#4 💘

Minho es un Alfa gordo... y Jisung lo ama tanto, tanto, que no le importa.

Omegaverse; disforia, cliché, almas destinadas, drama, secuestro, escolar, bullying, hyunbin, PARTE 1

Jisung Omega + Minho Alfa

Mención Jeongin Alfa + Chan Omega
Hyunjin Alfa
Resto: Betas

Soojin Omega
Wooyoung Omega

―Tú no lo entiendes porque eres el estereotipo de Omega lindo ―dijo Seungmin, un poco molesto.

Jisung mordió su labio inferior, atacado.

―¿Eso qué tiene que ver? ―cohibido, jugó con las yemas de sus propios dedos―. ¿Tengo la culpa de que le hagan bromas a Minho hyung?

―No dije eso. ―Seungmin soltó un suspiro, algo agotado; no quería que el menor se echara a llorar―. Me refiero a que no le tomas importancia.

Changbin miró al Beta y quiso golpearlo en la cara, pero se quedó callado. Cruzó los brazos por encima de su pecho y suspiró. Llevaban discutiendo cerca de veinte minutos acerca de la broma que había recibido el Alfa en la escuela.

―No es que no le tome importancia al acoso que recibe Minho ―Jisung alzó la voz, quebrándose al tener que discutir por no saber cómo hacerse entender, estaba haciendo que Seungmin le malinterpretara completamente―. Yo digo que no me importa cómo luce, ¡para mí! Yo lo quiero mucho, mucho, no me importa si está gordito.

Changbin apoyó la mano sobre la rodilla del más pequeño y, esta vez, no se inmutó en mirar con molestia al más alto. Seungmin estaba molesto y se la estaba agarrando con Jisung, no era justo.

―¿Si no fuera tu destinado, seguirías saliendo con él?

La pregunta de Seungmin hizo que Jisung le mirara completamente herido y sorprendido.

―Bueno, ya está ―Changbin se puso en medio, protegiendo al Omega de la repentina hostilidad del otro Beta―. Seungmin, estás siendo un estúpido. ¿Qué mierda te pasa?

Seungmin dio un paso atrás y boqueó, balbuceando una disculpa. Por alguna razón, el aroma a Alfa en Changbin se intensificó, demostrando las feromonas de protección con las que fue envuelto, aunque eso sólo pudo notarlo el más pequeño.

―Chicos...

―Lo siento, lo siento. ―Seungmin alzó las manos en señal de rendición―. Minho es mi primo y estoy enojado por lo de hoy, no debí desquitarme contigo, Hani.

Jisung asintió, incómodo por la situación; su amigo jamás le había hablado así y se sentía muy triste por eso. Seungmin se sentó en el sillón nuevamente y bajó la cabeza. Changbin suspiró pesadamente, justo cuando el teléfono de Jisung comenzó a sonar.

―Es hyung. ―Jisung sonrió y se levantó de un salto, emocionado por responder a su Alfa.

Una vez solos, Changbin miró al otro Beta con recelo.

―Deberías dejar de sobreprotejer a Minho. ―Changbin bajó el tono de su voz, luciendo sombrío―. Tendrías que estar feliz de que alguien como Jisung lo quiera tanto.

Seungmin mordió su labio inferior y asintió. Jisung era una persona muy dulce, era, como dijo, el estereotipo de Omega, lindo y amable. Cualquier Alfa estaría encantado por tenerlo. Minho jamás había estado tan feliz en su vida e incluso comenzó a cambiar sus hábitos para poder ser un Alfa digno para Jisung.

―Lo sé. ―Seungmin se levantó―. Ya pedí perdón... Me iré a casa, cierra bien la puerta.

―Jinnie vendrá más tarde, no te preocupes.

Seungmin asintió nuevamente y comenzó a caminar hacia la puerta, siendo acompañado por Changbin. A Seungmin le preocupaba que un Omega y un Beta vivieran solos, sobre todo ahora que han habido secuestros masivos de Omegas. Hyunjin era policía y abogado ―la pareja Alfa de Changbin―, por lo que Seungmin se sentía mejor al saber que iría a cuidarlos.

―¿Irás solo? ¿No quieres que te lleve?

―¿Y dejar solo a Hani? No. Pediré un taxi, no te preocupes.

(...)

Jisung se sentó en la cama de su habitación y rio bajito al oír la suave risa del Alfa al otro lado de la línea. Jisung se sentía un poco mal por la discusión que había tenido con Seungmin, pero la llamada de Minho le subió los ánimos.

―¿Ya te sientes mejor?

Seh ―Minho alargó con algo de inquietud―. Sólo me doblé el tobillo.

―Les daría un golpe en la cara a todos esos tontos. ―Jisung bufó recordando lo sucedido en la escuela ese día―. Si alcanzara...

Minho rio en alto, enternecido. La vocesita suave de Jisung solía calmarlo incluso más que las feromonas de su madre, quizás debiéndose a que eran almas destinadas ―o quién sabe.

Minho siempre se sintió mal con su cuerpo, era delgado y bajo para ser un Alfa, sentía que jamás podría gustarle a alguien luciendo así. Cuando arrancó la secundaria, comenzó a comer más, creyendo que ganaría musculatura, sin embargo, no se midió. A los dieciséis ―un año atrás― ya pesaba noventa kilos, y fue cuando conoció a Jisung. Ahora estaba cerca de los cien, pero había comenzado a cuidarse, a entrenar. Quería ser digno, que su Omega pudiera estar con él sin sentir pena ―Minho tenía pena―, quería poder cuidarlo y pasar el resto de su vida a su lado sin preocupaciones, sin temer que un día le diera un ataque al corazón y muriera.

―Mañana... ¿Puedo ir a verte?

La pregunta tímida de Jisung sacó a Minho de su ensoñación.

―No, no vengas. ―Minho entró rápidamente en pánico―. Iré yo.

―Pero tu piecito...

―Amor, están pasando cosas muy feas. No quiero que salgas a la calle si no es realmente necesario.

Jisung soltó un pequeño bufido, adorable.

―Jinnie hyung vendrá a pasar la noche. Le diré si me puede llevar en su patrulla ―susurró esperanzado.

Minho se lo pensó.

―No, amor. No molestes a Hyunjinnie. Iré, me llevará papá en su auto.

Jisung hizo una pequeña rabieta y al final suspiró, sabiendo que perdió. Minho tenía la casa sola por la mañana de los sábados, Jisung quería ir y tener tiempo juntos, tiempo íntimo. En su casa estaría su hermano mayor con su Alfa, por lo que no podrían hacer cositas.

―Yo tenía ganitas...

Minho ahogó un jadeo.

(...)

Jisung se sobresaltó cuando Wooyoung saltó sobre su espalda, asustándolo. El Omega más alto soltó una risa escandalosa y se abrazó a su cuello, frotando sus mejillas antes de separarse y dejar que Soojin, su amiga, le saludara también.

―¿Qué hacen aquí? ―Jisung les sonrió, feliz de verlos.

―Estamos yendo a ver a un amigo que dio a luz. ―Wooyoung hizo una pequeña pose por unos segundos, soltando feromonas―. ¡Le van a poner Woojin al bebé! ―exclamó con emoción.

Jisung sopló una risilla y vio a su Alfa salir nuevamente de la tienda. Minho se acercó a ellos con una ligera sonrisa. Ambos habían salido a la farmacia para comprar los supresores y los medicamentos para Minho, Jisung ya estaba cansado de estar encerrado y creyó que estando acompañado de Minho no podría pasar nada malo. Y, por favor, eran las dos de la tarde.

―¿Por qué te emociona que se llame así? ―preguntó Jisung tomando la mano de Minho.

―Woo es por Wooyoung ―dijo Soojin, riendo bajito.

―Y Jin es por Soojin.

―¿Sooyoung no suena más bonito? ―preguntó riendo, ladeando la cabeza.

Minho apretó su mano para llamar su atención.

―Sooyoung es de niña. ―Wooyoung le miró como si fuera obvio―. Bueno, ya nos vamos. ¡Tengan un buen día!

Soojin fue jalada por el brazo y ambos se marcharon, despidiéndose con risillas. Se les veía realmente emocionados por la llegada de ese bebé y Jisung trató de recordar quién era la pareja que daba a luz.

―¿No es peligroso que dos Omegas sin marca salgan solos? ―preguntó Minho, preocupado.

De cuatro a seis secuestros ocurrían por semana en el país, y los primeros Omegas ya estaban apareciendo, aunque no sanos y salvos. Las noticias no paraban de difundirlo.

―Sí... Van al hospital. ―Jisung señaló el edificio a cuadra y media―. Quedémonos aquí hasta que entren.

Minho asintió, apretando la manito del menor. Soojin y Wooyoung ingresaron al hospital entre pequeños empujones y Minho suspiró, tranquilo. Volteó hacia su Omega y este le devolvió la misma expresión.

―Lindura ―susurró Minho.

Jisung estiró sus labios en un pico y se inclinó hacia él, dándole un pequeño besito. Las cálidas y suaves manos de Minho se aferraron a la delgada cintura del menor y lo atrajeron hacia él.

―Tú eres más-

Jisung enmudeció. Sus piernas se volvieron débiles y cayó, apenas siendo sostenido por Minho. Todo pasó tan rápido que el mayor ni siquiera pudo asimilarlo. Un fuerte aroma a Alfa hizo que Minho se pusiera alerta, pero no pudo hacer nada cuando recibió un golpe en el rostro.

Minho trastabilló y cayó. Todo le dio vueltas por segundos, intentó recomponerse del golpe, pero Jisung fue tomado en brazos, inconsciente. Minho gateó un par de pasos hasta que pudo ponerse de pie, llamando al menor desesperadamente para que despertara, pero fue inútil.

El Alfa, alto y fuerte, lo miró y comenzó a reírse.

―¿Tú eres su Alfa? ―se rio fuerte, viéndole incrédulo―. Veamos si nos alcanzas, cerdo.

Minho gritó exasperado. Ese Alfa se subió a una camioneta, dejando a Jisung en su regazo, viéndole por la ventanilla con burla.

―Te daremos ventaja, comienza a correr, gordito.

Minho trastabilló antes de lanzarse, pero la camioneta avanzó y sólo pudo darle un golpe. Gritó angustiado, volviendo a correr, detrás de las llantas.

―¡Más rápido, puerco! ―gritó asomándose por la ventana.

―¡Maldito seas, hijo de puta! ―Minho seguía mareado, pero corría tan rápido como podía.

Su corazón se aceleró, comenzando a doler. Cayó sobre sus rodillas y vio a la camioneta marcharse, sus párpados inertes se llenaron de lágrimas de inmediato y su lobo rugió desesperado, completamente angustiado y desconsolado.

Mi Omega... Mi Omega... No dejes que se lo lleven, no los dejes.

―Oye, ven. ―Alguien le sostuvo del hombro y le ayudó a levantarse, Minho lloriqueó intentando apartarse―. Mi amigo tomó la camioneta y los persiguió ―dijo rápidamente―, va a atraparlos. No te preocupes...

Justo en ese instante, un fuerte ruido hizo que ambos alzaran la cabeza. Una camioneta impactó contra la otra, desviándola hasta que se metió dentro de un local con paredes de vidrio.

―Oh, Dios.

27032022

Todo se fue a la chucha, a la chuchaaa...

¿Quiénes son los héroes? Ahdheahhs

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