[ x x x i v ]

Capítulo largo como las greñas de Poe bai

[...]

[ Edgar ]

Sabes qué creo?? -

- no, no sé.
- ¿Qué es lo que crees?

Que odio todo -

- no digas eso.

¡Es verdad! -
Odio a los criminales -
Odio a los policías -
Odio mi trabajo -
Odio tu trabajo -
Todos se pueden ir a la mierda! -
Excepto tú, Edgar -

- tan lindo.
- pero no tienes que odiar nada.

Claro que tengo! -
Por su culpa no hemos podido celebrar >:c -

- en serio no hace falta.

Por milesima vez, siiii haceee faltaaaa -
Te aceptaron el manuscripto! -

- ya pasó una semana, Ranpo.

Y por eso odio a todos! -
Debíamos celebrarlo justo esa noche! -
Ni siquiera pudimos cenar :c -

- tú no podías ni querías cenar.

Y tu querías cena virtual! -

- ¿Era eso una mala opción?

Sí! -
No celebramos cualquier porquería -
Es por ti y tu manuscripto -
Porque eres tan talentoso -
Y por el que te hayan aceptado en una buena editorial -
Y porque estoy orgulloso de ti -

- dios.
- Ranpo, tenemos trabajos.
- y aunque pudieramos vernos.
- no es necesario celebrar a lo grande.
- solo con saber que estás orgulloso de mí, es suficiente.

Ay -
Aun así, merece algo más que mi orgullo :/ -

- me puedes comprar un café.

Siempre hago eso Edgar -

- entonces cómprame un pastel.

Tú comprame un pastel -

- siempre te lo compro.

Entonces yo no puedo comprartelo ¯\_(ツ)_/¯ -
Ah -
Que estrés no poder darte nada :c -

- no necesito nada.
- solo a ti.

Ihhh -
Ni eso puedo darte :c -
Estás ocupado hoy? -

- no mucho.
- ¿Y tú?
- ¿Tienes algún caso nuevo?

Estoy en un caso :p -
Pero estamos esperando a que el señor criminal salga de su trabajo para seguirlo -
Y me aburrí -
Y quise venir contigo -

- Ranpo.

Tranquiloooo -
Tanizaki vigila -

- aún así, deberías enfocarte en tu trabajo.

Trabajo de mierdaaa -

- no digas eso.

Es la verdad! -
Cuando quiero un maldito día libre, no me lo dan! -
Porque sorprendentemente hay muchos casos que resolver! -
Me odian -

- no creo que sea cosa de la Agencia...
- tal vez es algo de la vida.

Entonces la vida me odia -
Todos me odian -

- yo te quiero.

QwQ -
Dios te quiero ver ya -
Me pondré en huelga -
Dejaré de trabajar -

- no digas tonterías.
- no puedes dejar de trabajar.

Quién dice? -

- Ranpo no.

Ranpo sí >:) -

- no dejarás tu trabajo.

Entonces quiero verte -

- entonces hagamos algo.
- ¿Tienes trabajo mañana?

Haré que no tenga -
Pero conociendo a mis compañeros -
Pues no sé -

- entonces veamonos mañana.
- para la cena.
- ¿Te parece?

Si tu quieres -

- y te pregunto a ti.

Te celebramos a ti, no a mí -

- entonces cenemos.

Me parece! -

- ¿A la cafetería!

No me parece! -

- entonces ¿Dónde vamos a comer?

Dejamelo a mi -
Yo planearé todo! -

- ¿Seguro?

Siii -
Y te encantará! -

- estoy seguro de eso.
- entonces,
- ¿Mañana a las 7?

Mañana a las 7 -

- pasaré por ti al trabajo.

Nooo -
Olvídalo -
Yo iré por ti -

- eres malo con las direcciones.
- y yo sé dónde trabajas.

Y donde vivo -
Pasa a mi apartamento -

- pero a las 6 sales del trabajo.
- puedo pasar por ti.

Mmm -
Bien -
Pero quedate afuera -
No quiero que Dazai o el jefe te vea -

- tranquilo, no me verán.
- entonces, ¿Mañana a las 7?

Mañana a las siete ;) -
Oh justo a tiempo! -
El malandro salió! -
Te dejo -
Hablamos luego! -

- ten cuidado.

Sisisi -
Ah una cosa más! -
Sabes que creo? -

- ¿Que ya no odias todo?

Que te quiero -

- yo
- también te quiero.

.
.
.

"¿Saben de un buen restaurante? ¿O algún lugar genial?"

Fue la pregunta de la tarde que Ranpo les hizo a todos para cuando volvió de apresar al malo, recibiendo diversas respuestas.

"Hay un elegante restaurante en la décima avenida."

"Venden chazuke en el centro de la ciudad."

"La comida de hospital es buena."

"Me gustan las crepas."

"Una cerveza en un puente, y luego te tiras."

Maldito Dazai.

Claro que solo una le sirvió en verdad, y fue la de Kunikida.

Para la noche que volvió a su apartamento, preguntó por el lugar, averiguo precios, vio su presupuesto para estar seguro, llamó e hizo una reservación. Un problema menos, y lo que quedó de noche, se dedicó a planear perfectamente su cita para el castaño.

Y a la mañana siguiente, llegó a su oficina un poco más tarde de lo normal.

- ¡Wow Ranpo! ¡Hoy se ve tan bien! -exclama Kenji al verlo llegar.

Era un día especial y no podía llegar como siempre, y tampoco iba a estar corriendo a su apartamento a cambiarse, y dudaba tener tiempo para eso, por eso llegó a la oficina con pantalones negros, camisa de un oscuro rojo bajo un saco cafe.

- ¡Siempre me veo bien! -alardea con una amplia sonrisa.

- no pense que tenías más ropa, Ranpo. -se burla sin malicia Dazai.

Ranpo solo le saca la lengua tan infantilmente y se fue a su escritorio.

Dios ya quería ver al castaño.

Ya quería sorprenderlo con la cena, con una caminata por el parque que sabía que esa noche iba a estar lleno de luces por un evento y, para terminar, lo llevaría a comprar un vino a un buen local, y él no tenía ni idea de vinos, y conociéndose, terminaría por llevarle uno vencido, entonces mejor van los dos al local donde ya hizo la cita para tan tarde.

Cena elegante, paseo y un vino.

La cita perfecta.

Aunque aun pensaba en qué regalarle.

Tal vez unas rosas o un libro o darle el anillo... ¡No! ¡Eso era muy atrevido!

¡Era absurdo! ¡No eran nada esos anillos, que nadie se iba a casar! Él solo quería regalarle ese anillo, no para casarse ni nada por el estilo, solo un pequeño detalle entre ellos. Esa idea la tenía desde hace ya una semana, pero no se atrevía porque... ¡Porque era Edgar! Podría malinterpretarlo, entrar en pánico, asustarse de su atrevimiento, rechazarlo y alejarse de él. Mejor no. Mejor tiraría esos anillos a la basura.

Cuando ninguno de sus compañeros se dieran cuenta, de lo contrario, lo joderían de por vida.

Por eso estaban mejor guardados en el bolsillo derecho de su saco antes de tomar su celular.

.
.
.

[ Edgar ]

HEYHEYHEY -

- ¿Qué pasó?

Que ya te quiero ver c: -

- yo también.

Te encantará lo que preparé! -

- ¿Qué preparaste?

No te diré! xP -
Es sorpresaaaa -
Solo te diré, que te fascinará -

- estoy seguro de eso.
- pero
- ¿No tienes trabajo para hoy?

Nop -
Bueno sí -
Reportes -
Nada más -
Pero se lo puedo dejar a alguno de mis compañeros -
Así que no, no tengo trabajo -
Pero ya me aburrí -
Y dime -
Qué haces?? -

- jugaba con Karl un rato.

Ahhh quiero verlo! -

| Edgar ha enviado una foto: |
| Sobre sus piernas, yacía |
| boca arriba Karl, mordiendo |
| un juguete. |

Ahhh que lindoooo -
Lo extrañó :c -

- ¿Quieres que lo lleve hoy?

Sí! -
Pero -
No creo que se pueda -

- ¿Por qué?

Por una sorpresa :c -

- oh bueno.
- aún así, puedo ir a dejartelo al trabajo cuando quieras.

En serio!? -

- si no lo dejas salir de la oficina, sí.

Entonces sí! -
Me lo quiero llevar al trabajo! -
Mañana! -
Por faaaa -

- mañana será.

Siiii que emociooon -
Espera, Dazai quiere hablar conmigo -
Hey -
Poeeeee -
Digo -
Edgaaaaar -
Terrible! -

- ¿Qué pasó?

Tengo un caso -
:C -

- ¿En serio?
- ¿Te tomará mucho?

NO -
CLARO QUE NO -
Iré, lo resolveré y volveré -
Aparte, voy con Kenji, será rápido -
Esto no cambiará nada -

- ¿Seguro?
- porque podemos dejar la cita para otra ocasión.

| Ranpo ha enviado una foto: |
| Se ve desde su mentón hacia |
| abajo, luciendo el conjunto |
| que cargaba en su parte superior. |

- te ves
- precioso

Lo sé ;) -
Te veo en la noche -

- hasta la noche.

.
.
.

- volvimos... -suspira con pesadez el de cabellos negros, a las 7:35 pm, entrando a la oficina junto con Kenji, quien se veía bastante tranquilo.

Atsushi los recibe, pero Ranpo pasa de largo y va a colocar su celular en el cargador, esperando que reviviera para escribirle al castaño, extrañándose de no haberlo visto afuera.

- pensé que irían directo a los apartamentos. -le comenta Atsushi al rubio.

- solo terminaré los resportes de hoy y me voy, -habla Kenji, pasando a su escritorio.- y Ranpo espera a su novio.

Ranpo sonríe al escuchar aquello, y también al ver que su celular enciende. No espera mucho hasta que ve que tiene un mensaje del castaño.

- oh, pero él ya vino. -dice Atsushi.

[ Ya estoy aquí afuera. ]
[ ¿Te falta mucho? ]
[ Subiré, ¿Bien? ]

- ¿¡Estuvo aquí!? -pregunta Ranpo, alterado y asustando a sus menores.

- subió a la Agencia pero volvió a salir con Dazai-

- mierda.

Sale de la Agencia corriendo, dejando su celular y a sus menores, corriendo directo para abajo.

Jura que matará a Dazai si le hace o dice algo al castaño, porque no se lo perdonará. Lo matará, claro que lo hará.

Baja, pasa la cafetería, va a cruzar la esquina, pero se detiene y reteocede hasta estar en la entrada de la cafetería al distinguirlo allí.

En la barra, con un conjunto de un saco largo y unos pantalones café oscuro y por debajo una camisa blanca. Se veía demasiado bien.
Disfrutaba un café con una expresión tan tranquila mientras conversaba con el detective rubio a su lado, quien tiene un té y, atrás de la barra, la chica pelirroja de Guild que solo escuchaba su conversación.

Y la campanilla de la puerta se abre.

- ¿Dónde está Dazai? - es lo primero que pregunta, extrañado.

- buenas tardes, Ranpo. -le responden al mismo tiempo Poe y Kunikida, causándoles gracia.

- ¿Y Dazai?

- lo atrapé escapando del trabajo con Poe, -le responde Kunikida.- le grité, le di un caso y se fue. -dice con simpleza.- de nada.

- ah...

- por cierto, Ranpo, no puedes dejar esperando así a Poe. -le recrimina suavemente.

- no importa, -interviene el castaño.- pase un agradable rato con usted.

- lo mismo digo, -habla con una amable sonrisa.- ¿Cómo no vino aquí antes? ¿No quiere tomar el lugar de Dazai y trabajar en la Agencia?

- dios no podría, no soy tan bueno como ustedes.

- tan modesto como siempre, Poe -habla Lucy mientras acomoda unas tazas.- la verdad es que sí podrías ser detective.

- claro que no, Montgomery. -vuelve a negar Poe, mirándola con el ceño fruncido.- Además, soy de Guild-

- y nosotros tenemos a ex miembros de la mafia. -le interrumpe Kunikida.

- ¿Ves? ¡No les importa!

- aún así, no podría, ya tengo mi trabajo.

Pasa a segundo plano, y no le importa, con tal de verlo tranquilo, estaba bien. Tanto el de Guild como el de la Agencia se ven cómodos con la conversación, hasta pareciera como si sus organizaciones no hubieran estado en guerra hacía unos meses.

Y verlo así era tan lindo

- es una pena, -se lamenta Kunikida.- pero creo que es para bien, no creo que le hubiera gustado convivir con Dazai.

- ¿Y si mejor tú pasas a ser de Guild? -pregunta la pelirroja.

- ¿Puedo?

- claro que podría, -dice Poe.- ¿Cuánto dinero tiene?

- veo que no podré unirme. -se resigna y Poe suelta una débil risa.

- una pena. -se lamenta el castaño.- le hubiera encantado trabajar con Twain...

Lucy ríe por su comentario, dejando perdido a Kunikida.

- bueno, los dejo. -habla Kunikida, levantándose de su asiento y dejándo un billete en la barra.- yo invito. Fue un gusto, Poe.

- fue un gusto, Kunikida.

Pasa al lado de Ranpo, susurrándole un suave: "no es malo."

Y así, sale de la cafetería, dejando que Ranpo tuviera toda la atención del castaño, quien se levanta de su puesto y se acerca al detective. Y antes que pudiera decir cualquier cosa, Ranpo lo abraza.

Lo abraza fuertemente.

- sé que ya pasó bastante, pero aun así, felicidades por tu manuscripto. -susurra solo para ellos dos.

Y Edgar se siente a desfallecer.

- gra-acias, Ranpo. -susurra, separándose un poco.- ¿Nos vamos?

El detective asiente y están poe irse, cuando el castaño vuelve a ver a la pelirroja detrás de la barra.

- fue un gusto verte, Montgomery.

- igualmente. -lo despide la pelirroja.

Salen de la cafetería y caminan tranquilamente por la acera, rozando suavemente sus manos.

- tú... Te ves maravilloso... -dice Poe, sintiendo su rostro arder.

- tú te ves mejor. -le regresa el cumplido con una sonrisa, haciendo que el sonrojo del castaño sea más fuerte, viendose tan tierno a ojos del detective.- ¿Me esperaste mucho?

- poco más de la media hora.

- perdón.

- tranquilo, tenías trabajo. Además, pude conversar con tu compañero. Él... Es bastante agradable.

- ¿De qué hablaron?

- del trabajo, de la ciudad... Cosas así. -responde tranquilo.- y bien, ¿Ahora me dirás a dónde vamos?

- es una sorpresa~ -canturrea, para después tomar su mano y apurar el paso.

Logran alcanzar un taxi que pasaba por la calle y, luego de subirse, Ranpo le da la dirección que se obligó a aprenderse y van rumbo a su primer destino.

Tanto el conductor como Edgar, notaban que Ranpo era el más emocionado en el vehículo, ¡Y era verdad! ¡Ya quería ver la sorpresa y alegría de Edgar por la cita que tendrían!

Y al cabo de media hora (debido al tráfico) llegan al restaurante.

- dios, se ve tan elegante este lugar. -expresa Poe al entrar a recepción.

- lo mejor para ti. -le dice Ranpo.

- buenas noches, caballeros. -los recibe uno de los trabajadores en la entrada.- ¿Tienen reservación?

- a nombre de Edogawa Ranpo.

Y el trabajador revisar la lista que mantenían en recepción, y cuando levanta la mirada, a Ranpo le da un mal presentimiento.

- disculpe pero no lo encontramos en la lista.

- ¿Disculpe? Reservé justo ayer y-

- las reservaciones se hacen con una semana de antelación.

- pero me aceptaron la reservación que hice ayer.

- lo más probable es que sea para el siguiente viernes, señor.

"Vaya mierda."

- reservé para hoy.

- pero-

- me aceptaron para hoy la reservación.

- señor.

- necesito una mesa, la que sea y pago el doble. -suelta finalmente Ranpo con un toque desesperado.

Y el empleado suspira.

- si no tiene reservación, no puedo ayudarlo.

Ranpo frunce el ceño y quiere maldecirlo, lo va a maldecir, pero Poe interviene.

- entendemos, muchas gracias. -dice, tomando la mano de Ranpo y saliendo de ahí.

- vaya estúpidez. -expresa en la calle.

- tranquilo, Ranpo. -le habla suavemente Poe.- no es el fin de la noche.

- es verdad, -suspira, calmado.- aun hay algo que te quiero mostrar. -sonríe confiado y lo toma de la mano para ir a su siguiente destino.

El parque lleno de luces.

No está lejos.

Llegan en cuestión de unos minutos y pueden ver la decoración con luces que han puesto en los árboles, arbustos e incluso en los postes. Se veía precioso y sabía que le gustaría a Edgar, de no ser por un detalle.

Personas.

Demasiadas personas.

Y sabía una cosa: Edgar en medio de muchas personas, no es nada bueno, por el bienestar del mayor. Lo supo por el modo en que apretó su temblorosa. Y debió saberlo, que un lugar tan bonito no iba a estar sin personas.

- Ranpo-

- eh ¡Vamos! ¡Tengo algo que funcionará y te encantará! -trata de sonar confiado, pero se escucha la desesperación que sentía, toma su mano y comienza a caminar apresuradamente por otra dirección.

Tenía suerte que sabía, torpemente, la dirección de su ultima esperanza. Solo debían cruzar un puente y llegarían a la zona donde no se perderían. Pero a mitad del puente, recibe un llamado.

- ¿Diga?

- le llamamos de La Casa de las Uvas... -se presenta al otro lado de la línea.

Ranpo para en seco.

- dejeme adivinar... ¿Se cancela la cita?

- ... Lo lamento, pero ha ocurrio un imprevisto y no podemos atenderle hasta el lunes.

Ranpo solo chasquea la lengua y cuelga la llamada.

- ¿Qué pasa, Ranpo? -pregunta Poe, viendo como soltaba su mano y se revolvía el cabello frustrado.

- no... No es nada, salvo que no hay cita. -habla molesto.- nada salió bien...

Ranpo camina a la barandilla del puente y se apoya ahí, tratando de calmarse un poco, pero era imposible. En verdad estaba molesto, frustrado, resignado...

- ya vuelvo. -escucha decir a Edgar antes de escuchar pasos alejándose por dónde habían llegado.

Y en soledad, se siente mal.

Nada le salió como quería, y solo pensaba que era un inútil por no poder darle una cita decente por su logro. No es lo que Edgar merecía.
Por lo bajo, suelta maldiciones a todo lo que se le ocurriera, hasta que vuelve a escuchar pasos acercándose. Vuelve a ver y se encuentra con Edgar cargando una bolsa plástica.

- ¿Y eso?

- hay una tienda justo antes de entrar al puente, -explica el castaño, sacando una lata de cerveza y ofreciendosela al detective.- supongo que ncesitas una.

La acepta con un solo pensamiento en la mente: "Maldito seas, Dazai".

- pensé que no te gustaba la cerveza. -comenta al verlo sacar otra cerveza y abrirla para sí mismo.

- una no me matará. -expresa antes de alzarla.- un brindis.

Ranpo se apresura a abrir la suya y alzarla.

- por... Por tu manuscripto, -empieza con dificultad Ranpo.- por tu talento, por que siempre tengas la oportunidad de brillar con tu escritos....por ti, Edgar...

- por... Por no-osotros. -habla torpemente.- por estar juntos...

- y por la revolución. -se da el lujo de bromear.

Edgar ríe.

- por nosotros.

- por nosotros.

Chocan sus latas y dan un buen trago a la bebida.

Poe suspira luego de tragar. La cerveza no era lo suyo, definitivamente.

Y Ranpo suspira porque en verdad lo necesitaba. Ve como Poe sigue removiendo un par de cosas antes de sacar un paquete con un dule bocadillo, ofreciendoselo también a Ranpo, aceptándola gustoso.
Sin decir más, comen los bocadillos que compró el americano y toman cerveza en medio de aquel puente desierto, algo que ninguno de los dos hubiera planeado ni en un millón de años.

Ranpo no lo planeó así.

Y el sentimiento de culpa y frustración le impiden disfrutar de su cerveza y los bocadillos. Porque no debían ser cerveza y bocadillos los que debían estar comiendo, debía ser vino acompañando una cena digna de reyes. Digna de Edgar.

Al terminar sus cervezas y comida, meten la basura en la bolsa otra vez, y Edgar se ofrece a ir a botarla en un basurero junto a la tienda. Dejándole solo, otra vez, con sus pensamientos.

Él debía ofrecerse a llevar la basura.

Él debía comprar la comida.

Él debía proponer el brindis.

No Edgar.

Se estaba odiando por no poder siquiera darle una cita descente, siendo que Poe termino rescatando la situación.

- ¿En qué piensas, Ranpo?

Se asusta un poco al notar de nuevo la presencia del castaño junto a él, quien se preocupó al notar una expresión bastante triste en él.

- sinceramente, en que me odio mucho.

- ¿Por qué te odiarías?

- por no poder... Por no darte una buena cita, perdón. -habla Ranpo, apoyándose en el barandal del puente.- yo no... Esto no es lo que había planeado, no es lo que te mereces...

Silencio.

Y suena una suave melodía.

Ranpo levanta la cabeza, sorprendido, reconociendo la música y viendo como el castaño guardaba su celular en uno de los bolsillos de su saco.

- look around, look around... -canta suavemente junto a la voz femenina de la canción.- at how lucky we are to be alive right now. Look around, look around... -ríe un poco avergonzado, puede vuelve a ver al detective.- sé que estás frustrado... Y está bien, lo entiendo, pero no tienes que odiarte, no es tu culpa y no es el fin de la noche. Mientras tú estés aquí, es suficiente...

Ranpo solo sonríe enternecido.

- no te merezco.

- no digas tonterías, yo no te merezco.

- vaya, ahora tú dices tonterías.

- hablo en serio.

- y no entiendo porqué.

- por... -suspira pesadamente.

- porque me odiaste.

- exacto.

- ¿Qué tanto me-? Olvídalo, lo siento, podemos cambiar el tema si quieres y-

"Look around, look around at lucky we are to be alive right now..."

- no es algo de lo que pueda huir, ¿No? -vuelve a suspirar.- ¿Qué ibas a preguntar?

- ¿Tanto...? ¿Tanto me odiaste?

Lo piensa en silencio un momento, prepara sus palabras para no sonar como un maldito bastardo (aunque lo fuese).

"Look around, look around..."

- demasiado, -afirma, avergonzado.- lo suficiente como para solo querer verte sufrir, y es estúpido si lo pienso, tú solo eras mejor que yo, y no era tu culpa.

- ¿Qué te pasó después de...?

- pues... la peor de mis crisis: bloqueo, alcoholismo, depresión...

- Edgar-

- no es tu culpa. -se apura a decir.- para esa época no la estaba pasando tan bien, no solo por ti.

- no puedo imaginarme lo mal que lo pasaste... ¿Cómo lo superaste?

- no sé, -suelta con una amarga gracia.- tal vez solo por el deseo de acabarte a ti... Lo siento.

- no-

- lo lamento tanto. -le habla, realmente arrepentido.- no fui el mejor y no tenía porqué lastimarte cuando nunca me hiciste de menos... Tan de menos. -se corrige.- aún así, lo lamento-

- ya para de disculparte. -le pide Ranpo.- yo sé con quién estoy ahora y no te tengo miedo ni rencor ni nada. No necesito que tengas el mejor pasado, solo con que estés aquí... Es suficiente.

No dice más. Edgar solo sonríe con tranquilidad, dejándo que siguiera la canción. La canción sigue, la disfrutan mientras ven el horizonte oscuro.

Podía ver de reojo al castaño, más tranquilo, más aliviado luego de haber dejado en claro ese pasado que le atormenta, y era sincero. Ahora le tocaba a él ser sincero.

"That would be enough..."

Y acaba dulcemente esa canción.

Para empezar fuertemente la siguiente, asustándolos levemente a los dos, sacándoles una torpe risa.

"How does a ragt-"

Y Edgar la quita.

- lo lamento, no sabía que estaba-

- Edgar...

- dime.

- no tengo habilidad. -suelta de golpe.

El castaño se gira a verlo sorprendido, más sorprendido por el hecho que lo haya dicho que por lo que dijo.

- Ranpo-

- no tengo Ultradeducción, no soy superdotado... Soy común. -confiesa, bajando la mirada.

- me lo habías dicho hace tiempo... Y ahora que sé quién eres... Me parece increíble.

- lo sé-

- es increíble lo inteligente que eres. -expresa asombrado.- no pensé que podías serlo sin una habilidad.

- ¿Me estás diciendo tonto?

- estoy diciendo que me parecía anormal tu inteligencia y atención al detalle hasta que empezaste a alardear de tu Ultradeducción. ¿Lo saben en la Agencia?

- lo saben, -afirma.- pero no saben que sé que carezco de habilidad.

- ¿Por qué?

- porque... -suspira.- no quiero verme débil.

- no lo eres. -apura a hablar.- eres la persona más valiente que conozco. El que no seas superdotado no te detiene, no acobarda de casos peligrosos y complicados... Eres valiente, inteligente, asombroso... Eres de todo, menos común. Y así está bien.

Ranpo quiere llorar de lo dulce que estaba siendo Edgar.

- gracias... Por quererme así...

- gracias por ser así.

Ranpo no evita reír suavemente, sin querer burlarse. Era más bien una dulce, torpe y nerviosa risa.

- ¿Qué es esa confianza que cargas?

- es por la cerveza, mi estimado.

- solo era una.

- no tomo cerveza, y creo que no lo volveré a hacer. -hace una mueca de disgusto.

- veo que no tienes buen gusto, mi estimado. -dice con gracia.

- ¿Entonces por qué me gustas? -suelta, y se arrepiente de inmediato al sentir su rostro arder de la pena.

Ranpo solo ríe al verlo desviar la mirada.

- ¿Qué pasó con esa confianza?

- la perdí. -confiesa apenado y sin volver a verlo.

Y es demasiado lindo que intetara ignorar su fuerte sonrojo solo desviando la mirada, pero le notaba hasta las orejas rojas. Y ojalá poder ver más.

- ¿Puedo pedirte algo? -pregunta con cuidado Ranpo.

Y Edgar se gira a verlo rápidamente, serio.

- naturalmente.

- tú... -duda, pero decide hablar.- ¿Puedes quitarte el pelo de la cara?

Edgar no evita soltar una risa por esa petición.

- ¿De qué te ríes? ¡Hablo en serio!

- perdón, solo... Pensé que era algo malo.

- y es algo malo, no he visto tus ojos.

- claro que lo has hecho.

- no los dos al mismo tiempo, siempre tienes el pelo en la cara.

- ¿No me veo bien?

- demasiado, sí, -admite sin pena.- pero quiero ver qué tan bien te ves sin el cabello en la cara.

Edgar vuelve a reír y parece dudarlo poco antes de decirle.

- tapate los ojos.

Emocionado, Ranpo le hace caso y se cubre los ojos. Escucha un pesado suspiro y el movimiento de sus manos. Y luego de un breve silencio, Edgar vuelve a hablar.

- puedes ver.

Y baja sus manos.

Y queda maravillado.

Tan solo se había hecho el flequillo para atrás y le queda algo desordenarlo, pero eso no le impide verlo, sonrojado, y con sus grises orbes moviéndose inquietamente sobre unas ojeras.

- ¿No me veo bien?

- te ves demasiado bien. -asegura.- deberías amarrarte el cabello más seguido.

- perdería mi encanto. -bromea y logra sacarle una risa al de cabellos oscuros.

Quiere volver a bajar su flequillo, pero Ranpo, al ver sus intenciones, toma su mano, impidiendo que tocara su cabello.

- quédate así... Por favor...

- ¿Por qué?

- me gusta verte así... -confiesa nervioso.

Puede ver completa la expresión enternecida del americano.

- entonces puedo quedarme así... Solo hoy.

- solo hoy. -acepta el menor.- ahora... ¿Puedes poner música?

- ¿Qué quieres escuchar? -pregunta, sacándo su celular.

- lo que sea.

Un breve silencio los rodea hasta que vuelve a sonar una suave melodía de piano junto con la guitarra, para poco después aparecer la masculina voz del cantante.

- ¿Y ese quién es?

- El Rey, -responde, guardando su celular.- Elvis.

- ah... Mejor pon Hamilton.

- después lo haré, déjame escuchar esta canción. -pide con una suave sonrisa.

- de todas formas, es tu teléfono. -suelta con gracia, volviendo a ver al horizonte.

"You were always on my mind..."

En medio de aquel puente, solo se escuchaba aquella canción junto a la fría brisa de la noche, dando una sensación tan extraña pero agradable al más jóven, quien disfrutaba bastante ese momento.

Disfrutaba la noche.

Disfrutaba la brisa.

Disfrutaba a su acompañante.

Disfrutaba la canción, aunque no supiera lo que decía.

Disfrutaba esa débil voz que cantaba.

Esperen.

Gira su cabeza para ver el perfil del castaño, con la mirada perdida y sus labios cantando débilmente la canción.

Esos labios.

Los ve decir cosas que él no entiende, y los nota ligeramente agrietados, y aún así se veían tan... Deseables, sería mejor de las palabras. Siente un impulso y se acerca un poco más al castaño a su lado. Pero no sale como él quería.

Edgar se sobresalta.

- a-ah disculpa, -habla rápidamente el detective.- solo... Quería escucharte cantar... -miente, en parte.

¡Sí, quería besarlo! Pero no era mentira que también lo quisiese escuchar cantando, no en ese orden, claro.

- canto terrible. -comenta/advierte Edgar.

- eso lo diré yo. -le recrimina.

Y la canción termina para dar paso a la siguiente, con un suave "uhhh" junto a un ukelele. Poe suspira pesadamente y canta.

- It's no-ow or never, -comienza tímidamente.- come hold me tight, kiss me my darling, be mine tonight... Tomorrow... will be too late, it's now or never... My love won't wait...

Ranpo se da cuenta de dos cosas: le gusta la voz de Edgar y le gusta cómo Edgar habla el inglés.

Tan fluido, tan cordial, tan suave...

A medida que la canción sigue, Poe se calma más y puede cantar más a gusto, sin levantar demasiado la voz, y eso le fascinaba a Ranpo.

Suave, tranquila y encantadora era la canción, pero más lo era Edgar.

Y termina la canción. Y empieza otra del mismo Rey.

- cantas demasiado bien. -se apura a decir Ranpo.

- no es cier-

- me gusta cómo hablas inglés. -le interrumpe para que no pudiera contradecirle nada.- ¿Me dices algo en inglés?

- no me entenderás. -le hace saber Poe.

- aún así... Solo quiero escucharte...

Poe sonríe demasiado enternecido antes de suspirar.

- I... I never imagined that I would feel like this... -susurra, mirándole.- that I would be like this... with you.

Ranpo se sentía en el cielo.

- tan lindo... ¿Me lo puedes traducir?

Edgar suelta otra risa.

- aprende inglés.

- no quiero. -hace un pequeño puchero.

- deberías.

- ya sé lo suficiente de inglés, no tengo porqué estudiar más.

- ¿En serio? -suelta burlón.- ¿Y qué es lo que sabes?

- hello, I'm the best detective, goodbye. -respondd confiado, sacandole otra risa al castaño.

- aún así, aprende un poco más.

- ¿Para qué? Si tú puedes traducirme.

- no te he traducido nada.

- entonces hazlo, -demanda con una sonrisa.- ¿Cómo dices "tengo frío"?

- I'm cold. -responde sin dudarlo.

- gracias. Entonces, I'm co-old. -expresa, intentado parecer seguro de su pronunciación.

- ¿En serio? -pregunta suavemente el castaño, a lo que asiente.

Entonces Edgar toma sus manos, las besa y las guarda en los bolsillos de su chaqueta, atrayéndolo un poco más a él.

- ¿Y ahora?

- Está mejor... ¡Pero tus bolsillos están muy arriba! -se queja infantilmente, sacando sus manos y colocandólas en las de su propio saco, obligando a Poe a agacharse un poco.

- y los tuyos están muy abajo. -ríe torpemente. Y quiere decir más, pero su expresión cambia al sentir algo en el bolsillo derecho.

Algo frío y redondo.

- ¿Qué tienes ahí? -pregunta curioso.

Ranpo se alarma, suelta sus manos y se aleja lo suficiente para que Poe sacara sus manos de su saco, pero también lo suficiente para que Poe le mirara preocupado.

- ¿Qué pasa, Ranpo? -vuelve a preguntar.

Quiere decir que nada, pero ya alertó a Poe y él es lo suficientemwnte inteligente como para saber que algo pasaba.

No podía, no.

Eran anillos...

Eran anillos.

¡Solo son unos anillos! ¡Nadie se muere!

- bueno... -suspira nervioso.- antes que nada, prometeme que no malinterpretarás nada, me escucharás y al final puedes decir que no... Por favor.

- te lo prometo.

- bien. -suspira para después sacar su mano echa puño del bolsillo. Torpemente extiende la mano y deja ver un anillo con el interior de negro.- e-es para ti...

El rostro de Edgar es un poema: sus ojos están abiertos, sus mejillas tienen un fuerte sonrojo... Su mano tiembla cuando toma el anillo y comienza a observarlo detalladamente.

- lo-o compré cuando salí de la ciudad, y sinceramente no sabía que comprarte, no sabía si te gustaría un collar o una pulsera o cosas así, y lo pienso mejor y tal vez hubiera sido mejor una pluma, pero no encontré y supongo que ya tienes muchas... -y en ese instante, Edgar lo vuelve a ver.- ¡Y no tomes esto como que quiero casarme contigo! No es una propuesta ni nada, en serio, y sé que es malinterpretable pero solo quería darte algo y lo vi y pensé que te gustaría, además estaba en oferta y compré dos, claro que el mío es blanco y esto es más símbolico, algo nuestro, algo a juego entre los dos y ya sé que esto se ve mal y claro me lo puedes regresar y decirme que no, no es necesario y dios, estoy hablando mucho, y lo siento yo... Ah no puedo. -ríe torpemente, tomando aire.

Se prepara para volver a explicarse y no espantar a Edgar, pero este, en un rápido movimiento, toma su rostro y lo besa.

Lo besa suave y tímidamente.

Y Ranpo se siente a desfallecer.

Y se siente vacío cuando Edgar se separa tan solo un poco, lo suficiente para poder susurrarle:

- dios, eres increíble... -y vuelve a besarlo rápidamente y volver a separarse.- eres asombroso. -y vuelve a plantarle un pequeño beso en los labios para volcer a separarse y susurrale.- eres maravilloso y lindo y precioso y-

- Edgar...

- y te amo...

Y podía morir en ese momento y moriría como el hombre más feliz del mundo.

- te amo demasiado, Ranpo... -susurra.

- tambien te amo, Edgar... -responde en el mismo tono antes de él besarlo.

Fríos.

Los labios de Edgar eran fríos, estaban agrietados y aun así lo estaban volviendo loco en ese instante.

Movimientos suaves, tímidos y llenos de cariño.

Los labios de Ranpo eran dulces, suaves y aun así estaban volviendo loco a Edgar en ese instante.

Con pesar, el detective se aleja un poco de sus labios, dejando por un momento confundido al americano, hasta que vio cómo Ranpo le quitaba el anillo que tenía entre sus manos, para colocarselo torpemente en el dedo anular de su diestra.

- me encanta. -susurra Edgar, admirando como se veía en su dedo.- ¿Me prestas el tuyo?

Asiente y saca su anillo de su bolsillo para pasarselo. Y sin dudarlo, Edgar le coloca el anillo en el dedo anular de su diestra, acto seguido, toma su mano y la besa suavemente.

Se sentía bien.

Se sentía feliz.

Se sentía indefenso.

Estaban indefensos.

- Edgar...

- dime.

- ¿Ahora qué?

- honestamente, no sé. -ríe apenado.

Ranpo ríe débilmente antes de soltar el primer bostezo de la noche, bostezo que Edgar no deja pasar por alto.

- ¿Cansado?

- un poco...

- ya es tarde. Vamos. -toma su mano y comienzan a caminar por donde habían llegado.

- waaah pero mi apartamento está lejos... -se queja.- ¿Me cargarás hasta allá?

- y no hay taxis... -susurra para sí mismo.- ah... Podríamos... -duda con vergüenza.

- ¿Qué?

Se arma de valor y pregunta con su temblorosa voz:

- ¿Va-amos a mi apa-artamento?

- depende, ¿Me cargarás hasta allá?

- puedo aguantar.

- entonces vamos.

[ c o n t i n u a r á ]

N/A: listo, amo este capítulo

Ahora, historiaaaa!

Este es el primer capítulo que reescribo desde cero. La primera versión no tenía chat y quedaba muy pesada y la estaba odiando.
Pero entonces, a las 11:30 de la noche estaba por caer dormida, con dolor de cabeza cuando tuve una revelación, cuando mi mente quiso trabajar a pesar del dolor, lo ignore y PUM aquí está.  Ah aún me duele la cabeza, pero eh! Las buenas canciones no faltaron!

Canciones: That Would Be Enough, Hamilton; Always On My Mind, Elvis Presley; It's Now Or Never, Elvis Presley (mi fav del rei o si jsjs).

Y quería esperar a este día 13/01 para celebrar los dos meses de este libroooo -crying in happiness- en teoría, aquí aún es 13, así que cuenta ✨

Y lo siguiente me va a doler ahre que-

Me voi a dibujar y escribir otras cosas bai

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