Chan acaba de tener otro orgasmo increíble hace unos minutos. Estaba recostado en la cama abrazado a su esposa dormida, cuando vio luces azules y rojas brillando a través de sus cortinas blancas.

¿Qué demonios? ¿Le pasó algo a Jeongin y Jungwon? Ahora ese pensamiento lo hizo saltar de la cama. Su estómago se revolvió, la preocupación y el miedo lo inundó.

Shuhua se despertó debido a la sacudida de la cama de su marido, se incorporó repentinamente al ver la urgencia en la forma en que Chan se estaba volviendo a poner el bóxer y la camisa.

—Chan, ¿qué pasa, cariño?

Chan estaba a punto de responder "nada". Vuelve a dormir Shuhua, cuando sonó un fuerte golpe seco. Se detuvo lo que estaba haciendo, apuntando con una mirada confundida a Shuhua antes de que ambos se encogieran de hombros.

Él rápidamente trotó escaleras abajo, abrió la puerta, antes de que pudiera verlo venir, un puño colisionó directo a su boca. Chan apretó su boca, sus ojos llorando y gimiendo de dolor.

Él gritó: —¿Qué mierda?

Chan estaba a punto de decir algo cuando una voz familiar sonó.

—Changbin, ¿qué estás haciendo? —era Jeongin.

Chan se frotó la mandíbula, mirando a una figura con uniforme de policía y Jeongin con su bóxer y su camisa blanca, maldita sea que se veía bien. Jeongin se aleja. El oficial de policía que se acercó, una mirada de peligro estropeó sus facciones. Entonces Changbin era policía. Pero, una vez más, Chan no pudo evitar la ira que estalló en su interior.

—¡¿Qué diablos fue eso, Changbin?!

El pequeño policía solo gruñó, ahora parado a un pie de distancia de Chan, adoptando una postura desafiante.

—Eso, señor Bang... es un golpe largamente retrasado —frunció el ceño—. De hecho, debería darte un gran golpe por la forma en que trataste a mi amigo y a su hijo por nacer en ese momento... ¡Tu hijo!

—¿Qué hijo? —Shuhua se acercó al lado de Chan con una bata. Miró entre Chan y Changbin, firmemente preguntando una vez más—. ¡¿Qué hijo?!

De inmediato, Chan le lanzó a Changbin una mirada de advertencia, pero al uniformado no le importó. Él solo sonrió maliciosamente, guiñándole un ojo a Chan, antes de meterse un chupete en la boca, agitarla antes de sacarla, diciendo con voz suave: —Oh, señora Yeh... tengo mucho que decirle.

—¡Changbin! —escupió Chan.

Changbin movió su chupete.

—Oh, Chan... ¿Qué pasa con la mirada estreñida? —suspiró dramáticamente—. Oh, bueno, siento que ya eres bien hombre, así que te voy a hacer una movida.

A Chan no le gustó la cara tímida que Changbin le apuntó, detrás de la máscara había una faceta malvada, su corazón se retorció cuando Changbin se volvió para mirar a Shuhua.

—¿Qué tal si te doy la versión censurada? Solo porque estoy sintiéndome generoso con Chan.

Chan sabía que Changbin no iba a dejarlo, así que se volvió hacia Shuhua, con pánico evidente en su voz.

—Bebé, ¿por qué no te acuestas? Es temprano... Voy a tratar con el policía, ¿vale, cariño? —Chan no podía creer que esto estuviera pasando.

Shuhua apuntó a Chan con una ceja levantada e interrogante. Chan sintió que las gotas de sudor comenzaban a formarse, comenzando a sentirse incómodo. Shuhua que dejó escapar las palabras que hicieron decaer el estómago de Chan.

—Dígame, oficial.

Los ojos de Chan se salieron de sus órbitas, tratando de comunicarse con la mirada de Changbin. No, por favor, no lo hagas. Changbin le dirigió una sonrisa satisfactoria.

—Bueno, Shuhua, si debes insistir... Tu esposo...

—¡Changbin, cállate! —Chan ladró.

—¡Chan, calla! —Shuhua le espetó a su marido—. Continúe, oficial.

—Versión corta... Chan estuvo con mi amigo, que es un portador, se embarazó hace cuatro años atrás, no pudo apoyarlo y lo abandonó... mi amigo crió al niño mientras Chan se casó... ¿Dejaré que te dé el resto de la información?

—¡¿Qué?! —Shuhua dirigió una mirada a Chan—. ¿Tienes un hijo que no conozco Bang Chan?

Chan era como un pez fuera del agua.

—Uhm, Shuhua, puedo explicarte... Por favor, cariño, escúchame...

Changbin cantó: —Jodido, disgustado, nunca se puede confiar.

Chan gruñó y arremetió contra el policía, pero Changbin se hizo a un lado, permitiendo que Chan perdiera el equilibrio y cayera.

Changbin se rió sacudiendo su cabeza.

—Oh, mejor no me toques, Chan... A tu hermano podría no gustarle si tocas a su prometido.

Chan se giró, todavía en el piso mientras gritaba.

—¡¿Qué?! ¿Tú y Seungmin?

Chan le dirigió una sonrisa ladeada, guiñando un ojo.

—Oh sí, Chan... Tu hermano y yo estamos juntos y nos vamos a casar en otros 3 meses.

Chan no sabía lo que estaba pasando. Seungmin no le dijo que estaba saliendo... con un hombre y con Changbin de todas las personas. Su mente fue a su ira y su odio hacia las personas homosexuales.

—Papá no lo aprobaría —escupió.

Changbin se encogió de hombros.

—A Seungmin y a mí realmente no nos importa lo que piense ese papá homofóbico... Todo lo que importa es que seamos felices. Algo que deberías haber trabajado duro para apoyarlo, en lugar de huir como el cobarde que eres.

Chan se levantó.

—¡No soy Gay!

Changbin lo ignoró.

—Podría haberme engañado a Chan. Sabes que se necesitan dos para tener sexo y hacer un bebé, ¿verdad? —sonrió burlonamente a Chan con el ceño fruncido—. Si mal no recuerdo, eso involucra que te metas la polla en el culo sexy de mis amigos... De todos modos, buena suerte —Changbin que se volvió hacia Shuhua—. Buenas noches, señora.

Shuhua asiente con la cabeza rígidamente, aún apuntado a Chan con la mirada. Mierda, él va a estar en la perrera después de la mierda de Changbin.

Hijo de puta.

Justo cuando estaba a punto de entrar en la casa, Changbin llamó a Shuhua, que respondió con frialdad.

—Sí.

Las siguientes palabras que salieron de la boca de Changbin hicieron que Chan y Shuhua se sonrojaran.

—¿Podrían, por favor, bajar sus volúmenes al tener relaciones sexuales? Los vecinos no pueden dormir porque tu esposa está gimiendo como una perra en celo.

Shuhua respondió tímidamente.

—Sí, oficial.

Changbin inclinó su sombrero hacia ellos. Changbin se dio vuelta, una sonrisa hizo camino hacia su cara cuando escuchó los gritos de Shuhua viniendo de la casa. Él se rio entre dientes.

—Buena suerte, Chan.