#1 🥀
Minho y Jisung pasan juntos el celo del Omega, y ahí es cuando todo parece desmoronarse.
Omegaverse; soft, fluff, hurt/comfort.
Minho Alfa + Jisung Omega
Chris Alfa
Hyunjin Omega
Resto: Betas.
Jisung estuvo sentado en la punta de su cama por largo rato, no tenía ánimos de levantarse ni muchos menos de verle la cara a sus compañeros. Minho, Changbin, y Chan estaban en la sala, discutiendo.
Jisung lo había arruinado en grande. No había tomado sus inhibidores, puesto que se confió creyendo que los Alfas y Betas estarían fuera de casa por unos días.
Minho, Chan, Seungmin y Changbin estaban filmando un programa en otra ciudad y Felix junto a Jeongin no estaban en la casa. Jisung estaba confiado, estaba realmente confiado de que nada malo sucedería. Las pastillas causaban efectos secundarios y él odiaba tomarlas, por lo que no lo hizo cuando supo que ellos estarían lejos.
Sin embargo, Minho llegó y él estaba tan lejos de su propia cabeza que rogó al Alfa por un poco de su tiempo. Abrió sus piernas y arrastró a su mejor amigo a ello.
Minho se dejó llevar por su Lobo y terminaron juntos en la cama.
Chan y Changbin enloquecieron al verlos. Y Jisung sabía que todo era su culpa. Su lado Omega se sentía humillado y avergonzado.
―Hanji... ―Changbin, con dulzura en su tono, entró a la habitación y se sentó a su lado―. Bébete esto ―tenía una pequeña pastilla en su mano y un vaso en la otra.
La píldora, es cierto. Jisung la tomó y se la llevó a la boca, esperando que realmente funcionara, porque sino estaría hundido en la mierda. Minho y él no podían ser padres, no es así como todo debía ir.
Minho era un Alfa y Jisung un Omega en celo, las probabilidades eran altas, porque las píldoras no solían surtir efecto en Omegas en celo.
Jisung tenía tanto miedo.
―En caso de que suceda, la empresa te dará esa opción ―dijo Changbin en tono bajo, aunque sabía que aquello dañaría al Omega de Jisung.
―Esa ―recalcó fastidiado― opción no es algo en lo que esté pensando ―dijo Jisung entonces, mirando sus manos con miedo; él jamás se haría un aborto, su Omega caería en depresión―. Si llegase a suceder, sólo quedaría irme.
Jisung suspiró pesadamente y recargó la cabeza en el hombro del Beta, mientras que este acariciaba su mano buscando tratar de reconfortarlo por lo menos un poco. El pobre corazón de Jisung latía con mucha rapidez.
―¿Quieres que llame a Minho? ―preguntó Changbin señalando la puerta con la cabeza―. Ha querido entrar desde hace rato, pero teme asustarte.
Jisung dudó, sin embargo, debía hablar con Minho. Aún si era muy pronto para pensar demasiado, él quería dejar las cosas claras con su mejor amigo. Finalmente, asintió despacio y el Beta se levantó tras dejar un apretón en su mano.
Minho entró a la habitación pocos segundos después de que Changbin hubiera salido, apresurándose a arrodillarse frente a Jisung. Minho tomó las rodillas de Jisung y le miró desde abajo con suma atención.
―Princesa, ¿estás bien? ―dijo Minho sintiendo esa profunda pena en el Omega debido al lazo que habían formado―. ¿Te sientes mal por lo que pasó? ¿Te lastimé?
Jisung apoyó las manos encima de las ajenas y acarició sus nudillos con las yemas de sus dedos, negando con la cabeza varias veces.
―Min... ―murmuró Jisung apretando las manos temblorosas con algo de fuerza―, tomé la pastilla, pero ¿sabes que existe la posibilidad de que quede en cinta?
Minho asintió despacio, sin despegar la mirada del menor. Jisung suspiró con fuerza y trató de apartar a Minho, sin embargo, el mayor se incorporó primero y se sentó a su lado, mirándole con todo el cariño que le tenía.
―Si llegases a quedar... Sea cual sea tu decisión, estoy dispuesto a acompañarte. Si quieres quedarte con nuestro cachorro, me gustaría que me permitieras estar contigo. ―Minho bajó el tono de su voz, sin dejar de sostener las manos ajenas―. Y si no quieres tenerlo, respetaré esa decisión y estaré contigo en todo momento; te ayudaré en lo que me pidas.
Jisung asintió sintiendo su corazón apretado dentro de su pecho y sonrió, tomando al mayor en sus brazos para rodearlo en un abrazo donde dejaba ir todo su llanto.
Sólo habían dos Alfas en el grupo, Minho y Chan, y dos omegas, Jisung y Hyunjin, el resto de ellos eran Betas.
La mayoría de los grupos solían ocultar la casta de sus miembros hasta dos o tres años después de su debut, usando neutralizadores de aroma para pasar desapercibidos o incluso mintiendo acerca de su casta para que todos fueran tratados igual.
En la empresa se estaba al tanto de las castas de sus miembros (incluso contratos de confidencialidad fueron firmados) y todos fueron muy respetuosos con Jisung y Hyunjin, el CEO jamás había permitido que el personal o cualquier ajeno degradara a los Omegas de su empresa.
Sin embargo, las castas del grupo no estaban reveladas a los fans.
Y muchas veces se había mencionado que ante ataques o embarazos no deseados, la empresa podía proporcionarles ayuda. Sin embargo, todo el cuerpo de Jisung temblaba ante la idea de hacer algo como eso.
Minho se mantuvo a su lado, como su mejor amigo y su consuelo. El Omega de Jisung se sentía aplastado por una extrema pesadez y muy decaído para hacer cualquier cosa, empero, gracias a Minho, pudo hacer las cosas más básicas como comer e higienizarse.
El Alfa se aseguró de que Jisung no cayera en una depresión más profunda, se aseguró de hacerle saber que no se había arruinado la vida de nadie y que Minho estaba encantado de formar una familia con él.
No obstante, los días pasaron y los resultados salieron negativos.
―¿Estás más tranquilo, bonito? ―preguntó Minho besando la cabeza de Jisung.
El menor estaba aferrado a su torso, con la cabeza en su pecho, ahogándose con su aroma que lograba tranquilizarlo como nada más podía.
―Estoy bien ―Jisung sacudió la cabeza y luego llevó la nariz al cuello de Minho, respirando su aroma―. Tranquilo porque no te arrastré a esto, y triste porque ya me veía con un cachorro. Mi Omega se siente algo deprimido.
Minho rio grave, acariciando la espalda ajena con suaves masajes.
―No me habrías arrastrado a nada, Hanji. Sabes que siempre estaré a tu lado. Eres lo que más amo en esta vida, y habría estado encantado de tener a nuestro cachorro, pero no se dio en este momento ―dijo Minho en tono bajo y prolongado―. ¿Tú quieres formar una familia, Hanji? ¿Conmigo?
Jisung rio suavemente y asintió despacio, feliz de escuchar aquella confesión tan naturalmente, fundiéndose cada vez más contra el cuerpo caliente de su Alfa.
―Nuestro... ―alargó el Omega, respirando sobre el cuello de Minho―. Claro que sí, Min.
Eran demasiado jóvenes, pero se amaban incondicionalmente, se conocían hace más de cinco años y cualquiera de los dos estaba dispuesto a dar la vida por el otro. Nunca tuvieron una relación amorosa, pero incluso los demás sabían lo mucho que se buscaban el uno al otro.
―Princesa ―dijo Minho pocos minutos después, diciéndole ese apodo que Jisung amaba tanto―, ¿puedo ser tu Alfa?
Jisung dejó salir una risita y, separándose ligeramente de él, asintió varias veces ante aquella pregunta, besando los labios de corazón del mayor.
(...)
Minho se abrazó a la cintura de su Omega y lo atrajo aún más hacia su cuerpo, enterrando la nariz en su cuello. Jisung estaba tratando de escribir unas partituras, siendo su tarea muy difícil de llevar a cabo con su Alfa olisqueando su piel como un sabueso. En algún momento, incluso llegó a sentir sus dientes, pequeñas mordidas que iban desde su hombro a su cuello.
―Ugh, una pareja ―gruñó Hyunjin, haciendo una mueca de asco.
Minho miró hacia el Omega sin dejar de morder la piel de su pareja y rio.
―Ugh, un Omega gruñón que va a comer papel ―dijo Minho dejando besos en la piel de Jisung, ya llena de saliva―. Vete de aquí ―gruñó con falsa molestia, apoyándose en la espalda de Jisung con suavidad.
―Sólo vine por unas cosas, no me quiero apestar con su aroma todo feo ―Hyunjin rio bajito, frunciendo su nariz en un gesto de disgusto que fue adorable ante los ojos de la pareja―, huelen a amor. Guácala.
Con esas últimas palabras, Hyunjin se marchó. Jisung miró la puerta cerrada y luego miró a Minho, sonriendo con timidez. No era la primera vez que les decían que apestaban.
―Tiene razón, hay que ventilar esta habitación ―dijo Jisung, levantándose de su escritorio.
―¡A mí me gusta! ―exclamó Minho aferrándose a la cadera de Jisung, incluso cuando este comenzó a acercarse a la ventana―. Aunque, tienes razón, princesa mía, puede ser incómodo para Chan y Hyunjin, por sus Lobos. Debemos ser respetuosos.
Jisung asintió, pensando en lo que Hyunjin les había dicho. Desde que habían comenzado a salir, Minho y él siempre estaban juntos (sí, todavía más juntos), era casi imposible estar apartados, aunque siempre fue así, ahora era de una manera romántica, más tacto, más mimo, ahora sus aromas se mezclaban y se hacían uno. Jisung no había pensado hasta el momento en si eso afectaba al resto del grupo o no, si debían dejar de ser tan amorosos al menos cuando los demás estuvieran cerca.
―Somos unos cochinos ―gruñó Jisung con sorpresa, caminando de regreso hacia su escritorio, con Minho siguiéndole los pasos.
―No somos cochinos. ―Minho abultó los labios, sintiéndose ofendido.
En ese momento, la puerta fue tocada y un torbellino ingresó a la habitación.
―Qué onda ―Felix ingresó sin permiso, dejando una bandeja de brownie con helado en el escritorio de Jisung―. Para que se enfríen un poco, porque esto es ardiente ―sonrió con picardía, antes de irse de nuevo.
La puerta se cerró y pudieron oír la escandalosa risa de Felix perderse en el pasillo.
―Felix siendo Felix. ―Minho se encogió de hombros cuando Jisung lo miró, ambos estaban igual de confundidos.
Jisung volvió a sentarse en su escritorio, esta vez sobre el regazo de Minho, pues el Alfa no quería despegarse de él. Jisung comenzó a escribir nuevamente, mientras sentía las grandes manos de Minho delinear su espalda y detenerse en su estrecha cintura, dejando caricias suaves con la yema de sus pulgares en su piel.
Minho pasaba de su espalda a la zona baja de la misma, masajeaba su cuello, dejaba besos en su nuca, haciendo que Jisung se relajara y soltara jadeos bajos.
Los teléfonos de ambos comenzaron a vibrar en ese momento, Minho fue el primero en echarle un ojo, un poco reacio a detenerse, confuso al ver que decenas de notificaciones llegaban a su panel. Muchas de ellas eran mensajes del staff, e incluso unas cuántas del CEO.
―Princesa...
Jisung miró hacia Minho, sintiendo la preocupación de este en su voz. Cuando sus ojos pararon en la pantalla del Alfa, todo su cuerpo se paralizó.
Estaban avisándoles que alguien había filtrado su información médica, al igual que la de Hyunjin.
―D... dicen que alguien reveló sus castas ―Minho apretó el cuerpo del menor entre sus brazos cuando lo sintió temblar―. Es anónimo... no entiendo, ¿cómo se enteraron?
Las personas tenían la opción a esconder su casta cuando había conflicto de derechos, más aún cuando la seguridad de estos corría peligro. En este caso, los Omegas en la industria del entretenimiento. Hyunjin y Jisung no querían ser tratados diferente, no querían ser atacados.
La voz de Chan y los demás se escuchó del otro lado de la puerta y Minho escondió el cuerpo de Jisung entre sus brazos, atemorizado. Minho podía sentir el miedo de su Omega y eso activaba todas sus alertas.
La puerta se abrió, Hyunjin ingresó a tropezones, sentándose en su cama con la respiración agitada y la mirada perdida. Jisung se acercó a él rápidamente, acunando el rostro lloroso con sus manos.
Hyunjin trató de alejarse, temeroso por el tacto ajeno debido a un trauma pasado, sin embargo, el aroma tranquilizador de Jisung comenzó a embriagarlo. Y aunque se veía que ambos Omegas estaban asustados, Jisung se encargó de cuidar a su amigo hasta que este estuviera estable.
Los Betas estaban parados en la entrada de la habitación sin saber qué hacer, viendo con preocupación a sus compañeros Omegas, sintiendo el instinto de protección incluso cuando no eran Alfas. Todos habían corrido a la habitación de ambos Omegas apenas enterarse de la situación.
―No voy a dejar que te lastimen otra vez ―susurró Jisung tan cerca y tan bajo que solo Hyunjin pudo oírle.
Hyunjin asintió, dejando que las lágrimas acumuladas en sus ojos cayeran sobre sus mejillas, y como si aquel fuera un detonante, Jisung también se dejó llevar por su miedo.
De repente, el recuerdo de todas las desapariciones de celebridades, de ataques sexuales, del odio hacia su casta por parte de las personas, hizo que ambos se desmoronaran. No querían que nada malo les pasara.
Chan y Minho fueron los primeros en acercarse a ellos, rodeando a los Omegas entre sus brazos, tratando de calmarlos.
―Princesa...
Minho se encargó de reconfortar a su pareja, limpiando sus lágrimas, haciéndole saber que nada ni nadie podría lastimarlo mientras él siguiera de pie. Jisung sollozó aferrándose a él.
Los Betas lo hicieron entonces, llamados por el instinto de protegerlos, formando una barrera que separaba a sus Omegas, del resto del mundo.
―No están solos en esto. ―El susurro de Chan llamó la atención de Jisung y Hyunjin―. Haremos todo lo posible para cuidarlos, confíen en nosotros.
Ambos Omegas comenzaron a calmarse una vez seguros entre los brazos de su manada.
Fin.
LIBRO DE ONESHOTS OMEGAVERSE/HÍBRIDO, sí.
En fin, habrán algunas adaptaciones mías y otras que no lo sean, igual no pasa na, no se espanten.
Espero que les guste. Y que me digan qué otros shipps les gustan para ponerlos de secundarios.
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