Dos meses después.

Chan había continuado reconstruyéndose a sí mismo y su vida a través de asesoramiento y apoyo familiar. Jeongin, Seungmin, Changbin y principalmente Jungwon siempre lo habían alentado y estado allí para él. Y más ahora, por lo de su divorcio.

El tribunal le había otorgado a Chan el poder absoluto de su casa, sus bienes y todas sus finanzas. Shuhua también recibió su parte de las finanzas. También debido a sus ofensas actuales se le dijo que abandonara el estado con una orden de restricción permanente. La chica no estaba para nada feliz, pero tenía que cumplir con la ley o enfrentar las consecuencias. Ir a la cárcel era algo que le tenía miedo.

No quería decir que ella no lo intentaría una vez más.

Chan estaba saliendo del juzgado cuando Shuhua apareció a su lado y lo agarró del brazo.

—Chan, por favor —suplicó—. Vamos a trabajar en esto. Podemos arreglar esto...

—Se acabó, Shuhua —dijo Chan, encogiéndose de hombros—. Conspiraste para lastimar a mi hijo y a Jeongin, dormiste con mi padre y muchos otros. No puedo ver un futuro con alguien como tú. Tienes que marcharte y vivir tu vida. Yo también necesito vivir la mía. Adiós, Shuhua —con eso Chan se alejó ignorando la voz de ella.

Jeongin envolvió a Chan en sus brazos mientras bajaban las escaleras. Enterró su cabeza en el hombro del hombre, sintiéndose cómodo cuando Chan rodeó sus brazos alrededor de la cintura de Jeongin, empujándolo más adentro. Miró a los ojos llorosos de Chan.

—¿Cómo estás, mi amor?

El corazón de Chan se hinchó de que las primeras palabras de Jeongin eran las de preocupación. Se limpió la lágrima que corría por la cara mientras se enfocaba en la belleza que estaba a su lado.

—Estoy mucho mejor, Jeongin —respondió Chan con voz ronca—. Finalmente siento que puedo ser feliz. Tú, Jungwon y yo, finalmente podemos ser una familia.

Jeongin sonrió brillantemente ante la mirada más joven que tenía su amor. No pudo resistirse a depositar un suave beso en los labios de Chan, apoyando sus frentes.

—Me alegro por ti, bebé. Estoy feliz por nosotros.

Compartieron algunos besos suaves entre cosquillas y risitas antes de escuchar a su pequeño niño gritar,

—Papá, ¿dónde están mis abrazos?

Chan y Jeongin se echaron a reír mientras observaban a Soyeon llevar a su bebé. Jungwon inmediatamente se subió a los brazos de Chan. El niño de tres años miraba de un lado a otro entre un radiante Jeongin y Chan. Inclinó la cabeza hacia un lado de la manera típica de Jeongin antes de soltar un grito

—Papá y papi son muy felices —sus ojos se iluminaron cuando agregó, rebotando en su torso—. ¿Es por mí?

Chan y Jeongin miraron con cariño a su bebé. Chan le dio un beso en la nariz a su hijo haciendo que Jungwon se riera antes de hablar suavemente.

—Sí bebé. Papá y papi están muy felices de ver a Jungwon. Amamos mucho a Jungwon.

—¡Hurra! ¡Soy increíble!

Seungmin y Changbin, que se habían unido a la pequeña y dulce familia, se echaron a reír junto con Soyeon, Chan y Jeongin. El pequeño enterró su rostro en el hombro de Chan tímidamente cuando Chan le dio un beso en la cabeza.

Su hijo en sus brazos y Jeongin a su lado era el cielo y no pediría un momento o recuerdo más perfecto. Sería uno de muchos. Sintió que su hermano colocaba una palma en su hombro, apretando ligeramente, mientras Jeongin se pegaba al lado de Chan, apoyando su cabeza en el hombro de Chan mientras ambos disfrutaban del calor de su pequeña familia.

Este es el comienzo oficial de su camino hacia la felicidad.

La cena fue organizada por Seungmin y Changbin. Chan había recogido a Jeongin y Jungwon y se fueron a la casa de Seungmin. Seungmin había mencionado que habrían invitados sorpresa, así que Jeongin había horneado otros dos pasteles de manzana para agregar a los otros invitados que él había hecho. Oye, parecía que a todos les encantaba la tarta.

Estaban todos en la sala de estar charlando antes de la cena cuando sonó el timbre. Seungmin se levantó lentamente del sofá a pesar de que Chan y Changbin le dijeron que iban a abrir la puerta. Se frotó lentamente la barriga de seis meses.

—Lo haré. Estoy embarazado, pero nadie me detendrá. ¡Ahora siéntense! —Seungmin se dirigió a la puerta principal dejando a todos en la sala de estar para que continúen con sus charlas.

Pasaron cinco minutos cuando Seungmin regresó y detrás de él caminaron los invitados sorpresa. Los ojos de Jeongin se abrieron, con la boca ligeramente abierta antes de que se convirtiera en una sonrisa, que de inmediato soltó un grito.

—¡Oh Dios mío, Hyunjin! —él entonces vio una hermosa chica y un joven adolescente. Sakura e Intak.

—Hola, Jeongin —Hyunjin sonrió alegremente.

Caminó hacia Hyunjin dándole un abrazo de oso.

—Estoy tan feliz de verte —él sonrió a su ex antes de volverse hacia los otros dos invitados, le sonrió a la mujer, extendiendo una mano—. Y tú debes ser la hermosa Sakura. Finalmente, puedo conocerte.

Sakura se sonrojó, estrechando la mano de Jeongin.

—Hola, Jeongin. Igual estoy feliz de conocerte —ella le hizo un gesto al adolescente que estaba a su lado—. Este es mi hijo, Intak.

Jeongin estrechó la mano tímida del adolescente, su corazón se derritió al ver la copia de Hyunjin.

—Estoy tan feliz de conocerte, Intak.

Intak le devolvió la sonrisa a Jeongin.

—Igualmente, señor.

—Por favor, llámame Jeongin

—Jeongin —Intak se sonrojó ligeramente.

Chan y Hyunjin iniciaron una conversación como si fueran viejos amigos, Jeongin y Sakura comenzaron a hablar, mientras que Jungwon comenzó a conversar felizmente con Intak, que finalmente llamó a Intak como su nuevo amigo, lo que hizo que todos dijeran Aww.

La cena fue muy alegre. Todos rieron y disfrutaron de la deliciosa comida preparada por Seungmin y Changbin. Hyunjin había dicho que Sakura y él estaban comprometidos y que ahora estaban esperando otro hijo. Todos felicitaron a la pareja.

Chan vio la mirada anhelante en la cara de Jeongin mientras miraba a la hermosa pareja feliz. Durante ese día, Chan apretó la mano de Jeongin debajo de la mesa haciendo que su novio le sonriera con cariño. Las cosas al fin estaban en su lugar.

Pronto la cena terminó y después de una taza de chocolate caliente, era hora de regresar a casa. Todos se despidieron. Hyunjin y su pequeña familia juran mantenerse en contacto con ellos.

Jeongin y Chan se despidieron de Seungmin y Changbin. Chan llevó a su hijo dormido al auto, atándolo al asiento de bebés. Le da un beso en la cabeza a su bebé antes de cerrar la puerta suavemente y entrar en el lado del conductor.

—Se durmió rápido —le susurró a Chan mientras miraba por el espejo retrovisor para fijarse en su hijo. Chan se rio entre dientes.

—Sí, nuestro chico estaba cansado...

Chan e quedó sin aliento cuando sintió que la mano de Jeongin subía por su muslo para masajear su entrepierna, mientras el cálido aliento de Chan se entretenía en el oído de su novio, susurrando en su oído con una lujuriosa voz.

—Y bueno...

Chan gimió cuando su glande se despertó con el toque de Jeongin, y se contrajo cuando Jeongin comenzó a chupar el lóbulo de su oreja antes de soltarlo y decir

—Ahora llévame a casa, Chan. Es hora de que terminemos lo que empezamos hace mucho tiempo atrás.

—Claro, capitán —murmuró Chan sin aliento.