27. My love was punished long ago
Su mirada está enfocada en el camino, más su mente en otro lado. No sabe como va a actuar, se debate sí debe llegar llorando cual mártir o estar serio... cualquier cosa es más conveniente que seguir con la sonrisa que trae, sí sigue así se darán cuenta.
Está a sólo unas pocas cuadras del edificio donde vive su hijo, por lo que en unos largos suspiros se pone serio y se mentaliza para poner su mejor cara de preocupación y tristeza.
Su plan, a partir de ahora, es simple. Debe presentarse ante ellos muy arrepentido, como sí de verdad le importará la pérdida de su nieto, después acercarse a Gerard, meterse en su mente, hacer que el dolor y la culpa sean tan grandes que prefiera desaparecer de este mundo... así como lo había hecho su bebé
Sin reprimirse suelta una carcajada, deja que sus verdaderos sentimientos se reflejen exteriormente mientras nadie lo ve y para cuando está a un piso de llegar a su destino vuelve a ponerse serio. Hora de actuar
Llama a la puerta y espera un par de segundo a que le atiendan; cuando lo hace su hijo lo observa detenidamente, sorprendido de verlo ahí
- ¿Qué haces aquí? - no hay reproche en su tvoz, sólo sorpresa
- Hola hijo... me enteré de lo paso... - el semblante de Bert cambia radicalmente, mostrándose molesto y triste - ¿Cómo están? - debe felicitarse por su actuación ya que su hijo menor parece creer toda su farsa; lo ve bajar la guardia con la sola mención del suceso - Sé que no me he portado como un buen padre o abuelos pero... lo siento... en verdad
- Te portaste muy mal con Gee...
- Lo se y me arrepiento -"¡¡Mentira!!" - Por eso estoy aquí, perdón hijo... lo lamento mucho - "¡La actuación el año!" se felicita cuando Bert lo abraza con fuerza. Corresponde dicho abrazo con la misma efusividad, extrañaba a su hijo y si se había alejado todo era culpa del pelinegro, pero pronto lo remediaría - ¿Cómo está Gerard? - pregunta cuando se han separado y una vez que le deja pasar al interior de su hogar - Le debo una disculpa a él también
- Está en la habitación descansando.... después de lo que paso - no puede mentir, le duele ver a su hijo menor tan triste, pero es por su bien
- Yo... quisiera hablar con él... no sé sí sea el momento indicado...
- No lo sé - luce una mueca tensa, no está muy convencido - Está agotado... apenas han pasado dos días...
- Prometo no molestarlo... solo quiero saber como está, si él quiere... - "Sólo quiero verlo roto y sin esa odiosa barriga"
- De acuerdo - accede finalmente para su felicidad - Pero sólo sí está despierto - cuando llamaron a la puerta Gerard dormía y bien pudo haber despertado o simplemente seguir durmiendo, eso lo averiguaría en ese instante
Con un asentimiento de parte de Bert pasan a la habitación, donde Gerard representa un bulto bajo varias mantas. El padre de Bert arruga el seño, no se suponía que el bulto fuese tan... grande. Como sea, no le da mucha importancia; espera en el marco de la puerta cuando Bert le susurra algo al pelinegro para después salir y dejarlos solos, dedicándole una última mueca triste que simula ser una sonrisa.
- Hola Gerard - comienza con su discurso previamente preparado - Yo... me enteré de lo que paso, lo siento mucho - espera una reacción, algo que le indique que el chico bajo las mantas lo escucha, pero nada. Decide seguir con su discurso y a ver que pasa luego - Sé que no me he portado nada bien contigo desde que nos conocimos... pero con todo esto que paso me hizo darme cuenta de lo que era importante, espero puedas perdonarme algún día... no lo merezco pero... - bufa en su mente ante su discurso digno de drama de telenovela, ni él mismo se podía creer sus palabras - Lo siento. ¿Cómo estas? - esperó por una respuesta pero, al parecer, el pelinegro se reusaba a dirigirle siquiera una mirada.
Arto de ello estaba por darse media vuelta e irse, siendo detenido con mano en el picaporte por Gerard
- Gracias por venir - murmura bajito y con la voz ronca "Seguro de tanto llorar"
- ¿Cómo estas? - le sonríe falsamente, deseando antes que nada verle el vientre, que sí bien podía no estar plano al menos ya no tendría el odioso bulto en el vientre que representaba un bebé, más Gerard había permanecido recostado sin dejar ver más que su cabeza
- Ya mejor - le sonríe con debilidad. ¡¿Qué?! ¡¿Tan rápido había superado la pérdida?! - Pero todavía me siento débil, pero ya pasará...
Bajo su incrédula mirada Gerard se reincorporó hasta quedar sentado en la cama, dejando a la vista de sus incrédulos ojos que no daban crédito a lo que veían, su aún abultado vientre.
De hacer podido su quijada hubiese ido a dar al suelo. La sonrisa interna desapareció dejándolo con una sensación extraña ¡¿Que diablos había pasado?! "Ese maldito hijo de..."
- ¿Cómo fue que...? Se entero - el pelinegro se nota nervioso y pálido, más de lo común
- Rumores... - responde sin muchas ganas - Quería saber que tal estaban, me tenían preocupado - se le acerca despacio, quedándose sentado en la orilla de la cama. Deseaba comprobar que eso fuera una fantasía, que en realidad había perdido al bebé y eso era solo un sueño bizarro y triste que arruinaba sus planes - ¿Puedo?
Gerard asintió con una tierna sonrisa, dejando que posara la mano sobre su vientre. Edward al poco rato sintió un delicado golpecito sobre su palma. "¡Ese maldito hijo de puta me engaño!" sin ser consciente ni importándole demasiado, presionó con más fuerza su mano, haciendo que el pelinegro lo alejará al verlo como una posible amenaza
- Lo siento, lo siento - murmura apenado - Hace mucho que... ya sabes... no tengo contacto con bebés - Gerard le resta importancia y, como estaba, comenzó a dar caricias por todo su vientre, percibiendo como su hijo se relajaba y dejaba de moverse - ¿Qué fue lo que paso? - Edward no dejaría pasar que fue lo que salió mal con su plan, así como tampoco dejaría en paz al idiota que le mintió, le haría pagar caro. Nadie podía dejarlo tirado, nadie se salía con la suya, siempre lograba lo que se proponía y por eso odiaba a Gerard, se había determinado a terminar con él pero este resistía todo lo que le hacía,"Los haré pagar a ambos"
- Aún no sé, la doctora me hizo unos estudios... dijo que - trago el nudo de su garganta ante la idea de lo que pudo hacer sucedido - Que había algo anormal - no sabía como explicarse pues tampoco lo comprendía ¿Quién sería capaz de algo tan horrible? - Había una sustancia... pude perder a mi bebé - suelta un jadeo - No sé que como fue que paso... no tengo idea... ¿Quien podría hacer algo tan horrible? - suelta un jadeo, abrazando posesivamente su barriguita y sintiendo a su bebé darle una ligera patadita, como si correspondiera con ello el abrazo
- ¡¡Eso es terrible!! - entre su preocupación no puede captar la falsedad de las palabras de su suegro
- Si, pero gracias al cielo no paso nada... si hubiese sido una cantidad más elevada de esa sustancia, o sí estuviera de menos meses lo habría perdido... jamás me lo perdonaría
- Lo bueno es que no paso nada - "Por ahora" posa de nuevo su mano sobre su vientre, recibiendo una sonrisa agradecida por sus falsas palabras y una patadita de su nieto - Bueno Gerard, ya que veo que estas mejor... debo irme... solo quería saber como estabas - se levanta y sale de la habitación, dejando al ojiverde extrañado por su repentina actitud de buen abuelo, pero alegre... al fin había aceptado a su bebé
Si había algo que Edward McCracken más odiase era que lo estafaran. Había hecho un trato con el maldito de Baker y él estaba muy dispuesto a cumplir su parte... pero al parecer alguien se le había ablandado de corazón y no había cumplido con la suya.
No solo lo haría pagar, le haría arrepentirse de incluso de haberse topado en su camino
~*~
- Estoy bien Bert... puedes irte a trabajar - después de cinco días sin que el rubio hubiese ido a trabajar por lo que había pasado, Gerard lo veía necesario, no por él que se moría porque su esposo se quedara a acompañarlos y llenarlos de mimos, sino porque veía lo preocupado y tenso que estaba su rubio por el trabajo pendiente que cargaba a cuestas y su estado.
Terminaría enfermándose si seguía así
- Eres más importante que el trabajo - reprochaba sin dignarme a levantarse de la cama, siguiendo recargado en la cabecera y con los brazos cruzados sobre su pecho - ¡Que tal si me voy y les pasa algo! No Gee, no los dejaré
- Entonces ¿porque no los llamas y trabajan aquí?... podría preparar galletas o algo - hizo una pausa, bajando la mirada y estrujando la manta con ambas manos - Podría ayudarte...
- ¿De que hablas? - fue inevitable preguntar. Gerard había sido el mejor de la clase, había terminado la carrera con honores más nunca la había ejercido pues simplemente no era lo suyo
- Pues... sé que tienes trabajo pendiente... mucho, y pues... no tengo demasiado que hacer - un adorable rubor, a los ojos de Bert, cubrió las pálidas mejillas de quién amaba
- Me encantará que trabajes conmigo - le dio un casto beso en la frente para salir de la habitación
Gerard hace amago de levantarse pero es detenido por Bert quien lo abraza desde atrás y esconde su rostro en la curva de su cuello. Es claro el mensaje; esta asustado, ambos lo están.
Su ahora rubio esposo se levanta de la cama y sale a bañarse, fue entonces cuando Gerard pudo soltar un largo suspiro. Ese 14 de febrero había sido el peor. Gerard no recordaba demasiado, solo un gran dolor y después todo se volvía negro, para cuando despertó seguía teniendo dolor en la parte del vientre y se sentía muy débil; Bert había permanecido a su lado todo el tiempo, en el hospital sosteniendo su mano, acariciando su barriga con cuidado y en el departamento, consintiéndolos y cuidándolos con extrema delicadeza.
Su rubio estaba preocupado... paranoico sí se podía decir, y aunque él mismo había estado peor con la sola idea de que algo le pudiese pasar a su bebé, eso no evitaba que se preocupara por Bert, le notaba ansioso, temeroso de cualquier quejido o molestia en él ¡y no era para menos! Casi muere cuando la doctora le dijo que pudo perder a su bebé, lloró por lo menos tres horas seguidas, tres horas que acabaron con los nervios de Bert y le dejaron ver que, hiciera lo que hiciera, sus dos grandes amores en la vida corrían peligro, no podía dejarlos solos.
Por eso quería hacerle ver a su rubio que ya todo estaba bien y que nada malo les pasaría.
~*~
- ¿Por qué tengo que ir? - protestaba cual niño pequeño - Tu puedes solo, no me necesitas - "Para nada" sus ojos se perdieron en el paisaje, repasando en su mente sus palabras. Su triste realidad
- ¡Claro que si! Además así puedes ir a visitar a Gerard, ese día te fuiste sin decir nada... fue muy grosero de tu parte - aprovechó un alto para darle una significativa mirada. Estaban a unas cuadras del hogar de McCracken y Gee. De solo pensar en él se sentía como un adolecente tonto y enamorado - Hay que comprender a Bert... la idea de perder un hijo debe ser devastadora
Zacky reprimió lo mejor que pudo un escalofrío que subió por su columna. Cómo olvidar ese día... el tan solo recordar a Gerard, pálido como el papel y sudoroso... estar en el hospital... Bert muriendo de nervios... lágrimas... dolor... un caos total.
Cuando la doctora salió a avisarle al rubio que ya todo estaba bien pero que pudo perder a su hijo y le vio soltar la primera lágrima se sintió una mierda; no debía estar ahí después de lo que hizo. Ver a un hombre que siempre se mostraba fuerte y decidido temblar y soltar lágrimas fue perturbador para él; se pregunto varias veces porque lo había hecho, cómo se le ocurrió meterse con una vida inocente... pero después veía a Frank casi igual de preocupado que Bert, con esos hermosos ojos avellana que le había robado el alma... lo recordaba todo y no podía evitar el sentirse una mierda.
Se había preguntado varias veces si valía la pena todo lo que hacía; se lo cuestionó seriamente cuando, días después de informarle a Edward que el trabajo estaba hecho cuando la realidad era otra, varios hombres fueron a hacerle una visita, contando también que el mismo Edward había aparecido en su puerta, amenazando tanto su vida como la de Frank,"Solo debes seguir el plan... que no te importe Way y su... eso" recalcaba con odio al referirse al bebé. ¿En verdad valía la pena? ¿Estaba dispuesto a terminar con una vida pura e inocente solo poramor?
Ver a Frank más preocupado por Gerard y su bebé que por él, su mejor amigo, golpeado, le había dolido, verlo no parar de hablar del pelinegro le preocupaba... ¿era correcto seguir con todo esto?
- Hemos llegado - apunto Frank emocionado, sus ojos brillaban como nunca y se notaba ansioso - Le traje chocolates... ¿Crees que Bert me diga algo? Puedo decir que son para que se sienta mejor... - ¿Era correcto lo que Frank hacía?
Zacky sabía que saldría perdiendo, eso era ya un hecho; tenía un lugar apartado en el infierno por hacer lo que hizo. La cuestión era si podría terminar con una vida inocente, o si era mejor desaparecer de la vida de todos; no tenía ni una mínima oportunidad con Frank así que ¿para que seguir luchando?
Todavía estaba a tiempo de huir y que todos salieran ilesos, dejar su conciencia tranquila al avisarle a Gerard y Bert lo que el padre de cierta persona tramaba. ¿Por qué no lo hacía entonces? ¿Qué lo detenía?
Ya no le guardaba rencor a Gerard, el pelinegro era una persona dulce que sabía ganarse el cariño de todos quienes lo rodeaban y de hecho sentía muy culpable, no solo por intentar matar a su bebé, sino también por odiarlo cuando no tenía la culpa, cuando era Frank quien lo había conducido hasta ese lugar, un Frank se le había hecho mucho daño e, indirectamente, seguía haciéndolo. "Esto debe acabar Baker... por tu bien y el de ellos"
~*~
- Me alegra que te lleves mejor con Frank, es agradable... ¿No crees? - las palabras de Bert lo tomaron por sorpresa - Incluso te trajo chocolates... ¡Que amable de su parte! - Gerard se recostó sobre el pecho de su esposo, escuchando los latidos del corazón ajeno, trazando círculos sobre este y amando la manera en que Bert cerraba sus brazos alrededor de él - Creo que solo faltaba que le tomaras confianza, era un desconocido para ti - y es cuando recuerda que no lo ha dicho nada de su pasado con el castaño, se tensa sin poder evitarlo - ¿Qué pasa?
- Nada Bert, que quieres que pase - trata de sonar convincente pero al rubio no se le pasa nada, mucho menos sí logra ponerlo tenso - No es nada... no te preocupes
- ¿Estas seguro? - se remueve nervioso, ¡genial! Ahora tendrá que inventarse una buena excusa
- Te aseguro que no es nada... es solo que... - ve su salida cuando logra escuchar a su tripa rugir - Tengo hambre - parece funcionar puesto que Bert ríe y se levanta de inmediato
- ¿De que tienes antojo?
- Déjalo, no deben tardar en venir y tienes mucho trabajo pendiente
- ¡Nada de eso! - le da un corto beso que le deja un delicioso cosquilleo en los labios - No quiero que se queden con el antojo, lo que sea iré y regresare rápido - aunque todo había comenzado como una distracción, pronto se siente con la imperiosa necesidad de comer nachos con mucho queso y pastel de chocolate. De solo pensarlo se le hace agua la boca
- Bueno... Pero no tardes
Luego de una hora no hay rastros de Bert por ningún lado, el inútil ha olvidado el móvil; Frank y Zacky ya están esperándolo sentados en la sala como en los últimos días
- Podemos empezar sin Bert - señala Frank - Así no nos retrasaremos más
- Dijo que no tardaría - habla más para sí mismo que para los otro dos - No debe de tardar... solo unos minutos más - va directo a sentarse para intentar relajarse un poco, el ambiente es un poco tenso
- Y Gee... ¿Como te has sentido? - rompe el incómodo silencio Zacky - ¿Tu bebé te da mucha batalla?
- Un poco - logra distraerse por fin - Le gusta patear mis órganos cuando tiene hambre o sueño, también cuando quiere mimos o que le pongan atención. Será muy demandante como su padre...
- Apuesto a que será un bebé hermoso - atina a decir Frank, ganándose dos pares de ojos viéndolo con sorpresa
- ¿Ya tienen lo necesario para cuando nazca? - no sabe porque pregunta tanto acerca del bebé, tal vez esta tratando de hallar razones para desistir del plan - ¿Saben que día será?
- Pues ya tenemos su habitación preparada con todo lo necesario para un recién nacido, la doctora dijo que puede nacer a finales de mayo pero no es un hecho... solo queda esperar - dirige sus manos a su barriga, tratando de calmar las pataditas en uno de sus costados
- ¿No te da miedo? Digo... si algo sale mal...
- Cállate Zacky - le interrumpe Frank hablando entre dientes. Sin que se lo esperen va a sentarse junto a Gerard, tomándolo de la mano, pero lo que en verdad no esperan es el corto beso que le da en la frente. Al pelinegro se le subieron los colores con tal acción, Zacky solo apretó los puños y desvío la mirada, evitándose más dolor - Te aseguro que todo saldrá bien - el pelinegro abre y cierra la boca sin que ninguna palabra salga de ella, esta atónito y que no haya soltado su mano solo lo pone más nervioso de lo que ya esta. Todo estaba perfecto para Frank... hasta el momento en que la puerta se abre y la mirada de Bert provoca que el ojiverde suelte el agarré
- Siento mucho la demora... había mucho tráfico y... - entrecierra los ojos y ve de mal manera a Frank - ¿De qué hablaban?
- Te estábamos esperando - le hace una seña para que se siente con él, la cual el rubio obedece. Le sonríe con sinceridad, recargando la cabeza en el hombro y sintiendo unos brazos cerrarse con posesión sobre su cintura
- ¿De que hablaban? - vuelve a preguntar, todos notan el timbre de celos. Gerard sólo le sonríe, pasando por alto que si no le contesta se lanzara contra Frank y le arrancará la cabeza solo por tomarlo de la mano
- Hablábamos de nuestro bebé y lo lindo que será cuando nazca - responde al ver la insistencia del rubio."Relájate" susurra al oído para que sea el único que pueda oírlo. "Relájate" se repite por su parte en su mente, "Solo es Frank... no pasa nada"
- ¡Enserio Gee! ¿De qué hablaban cuando llegué? - insiste por tercera vez después de que Frank y Zacky se han ido, apenas una hora ha pasado - ¿Por qué Frank te tomaba de la mano? ¿Por qué estabas rojo como tomate?
- ¡Ya te lo dije! - suspira cansado - Hablábamos del bebé... ¡¿Porque no me crees?! - lo mira resentido - Debería ser yo el que estuviera celoso... ¡¿Dónde diablos estabas?! ¡¿Por qué tardaste tanto?!
- Llegué tarde porque me entretuve hablando con Bob... ¿Pasa algo? - sus sentidos siempre alerta ante cualquier cambio en su pelinegro, como lo es que haya palidecido de repente. No está dispuesto a pasar un susto como el de varios días atras
- No pasa nada - baja la mirada para que Bert no vea en sus ojos que le miente... demasiado tarde. Lo toma con rudeza del mentón, obligándolo a verle a los ojos - Me lastimas - trata de alejarlo pero el agarre de Bert es fuerte - ¡Suelta! - le da un manotazo para alejarlo
- Sé que me estas mintiendo... y quiero saber por qué
- No te miento - pero la mirada azul del rubio es tan intensa que se siente pequeño. Abraza su barriga por instinto, queriendo proteger a su bebé porque no hay nada que le importe más... solo Bert
- Claro que lo haces... y debe ser algo grave para que me mientas descaradamente - habla con frialdad, logrando intimidar más a Gerard y que sus ojos se cristalicen por las lágrimas que trata de retener - ¿Que me ocultas...? ¿Por qué no me quieres decir? - su voz se quiebra. Copiosas lágrimas descienden por sus mejillas, se aleja un poco del pelinegro para cubrir su rostro y no le vea siendo débil
- Bert... - apenas en un susurro su voz, su corazón se quiebra al verlo así "No llores... no... no Bertie..." - Yo...
- ¿Por qué no quieres decirme? - deja que vea su rostro bañado en lágrimas - Estoy preocupado... no quiero que nada les pase y siento que... que no es suficiente... y me ocultas cosas... ¿Qué pasa?... ¿Y-ya n-no me amas?
- ¡Claro que te amo! - ahora es él quien toma a Bert del mentón con rudeza - ¡Jamás dudes eso! JAMAS
- ¿Entonces? - se tranquiliza, limpiando un poco sus lágrimas y sentándose a lado del pelinegro, tomándolo de las manos - Sabes que puedes confiar en mi ¿no? Por algo nos casamos
- Pensé que te habías casado conmigo solo para llevarme a tu cama - ambos rieron, recordando los buenos momentos al inicio de su relación, las bromas que siempre hacían...
- ¿Me dirás que esta pasando? - vuelve a preguntar, lo que menos quiere es desviar el tema.
Ya más repuesto limpia todo rastro de debilidad, maldiciéndose por preocupar más de la cuenta a su pelinegro. Espera por un rato pero Gerard solo juega con el borde de su camisa, aparentemente nervioso.
Soltó un suspiro, dispuesto a dar el tema por terminado (de momento) y seguir como sí nada
- De acuerdo, si no quieres decirme lo comprendo... no confías en mi y...
- ¿Recuerdas como comenzó lo nuestro? - se vio cortado por Gerard, que apartaba la mirada. Puede notar que esta reviviendo todo en su mente - ¡Eras tan molesto! - no lo dice como reproche sino todo lo contrario
- ¡Y tu tan callado! Solo quería que me hablaras, que me miraras... ¡siempre te hiciste el difícil!
- Acababa de salir de una mala relación - "oh" fue lo único que atinó a decir, ¡con que de eso se trataba todo! La sangre le hirvió con lo que aquello conllevaba, no soportaba la idea de que alguien fuera capaz de probar el cielo, rechazarlo y convertirlo en el infierno - Pensaba que... me lastimaron mucho... pensé que todos eran iguales
- Ese cerdo fue un idiota
- No te mentiré, al principio te tenía miedo - la ceja alzada de Bert pide una explicación - Pensaba que solo me querías para eso y después me botarías... como lo habían hecho ya
- Solo un verdadero idiota podría rechazar a alguien como tu... pensaba que yo no te interesaba, que tenías algo mejor y por eso me rechazabas... ¡Pero lo conseguí!
- ¡Eras tan molesto! Pensé que sí te decía que sí te desencantarías de mi y me dejarías en paz
- Pero funcionó al revés... solo conseguí enamorarme más... perder la cabeza por ti...
Los recuerdos llenan su mente. Ellos dos en su primer cita; había invitado al pelinegro a la feria de un pueblo cercano, la habían pasado de maravilla, se habían subido a todos los juegos mecánicos y, antes de que su cita tuviera que regresar a casa, fueron a los juegos de destreza donde logró ganarle un enorme unicornio.
Gerard se resistía a aceptarlo, pero fue tan insistente que consiguió que lo aceptará. Lo llevó a su casa, todo iba perfecto pero no planeaba quedarse así, Gerard le interesaba mucho. Cuando vio el momento indicado le robó un beso, un simple roce que le hizo perder el alma, lo hizo sucumbir ante el hombre cuyo sonrojo por su acción le enterneció como nada en la vida lo había hecho, el hombre que ahora no se atrevía a verlo a los ojos
- Eres hermoso Gee, agradezco cada mañana despertar y poder tenerte a mi lado... ¡enserio no sé que me viste! Era un desastre, bueno, lo sigo siendo... pero me aceptaste, me costó tenerte y no sería tan idiota como para dejarte ir
- Lo sé... supongo que ambos agradecemos el estar juntos - Bert no sabe a que viene todo eso - ¿Recuerdas... la última vez que estuve mal? - algo hizo click en su mente
- ¿Esto tiene que ver con lo de tú ex? - corto con un tono molesto, no necesito más respuesta que ver los ojos de Gerard que lo observaban con timidez para saberlo todo, tan claro como el verde de estos - Gee... - respiraba despacio para controlar su ira, como si fuera un animal salvaje - Él no merece tú perdón, no merece nada de ti - habla entre dientes
- Fue lo mismo que me dijo Bob...
- ¡¡Pues tiene razón!! ¡¿Como se atreve a regresar como sí nada?! ¡¡Como sí no te hubiera lastimado lo suficiente!! Lo único que merece ese hijo de puta es una buena paliza...
- Eso mismo pensó Bob - dijo serio. A Bert le llegó un malestar en su estómago
- ¿D-de q-que hablas?
- De que Bob pensó lo mismo... por eso fue detenido
¡¿que?! Era una broma.. ¡¿Verdad?!
- Quiero que comprendas que esta decisión es mía, el pasado es pasado y nada cambiara lo que ya esta hecho... ¿Para que guardar rencor? Estamos juntos y eso es lo que importa - trataba de procesar todo pero su mente ha colapsado ¡¿Que?! - Lo he perdonado Bert... - Gerard seguía esperando una reacción - También le he ofrecido mi amistad... agradezco estar a tu lado, no importa por lo que pasé... te amo
- Me estas diciendo que... ¡¿Es broma?! - la respiración le falla y comienza a jadear por un poco de aire - ¿Porque no me lo dijiste antes? - no puede creerlo, ¡Confió en él! ¡¡Lo dejo A SOLAS con él!! - ¿Te ha hecho daño?
- No, ha cambiado mucho, incluso lo consideras un amigo
- ¡Era antes de saber que él...! ¡¡Dios!! ¡¿Él?! - se levanta de la cama, caminando en círculos y agarrándose de la cabeza con las manos, de repente su vida a perdido sentido y se siente perdido, ¡¿Cómo pudo ser tan idiota!? El bastardo le decía descaradamente que quería arrebatarle a su esposo y ¡¿Qué había hecho él?! ¡¡Aconsejarlo que luchara!!
- Lo importante es que estamos juntos - lo jala de la mano desde la cama para tratar de calmarlo. A Bert no le ha caído nada bien la noticia - ¿Importa si lo perdono o no? Bert... cálmate
- ¡¿Calmarme?! ¡Ese bastardo me ha dicho que quiere recuperarte! ¡Me dijo que...! ¡Dios! ¡¡Te pudo hacer algo y yo...!! ¡¿Por qué lo perdonaste?! - se suelta del agarre del pelinegro bruscamente - Lo amas todavía ¡¿Verdad?!
- Te he dicho que sólo te amo a ti... ¡eres el único para mi! - pero Bert está lo suficiente molesto como para no escucharlo, su corazón y mente están enfocados en otra cosa: Venganza - ¿A donde vas?
Va a levantarse pero Bert es más rápido y su barriga no ayuda mucho.
Sabe que su esposo hará alguna estupidez, lo conoce demasiado como para no darse cuenta de esa sed de venganza inundando sus ojos, oscureciendo de ira el azul claro que siempre los adornan.
Cuando esta completamente de pie avanza tan rápido su barriga se lo permite; una punzada de dolor lo hace detenerse y soltar un quejido. Piensa que eso podría ser lo necesario para atraer la atención de Bert pero es inútil, su esposo ni siquiera voltea a verlo.
- Bert... espera - muerde sus labios porque duele, han pasado diez días y todavía no esta del todo repuesto - ¡Bert! - desde la habitación escucha la puerta principal siendo azotada.
Con una mueca de dolor se pone los zapatos, dispuesto a ir tras su esposo, no puede permitir que haga alguna estupidez o peor, que le pase algo. Se pone una sudadera sobre su pijama, no hay tiempo de cambiarse.
Al estar listo va a la puerta y la abre. No esperaba encontrárselo a esas horas de la noche
- ¿Frank? ¿Qué haces aquí?
~*~
Limpia con cuidado su labio roto "Otra vez" sonríe con tristeza a su reflejo en el espejo del baño ajeno. Ha decidido quedarse ahí a pesar de ya no ser bienvenido; le ha dicho toda la verdad a Frank y, como suponía, terminó odiándolo.
>> - Frank, hay algo que debo decirte...
- Dime Zacky, soy todo oídos
- Es algo muy complicado y sé que me odiaras cuando lo sepas
- Eres mi mejor amigo, sabes todo de mi ¡No podría odiarte! <<
No lo culpa, de hecho él también se odia, es un ser despreciable que no merece nada de nadie.
No tuvo otra opción, era eso o matar a un inocente. Edward lo había llamado justo al llegar al departamento de Frank, avisándole que lo había visto salir del hogar de su hijo y Way y que si no hacía lo que ya habían acordado la pagarían caro, si,pagarían porque destruiría tanto su vida como la de la persona que ama.
>> - Lo harás cuando te enteres... tienes que saber que no estaba de acuerdo desde el principio... no tuve opción Frankie - se soltó a llorar sin poder resistir tanta presión, Frank lo abrazo y pudo sentirse un poco más calmado. Sonrió con amargura porque sabía que eso sería el fin - Yo... Frankie... yo fui el que... le hice daño a Gerard y a su bebé - pudo sentir la tensión por el agarre que mantenían
- ¿D-de que hablas Zacky? - Frank lo separó de su cuerpo para verlo directo a los ojos
- Fui yo... ¡lo siento! no era mi intención ¡¡De verdad!! Pero él era... lo odiaba y tu... quería quitarlo del camino
- ¡¿De que estas hablando?! - lo alejo de un empujón. Su sonrisa amarga se ensancho mientras lágrimas caían por sus mejillas, sabía que reaccionaría así, era el fin de lo que pudieron tener -¿¡QUE MIERDA HICISTE BAKER!?
- Te amo Frank... no espero que me perdones, pero el papá de Bert fue quien me dio todo para deshacerme del bebé... después él quitaría a Gerard de en medio y... te amo <<
Su único error fue estar enamorado de la persona equivocada, fue el pensar que tenían una oportunidad si cierto pelinegro estaba fuera del camino. Fue iluso y un idiota, pero esta enamorado y le duele que su mejor amigo una persona que actuó igual de mal que él no le haya entendido y le haya dejado solo
>> - ¡¿ESTAS JUGANDO?! ¡Yo AMO a Gerard! Zacky... esto es horrible... ¿Cómo pudiste? ¡Es una personita inocente! ¿¡Que habrías hecho si lo perdía!? ¡¡¿CÓMO PUDES VERTE AL ESPEJO?!!
- ¡Lo que tu hiciste también fue horrible! Esperaba que entendieras las estupideces que haces por amor...
- ¡¿Amor?! Esto no esta bien Zacky... estas mal...
- ¿¡YO ESTOY MAL!? ¡¡Abre los ojos Frank!! ¡¡ESTAS ENAMORADO DE UN HOMBRE CASADO Y QUE TENDRÁ UN HIJO!! - se levantó enojado por la actitud de Frank aunque una parte de él lo sabía - ¡¡Estas mal Frank!! Sigues haciéndole daño a Gerard... ¡¡É L Y A N O T E A M A!! <<
Y así fue como consiguió el labio roto, Frank le soltó un puñetazo y salió de su departamento. "Lárgate de aquí, no quiero volver a verte" fue lo último que le dijo antes de salir de su vida; el castaño iba a decirle todo a Gerard y atratar de recuperarlo
No odiaba a Gerard, después de todo el no tenía la culpa de nada... jamás la tuvo y no merece que lo hayan lastimado antes y que lo quieran hacer de nuevo. Esta dispuesto a entregarse y pagar las consecuencias.
La puerta le avisa que alguien quiere hablar con Frank... o con él. Piensa que tal vez sea Edward, un escalofrío sube por su espalda... la última vez que hablo con él fue antes de decirle todo al castaño, lo último que le dijo fue que se fuera a la mierda, que él no haría nada y que le diría todo a Bert. Ahora toca enfrentar las consecuencias
- ¿Bert? ¿Qué haces aquí?
- ¡¿DÓNDE MIERDA ESTA EL HIJO DE PUTA DE FRANK?!
Traga el nudo de su garganta... eso hora pagar por lo que ha hecho
- No esta... fue con Gerard - Bert palidece, esta a punto de irse pero lo retiene del hombro - Espera Bert... hay algo que dedo decirte...
~*~
Conduce a toda velocidad en su magnifico auto negro mientras trata de comunicarse. Uno, dos, tres alarmas y nada.
Maldice en voz alta y vuelve a intentar... uno dos tres ¡Por fin! La voz adormilada de un hombre al otro lado de la línea es quien contesta con un "¿Hola?" Su voz se escucha ronca pero no le da importancia a que sean menos de media noche y uno de sus hombres este dormido
- Quiero que termines con Baker ¿entiendes?
- ¿Señor McCracken? - su furia crece, ¡odia que no entiendan sus ordenes!
- ¡Hazlo ya! - le grita y cuelga.
Al final el idiota de Baker quiso hacer su papel de bueno y lo mando todo a la mierda pero obviamente no piensa quedarse así, los hará pagar, a Baker, a Iero y a Way... "Mejor hacerlo con mis propias manos" sonríe mientras se dirige a casa de Gerard... hasta donde sabe Bert no esta, es el momento de acabar con todos sus problemas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top