Es el día en que se procede el juicio de Bang Yongguk y Chan estaba extremadamente nervioso. Se sentó al lado de su abogado/hermano Seungmin, esperando que Yongguk fuera llevado por el policía. El único pensamiento que tuvo Chan presente fue que Jeongin, Jungwon y Changbin estaban sentados en la sección de espectadores en busca de apoyo moral. En un momento, miró a Jeongin para encontrar al hombre sonriéndole de manera alentadora mientras llevaba a su hijo dormido en sus brazos. Chan encontró hermosa la vista y se recordó a sí mismo que son por quienes está luchando.

—¿Estás bien, hermano?

Chan se sobresaltó cuando Seungmin le habló, respiró hondo.

—Sí... —respondió temblorosamente.

Al parecer, Seungmin era muy observador y captó la ansiedad de Chan. Puso una mano en el antebrazo de su hermano.

—Relájate, Chan. Tienes que estar seguro de ti, hermanito. Te debo eso.

—No me debes nada, Seungmin —respondió Chan.

—Oh sí, Chan. No tienes idea de cuánto. Pero por ahora respira —sonrió Seungmin.

Chan inhaló profundamente. Justo en el momento en que se abrió la puerta del tribunal y entra Bang Yongguk, quien estaba en esposas. Yongguk le lanzó a Chan y Seungmin una mirada peligrosa.

—¡Seguro que ustedes la cagaron! Recuerden mis palabras —pronunció no demasiado fuerte.

Chan no miró a su padre cuando el hombre fue conducido a su lugar al lado de su abogado defensor. Mantente fuerte, Chan.

El policía pidió a todos que se levantaran cuando la jueza entró y tomó asiento. Permanecieron de pie mientras el policía continuaba.

—El departamento dos del tribunal superior ahora en sesión. La jueza Jessica Ho. Por favor, tomen asiento.

Jessica echó un vistazo alrededor antes de anunciar claramente.

—Buenos días, damas y caballeros. Hago un llamado el caso en contra de Bang Yongguk. ¿Están ambos lados listos?

—Listo para la gente, su señoría —respondió Seungmin.

—Listo para la defensa, su señoría —agregó Taeyong.

Chan solo se sentó y tragó. Y así comenzó.

Después de la juramentación de los doce jurados. Seungmin se acercó al jurado y los enfrentó con su mejor aspecto profesional que pudo reunir. Notó que algunos miraban su barriga ligeramente embarazada con curiosidad. Sin embargo, todos los ojos estaban sobre él cuando hablaba.

—Señoras y señores del jurado: el señor Yongguk ha sido acusado de agresión corporal que resultó en lesiones graves que llevaron a su hijo al hospital, abuso físico y verbal en la infancia del mismo hijo y conspiración para acabar con la vida de su propio hijo. La evidencia mostrará videos y fotos de los abusos infantiles y moretones recibidos. Otras evidencias, como informes médicos y testimonios de testigos, también mostrarán hasta qué punto el acusado ha infligido daños a su hijo. La evidencia que presento le probará que el acusado es culpable de los cargos —Seungmin tomó asiento.

Taeyong le dio a Seungmin una mala mirada antes de acercarse al lugar ante el jurado.

—Señoría, señoras y señores del jurado: durante este recorrido verán que hay pruebas cuestionables contra Bang Yongguk. Llegarán a conocer la verdad y verán que Bang Yongguk solo actuaba como un padre preocupado, enseñando a su hijo el bien. La evidencia que se le presentará servirá como una distracción de la verdad subyacente. Por lo tanto, mi cliente no es culpable.

—La fiscalía puede llamar a su primer testigo —dijo la jueza.

Seungmin asintió con la cabeza.

—Presentaré el video de evidencia de abuso que infligió el acusado Bang Yongguk. Tenga en cuenta que los videos han sido revisados ​​por el juez Lee y del analizador de imágenes de Seúl en presencia del abogado defensor.

Seungmin pudo la cinta y le doy play al primer video, el cual mostró a un Seungmin de 12 años y un niño de 8 años, Chan, jugando fuera de casa de su familia. Estaban grabando cuando se oyó una repentina y ruidosa rotura de cristal que venía del interior de la casa.

Chan se apresuró a acercarse a su hermano y le dijo frenéticamente:

—Seungmin, entra a la habitación y escóndete, no salgas hasta que te diga.

Seungmin no estuvo de acuerdo.

—Chan, él te hará daño. Vamos a escondernos a la habitación.

—No, Seungmin. Tengo que hacer la cena para papá.

—¡Chan! ¡Chan! ¡Ven aquí, maldito estúpido!

Cuando Chan se aseguró de que Seungmin estuviera a salvo. Bajó las escaleras con una mirada asustada. El video se estaba moviendo cuando Seungmin bajó las escaleras silenciosamente, escondiéndose en el armario mientras grababa a su padre.

—¡Date prisa, muchacho! —gritó con enojo, el hombre estaba claramente ebrio—. Eres jodidamente lento —lanzó su botella de cerveza vacía hacia Chan, golpeándolo fuerte en la espalda haciendo que el niño gritara de dolor.

Yongguk se levantó.

—¡Deja de joder! ¡Ven aquí, pequeña mierda irrespetuosa!

—Por favor, papá, no hice nada —suplicó Chan.

Yongguk gruñó y se acerca hacia su hijo, le dio una cachetada justo en la mejilla del niño. La imagen del video seguía cuando se escuchó a Seungmin sollozar mientras Chan gritaba de dolor mientras su padre lo golpeaba. El video terminó con un Chan inmóvil tendido en el suelo mientras Yongguk recogía otra botella de cerveza y se tambaleaba.

El video terminó, mientras que Chan estaba temblando en su asiento, mirando hacia el escritorio frente a él. Recordó ese día. Había terminado con moretones en el torso, un ojo morado y un hombro dislocado que Seungmin tuvo que volver a colocar en su lugar.

Todo el tribunal guardó silencio tratando de procesar lo que habían presenciado. Jeongin no pudo mantener a Jungwon dormido en la sala del tribunal durante el video de reproducción, por lo que le entregó su hijo a Changbin, quien lo llevó afuera de la sala.

Jeongin trató de no sacudirse violentamente mientras observaba el dolor infligido en Chan cuando era un niño. Escucharlo era una cosa, pero verlo era algo completamente distinto. Observó la forma en que su amante caía y deseaba poder caminar hacia Chan y envolverlo en un fuerte abrazo. Sabía que Seungmin tenía al menos otros tres videos para reproducir todos los actos de violencia hacia Chan. A pesar de que sea doloroso, había que hacerlo.

—Ese fue el primer video de cuatro grabados de Bang Chan, quien fue abusado físicamente y emocionalmente a tan temprana edad —la voz de Seungmin rompió el silencio, sonando un poco tensa—. Por supuesto, el abuso comenzó mucho antes de eso, pero fue indocumentado.

Seungmin puso en reproducción la segunda cinta, la tercera, y la última. Todos los que asistieron al caso sentado en la sección de espectadores se estaban limpiando las lágrimas de los ojos. La jueza y el jurado intentaban mantenerse a raya. El horroroso abuso verbal y físico era muy obvio en los videos.

—¿Tiene más videos para presentar, abogado Seungmin? —la juega preguntó después del video final reproducido.

—No, su señoría —respondió, luego se sentó al lado de un tranquilo Chan, colocando su mano sobre las de su hermano y sintiendo que Chan retrocedía después de un minuto.

La jueza ve al otro defensor.

—Señor Taeyong, puede tomar la palabra.

—Gracias, su señoría —dijo Taeyong, mientras se levantaba—. La defensa llama al señor Ha Gun. El analizador de imágenes de Seúl.

—Así que, señor Ha Gun, ¿analizó las cintas que acaba de ver?

—Sí, lo hice.

—¿Y cuál es su análisis en las cintas?

—Que todos son videos verdaderos y que no están atenuados de ninguna manera.

—¿Cómo lo sabe?

—Debido a que no había signos de temperamento, ni solapamientos, ni estática no natural, ni fondos inusuales —declaró Ha Gun.

Taeyong tarareaba y se tocaba los labios con el dedo antes de intervenir.

—Ok. Tomo su palabra para ello. Pero, ¿qué hay de los chicos? ¿Cree que son Seungmin y Chan en la grabación?

Seungmin se puso de pie.

—Objeción. Él está tratando de hacer suposiciones poco realistas.

La jueza Jessica entrecerró los ojos ante Taeyong.

—Abogado Taeyong, no haga suposiciones, ya que el video ha sido analizado por un experto.

—Sí, su señoría —se dirige a Ha Gun—. Señor Ha Gun, ¿cree que hay incluso una pequeña posibilidad de que esos niños puedan ser otros niños?

Ha Gun se encogió de hombros.

—No veo cómo, pero todo es posible.

—Eso es todo, su señoría. No más preguntas —concluyó Taeyong, yendo a sentarse al lado de un sonriente Yongguk.

La jueza Jessica miró de reojo a Seungmin.

—¿Tiene alguna pregunta, abogado Seungmin?

—Sí, su señoría —Seungmin se levantó y se dirigió hacia el analizador de imágenes—. Señor Ha Gun, ¿ve que el abuso es real o está actuando?

—Es muy real —respondió a lo que Seungmin asintió con la cabeza.

—Se le han dado fotos de los dos niños a la edad de 12 y 8 años que ha solicitado para comparación y análisis, ¿correcto?

—Correcto.

—¿Encajan con las caras de esos niños en el video?

—Sí, mucho.

Seungmin vio que el jurado se miraba el uno al otro.

—¿Y con Yongguk gritar los nombres de Chan y Seungmin agrega más precisión a quién realmente son esos chicos?

—Absolutamente.

—Contésteme una pregunta más, señor Ha Gun.

—Sí.

—Solo será por un segundo, que no tratan sobre Chan y yo. Dice que ese acto violento fue real. ¿Cree que el hecho de que el señor Yongguk abuse de los niños, debería ser ignorado?

—¡Objeción! —expresó Taeyong, poniéndose de pie.

La jueza miró a Seungmin, el chico tenía habilidades. Luego observó a Taeyong.

—Tome asiento, abogado Taeyong. Responda la pregunta, señor Ha Gun.

La cara del señor Ha Gun se contorsionó en disgusto.

—¡Absolutamente no! Creo que incluso si no fueran Chan y Seungmin, lo cual es imposible porque son ellos, pero digamos que no lo son, el abuso es un abuso y en los videos muestra claramente de forma violenta y verbal lo que le ha hecho a un niño indefenso. Es inaceptable y no debe ser ignorado.

Seungmin asintió con la cabeza.

—No más preguntas —dijo Seungmin, luego observó a un Taeyong con una mirada burlona antes de tomar asiento.

Seungmin 1, Taeyong 0.