma brusca -- no vuelvas a meter a Victoria en esto, ¿Me escuchaste?, sí no te mataré antes de descubrir algo -- terminó por irse de ahí, dejando a un Thomas rencoroso y muy lastimado.

Pasaron minutos y una pequeña luz se vió por la reja echa de bambú.

-- ¿Quien anda ahí? -- preguntó.

-- hola -- saludó Chuck

-- hola -- saludó Sam ahora.

-- Chuck, Sam, ¿Qué hacen aquí?, su mamá se preocupara --

-- toma -- el niño le pasó una botella de vidrio.

-- ten tío Thomas -- estiró su mano chiquita por los cuadrados de la reja, en esta llevaba una tela cubriendo algo.

Cuando el chico la abrió se encontró con galletas dentro.

Los vió a los dos y sintió algo cálido en el pecho al verlos sonriendo inocentes.

-- gracias --

Se acomodó para comer mientras los dos niños también lo hacían.

-- ¿De dónde lo consiguieron? -- les preguntó

-- el tío Sarten nos dió por ser buenos niños -- le contestó sonriendo Sam -- o bueno, eso dijo al menos --

Thomas siguió comiendo y observó la pulsera que Chuck tenía.

-- ¿Qué es eso? -- le preguntó -- la pulsera --.

-- Oh, bueno, es algo tonto -- dijo avergonzado.

-- bueno, no tenemos nada más de que hablar --

-- sí algún día salimos del laberinto... Quiero ir con mis padres y entregársela... Decirles que aunque ellos no estaban... Encontré a personas que me cuidan y protegen como si fueran ellos... Qué encontré a personas que amo mucho y que encontré a dos en especial que me hacen sentir querido y con un cariño diferente al resto, que me quieren como ellos me quieren a mi... Qué encontré a las personas correctas para decirle papá o mamá... Pero que aún así aunque los padres que aún no conozco no estuvieron conmigo, yo los quiero muchísimo -- una lágrima recorrió su mejilla mientras al que consideraba su hermano lo abrazaba fuerte.

( . . . )

El sol apenas llegaba a los inicios del muro, el área tenía una tenue iluminación.

Los dos corredores iban de camino al hoyo por el corredor que faltaba.

-- entre tantos larchos, escogiste al rubio con ojos color mierda -- recibió un sape de parte de la chica -- ¡No me pegues ridícula!, no es mi culpa que tu rubio oxigenado tenga los ojos así, ¡ach!, ya veo quien heredó el buen gusto --

-- ¡No heredé nada Minho! -- lo empujó.

Se empujaban entre ellos por los chistes de Minho hacía los sentimientos de su hermana

Llegaron más rápido de lo que esperaban en donde era el castigo de Thomas.

-- nos espera un buen día -- habló Minho al arrodillarse frente la reja.

-- ¿Seguro que no quieres quedarte Thomas? -- se burló la chica.

-- ya saquenme de aquí -- se lamentó.

Caminaban a las puertas dispuestos a descubrir el secreto de la sección siete.

-- hoy abre la sección cinco, pero iremos a la siete para ver qué podemos encontrar --

-- ya vámonos -- le sonrió Victoria a su hermano y al novato.

El asiático respondió la sonrisa para voltear y correr al interior.

Cada pasillo, cada sección, nada era extraño, las secciones estaban cerradas como costumbre al no ser el día de estar abiertas, hasta que llegaron a la siete.

-- es extraño -- habló Minho -- se supone que se abre mañana --.

-- pues no queda más que ver por qué -- suspiro la chica cansada.

Corrieron un par de kilómetros más, llegó el punto de estar en las placas, aún más extraño, estaban acomodadas de una forma distinta a las anteriores, como si hubieran estado alineadas y de repente se hicieron a un lado.

Detuvieron su paso al encontrar algo en el suelo, al agacharse, Thomas se sintió tremendamente mal. Minho y Victoria solo observaron de cuclillas lo que estaba enfrente suyo. El único en atreverse a tomarlo fue Minho.

-- esto era de Ben -- dijo alzando la prenda que anteriormente era blanca pero se tiñó de rojo al contacto con la sangre de su amigo.

-- ¿Por qué justo aquí y no en otra sección? -- soltó al aire Thomas.

-- empiezo a creer en lo que me quisiste decir, eh hermanita --

Llegaron a un pasillo que a Thomas se le hacía extremadamente conocido.
-- ¿Esta sección... --

-- el acantilado se encuentra en la sección siete -- completó Victoria.

-- vamos --

Al llegar a la orilla, se atrevieron a mirar al horizonte, se podía ver la luz del sol, era como si alguien hubiera construido un laberinto y haya deseado que flotara a la deriva.

Pusieron atención a cada detalle, al contrario de las demás veces.

-- Minho, Thomas, miren eso -- apuntó a un lugar en específico, más exactos, casi justo abajo de sus pies -- allí no se refleja tanto la luz, además el lugar es un poco obscuro a comparación de los demás -- al terminar de decir aquello, un pequeño sonido retumbó.

Un pequeño tip, tip, tip.

Era constante, y aún no sabían de dónde venía.

Victoria corrió hacia Minho y lo jaló de la espalda hacia atrás.

-- ¡Ay!, ¡Por qué me jalas! --

-- ¡Cállate llorón! -- al encontrar lo que buscaba, sacó el cilindro de la mochila de su hermano y lo tomó en sus manos.

Se movía en Zic-Zac tratando de encontrar el por qué del sonido que provocaba el aparato.

Al llegar a cierto punto, el sonido se aceleró, era justo donde antes ella había señalado.

-- bueno, admito que tenías razón -- dijo rendido al recibir una mirada victoriosa de parte de ella.

Tomó un liana que le pareció lo suficiente fuerte para sostenerlos a los tres y la jaló.

-- esto será suficiente -- con la liana en mano, se dirigió lo más cerca de la orilla posible, la ató lo más fuerte que pudo, con más enredaderas y se aseguró de que estuviera bien atada -- ayúdenme -- les dijo después de recoger unas cuantas rocas del suelo. Empezó lanzandolas a diversos lugares, después se le unió Minho y luego Thomas. Todas las rocas que caían no mostraban sonido.

-- ¿Qué hacemos? -- le preguntó Thomas confundido.

-- no lo sé -- le respondió Minho.

-- detenganse -- les ordenó Victoria -- si se atreven a hablar los asesino, ¿Escucharon? --.

Se agachó por una roca más y al levantarse estiró su mano de forma horizontal hacía enfrente suyo, dejó caer la roca esperando que estuviera en lo correcto.

Un sonido seco se escuchó. Bingo.

Los volteó a ver con una gran sonrisa, mientras ellos mantenían una mirada sorprendida.

-- hay que bajar -- les sugirió. Guardó el cilindro en su pequeña mochila y se sentó en el suelo, se sostuvo de la liana y poco a poco se volteó para dejarse caer lentamente.

En cuestión de segundos su figura ya no pudo ser vista. Thomas y Minho se veían inseguros de la situación.

-- ¿Y si nos morimos ahí abajo? -- preguntó con algo de horror.

-- bueno, no fue un gusto conocerte -- Thomas levantó su ceja izquierda, juzgando al asiático.

-- ¿¡Van a venir shanks!? -- les gritaron, asustandolos.

-- bueno, para eso nacimos, ¿No?, para morirnos por cosas idiotas. Ve tu primero novato --

-- ¿Por qué yo? --

-- se ve que tienes ganas de morirte -- Thomas no contestó. Solo tragó duro y se sostuvo de la liana repitiendo el mismo procedimiento que Victoria.
Mientras bajaba, llegaba a las nubes sintéticas que había, las atravesó haciendo que se viera como neblina y cuando terminó cayó al suelo de espaldas. Sintió unas manos ayudarle a levantarse, por un momento se asustó pero después vió que era Victoria.

-- ¿En donde está Minho? -- le preguntó.

-- ¡Aquí vengo! -- se escuchó un grito -- está muy cómodo este piso -- dijo al dejarse caer.

-- será porque estás encima mío tal vez -- le reprochó Thomas sin aire.

-- bueno... -- se levantó sin problemas -- No lo siento --

-- vengan -- habló Victoria ahora con el cilindro en la mano.
El lugar en el que estaban parecía un laberinto pequeño. Pequeños, angostos y cortos pasillos.
Poco a poco el sonido aumentaba su ritmo y volumen.
Al dar una vuelta se encontraron un largo pasillo, al final de el, había un vacío oscuro.

-- ¿Qué demonios es esto? -- soltó Minho.

-- no tengo idea -- le siguió Thomas.

Estaban en la orilla y se negaban a seguir avanzando.
Justo en el centro del vacio oscuro, estaba un camino que los llevaba a una construcción cilindrica.

-- espera -- detuvo Minho a Victoria que caminaba hacía el frente -- ¿y si es una ilusión como en el acantilado? -- habló preocupado.

-- lo averiguaremos -- dijo segura.

Dió un paso y luego otro, caminaba precavida hacia adelante hasta llegar al final. Se adentro en la estructura. El cilindro de su mano sonaba rápido.
Volteó encontrando a los dos chicos que venían con ella atrás suyo.

-- ¿Qué es eso? -- al terminar de hablar el sonido se detuvo.

Un conjunto de luces se encendieron en el círculo con pantalla que había en la pared. Se extendieron por toda la construcción y fue abajo y arriba recorriendo sus cuerpos. Ellos solo veían sin saber que hacer o decir.

-- ¿Qué hac... -- un sonido más fuerte los interrumpió, el piso comenzó a temblar de forma rara.

-- ¿Por qué mejor no vamos corriendo de una vez? -- preguntó Victoria con temor.

-- si -- le contestaron los chicos al mismo tiempo.

Siguieron a Victoria, mientras corrían asustados, el piso se movía rápido y en poco tiempo comenzó a zafarse. Al dar la vuelta en donde se encontraba la liana en la que habían bajado, el piso de ahí comenzó salir volando haciendo un efecto domino en todo lo demás, no tuvieron otra que correr al lado contrario.

Era extraño, como si los estuvieran guiando a un lugar específico, cada que querían dar vuelta en una esquina, ese pasillo terminaba por colapsar.

-- ¡Minho! -- le gritó -- ¡Mira! -- justo enfrente había un enorme espacio libre. Las placas.

Iban cada vez más rápido, atravesaban las placas como si nada. Llegó el momento en el que corrieron aún más asustados al escuchar como ellas poco a poco caían, causando un sonido estrepitoso y horrendo.
Las placas que en la mañana les parecieron extrañas comenzaron a alinearse, pareciendo puertas.

-- ¡Corre Thomas! --

-- ¡Corre como si chambearas! -- Le gritó Minho.

-- ¡Así no era! -- lo corrigió.

Minho y Victoria ya habían pasado al otro lado. Thomas corría queriendo escapar de ahí antes de que se cerrarán por completo.

En el último momento, logró cruzar y salvarse de una muy dolorosa muerte.
Pero sin cantar su logro, siguieron corriendo tratando de encontrar un pasillo que no sea peligroso.

-- ¡Ahí!, ¡Ahí! -- indicó Minho desesperado.

Una pared se cerraba y sin detenerse se lanzaron para caer dentro de un pasillo del laberinto.

-- ¡No vuelvo a creer que estaría a salvo con ustedes dos! -- les gritó Victoria de forma agitada, recargada en una pared.

-- ¡Creías en nosotros!, ¡Estas viendo lo idiota que es Thomas! -- el mencionado solo levantó su dedo corazón mientras estaba boca arriba sin aire.

-- vamos, tenemos que llegar al área, creerán que ya nos morimos -- habló la chica mientras se ponía de pie.

-- pues casi eh -- exclamó el asiático.

-- ya callense -- vaciló Thomas sin aire.

De regreso caminaron hasta el área. Se encontraban en la sección cuatro, ¿Cómo habían llegado ahí?, no se molestaron en preguntárselo.

( . . . )

Vieron el césped del área frente a sus ojos, aceleraron su caminar al ver a los chicos esperándolos. Sam y Chuck fueron los primeros en abrazarla.

-- Minho, ¿Que encontraron? -- le preguntó un chico.

-- es muy poco creíble la verdad --

-- ya sueltenlo --

-- encontramos lo que parece una salida, allá afuera -- habló Victoria.

-- ¿¡Dónde!? --

-- las placas. El acantilado. Creemos que es el lugar en donde van los penitentes por el día -- recibió un codazo de parte de Víctoria al decir lo último.

>> Tenias que ser tú, novato <<

-- ¡Espera! -- eh aquí el problema -- ¡Estás diciendo que la salida de este lugar es de donde vienen los penitentes! -- Gally jaló la camisa de Thomas de forma brusca -- ¿¡Qué estás tramando!? --

-- ¿¡Por qué me odias tanto!?, ¿¡A qué le tienes miedo!? --

-- ¡Tú eres un novato que no sabe nada! --

-- ¡Encontré una salida! -- le respondió enojado.

-- ¡Cállate!, ¡Tú llevas tres días aquí! -- lo empujó con su mano -- ¡Yo llevo tres años! --

-- ¿¡Y qué has echo en esos tres años eh!? --

-- ¡Escúchame maldito... --

-- ¡Oigan! -- una voz femenina gritó, no era la voz de Victoria, lo que desconcertó a la mayoría.

Cuando voltearon se encontraron con la novata.

-- Alby despertó -- avisó para caminar a la enfermería.

Inmediatamente todos fueron tras ella esperando nuevas noticias de parte de su líder.

Los que entraron fueron los encargados y los dos novatos, Victoria fue de colada.

-- oye Alby, ¿Ya te sientes mejor? -- el chico aunque estaba despierto tenía la mirada perdida.
Sus ojos oscuros se perdían en la habitación de forma vacilante.

-- Ey, Alby encontramos una salida, allá en el laberinto, saldremos de aquí, ¿Bien? -- Thomas cometió un error, acercarse demasiado.

-- ¡Todo esto es tú culpa maldito! -- lo sostuvo del rostro mientras lo jalaba tratando de hacerle el mayor daño posible -- ¡Tú no perteneces aquí!, !jamás debiste haber venido! -- le gritaba desesperado. Los demás trataban de detenerlos al ver el daño que le hacía a Thomas.

-- ¡Alby déjalo! -- lo intentó sostener Newt pero solo recibió un codazo en el estómago.

-- ¡detente! -- le gritó Victoria para jalarlo hacia atrás de forma brusca -- ¡No quieres matarlo!, ¡Tú eres Alby, nuestro líder y nuestro amigo, no eres una mala persona! -- mientras le gritaba para que parara lo sostenía de los dos brazos hacía atrás.

Solo fueron segundos para que dejara de forcejear con ella y se dejará caer en la camilla.

-- ¿Por qué viniste? -- le preguntó en un susurro viendo a Thomas -- ¿Por qué vinieron? -- ahora se dirigió también con la novata, cuyo nombre era Teresa -- ustedes no pertenecen aquí, ya nos hicieron suficiente daño -- lloró tratando de controlarse -- no pudieron dejarnos ser felices, no pudieron dejarlos ser felices a ellos dos -- terminó para soltar más lágrimas.

-- ¿A qué te refieres Alby? -- le preguntó Thomas en un suspiro, atónito por sus palabras.

-- siempre fueron sus favoritos. Ella los salvará, no tú -- dió fin a su discurso.

Antes de siquiera analizar sus palabras, unos gritos los alertaron.
Salieron corriendo para ver qué sucedía, Newt, Victoria y Minho se quedaron con Alby un momento para asegurarse que estaba bien para después irse tras los otros.

Al salir vieron a todos correr con cubetas y ollas hacia el bosque. Un denso humo gris se extendía poco a poco en el cielo que anochecía.

-- ¿¡Qué sucede!? -- le gritaron al primer chico que se atravesó.

-- ¡Es la sala de mapas! -- gritó sin detenerse -- ¡Nadie sabe cómo pero se está incendiando! -- al escuchar lo último la sangre se les heló a los corredores, que de inmediato se pusieron a cooperar en el objetivo de apagar el fuego.

Cubeta tras cubeta.

... una

... dos

... tres

... quince

Poco a poco el fuego se fue llendo y las cenizas quedaron en su lugar.
Revisaron tratando de encontrar algo de valor que haya quedado en condiciones, pero nada.

La maqueta del laberinto, los baúles, los mapas.

Todo había desaparecido.

-- ¿¡Quien fue!? -- gritó Minho enojado -- ¡Cuando me entere les juro que lo asesinare! -- terminó para caminar de forma rápida fuera del bosque.

-- ¡Minho! -- le gritó su hermana -- ¡Cálmate! -- llegó a su lado para detenerlo -- hay un problema más grande --

-- ¿Ahora qué? -- preguntó cansado.

-- Son las puertas... -- el chico abrió sus ojos sorprendido al escucharla.

( . . . )

Muchos chicos corrian desesperados con antorchas en mano, iban y venían de el Sur, Este, Oeste. Esas puertas se abrieron de forma repentina creando un sonido tenebroso.

-- ¡Newt!, ¿¡Qué sucede!?, ¿¡Por qué no cierra!? -- interrogó.

-- no lo sé -- las puertas parecían atascadas.

-- eso es muy malo -- les habló Victoria a los chicos -- ¡Chuck, Sam vayan a traer las armas!, ¡Fregones, encarguense de mantener la finca asegurada!, ¡Los demás tenemos que escondernos!, ¡Si pueden ayudar en algo vamos! -- ordenó al ver las criaturas al final del pasillo. Los latidos de su corazón palpitaban en sus oídos, los escuchaba claramente.

-- ¡Corran!, ¡Corran! -- gritó Thomas al ver cómo por fin corrian directo hacia el área.

¿De esa forma morirían?, ¿Sin pelear?, No, ellos lucharian por vivir un día más.
No podían dañarlos, estaban echos de acero, librarian la batalla, ganarían esa noche.

Capitulo dedicado a:

ajxshcr_

Gracias por tu apoyo 🤗♥️

¡Capitulo 14!

Dios mío!, estos días he tomado una gripe bárbara, no me deja hacer nada jajaja.

Un poquito largo pero ya casi terminamos!

El próximo capítulo es el último!... De la primera parte jaja.

La próxima va a haber confesión 🤭 ¿Quien lo espera con ansias?, yooo!!

Si hubo algo que no le entendieron en el capítulo díganme con total confianza para explicarles o corregir porque algunas veces no encuentro las palabras adecuadas con las que quiero expresarme 😅

Dudas o sugerencias aquí 👉

Adiós!! 💋