14. Tiempo de la tragedia

Yanagisawa "Shiro", acompañado del hombre de la última vez, estaba sobre el techo del edificio, mirando la enternecedora escena con un gesto de desprecio y superioridad.

—Feliz cumpleaños. Ahora, yo voy a darte el regalo más cruel del mundo.

Mientras decía eso el hombre con el que iba acompañado comenzó a bajar el cierre de su capucha.

—Déjenme presentarles a mi nueva creación. El hombre que robo el nombre del "Dios de la muerte" y, que a partir de ahora ¡será el nuevo Koro-sensei!

De entre los restos del traje del segundo dios de la muerte comenzaron a salir largos tentáculos oscuros. Pronto, detrás de Yanagisawa se alzaba un monstruo completamente negro, poco más grande que Koro-sensei, pero mucho más aterrador.

El segundo Shinigami, el hombre que siguió los pasos de Koro-sensei desde niño. Primero cómo asesino y ahora...

—Imaginen por un instante, la persona que los derroto fácilmente aun siendo humano, pero ahora con esos increíbles tentáculos y todo su odio... La velocidad inicial de sus tentáculos es de mach 2 y pueden llegar hasta ¡mach 40!

Apenas terminó de decirlo el segundo Shinigami ya estaba atacando a Koro-sensei. Dos veces más veloz. Las habilidades de asesino que fueron ampliadas gracias a los tentáculos. Un ser que se acopló a las células de antimateria tan bien cómo "la primera generación" y que gracias a eso no necesita cuidados cómo Itona. Un recipiente tan efectivo, pero a la vez efímero, con un plazo máximo de tres meses, tiempo suficiente para llevar a cabo su venganza, después de lo cual desaparece sin mayores riesgos o complicaciones. El arma más poderosa. Creada, por supuesto, por Yanagisawa.

—Usted es siempre así —comenzó Kaede con voz temblorosa por la ira—. ¡Dañando todo a su alrededor mientras ve desde arriba de forma segura!

Shiro se mantuvo en silencio unos segundos antes de responder.

—¿De verdad piensas eso? —De entre su ropa sacó una jeringa y la enterró en su cuello— ¿de verdad piensas que no estoy listo para morir? No me importa, ¡mientras pueda matar a aquel que me robo todo!

Si bien no salieron tentáculos de su nuca igual que con Itona y Kaede, todo su cuerpo se cubrió de grandes venas oscuras. Gracias a las células de antimateria logró tener una fuerza sobrehumana sin necesidad de implantarlas en todo su cuerpo.

Ahora, con la fuerza conjunta del segundo Shinigami y los trucos de Yanagisawa, Koro-sensei se encontraba en problemas mayores.

Mientras uno atacaba, el otro preparaba el terreno para el siguiente golpe.

Golpe tras golpe, sin parar y sin piedad.

Koro-sensei apenas era capaz de defenderse de ambos al mismo tiempo.

Tanto deseo de venganza, tanto odio. Todos los presentes podían sentirlo. Esos dos no pararían hasta ver a Koro-sensei muerto. No sólo físicamente, también la imagen que sus alumnos tenían de él. Destruirlo de diferentes maneras hasta saciar su deseo de venganza.

Los jóvenes no podían hacer más que mirar. En una batalla de semejantes dimensiones incluso Karasuma se quedaba corto.

Durante un par de minutos la pelea pareció seguir de la misma manera que hasta ese momento, pero Ritsu se dio cuenta de algo:

—Él está usando el mínimo de energía para re direccionar los ataques, usa la tierra para neutralizar los destellos cegadores y avanzando después de recibir cada golpe para reducir la fuerza del impacto. Esta improvisando para compensar la diferencia de poder. Nuestro maestro es realmente increíble...

Mientras, Koro-sensei seguía aguantando cómo podía. De cierta manera se sentía responsable por aquello. Él había aceptado al segundo Shinigami cómo su pupilo, gracias a él adquirió todos los conocimientos necesarios para llegar a ser un asesino digno de llevar su nombre, fue su culpa, y sólo suya, que lo traicionara y entregará para poder tomar su lugar. Gracias a todas sus acciones, sus lecciones y todo lo que nunca llegó a enseñarle, su primer alumno estaba ahora frente a él. Deseando acabar con su vida para poder saciar todo su odio. Pero también estaba ese primer alumno, aquel con el que no había hecho las cosas bien. Aquel que sólo deseaba ser reconocido, que deseaba que su profesor lo mirara con orgullo y sonriera a un trabajo bien hecho. Un alumno frustrado, con derecho a pertenecer a su preciada clase. No como cierta otra persona.

—Yanagisawa, te pido que inmediatamente te retires. Éste es un lugar para alumnos, tú no tienes ningún derecho de estar aquí.

El rostro de Shiro se contorsionó en una mueca de ira. ¿Quería echarlo de ahí ese monstruo estúpido que se hacía pasar por profesor? ¿Aquel imbécil que le había arrebatado todo con su mera existencia? Ese tipo estaba mal de la cabeza para creer que pacíficamente daría media vuelta para volver por donde vino y que así pudiesen seguir con su teatro. Como si no tuviese una cuenta que saldar, como si no tuviese todo ese cumulo de odio creciendo en el pecho cada vez que lo mirara.

—¿De verdad sigues creyéndote educador? Entonces creo que llegó la hora de un examen —hizo una seña al segundo Shinigami—. ¿No te das cuenta de porque elegimos este momento para atacarte? —mientras hablaba el Shinigami se acercaba cada vez más a la clase E, dispuesto a atacarlos con todo lo que tenía sin importarle las consecuencias—. El deber de un profesor es proteger a sus alumnos, ¿cierto?

Sin más dilación comenzó una nueva oleada de ataques, sólo que esta vez no estaban dirigidos al pulpo: los estudiantes estaban en la mira.

Sin perder tiempo Koro-sensei se posicionó frente al grupo para protegerlos con su cuerpo, recibiendo de lleno el impacto del golpe.

Una, otra y otra vez. Recibiendo los golpes. Protegiendo a sus alumnos.

Eso los hizo pensar, ¿eran ellos la mayor debilidad de su querido profesor?

Con ellos ahí tenía mucho más por lo que preocuparse y sus reacciones se entorpecían un poco cada vez. Sin embargo...

Sin embargo, precisamente porque eran sus alumnos lo llenaba de orgullo y alegría que hubiesen hecho tanto por él. Y él también se los debía. Después de todo, esa es sólo una parte de lo que significa ser un profesor.

Durante un tenso momento en que Koro-sensei logró retener los tentáculos del segundo Shinigami, alguien llegó a una resolución. No podía sólo quedarse viendo como su profesor era masacrado en un intento de protegerlos, tenía que hacer algo. Con cuchillo en mano se adelantó un par de pasos hasta quedar frente al segundo Shinigami.

—¡Sal de aquí, Koro-sensei! ¡Le daré algo de tiempo! ¡Vaya a resguardarse y recupérese! — gritó Kayano poniéndose en posición de combate, lista para recibir cualquier ataque.

Nadie podía creer lo que veía. ¿Qué creía Kayano que estaba haciendo? Aún si conservaba la visión cinética después de usar los tentáculos era imposible que pudiera de verdad hacerle frente a un monstruo asesino que podía alcanzar la velocidad de Mach 40.

Nagisa permanecía estático, no sabía qué hacer. En realidad, ¿había algo que pudiese hacer? Kaede estaba ahí, plantada firmemente con la convicción de proteger a su profesor a costa de su propia vida. Como hiciera su hermana en su momento.

Al ver esa reacción por parte de la peliverde Yanagisawa sonrió.

—Segunda generación...

Lentamente, casi con parsimonia, hizo una señal. Como si fuese un emperador romano que sentencia a muerte a un pobre sólo por diversión.

Sin necesitar más el Shinigami la interceptó a medio ataque.

Antes de que alguien pudiese hacer nada, uno de sus tentáculos había atravesado el pequeño cuerpo de la chica.

Al ver su cuerpo caer montones de recuerdos se arremolinaron en la mente de un muy shockeado Nagisa: el primer día que la conoció y ella le peinó, convirtiéndose en su primer amigo en la clase; la vez que miraron juntos el cielo nocturno en el viaje escolar; cuando ayudaron a Kataoka a librarse de su moleta "amiga" del edificio principal; las tardes de estudios en el salón o en una cafetería cercana; el viaje a la isla en Okinawa; la prueba de valor; el pudin gigante; el festival escolar; su primera y algo fallida "cita"; la obra; el momento en que reveló su verdadera identidad; su primer beso; San Valentín; el parque de diversiones... Momentos de felicidad y angustia, siempre juntos...

Y ahora ella se había ido.

Yanagisawa reía como desquiciado. No podía importarle menos el destino de la menor de las hermanas Yukimura si con eso lograba cabrear a Koro-sensei.

Y vaya que lo logró.

El rostro del profesor se convirtió en una máscara negra que destilaba ira pura. Eso sólo consiguió que Shiro se regodeara aún más.

Saliendo de la impresión inicial, Nagisa corrió a levantar el cuerpo inerte de Kayano antes de que se desatara el caos. Con ella en brazos siguió a sus compañeros que se alejaban de la pelea.

Apenas podía apartar la mirada del cuerpo de su novia.

Su novia... Kaede...

Las lágrimas le escocían los ojos al tratar de retenerlas.

¿Era eso cierto? ¿Su querida Kaede se había... ido? ¿Lo había dejado? Parecía tan surrealista. Debía ser una mentira, un error. Ella no se iría así cómo así, no podía ser posible...

Y sin embargo, ahí estaba con los ojos cerrados, el corazón detenido, la sangre manchando su chaqueta. Tan real, tan trágico. Tan doloroso.

Se obligó a mirar de nuevo el campo de batalla al escuchar las expresiones de sorpresa de sus compañeros.

Ahí estaba Koro-sensei, primero negro, luego amarillo, luego verde, pasando por el morado y el blanco. Todas sus expresiones y colores sucediéndose sin parar. Todos sus recuerdos, sus sentimientos y experiencias, reunidas en un último intento de ganar.

Un gran y poderoso rayo de energía blanca salió disparado de entre sus tentáculos, lanzando lejos a Shiro y al Shinigami.

Yanagisawa terminó por alcanzar y pasar el campo de energía que rodeaba la montaña. Las células de antimateria no tardaron en disolverse al contacto.

El caso del Shinigami fue otra cosa. Sin darle tiempo a recuperarse, Koro-sensei sacó un cuchillo y lo clavó en su corazón.

Las lágrimas se deslizaban por su rostro mientras se desintegraba.

Un triste y ahogado "Sólo quería ser como tú" fue lo último que quedo del primer alumno de Koro-sensei, luego de ser reconocido por fin por la persona que más admiraba.

Un tenso silencio se instauró en el ambiente.

Había logrado derrotar a la última amenaza a su tiempo con sus estudiantes, pero no se veían capaces de celebrar.

El costo había sido demasiado alto.

Una de ellos no se encontraba más.

¿Cómo celebrar cuándo alguien muy querido se haido? 


*****

Hola a todos!!! Otra vez.

Ya casi se acaba la parte correspondiente al manga y siento que voy a llorar como desquiciada TwT

Esta parte fue especialmente difícil de escribir, pues no tenía ni idea de cómo resumir todos los diálogos y las acciones, pero creo que quedó... bien :v

Kayano esta morida! TToTT

O no? OwO

Bueno, es obvio que ya todos aquí saben que pasa después así que no es tan mortificante xD

Pues bueno, aquí vengo yo con una recomendación que no he dado ninguna desde hace un tiempo :v

Hirunaka no ryuusei!!

Suzume, una torpe chica de campo que se la pasa soñando despierta, se ve en un aprieto cuando es enviada con su tio a Tokyo por sus padres. La cosa se complica cuando conoce a un extraño tipo que se ofrece a llevarla a su destino al perderse en la estación. Ella se niega, pero de alguna u otra manera termina siendo ayudada por el sujeto, quien resulta ser un amigo de su tio. Grande es su sorpresa al encontrarlo en su primer día de clases como nada más y nada menos que ¡su profesor! El tiempo avanza y ella se da cuenta de sus sentimientos por él, ¿será posible que le corresponda? Y si la cosa no fuese lo suficientemente complicada, también debe lidiar con sus extrañas amistades y con Mamura Daiki, el chico frio y distante que se sienta a su lado y que termina siendo su amigo por pura casualidad.

Bueno, este manga es uno de mis favoritos, aunque no estoy muy segura de porque... Normalmente no soy muy fan de las tras alumna-profesor, pero este me lo aguante más que nada por el humor y por Mamura :v a mi parecer tiene buen desarrollo y los personajes no son para nada tipicos. 

Hablando de personajes, Suzume me cae muy bien, no sé es graciosa, poco ortodoxa, torpe, pero a pesar de todo eso es linda e inocente xD; Mamura (quien por cierto rompió la maldición de "el pelinegro le gana al rubio") es algo frio, antipatico, poco sociable y con un complejo que no le permite estar cerca de las chicas (lo cual cambia un poco al tratarse de Suzume 7u7); y Shishio... voy a ser sincera, lo odio, así, tal cual. Puede que haya tratado de no meter en problemas a Suzume, pero no estuvo bien que le haya dado alas durante tanto tiempo y de tantas manera para terminar con sus pendejadas de "no me gustas" sólo para protegerse a si mismo :v... uff creo que ya me desahogue xD

Como sea se los recomiendo

Y yo me moy a dormir, espero que les haya gustado el capitulo y esperen el siguente con los pañuelos en la mano TwT

InfiniteTrigger_uw <-- La tonta que no recordaba su contraseña y tuvo que cambiarla por millonesima vez :'v

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