07. Tiempo de salvarla
La pelea no llevaba ni un minuto de haber comenzado y sin embargo todos sentían que había durado más. Ver a Kayano completamente fuera de sí y a Koro-sensei acorralado sin saber que hacer aumentaba la tensión a cada segundo.
De repente, ante las miradas expectantes de sus alumnos, la cara de Koro-sensei apareció frente la decreciente cortina de fuego. Tenía un plan, pero necesitaba la ayuda de uno de ellos. Una distracción que alejara su sed de sangre y le permitiera retirar los tentáculos.
Todos se quedaron pensando en alguna posibilidad después de que el rostro desapareciera. Entre ellos Nagisa consideraba las diferentes opciones. Cuchillos o pistolas podrían dañarla, igual que un ataque físico. Tratar de razonar probablemente la pondría más furiosa. Necesitaba algo que hubiesen aprendido en ese año y que la sorprendiera tanto que se olvidara del asesinato.
Mientras pensaba, su mirada se posó en Bitch-sensei y un recuerdo de su primer día dando clases llegó a su mente. Su idea tal vez podría funcionar, pero...
Antes de que pudiese pensar más Kayano atacó a Koro-sensei y este la atrapó, inmovilizándola y dándole la vuelta para que quedara de frente a sus compañeros.
Sin detenerse a considerar las consecuencias, Nagisa se acercó a ella con paso decidido. La tomó del rostro y, sin dudar, juntó sus labios con los de ella. Tratando de copiar la técnica de la maestra de la seducción, introdujo su lengua en la boca de ella a la vez que la tomaba de la cintura. Sin romper el contacto visual, exploraba cada centímetro de la boca ajena logrando que toda la atención de Kayano estuviera en él. En sus ojos, que la miraban con intensidad; en sus manos, que la sostenían firmes pero amables; en sus labios, suaves, cálidos y húmedos unidos a los de ella; pero más que nada, sentía su lengua jugando con la suya, atrapándola como una serpiente a su presa.
Diez segundos después Kayano se rindió totalmente y hubiese caído si Nagisa no la estuviese sosteniendo.
—¿Esta bien así, Koro-sensei? —preguntó mirando a su maltrecho profesor.
—¡Perfecto Nagisa-kun! Ahora procederé a retirar esos tentáculos —avisó, pinzas en mano.
La operación no le tomó más de unos segundos, después de los cuales dejaron que Kayano descansara.
Nagisa por su parte, recibió las burlas de Nakamura y Karma y las felicitaciones de Bitch-sensei.
El ambiente, un poco ya más tranquilo, se vio roto de nuevo por la llegada de Shiro y alguien más que no pudieron reconocer. El primero se quitó la capucha que siempre llevaba así como un aparato que cambiaba su voz. Se retiraron no sin amenazas.
Tras esto, Kayano despertó y tocó el turno de Koro-sensei para explicarse y contar su historia.
El Shinigami, reconocido y temido asesino que fue traicionado por su pupilo y encerrado en un laboratorio donde Yanagizawa, el verdadero nombre de Shiro, experimentaba con él en un intento de crear anti materia. Encargada de monitorear cambios y su condición estaba Aguri Yukimura, una excéntrica maestra de secundaria con malos gustos para la ropa y comprometida con Yanagisawa. Durante todo el tiempo del experimento se conocieron y entablaron una amistad, que no tardó en convertirse en algo más.
Un fatídico día, la luna explotó a causa de un experimento similar llevado a cabo ahí. Con la amenaza de destrucción que representaba el Shinigami tratan de exterminarlo, pero el poder que obtuvo al controlar el experimento causó grandes daños. Si no fuese por Aguri hubiese seguido el camino de la destrucción segado por el poder.
Sin embargo, gracias a un descuido, un arma experimental se activa y ataca a Aguri. Completamente destrozado y con la culpa carcomiéndole, el Shinigami escucha las últimas palabras de su amada, prometiéndole cuidar y educar a sus alumnos en su ausencia. Antes de marcharse, toma el regalo que ella tenía intención de darle para celebrar su cumpleaños. Lo atesoraría como símbolo de esa promesa.
***
Las vacaciones de invierno pasaron sin ningún intento de asesinato por parte de la clase E. Después de saber el pasado de su profesor, nadie se sentía con ganas de pensar demasiado en el asunto. Lo postergarían hasta el último momento posible.
Para los dos más pequeños (en tamaño :'v) de la clase las cosas eran un poco más complicadas. La historia de Koro-sensei era una cosa, que querían hacer con ello era otra, los sentimientos que tenían el uno por el otro también estaban presentes y con ello el recuerdo del beso asesino de Nagisa.
Él no paraba de pensar en cómo se comportaría con Kayano a partir de ese momento, era consciente de sus sentimientos y aunque una parte de él hervía en emoción y alegría, la otra sentía una culpa aplastante. No tenía ni idea de lo que ella pensaría y mucho menos de lo que sentía. Se justificaba con la idea de que fue la única manera que se le ocurrió.
Ella se encontraba en un estado similar, amplificado por la soledad de su habitación de hospital. Algunos de sus compañeros la habían ido a visitar pero ninguno encontraba una manera de expresar correctamente sus pensamientos. Ella tampoco era capaz.
Pocos días antes de que la dieran de alta y del comienzo de las clases, Nagisa, junto con Kanzaki, Sugino y Okuda fueron a visitarla y llevarle un presente. Le preguntaron sobre su estado y hablaron un poco sobre la situación.
—¡Kayano-san, lo siento! —dijo Nagisa con una reverencia —. En ese momento fue la única manera que se me ocurrió para que olvidaras el asesinato...
Kayano apenas podía pensar en otra cosa y teniéndolo tan cerca era aún peor.
—No te preocupes por eso —replicó con una sonrisa y un movimiento de la mano —Me salvaste y eso es lo que importa.
—Pero... ¿seguimos siendo amigos? —esa palabra era como una daga en el corazón de ambos jóvenes enamorados.
—¡Por supuesto! —contestó ella mientras se tapaba con las cobijas —. Amigos... —su voz llegaba amortiguada desde debajo de la sábana.
Dándose cuenta de la situación, Kanzaki animo a sus compañeros a despedirse y dejar descansar a Kayano, ya tendría tiempo para hablar con ella cuándo regresaran a clases.
Una vez estuvo sola en la habitación Kayano dejo salir sus emociones. Si de por si le gustaba Nagisa, después de ese beso... No podría describir con palabras lo que sentía por él en ese momento.
La pregunta principal era, ¿qué haría? Sin los tentáculos era libre de hacer lo que quisiera. El problema era que no sabía lo que quería. Muchos pensamientos se arremolinaban en su mente. Muchas situaciones que resolver. Debía tomar una situación pero... ese no era el momento. Una cosa a la vez siempre es lo mejor y había algo más importante en lo que debía enfocarse. Ella y todos los alumnos de la clase 3-E.
***
El día en que las clases comenzaron el ambiente era pesado. Ningún alumno hablaba y fue mucho peor después de un pequeño discurso de parte de Koro-sensei. Los ánimos estaban por los suelos y eso no pasó desapercibido a los ojos de Karasuma e Irina, el primero habló con el pulpo y la segunda con los alumnos, aconsejándoles desde su punto de vista profesional.
Por pedido de Nagisa los alumnos se reunieron en un claro del bosque. Terasaka fue el primero en preguntar la razón.
—Yo... Quiero encontrar una forma de salvar a Koro-sensei.
*****
Creo que esta vez el capitulo fue más corto que los otros, pero sentí que no era necesario agregar más.
¿Qué les pareció la escena del beso? Nunca había sido tan descriptiva en ese tipo de escenas xD, pero se hace lo que se puede(?
Oh, se acerca la Civil War y no puedo esperar para verla, ¿Qué team son ustedes?
Yo #TeamNagisaForevah<3, no sé, amo a ese chico y prefiero la idea de salvar a Koro-sensei (aunque ya sabemos como acaba la cosa :'v)
Como sea, creo que subiré el siguiente capitulo el jueves o el viernes después de que salga el episodio.
Nos leemos luego uwu
InfiniteTrigger_uw
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