OO9
𓂃 ࣪˖ 𖣠 ࣪our love ˖ ⌕ ⋆ ࣪.
La mañana siguiente, Jinsoul era un manojo de angustia y preocupación porque había enviado unos mensajes a Jungeun tanto en la noche como en la mañana pero no había obtenido respuesta de ninguno de sus mensajes, era de casualidad su día libre en el café y no lo estaba disfrutando nada, menos sin saber noticias de Jungeun.
No supo cómo, pero ella se terminó arreglando para salir y cuando se dió cuenta, tomó un autobús hasta bajarse en una reconocida parada y caminar en dirección a la casa de la rubia, sin haber avisado que iría. Resopló un poco con sus labios nerviosa de tener que encontrarse con el señor Kim de nuevo pero estaba dispuesta a todo, ella sólo quiere ayudar a Jungeun.
Se detuvo frente a la gran puerta de la entrada con su dudosa mano en si tocar el timbre o no, durando tal vez un minuto tomando la desición hasta que empujó el dedo índice contra el botoncito hasta oír que lo había pulsado, esperándose que no fuera a abrir el hombre. Segundos después la puerta se abre y de ella se asoma lentamente la rubia, sólo un poco, mirando con temor hasta que encuentra la figura de Jinsoul se relaja un poco, pero sus ojos no dejan de mostrar lo contrario.
—Jungie.—respiró aliviada, llevando su mano a su pecho deslocado.—por Dios, estaba preocupada.—avanzó en un intento de abrazarla, pero la rubia se ocultó más tras la puerta.
—unnie...—susurró lamentable, suspirando y mirando hacia otro lugar.—no quiero que me veas así.—confesó, causando que Jinsoul sólo frunciera más sus cejas.
—¿Así cómo?—cuestionó, ahora sólo quería tirar de la mano de jungeun y ver porque se oculta tanto.—¿me dejarás verte? vamos, ya me dio ansiedad verte ocultarte tanto.—busca la mirada de la menor rápidamente y ésta la desvía un poco, negando con su cabeza.
—Deberías... no estar aquí, papá no me permite tener visitas.—murmura mientras que la peliazul soltaba un suspiro angustiada.—Jinsoul unnie, tienes que irte.—dijo muy bajito, es que en realidad ni quería que ella se fuera.
La mayor la miró duramente, incrédula de lo que le estaba pidiendo.
—No.—respondió rápidamente.—no pienso irme, vine a pasar el día contigo, así que no me iré Jungeun.—cruzó sus brazos, haciendo un pequeño mohín con sus labios, la adversa la imitó también, haciendo un puchero muchísimo más pronunciado.
No pasó mucho más tiempo para cuando la rubia miró hacia adentro rápidamente y luego Jinsoul pudo oír unos pasos rápidos aproximarse con notable molestia, la puerta fue empujada más hacia el interior y Jinsoul observó dos cosas que no le agradaron mucho; la primera era al hombre mayor sostener la puerta y mirarla con evidente enojo casi a echarla de ahí y la segunda, más que desagradarle le provocó mucha angustia y es que Jungeun contaba con algunos tres moretones dispersos, en su pierna derecha, brazo y en la muñeca, la vió bajar su cabeza e intentar ocultarse nuevamente, de todos modos la ropa que portaba no ayudaba en ocultarlo, al parecer una pijama de dos piezas realmente adorable.
—¿Se puede saber qué está haciendo usted aquí?—fue la pregunta que hizo dicho hombre, creyendo que con hablarle así atemorizaba a la peliazul que sólo frunció sus cejas.
—¿Visitando a Jungeun? es obvio señor, no hace falta hacer tal pregunta.—responde haciendo una mueca, mirando hacia Jungeun.—quería saber cómo se encuentra después de la escena de ayer pero ya sé cómo está, no muy bien por lo que veo.—mantiene sus brazos cruzados, cómo tenía ganas de saltarle encima a ese hombre y romperle la cara.
—Bien, ya la viste, ahora adiós.—fue a cerrar la puerta con fuerza más la peliazul rápidamente lo impidió interponiendo su mano en la misma.
—Dije que vine a visitarla, significa que aún no pienso irme.—empujó levemente la puerta para mantenerla abierta, la rubia si acaso sonrió un poco con la idea de que Jinsoul aún no se fuera a ir.
—Yo soy el mayor aquí, ésta es mi casa y te ordeno que te vayas ahora mismo de aquí.—estaba enojado, se le podía oír fácilmente y además de eso, una vena se le marcaba por la frente, Jinsoul lo sacaba de sus casillas.
—Bien, me iré.—se encogió de hombros, tomando la mano de Jungeun quien se dejó sin rechistar, de hecho, apretó la mano de la mayor con la suya.—pero me llevaré a Jungeun.
—No, no puedes.
—No estaba pidiendo permiso, le estaba avisando que si me echa me iré con ella.—informa, la menor inevitablemente tenía una sonrisa, no podía creer que alguien se preocupara tanto por ella hasta el nivel de venir a su casa y discutir con su padre.
El mayor de edad bufó, como pensando qué le convenía entonces hasta que se dió la vuelta frustrado, caminando hacia quién sabe dónde.
—No quiero verlas fuera de tu habitación Jungeun.—demandó, aceptando a duras penas que Jinsoul entrara a su casa pero prefería mil veces custodiar a su hija que esa muchachita de cabello azul se la llevara por ahí.
La rubia sonrió asintiendo con su cabeza para después mirar a la mayor quién aún observa a su padre irse, ríe un poco agitando su mano para llamar de su atención.
—Jinsoul unnie, papá dejó que te quedes conmigo en mi habitación.—sonríe tímidamente, bajando un poco su mirada.—¿quieres...?
Jinsoul finalmente presta atención a la menor y no puede ocultar la sonrisa boba que surca en sus labios al ver la actitud tímida y penosa de la menor por invitarla a pasar a su habitación.
—Claro, ¿o tienes un enorme desorden que no quieres que yo vea?—arqueó una ceja haciendo que la menor riera levemente y negara, tirando de la mano de la más alta para que la acompañara, empujando la puerta principal con su pie para cerrarla.
—No, soy completamente ordenada y odio el desorden, así que no encontrarás nada fuera de su lugar.—sonríe, haciendo que la mayor la siguiera por las escaleras hasta subir a su habitación, abriendo la puerta para dejar que Jinsoul entrara primero lo cuál para complacer a la menor lo hizo, detallando cada rincón y objeto, decoración y color de dicha habitación encontrando muchas cosas que le recuerdan por completo a la rubia, haciendo que así una sonrisa tierna apareciera en labios de la peliazul.—¿Qué tal?
—Tienes razón, eres muy organizada.—comenta mientras ríe, deslizando su mano sobre algunos peluches que se encuentran agrupados cerca de la ventana sentados, como si fueran a tomarse una foto familiar.—son lindos, ¿todos son tuyos?
—Sí, algunos los tengo desde bebé, otros los he recibido de obsequio, la mayoría son de Baekhyun, en mi cumpleaños suele darme uno junto a chocolatitos.—menciona risueña, recordarlo le hace sentir realmente feliz, aunque al mirar el rostro de confusión de Jinsoul aclaró su garganta.—es el chófer, es como... no lo sé, siento algo familiar con él, siempre está cuidando de mí.—explica, tomando asiento en el borde de su cama, palmeando el lado vacío mirando directamente hacia Jinsoul.—gracias por venir, necesitaba ya algo de compañía más que mis peluches y ese pajarito en la ventana.—señala seguidamente hacia la ventana, un pajarito amarillo estaba cómodamente en el borde del mismo.
Jinsoul tomó asiento a un lado de la menor y no pudo evitar, que después de mirar al pájaro para comprobar que si se hallaba ahí, sus ojos se dirigieran hacia abajo, mirando las piernas descubiertas de la rubia no por ser una pervertida, si no por el moretón que una de ellas tenía.
—¿Cómo soportaste eso, Jungeun? ¿cómo soportas ésto?—pregunta mientras una de sus manos se atreve a ponerse sobre la piel, exactamente el pedazo donde está de un color morado verdoso, acariciando con suma lentitud oyendo el suspiro que soltó la menor.
—No lo sé.—se encoge de hombros, mirándola sin tener realmente una respuesta.—yo... supongo porque es mi padre, nada más.—hace una pequeña mueca con sus labios, formando una línea recta con los mismos mirando cómo la mano de la mayor provoca una sensación agradable y cómoda.
—¿Te duele algo más? además de los lugares donde puedo ver que evidentemente te golpeó.—bufó, tomando la muñeca de Jungeun cuidadosamente en su mano para inspeccionar mejor el moretón, aproximando la misma hacia sus labios, depositando un besito en ésta.—no sabes lo molesta que me tiene el hecho de que sea tu padre el que te haga ésto.—mira a la menor con sus cejas arqueadas hacia abajo, de angustia, de preocupación e incluso impotencia por no ayudar.
—Creo que me acostumbré un poco y sé que no es bueno, aunque hace mucho tiempo que no lo había hecho.—admite con las mejillas suavemente pintadas de un carmesí gracias a la acción anterior de la mayor.—Jinsoul... gracias por preocuparte enserio por mí.
La mayor observó el adorable rostro de Jungeun sin una pizca de maquillaje, se veía totalmente hermosa todavía e incluso más, sencillamente bonita.
—¿Cómo no hacerlo? en muy poco tiempo te has vuelto demasiado importante para mí.—atrajo a la menor en un pequeño abrazo, rodeando sus hombros con su brazo.—tanto que estaba por llorar de la frustración cuando anoche llegué a mi casa y sentí que había sido una completa idiota por dejarte ir con tu padre, realmente, no debí rendirme.—negó, recogiendo un poco del rubio cabello de Jungeun hasta ponerlo tras su oreja, besando su frente con cariño.—prometo cuidarte mejor Jungie, ¿me dejarás protegerte?
Asintió inmediatamente, abrazándose por completo a Jinsoul, rodeando su cuerpo con ambos brazos y acercándose para ocultar su rostro entre su hombro y cuello cuando ambas siguen sentadas en el borde de la cama.
Tal vez estuvieron de esa forma unos minutos, ninguna dijo algo o no se atrevió a hacerlo para no arruinar el momento, minutos en los que Jungeun se acurrucaba más a Jinsoul y ésta llenaba de cariñitos a la más baja, dándole caricias en su cabello y cabeza con sus dedos, besando entre sus cabellos, sobando su espalda.
—Jungeun, tu padre me dijo que... oh.—la señora Kim no tocó la puerta y abrió la misma hablándole a su hija hasta que se queda en silencio viendo a ambas chicas, Jinsoul soltó rápidamente a Jungeun creyendo que la mayor de edad no estaba feliz de entrar y encontrar tal escena, aún así observó los labios abultados de la menor por separarla abruptamente.—nada, nada, sigan en lo suyo, disculpen.—sonríe y se devuelve de donde venía cerrando la puerta.
—Lo siento.—se disculpa rápidamente atrayendo nuevamente a Jungeun entre sus brazos.—me asusté, creí que tu madre no reaccionaria bien, perdón.
—Mamá es feliz si yo estoy feliz, no le molestó lo que vió.—murmura, acomodándose nuevamente para abrazarla como antes.
—¿Y estás feliz en éste momento?
—Sí, porque cuando estoy contigo me siento muy feliz.—confiesa, manteniendo sus ojos cerrados mientras se abrazaba a Jinsoul con fuerza.
La mayor sonrió, dejando que Jungeun la abrazara tanto como ella lo quería.
Lo que no tenía idea era de que para la rubia fuera tan cómoda que al final, se había dormido en mala posición sólo por el afán de seguir abrazándola.
—Jungeunie, eres tan caprichosa aveces.—ríe una vez notó que tras pasar unos minutos la menor de edad estaba dormida, así que se movió en un intento de acomodarse y acomodarla también, no resultó bien ya que apenas se movió un poco escuchó a la rubia respirar pesadamente y moverse, se había despertado.—no, no, vuelve a dormir, estás cansada.—la atrajo a sus brazos una vez más, deslizándose por la cama para recostarse con la rubia.
—No~ no quiero dormir Jinsoul.—ríe, intentando apartarse aunque no se resistió tanto, quedándose ligeramente encima de la peliazul, igualmente, la misma Jinsoul parecía sumamente alegre de la posición dada.—hueles bien y eres muy cómoda.—murmuró, enterrando su rostro en su pecho, el hecho de que la mayor llevara un hoodie la hacía más suavecita y cómoda aún.
—¿Terminaste?—pregunta entre risas, refiriéndose a cómo la menor frotaba su rostro en su pecho.—pareces un gatito.
—No, aún no termino, un poco más.—negó, sonriendo ante el último comentario de Jinsoul, apoyando su mentón en un lugar donde no le fuera a molestar para subir su mirada cuando la peliazul ya la estaba mirando.
Momento exacto dónde ambas sintieron un remolino de sensaciones que le abrumaron, provocando que la menor se apartara rápidamente y la adversa acomodara su cabello desviando su mirada también, las dos se sonrojaron ridículamente.
—¿No tienes hambre? puedo pedir algo especial.—habla la mayor para no hacer el momento incómodo, atreviéndose a mirarla de reojo, sonriendo al verla abrazar una de sus almohadas.
—¿Algo especial? ¿cómo qué?
se encoge de hombros, moviéndose poco a poco por el borde de la cama acercándose de nuevo a ella.—lo que tú quieras comer, tengo números de restaurantes y tiendas, tú pides y yo lo traeré.—sonríe mostrando su teléfono.—bueno, no literalmente, lo traerá el repartidor claro.—la menor soltó una risa tras oír eso, volteando para ver lo que la peliazul intentaba, la ayudó con ella también acercarse y cortar toda distancia que antes había entre las dos provocado por ambas.
—¿Puede ser pizza? realmente me gusta, pero no la comemos en realidad, a papá no le gusta ese tipo de comida, sólo lo hago cuando salgo con mis amigas.—explica, jugando con sus propias manos en sus piernas.
—Pizza será.—asintió, buscando entre sus contactos la pizzería que consideraba la mejor para contactarlos y hacer el pedido a través de una llamada, le preguntaba a jungeun sobre los ingredientes qué quería en la pizza, después de que una dudosa Jungeun eligiera finalmente Jinsoul acabó la llamada en que les pagaría en efectivo una vez llagaran.—genial, en unos minutos llegarán.
—a papá no le va a agradar la idea de que coma pizza.—ríe levemente, mirando a la mayor unos segundos para desviarse.—pero en realidad me da igual, porque me gusta que estés aquí conmigo y la idea de compartir almuerzo contigo, tal vez viendo una película juntas, me emociona.—se encoge tímidamente, Jinsoul ríe levemente arqueando una ceja.
—¿Quieres que veamos una película juntas? Tenías que haber empezado por ahí Kim, ver películas y comer pizza con una de tus personas favoritas sin dudas es increíble.—asintió, dejando su teléfono sobre la cama después de responder un mensaje a Wooyoung de que no regresaría pronto a su casa, al menos no aún.
Jungeun se quedó mirando con los ojitos casi destellando a Jinsoul por un buen rato, sintió sus mejillas calentarse rápidamente por lo que no aguantó y soltó un gritito frustrado de los suyos, tapando su rostro y batiendo sus pies, estaba demasiado avergonzada.
—Hey... ¿qué pasa? ¿dije algo muy malo?—preguntó Jinsoul preocupada, viendo a una enrojecida Jungeun negar con su cabeza muchas veces destapando su rostro, manteniendo sus deditos tapando su boca.
—Dijiste algo... demasiado cursi y-y... fue muy bonito.—sus ojitos sonrieron junto a ella, Jinsoul juró oír ángeles cantar a su alrededor y luego pestañeó, regresando a la realidad donde, sí, Kim Jungeun es el ser más hermoso y adorable del mundo sin hacer mucho esfuerzo.
—¿Te gusta lo cursi? porque lo soy, y si te gusta lo cursi entonces te gusto yo.—se le escapó, sin embargo no puede ocultar la gran sonrisa que surca en sus labios una vez que detalla en primera plana como Jungeun se pone tan rojita como nunca mientras sus ojos se agradan y sus labios se separan levemente.
—¿C-Cómo...? Y-Yo no... yo... n-no es...
Jinsoul soltó una risita, acercándose hasta acariciar una mejilla de la rubia dulcemente.
—Estaba bromeando Jungie, tranquila bebé.—besó su frente, tomando su teléfono una vez que lo oye sonar mirando la notificación.—¡Oh! es la pizza, volveré en un instante.—sonríe, levantándose para salir rápidamente dejando a Jungeun hecha un desastre de sentimientos mezclados y sensaciones demasiado abrumadoras que sentía que iba a llorar.
"Tranquila bebé".... be-bé.
Bebé, bebé, bebé... oh por Dios, ¡Le dijo bebé!
La rubia tuvo que tomar una almohada y estamparla contra su rostro soltando un grito contra la misma, el que había estado reteniendo, luego soltando chillidos y unas risitas, está tan enamorada de Jinsoul que le resulta imposible no quedarse mirando a la mayor con sus ojitos brillantes o sonreír con sólo verla.
¿Estaba bien estar enamorada de Jinsoul? no podía ser nada malo amar a alguien, ¿o sí?
Se quedó confundida ante esa duda pero se sobresaltó cuando Jinsoul empujó la puerta entrando a la habitación de nuevo sosteniendo una caja de pizza entre una mano y su brazo de la misma, en la otra una bebida junto a una sonrisa, la misma sonrisa que adora Jungeun.
—Hora del almuerzo.—sube y baja sus cejas a medida que se acerca a ella, la menor hace espacio en su cama para ayudarla a depositar la caja de pizza en medio de ambas, Jinsoul después se quitó rápidamente sus zapatos para sentarse como un indio, Jungeun sonríe tímida y quitando sus pantuflas se sienta igual que ella, una frente a la otra separadas por la caja de pizza.—vamos, ábrela tú primero Jungie, te cedo eso.
La menor obedeció rápidamente y con una sonrisa algo tímida abrió la caja de pizza, vió a Jinsoul hacerle señas de que elija un trozo también lo cuál hizo, tomando una servilleta para no llenarse las manos y finalmente morder la punta, lo saboreó por unos instantes y luego soltó un ruidito de placer ante el sabor, haciendo reír a la mayor.
—Sabía que te gustaría, tomaré el mío.—imita las acciones de Jungeun hasta poder morder su propio pedazo, negando con su cabeza ante el sabor.—es simplemente delicioso, la pizza y yo podríamos casarnos.—menciona exageradamente, con Jungeun riendo a pesar de tener las mejillas llenas, acto que le pareció divertido y tierno a la mayor.
Compartieron risas y anécdotas graciosas mientras comían juntas, tomaron toda la bebida y cuando finalmente terminan, Jinsoul se acerca con una servilleta a limpiar delicadamente unos rastros de salsa de la pizza en Jungeun quien se sonroja estúpidamente por esa acción.
—Listo.—se aparta una vez ya le había limpiado más Jungeun mantenía la misma expresión tímida, eso le causó ternura a la mayor que no evitó sonreír y reír suavemente.—por dios, eres demasiado adorable Jungeun.—llevó su mano a la cabeza de la rubia y alborotó cariñosamente sus cabellos.—tan linda~
—Unnie.—berrinchó demasiado avergonzada sin dar la cara a la adversa, es que, no podía hacerlo, sentía su corazón demasiado acelerado que casi le dolía.
—¿Qué?—alzó sus cejas divertida.—no te tiene que dar vergüenza que te digan que eres linda.—ríe suavemente, Jungeun la observa por unos segundos antes de desviar su mirada.
—Es vergonzoso.—se encoge de hombros.
No, no es vergonzoso, es porque se trata de Jinsoul diciéndole que es linda.
Claro, eso no se lo diría, eso... si sería vergonzoso.
Jinsoul quería bromear con ella como lo hace generalmente, bromas a propósito donde siempre obtiene el mismo resultado por parte de la menor; sus adorables sonrojos. Pero sentía que iba a matarla de tanto hacerla sonrojar por lo que suspiró un poco y se echó en la cama, mirando al techo, Jungeun la miró por unos cortos segundos hasta imitarla, recostándose en su cama mirando al mismo lugar, extendiendo sus brazos a los costados, entonces, unas de sus manos rozó la de Jinsoul y llena de pánico estuvo por apartarla, estuvo, porque la peliazul no se lo permitió una vez que sostiene su mano con desición y entrelaza sus dedos que encajaban a la perfección, ambas mantienen un ligero sonrojo en sus mejillas gracias a la acción de la mayor.
Para Jinsoul se estaba haciendo complicado actuar como si sólo quisiera ser su amiga cuando en realidad muere por ser algo más que eso, estuviera mintiendo si dijera que no se ha imaginado como novia de Jungeun. Por otro lado, la menor se encuentra en un agradable trance ya que, siente una estampida dentro de su estómago pero no es dolor, se siente bien, intentando ocultar la sonrisa boba que creció en sus labios durante el momento que Jinsoul se mantuvo tomando su mano suave pero firmemente, como si no estuvieran dispuesta a soltarla nunca.
Jinsoul no se dió cuenta antes pero de un momento a otro notó que Jungeun estaba a su lado, ahora sin ningún centímetro de distancia, apoyando ligeramente su cabeza en su hombro mientras cerraba sus ojitos, tanto por cansancio como para ocultar su vergüenza después de atreverse a hacer lo que hizo, pensando en alejarse y disculparse si no fuera porque segundos luego, la mayor inclinó su cabeza hacia la suya acomodándose también incluso acercándola más a ella, posando su mano en un brazo de la menor mirando a la menor que no se atrevía a abrir ni un ojito.
Pensó que se veía linda incluso con sus hermosos ojitos cerrados, que Kim Jungeun es sencillamente la chica más bonita del planeta tierra.
Jungeun se quedó completamente dormida después de comer, acurrucada levemente a Jinsoul durante el tiempo en que la peliazul luchaba igualmente contra las ganas de dormirse ya que no quería abusar tampoco y dormirse, pero la sensación era demasiado cálida, el hecho de estar en una cama acurrucada con Jungeun no ayudaba mucho, de hecho en nada, pero al menos podría agregar a la lista de "Cosas que he hecho con Jungeun" dormir con ella.
Cuando la madre de Jungeun fue un momento a la habitación de su hija no esperaba encontrarse con ambas jóvenes plácidamente dormidas aferrada a la otra, casi se le escapa un grito al ver como su hija frotaba suavemente su cabeza contra el hombro de la chica mayor cuando oía ruidos que pudiera perturbar su sueñito. La mujer no hizo más que sonreír ampliamente y negar con su cabeza, ¿será que su hija tiene algo por contarle? lo presiente.
Y adora que Jungeun esté tomando sus propias decisiones.
Decidió no molestar y salir de la habitación antes de que alguna de las dos se despierte y en realidad, luego de que salga Jungeun se despierta como bebé recién nacido, le cuesta un poco abrir sus ojitos pero cuando lo hace lo primero que se encuentra es el perfecto perfil de Jinsoul dormida en todo su absoluto resplandor que de no ser porque está soñolienta se hubiera echado hacia atrás nerviosa, en su lugar, se quedó completamente hipnotizada durante unos segundos hasta sonrojarse debido a la cercanía de sus rostros y por también caer en cuenta de que durmió recostada sobre Jinsoul. La sensación era divina, demasiado para su sensible corazón sin embargo, no piensa ser la más tonta del mundo y desaprovechar la oportunidad de seguirse acurrucando al cálido cuerpo de la chica que sin mentir, la trae embelesada.
Porque Dios, Jinsoul tendría que ser otras de las maravillas del mundo, sin dudas.
Y estaba justo ahí, durmiendo en su cama, a su lado, tenía suerte después de todo.
un poco de contenido soft 💘
Jinsoul es un solecito ¿a que sí?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top