4. I can't do everything but I'd do anything for you
Miraba hacia todos lados, observando todos los detalles de aquel lugar. Las paredes era blancas con un pequeño toque de amarillo, había varios cuadros colgados (muy coloridos por cierto), también había figuritas de cigüeñas hechas en foami y de bebés. Una mujer de unos 30años aproximadamente estaba sentada tras un escritorio, traía una bata blanca con una cigüeña tejida en la bolsa izquierda, figurita que se resaltaba por los pechos de la mujer. Frente a él había varias parejas, había dos chicas viendo una revista, se les veía muy entusiasmadas, después estaba una mujer sola caminando de un lado a otro por la sala, aparentemente nerviosa, por último estaban dos chicos, unos de ellos tenía una enorme barriga y el otro se la acariciaba con amor.
Una enorme sonrisa se dibujaba en su rostro al ver tal escena, se imaginaba que en unos meses Gee y él lucirían igual de felices y entusiasmados por la llegada de alguien más a la familia. Soltó un largo suspiro, colocando su mano sobre la rodilla de Gerard, tratando de calmarlo un poco
- Tranquilo Gee - le apretó la rodilla en un gesto de amor - Todo saldrá bien - seguía acariciándole, tratando de calmarlo. Tan solo con llegar al hospital Gerard había perdido todo color de su rostro y no dejaba de moverse, al principio pensó que tal vez se sentía mal, que las nauseas o algún mareo le robaba la tranquilidad pero después comprendió el miedo en su pareja, tan claro como aquellos ojos que tanto amaba
- No puedo... ¿y si algo esta mal? ¿Y si no estoy embarazado? Ya me estoy había hecho ilusiones...
- Eso no puede ser... tu mismo viste la prueba, solo venimos a ver que todo esta bien - le aseguro con una gran sonrisa, tomándole del mentón, obligándole a verlo a los ojos
- ¿Y si no esta bien? Jamás me perdonaría si algo le pasara...
- Pero nada le pasará, eres un gran padre y le cuidaras... y yo te cuidare a ti - le dio un corto beso en los labios
- Y si... ¿Y si me quieren sacar sangre? Odio las agujas... yo... ¿y si venimos luego? - comenzó a temblar, muy leve pero Bert sentía los estremecimientos de su esposo. Sabía cuanto odiaba este los hospitales pero aun mas las agujas
- No gee - le reto - Debemos saber como están... tal vez te saquen sangre, pero no te dejaré solo ¿ok?
Gerard estaba por asentir cuando la mujer detrás del escritorio les llamo, indicándoles hacia donde ir. Fueron por un pasillo hasta llegar a una pequeña habitación completamente blanca donde había un hombre sentado, mirando varios papeles en su escritorio. Se sentaron frente a él
- Son el Sr Way y el Sr McCracken ¿cierto? - asintieron al mismo tiempo - Bien... ¿Quién de ustedes tendrá al bebé? - no había despegado los ojos de los papeles que traía hasta ese momento, esperando una respuesta
- Eh... yo - respondió Gerard sonrojado
- De acuerdo... necesito unas pruebas para determinar si estás embarazado o no... de cuánto estás, si estas sano y esas cosas - desdeño pasándole un frasquito - Solo será una prueba de orina y otra de sangre, puedes hacer la primera mientras voy por las cosas para la segunda, ya vuelvo - les sonrió
Gerard miró insistentemente a Bert, rogándole con la mirada que no le hicieran ninguna prueba de sangre, ¡odiaba las agujas! - Eh... yo también ya vuelvo... mientras has lo que te dijo - se apresuró a decir desde el marco de la puerta.
Fue de un lado del pasillo al otro, buscando al muchacho ese, que no tenía idea que era en el hospital, estaba por regresar donde Gerard cuando lo vio caminando del otro lado. Corrió hasta alcanzarlo
- ¿Se le ofrece algo Sr?
- Solo es una cosa... - el muchacho asintió, indicándole que continuara - Mi esposo, Gerard, odia las agujas, les teme y se pone mal cuando ve una y ahora que le ha dicho que necesita sacarle sangre esta... muy nervioso
- No puedo no hacerle la prueba... es necesario saber como esta y...
- Lo sé... solo le pido algo para no ponerlo mal - asintió, no muy seguro de lo que Bert le diría - Le pondrá la liga esa para sacarle sangre, pero antes yo me acercaré tratando de tranquilizarlo, cuando lo haga usted hará lo suyo ¿de acuerdo? - miro en dirección a la pequeña sala donde estaba, viendo desde ahí a Gerard, regreso su vista al medico este solo asintió, no muy convencido
- Bien Sr Way, veo que ya tiene la primera prueba - Gerard asintió pasándole el frasquito para después volver a su antigua posición. Detrás del medico entro Bert, fue de inmediato a pararse junto a su pálido pelinegro, dejando que le apretara la mano con demasiada fuerza - Ahora necesito su brazo derecho - soltó una largo suspiro, pero accediendo al final, apretando aun mas fuerte, si era posible, la mano de Bert
- Gee romperás mi mano - se quejo Bert - ¡Suelta, suelta! - finalmente le soltó
- Emm... ya vuelvo - le dirigió una mirada a Bert, pidiéndole que se apresurara pues ya había colocado el torniquete
- ¡Mierda! ¡Me sacaran sangre! No quiero que esacosa entre en mi piel - decía a gran velocidad, abrazándose a Bert con fuerza debido a su alterado estado - ¿Y si les decimos que tu eres el embarazado? Nadie lo notara - imploro
- Se darán cuenta cuando el resultado sea negativo... cálmate Gee, todo estará bien - lo tomo de las mejillas, acariciándoselas con el pulgar - Solo relájate... piensa que estamos solos en casa... recostados en la cama... - Gerard suspiro por la tierna caricia, cerrando los ojos. Bert volteo buscando al medico, indicándole que se diera prisa. Siguió acariciándolo para después unirse en un beso, eso era todo lo que su Gee necesitaba para calmarse, tan solo un delicado contacto que hacía a ambos tocar las estrellas.
Todo paso rápido y sin la mínima pizca de dolor para el pelinegro. El medico tuvo que tocar el hombro de Bert para poder separarlos, de lo contrario muchas cosashubieran sucedido ahí mismo.
Después de aquellas pruebas pasaron una vez mas a la sala de espera, las dos chicas ya no estaban, solo la otra, mas ahora parecía mas relajada, y los dos chicos. Al poco rato les llamaron de nuevo. Era el momento
- Buenos días, Ustedes deben ser el Sr McCracken y el Sr Way ¿cierto? - Asintieron una vez más ante la pregunta tan obvia - Yo soy la doctora Sara y si me lo permiten seré la encargada de llevar su embarazo -les regalo una gran sonrisa, calmando un poco las angustias dibujadas en los rostros de los futuros padres.
- Buenos días igual, yo soy el Sr McCracken pero puede decirme Bert y él es mi esposo, Gerard - estrecharon sus manos para después comenzar con todo aquello
- Primero que nada debo informarle Sr Way que según los resultados de las pruebas... - miro una tabla con papeles, Bert y Gerard no quitaban sus miradas de ella, esperando por la gran noticia - Esta embarazado, felicidades - ambos soltaron un gran suspiro - Tiene aproximadamente seis semanas
- ¡Es casi lo mismo que llevamos casados! - no pudo contenerse Bert, soltando aquello emocionado, ganándose un codazo por parte de Gerard
- Y amm... ¿Cómo esta nuestro bebé? - pregunto emocionado Gerard, sus ojos brillaban llenos de ilusión
- Las pruebas dicen que usted esta sano, ahora deberemos pesarlo y después podremos ver como esta el bebé
- ¿Ya podemos saber que es? ¿Cómo sabremos si esta bien? - sacaba Bert sus preguntas
- Primero hagamos algunas pruebas más, después con mucho gusto contestaré todas sus dudas
Pasaron una media hora cuando por fin estaban de nuevo sentados, con la doctora revisando aun varios papeles. Las pruebas fueron un tanto incomodas, según Gerard, cuando era pequeño le molestaban por estar mas llenito que los demás y ahora, a pesar de ser un adulto sexi(de acuerdo a las palabras de Bert... y también las de Bob) y tener un buen peso seguía sintiéndose incomodo por ello. También probaron su condición física, sintiéndose aun más incomodo al ver que esta no era tan buena.
- Bien Sr Way...
- Llámeme Gerard... lo de Sr Way me pone un tanto nervioso
- De acuerdo... Gerard, comencemos... estas bajo de peso pero puedo deducir que es por los constantes vómitos que has tenido ¿no? - Gerard asintió - Deberás tomar vitaminas para asegurar que tu bebé este bien, también podrás comer lo que quieras... pero procura que no sean alimentos grasosos, todo equilibrado - Gerard y Bert escuchaban las instrucciones de la doctora, sin dejar pasar nada - ¿Tiene alguna duda?
- ¿Ya podemos saber que es? ¿Esta bien el bebé? ¿Gee puede tomar algo para los mareos y vómitos? ¿Hasta cuando los tendrá? Ha lucido muy mal... ¿eso no afecta al bebe? ¿Podemos...? - comenzó a atacar Bert con sus dudas, siendo detenido por Gerard
- ¡Deja que conteste Bert! - le reto - Discúlpelo pero estamos algo nerviosos... es nuestro primer hijo - se ruborizo al decir aquello, sintiendo a Bert tomar su mano en señal de apoyo y comprensión
- El primero... por ahora - aseguró Bert
- No se preocupen, es completamente normal que en estos meses te sientas ansioso, nervioso e incluso asustado - decía dirigiéndose a Gerard - Y contestando a sus preguntas... aun no se puede asegurar que será, es muy pronto, pero ahora haremos una prueba más para que no quede duda de que esta bien. Los mareos y vómitos son normales pues tu cuerpo se adapta a la vida que crece en ti, duraran hasta la doceava semana y no afectan en nada al bebé... lamentablemente no puedo darte ningún medicamento para evitarlos, de hecho no podrás tomar nada de medicinas pues podrían dañar al bebé... solo las que yo te recete ¿de acuerdo? - ambos asintieron - Les recomendare algunos libros donde podrán consultar cualquier duda - busco en un cajón de su escritorio, sacando una hoja donde los títulos de varios libros venían anotados - Y si aun así surgen no duden en preguntar - termino entrelazando sus manos por encima del escritorio, regalándoles una gran sonrisa a los futuros papás
- Yo tengo una última duda... - la atención de la doctora y de Gerard se dirigió hacia Bert - ¿Podemos seguir teniendo relaciones sexuales mientras...? ¡Ouch! - se quejo al sentir a Gerard apretar su pierna, en clara señal de que se quedara callado o perdería algo importante. La doctora solo sonrió, se notaba que aquellos dos se amaban
- No le haga caso - se apresuró a decir Gerard, completamente rojo de vergüenza
- Creo que es importante que lo sepan - comenzó en un tono misterioso, haciendo que ambos centrarán toda su atención en ella - Se pueden mantener relaciones durante todo el embarazo, pero debido a que aun eres muy joven es preferible que solo sea hasta la semana treinta, pero si todo va bien podrá ser como en cualquier embarazo - Bert dejo escapar un sonoro suspiro, atrayendo la mirada furiosa de Gerard - Ahora... ¿quieren conocer a su bebé?
Ambos se miraron por un segundo para después observar a la doctora, en los ojos de ambos se podía distinguir un brillo especial, lleno de ilusión
- Pensé que no aun era muy pronto - a pesar de sus palabras Gerard se puso de pie, siguiendo a la doctora hasta una pequeña habitación con una mesa extraña y unos aparatos igual o más extraños. Bert le seguía tomándolo del brazo, no queriendo despegarse de él ni mucho menos perderse algo
- En la semana seis se puede distinguir en una ecografía lo que será la cabeza del bebé, es un pequeño abultamiento de unos pocos milímetros... pero se puede ver, además de que así veremos que todo esta en orden. Tendrás que venir cada mes, hasta la semana 24, después las visitas serán cada quince días y cuando el momento se acerque serán cada semana... ahora recuéstate y alza tu camisa
- Esto no involucra ningún tipo de agujas ¿verdad? - obedeció, recostándose y alzando su camisa, dejando al descubierto su abdomen... y tambien su miedo
- Tranquilo Gee... todo estará bien - trató de calmarlo Bert, tomando su mano y acariciándole
- Nada de eso... pero esto se sentirá frio
No dijeron nada más, Gerard sintió un estremecimiento subir por su columna a causa del frio gel que esparcía la doctora por su abdomen, después esta prendió el monitor y puso cerca de su ombligo un aparato extraño. Al principio no se apreciaba nada, solo manchas negras y grises, o eso pensaba Bert, cuando por fin detuvo aquel aparato su corazón se contrajo al tiempo que sentía su mano ser apretada con mayor fuerza. Ahí estaba... tal vez no muy claro y no de la forma que esperaban... pero ahí estaba, esa mancha grisácea sería su hijo o hija. No pudo contenerse, sus ojos se llenaron rápidamente de lágrimas, se sentía tan... feliz, dichoso, afortunado y todas esas palabras que no alcanzaban a expresar su verdadera emoción ¡Sería padre! Sería padre a lado de la persona que más amaba en el mundo... ¡tendrían un hijo! Un pequeñín que llenaría sus vidas de felicidad.
El mágico momento termino, Gerard ya había limpiado el gel de su estomago y las lágrimas de sus ojos, se despidieron de la doctora con un "hasta luego" pues aquello apenas comenzaba, aun faltaban tantas cosas por vivir...
- ¿Le puedo preguntar una última cosa más? - se acercó Bert discretamente a la doctora, sin que Gerard estuviera presente. Ella solo asintió, acercándosele más pues lo que le diría era un secreto - Él estará bien ¿verdad? No le pasara nada... ni a él ni al bebé... ¿verdad? - la doctora se sorprendió por las palabras, mas recobro su aplomo
- Puedo asegurar que no... están en buenas manos
- Los cuidara ¿verdad? ¿No dejará que nada malo les pase?
La doctora asintió una incontable vez más, preocupada por el tono en que fueron dichas tales preguntas. Desde la ventana de su consultorio veía el carro donde Gerard y Bert, sus nuevos pacientes, se marchaban... se veían tan felices juntos... algo no estaba bien, ella lo sabía.
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