O1O

𓂃 ࣪˖ 𖣠    ࣪our love ˖ ⌕  ⋆ ࣪. 

La peliazul risueña tiró de la mano de la más baja mientras casi corría y arrastraba en el proceso a la menor con ella.

No era una cita, ojalá lo fuera.

Pero Jinsoul luego de despertar esa tarde en que se quedó dormida en cama de Jungeun y al abrir sus ojos lo primero que encontró fue la pacífica y hermosa carita de la rubia acurrucada a ella como niña a su peluche, no pudo sacarse más nunca de la cabeza lo mucho que ama la presencia de Jungeun en su vida, por ello, aprovechando que el odioso y molesto padre de Jungeun tuvo que salir a última hora para un viaje del trabajo, pidió permiso a la madre de la rubia para llevársela unas horas de paseo a lo cuál la mujer mayor accedió felizmente.

Jungeun no tenía idea de a donde la estaba llevando Jinsoul, pero se dejaba guiar por ésta a todos lados mientras sonreía ampliamente con el corazón demasiado acelerado, aunque no fuera una cita, lastimosamente, el salir a solas con la mayor le emocionaba demasiado.

Jinsoul volteó a verla, sonriéndole risueña antes de nuevamente mirar por el camino en el que la guiaba a quién sabe dónde, Jungeun sólo pudo sonreír más y bajar un poco su mirada ante la timidez. Llegaron a la estación de metro y entonces Jungeun agrandó sus ojos con impresión, Jinsoul no le había dicho a dónde irían.

—¿A dónde vamos, unnie?—pregunta a ver si ésta vez obtiene alguna respuesta, pero nuevamente Jinsoul le sonríe.

—No te diré aún, quiero que sea sorpresa para ti.—no soltó nunca su mano ni siquiera cuando entraron a éste, notando rápidamente que habían pocos puestos y comprendía que un sábado iría mucha gente probablemente, por lo que se acercó a uno de los puestos vacíos para hacer que la menor se sentara, mientras que ella con la mano libre se afirmaba para no caer.

—Pero no quiero ser la única sentada.—murmura la rubia apenada, poniéndose de pie.—iré igual a ti.—sonrió, Jinsoul frunció sus cejas haciéndolo un pequeño mohín.

—No Jungie, siéntate, no quiero que vayas levantada.—intentó hacerla sentar de nuevo pero la más baja se negó rotundamente, casi infantil.

—No quiero ir sentada si tú no lo estarás, si voy a sentarme quiero que sea contigo.—frunció su ceño también, por lo que Jinsoul le pareció sumamente tierna. Casi acepta la condición de la menor pero una idea se le ocurre, ciertamente algo traviesa.

—Bien, si tú lo dices.—tomó asiento ella primero y luego tiró de la mano de la menor, acercándola con su otra mano también que afirma su cintura hasta dejarla sentada en sus piernas.—¡Ta-da! y así vamos sentadas las dos, fin de la discusión ¿no?

La rubia mantuvo una expresión de asombro aún cuando sus mejillas comenzaban a pintarse de un rojo intenso, que incluso se llegó a incrementar más cuando la peliazul rodeó la cintura ajena con sus brazos y soltó una risita, asomando un poco su cabeza por un costado para poder verla, apoyando su mentón sobre un hombro de la menor.

—Relájate Jungie, puedes apoyarte sobre mí y no voy a molestarme.—le murmura suave, volviendo hacia atrás para apoyar su espalda debidamente, admirando como la rubia al parecer tenía una batalla consigo misma si en hacer o no hacerlo pero al final, éste se dejó caer ligeramente contra la mayor hasta que su cabeza reposa en el hombro de Jinsoul, gracias al cielo no estaba de frente a ella y le tocaba mirar al techo porque sino estuviera por morirse de la timidez.

Se quedaron en dicha posición un buen rato, más bien todo el rato que el metro se movía hasta su destino. Jungeun ya se estaba acostumbrando a la calidez y la comodidad que la mayor le ofrecía, dándose cuenta de que estar así de cerca con Jinsoul le gustaba tanto como la tarde en que se durmió prácticamente encima de ella, acto que quisiera repetir al menos una vez más en su vida, por supuesto.

—Jungie, preciosa, llegamos.—le susurró suave pero con una risita de fondo, ya que podía notar lo cómoda que se encuentra ésta casi hasta el punto de parecer algo adormecida. La adversa primero se queja infantilmente por ello, podría hasta dormir así pero segundos después cae en cuenta de que Jinsoul le ha dicho "preciosa" y siente que el corazón se le derrite, se sobresalta y sonríe ansiosa.

Los cumplidos de Jinsoul le suben mucho el ánimo.

—¿Tan rápido?—es lo que responde casi agitada de los nervios de que descubriera lo mucho que le ha gustado ser llamada así, levantándose en un abrir y cerrar de ojos permitiéndole a la mayor también levantarse para tomar su mano apenas lo hace.

—No podemos perder nada de tiempo, hoy será un laaargo día Jungeun, te voy a mostrar algunos de mis lugares preferidos y especiales a los que suelo recurrir a veces.—en cuanto las puertas se abren Jinsoul camina afuera llevando consigo a la menor quien observa a su alrededor sin saber exactamente dónde se encuentran más no pregunta. Cuando salen de la estación de tren no ve mucho en particular, es una ciudad igualmente y hay mucha gente también.—éste lugar lo descubrí con Wooyoung una vez que nos perdimos, nuestras primeras veces usando el metro cuando éramos más pequeños.—explica sonriente, por lo divertido que se le hacía recordar los chillidos de su hermano porque creía que nunca regresaría a casa.

Pasearon un poco en la ciudad hasta llegar a una aglomeración y detenerse un momentito allí, la menor inspeccionó un poco más y cayó en cuenta de que era un cine, uno que no había visitado antes claramente.

—¿Un cine? ¿te gusta mucho el cine, unnie?—preguntó realmente inofensiva ya que no sabía las verdaderas intenciones de la mayor en traerla a éste sitio, la adversa le sonrió divertida y negó con la cabeza.

—No vinimos precisamente al cine, hay un lugar sobre él que sí es muy lindo y especial, en la azotea.—explica, pasando a las personas aglomeradas por hacer fila para entrar a ver una película, se reunió junto a un par de personas más sin soltar la mano de la rubia hasta entrar a un ascensor, la más baja sin dudas no comprendía qué podría de haber interesante en una azotea pero Jinsoul estaba muy segura de que era un lugar bonito, tal vez se podía ver un paisaje hermoso o algo de ese estilo que ella quisiera molestarle. Sin dudas lo que había en aquella azotea la dejaría con la boca abierta, de eso estaba completamente segura la peliazul quien fue cómplice de cómo expresó Jungeun su reacción una vez que las puertas del ascensor se abrieron dando paso a un lugar lleno de rosas y se atrevería a decir que incluso hasta mágico.

—Jinsoul… Esto es tan… hermoso.—habló suave y entre jadeos, soltando la mano de la mayor para avanzar unos pasos cortos mientras que la adversa la sigue con una sonrisa detrás suyo, admirando las expresiones sencillamente adorables de su preciosa acompañante.

—¿Te gusta?—preguntó, viendo a la menor voltearse rápidamente y asentir efusivamente, de igual forma, la peliazul había hecho una pregunta obvia y a propósito.

—¡Me encanta! me gustan mucho las rosas y-y… se siente como estar en una película.—ríe cuando todavía estaba hablando, volteando a ver todo el lugar ya que no alcanzaba con sólo ver un poco para admirar por completo.—¿por qué me miras así?—preguntó con cierta timidez ya que la mayor estaba viéndola con una leve sonrisa.

—Porque eres muy linda Jungie, la forma en que has reaccionado me parece algo bonito más del montón de cositas que te hacen ser únicamente tú.—avanza unos pasos hasta quedar justamente a un lado de ésta.—¿Tienes hambre? planeaba tomar el desayuno aquí y luego continuar con nuestro tour.—alza sus cejas sugerente.

—Claro, me parece bien Jinsoul unnie.—asintió de acuerdo inmediatamente, ambas se sonrieron una vez que se miraron una a la otra. La peliazul sostuvo cuidadosamente la muñeca de la más pequeña y la guió a una mesa para indicarle que se sentara mientras ella sacaba la silla para Jungeun quien le agradeció en un murmullo leve tomando asiento toda enrojecida, era demasiado para su sensible corazón.

—¿Qué te gustaría comer? puedes leer la carta, sirven desayunos muy buenos así que tú tan solo elige algo que te guste.—le extiende la carta del menú para dejarla elegir algo completamente a su gusto, Jungeun dirigió su ojos hacia ella durante unos segundos en los que estuvo pensando en algo.

Se sentía como estar en una cita con Jinsoul.

No se le podía culpar de eso, la pobre estaba experimentando una situación que antes no había hecho sin sus amigas y el hecho de salir a solas con la persona que ha estado dentro de su cabeza en éstos últimos días, vaya, más bien lo está tomando bien.

—Me gustaría ésto, creo que es adecuado.—señala en la carta lo que quiere luego de leer no mucho de ella, la mayor se inclina más cerca para observar qué ha decidido y le sonríe asintiendo con su cabeza.

—Era justo lo que estaba por pedir yo, parece que coincidimos.—se levanta después de arrastrar la silla un poco.—iré a pedir la orden, no tardaré mucho.

Jungeun da un asentimiento con su cabeza y una pequeña sonrisa, en cuánto la peliazul le da la espalda ella tapa su rostro completo con ambas manos y suelta un silencioso chillido y sacudiendo sus pies. Jinsoul se había regresado para preguntar algo a la menor y asegurarse pero lo que encontró la hizo creer que está perdiendo el tiempo por no conquistar a la rubia de una buena vez por todas, ella sin dudas es un completo encanto al que Jinsoul gustaría llamar alguna vez "mi novia" que espera que sin dudas, pueda hacerlo.

—¿Todo bien, Jungeun?—pregunta con esa sonrisa típica suya que le encanta tanto a la menor, ésta por cierto, destapa su rostro y devuelve sus manos a la mesa asintiendo repetidas veces a pesar del sonrojo ligero que adorna en sus mejillas.

—S-Sí, todo bien…—rascó el dorso de su mano a pesar de que no le picaba en realidad, la peliazul rió ante eso, pues se podía notar de todos modos.

—Bien, en ese caso entonces volveré.—señala atrás suyo pero antes de irse mira unos buenos segundos a la rubia, sonríe ampliamente para darse la vuelta y caminar hacia la caja donde registraría su pedido con esa sonrisota en sus labios ya que con tan sólo ver a Jungeun le provocaba una sensación buena que le gustaba y la hacía sentir feliz.

Jungeun en cambio esperó que ella estuviera lejos para darse varias palmadas en sus mejillas al mismo tiempo que bufa, como si se estuviera autoregañando, lo cual sí estaba haciendo.

—¡Ya basta! deja de actuar ridículo y ponte seria Kim Jungeun, así nunca vas a conseguir convertirte en la novia de Jinsoul.—murmura con sus ojitos cerrados mientras su ceño se mantienen fruncido, o bueno, estaban cerrados porque después de procesar lo recién dicho los abrió en par.—¿n-novia?

su rostro entero se sintió caliente después de eso, jugó con unos mechones de su cabello al pensar que ella ya terminaba por aceptar los sentimientos que siente hacia la otra, que de verdad se siente completamente enamorada de ella hasta el punto de querer ser oficialmente su novia, si es que eso último podría lograrlo.

Por otro lado Jinsoul también se encontraba con el corazón casi que en sus manos, no le estaba resultando nada fácil salir con Jungeun sin etiquetar ésto como "una cita romántica" y mucho menos le era fácil si Jungeun sigue comportándose así tan cual lleva haciendo desde que salieron juntas; mostrando sonrisas preciosas, tímidas y hasta ligeros sonrojos que sólo lograban acelerar más y más el corazón de la peliazul, el mismo que probablemente podría sufrir un ataque de tanto que se acelera. En fin, Jinsoul regresó a la mesa poco tiempo después con su café hecho y un plato con tres galletas dulces para amortiguar mientras esperan, inmediatamente le acerca las galletas a Jungeun mientras que ella toma sorbos de su café oscuro, notando como la rubia se emociona por unas galletas rápidamente.

—Jinsoul unnie, ¿puedo probar tu café?—pregunta con una galleta ya mordidita en su mano, masticando lo que antes atrapó con sus dientes expectante de la respuesta de la adversa, no suele tomar café al menos contenga leche pero tenía mera curiosidad de probarlo una vez más, tal vez porque al ver que la fémina lo toma con tanta tranquilidad le provoca hacer lo mismo.

—¿Café? ¿te gusta el café? no parece que realmente te guste el café pero claro, puedes tomar de él.—asintió extendiendo la taza hacia ella, Jungeun dejó la galleta en el plato y sacudió sus pequeñas manos para sostener la caliente taza, soplando mucho antes de dar un primer y pequeño sorbo al oscuro café.

En menos de lo que esperaba en su rostro se formó una mueca mientras arrugaba su nariz y mantenía el líquido por un rato en su boca, tuvo que tragarlo después pero le fue casi difícil. A Jinsoul le causó gracia pero ternura, la rubia le devolvió la taza sacando su lengua y haciendo pucheros al mismo tiempo que se quejaba por el sabor tan fuerte y demasiado amargo para su propio gusto.

—¿No te gustó?—preguntó con una sonrisa, le había divertido las expresiones que Jungeun había puesto por un sólo y pequeño sorbo de café oscuro.

—¡Es horrible!—saca otra vez su lengua mostrando que en realidad no le había gustado para nada, volviendo a tomar sus galletas para poder quitar ese sabor de su boca.—Me quedaré con mis jugos, el agua y la leche.—se encoge de hombros, mordiendo otra vez la galleta.

—Sí, quédate con tus preferencias dulces.—palmeó suavemente su cabeza y se dispuso a ver con cierta adoración cómo Jung comía sus galletas tan pacíficamente, tanto la miraba que la menor alzó su vista hasta clavarla en ella. Jinsoul se sintió descubierta por lo que tosió un poco desviando su mirada para hacerlo menos obvio, la menor soltó una ligera risa.

—¿Quieres una gelleta?—supuso que la miraba porque en realidad quiere comer una gelleta, pero Jungeun no sabe que Jinsoul la miraba precisamente a ella, no a las galletas.

—Oh, si… perdona, es que se ven tan ricas.—supo rápidamente como salirse de aquél aprieto y hacer como si nada hubiera ocurrido. Jungeun en cambio partió una galleta por la mitad y extendió una de las mitades a la adversa, quien la tomó agradeciendo bajito para morderla.

Ambas se sentían nerviosas y algo tímidas ante la sola presencia de la otra y no con demás amigos, era ciertamente emocionante pero la emoción se les esfumaba una vez que recordaban que ésto no es una cita, al menos no una cita romántica. 

En cuánto sus desayunos llegaron a la mesa la rubia no pudo evitar emocionarse más de lo que ya estaba, sacó su teléfono y tomó fotos de la comida en sus respectivos platos bajo la dulce mirada que la mayor le daba mientras tanto, no había nada de la rubia que no le pareciera bonito de su personalidad, tan linda y brillante como lo es Kim Jungeun.

—¿Terminaste?—cuestionó luego de esbozar una pequeña al ver como ella bloqueaba su teléfono y lo dejaba a un costado de la mesa, asintiendo lentamente con una sonrisa tímida.—pero no tomaste una de nosotras juntas.—abultó sus labios arqueando sus cejas hacia abajo.

—P-Podemos tomarla ahora.—murmura llevando su mano otra vez hacia su teléfono, Jinsoul coloca su mano rápidamente sobre la suya evitando que tome el teléfono, negando ligeramente.

—Come primero Jungie y no te preocupes, tenemos igualmente el resto del día para tomarnos muchísimas fotos.—guiñó su ojo divertida para después reír y volver a su comida, Jungeun se esforzó mucho por no salir corriendo de ese lugar de la vergüenza, era demasiado, se sentía abrumada por tantos sentimientos.

Comieron al principio casi en silencio sólo dándose miradas amorosas y tímidas que lo decían absolutamente todo sin siquiera usar palabras, era evidente para cualquier persona que pasara cerca de ellas e incluso si fuera alguna clase de animación se podrían ver los corazones flotando a su alrededor. Jinsoul casi no lograba digerir todo bien, cada cierto tiempo sentía la comida atorada en su garganta por las veces que Jungeun rozaba accidentalmente sus dedos con los suyos cuando ambas decidían tomar panquecillos de la cesta. Jungeun por otra parte, no podía dejar de sentir esas típicas mariposas en el estómago que le hacían sonreír incluso si Jinsoul no hacía ni decía nada que le provocara hacerlo, simplemente lo hacía por la sensación.

Luego de terminar su desayuno, más bien en el caso de Jinsoul esperar que Jungeun lo acabe, ella sonrió divertida tomando una servilleta para inclinarse sobre la mesa con ligereza y limpiar debajo de sus labios bajo los ojitos brillosos de la rubia por la acción de la otra o quizás también por aquella corta distancia que tuvieron durante eso.

—¡ta-da! listo, desayuno terminado.—sonrió, Jungeun también lo hizo a diferencia de que en sus mejillas había un ligero rubor, casi ni se notaba…

Si estabas ciego, eso era tan notable la verdad.

—Gracias por ésto unnie, me gustó demasiado el lugar y la comida, también pasar tiempo contigo.—empezó hablando en un tono de voz normal hasta finalizar con el tono mucho más bajito por la vergüenza de decirlo.

—No agradezcas bonita, quería en serio salir contigo.—responde inmediatamente, tomándose unos segundos para agitar su cabeza y balbucear incoherencias.—no quería decir eso, ósea, si quería salir contigo tanto como lo mencioné pero… ¿sabes? olvídalo.—se encoge de hombros, parándose para acercarse a ella y sostener su mano.—si quería salir contigo, mucho.

—¿De verdad?—ni ella misma comprende cómo no le falló la voz para cuestionar eso.

—Sí, quería invitarte a salir desde hace rato pero no sabía si era adecuado o no para ti.—rascó su nuca ligeramente bajo la mirada confusa de la menor.

—No entiendo…—negó con su cabeza.—¿a qué te refieres con "adecuado"?—hizo las comillas con sus dedos de la mano libre, aquella que Jinsoul no afirmaba.

—Jungeun.—la llamo esbozando una sonrisa, inflando su pecho con aire para después dejarlo salir, negando con su cabeza.—no, no, tienes razón, no sé por qué dije eso.—su agarre se debilitó hasta el punto de soltarla, aún así Jungeun no lo permitió apretando su mano con la suya, cuando la peliazul la miró pudo divisar un pequeño puchero en los labios adversos.

—¿Qué me ibas a decir? ¡Lo vi! ibas a decirme algo y luego… parece que te arrepentiste.—balbuceó la última palabra con tristeza, Jinsoul bufó y con su mano libre desordenó su propio cabello frustrada.—si quieres que el día termine aquí para nosotras yo lo entenderé, igual no soy tan interesante para nadie ni-

—Lo eres para mí Jungeun.—la interrumpe, mirando intensamente a la menor mientras ésta parece aún pensar en muchas cosas.—De hecho, estoy interesada en ti más de lo que debería y no sé si sea correcto estarlo.

—¿Por qué no sería correcto?—pregunta, en realidad no sabía muy bien a qué se estaba refiriendo la mayor, otra vez.

La peliazul esbozó una leve sonrisa mientras que una de sus manos se dirige al rostro contrario, acariciando su mejilla tan dulcemente sumando ese hecho de que Jinsoul siempre que la observa, lo hace con tanto cariño y ahora que están cerca una frente a la otra, puede verlo más.

—No sé qué te gusta, no sé qué buscas y tampoco sé si tú sientas lo mismo.

Jungeun sólo se sintió muchísimo más confundida, abultó ligeramente sus labios en un puchero inconsciente que sólo hizo que a Jinsoul se le dificultara un poco más la situación.

—Jungie, trato de decirte algo importante y no quiero que después de ésto me odies, ni que te alejes de mí pero si tú necesitas tomar distancia lo voy a entender, te prometo que respetaré tu decisión.—solo proporcionó más caricias a su mejilla, mientras la brisa soplaba suavemente y hacia que el cabello rubio de la menor danzara como si estuviera bailando algo lírico, delicado y con gracia, dándole el toque a las circunstancias en las que se encuentran.

—¿Por qué me alejaría de ti? no quiero hacerlo Jinsoul, t-tú me importas.—su voz sonó temblorosa, la sola idea de que ahora Jinsoul de aleje de ella le provoca una tristeza enorme.

—Jungeun.—soltó una pequeña risita, acercándose e inclinándose para besar suavemente su mejilla, esa que estuvo dándole cariño con su mano.—Porque me gustas Jungie, me gustas mucho y probablemente yo no te guste a ti, o quizás ni siquiera te gusten las chicas y yo estoy aquí confesando frente a ti lo mucho que me encantas.—habló rápidamente, que Jungeun tuvo que casi repetirlo todo hasta que sus mejillas se colocaron completamente rojas.

—¿Y-Yo? ¿Te… ¿Te gusto?—pregunta en completo shock, con sus ojitos abiertamente como dos platos.

Jinsoul asiente lentamente con una sonrisa forzada.

—Sí, lamento arruinar el día con ésto pero es algo que no podía guardarme por más tiempo. Cada momento que paso contigo sólo logras gustarme más y más, a cada segundo encuentro algo más lindo de ti que antes y no lo sé, sé que no hemos pasado suficiente tiempo juntas pero me siento tan especial cuando estoy contigo.—sonríe sin poder evitarlo, Jungeun también lo hace con timidez, jugando con los dedos de Jinsoul sin saber que realmente lo hacía.—Siempre que estamos juntas, a solas o no me miras tan lindo, siento que tus ojos brillan cuando me ves cerca. Me parece una ternura cómo dices que me admiras, lo linda que te me haces cada vez que no entiendes algo y haces esos pucheros con tus labios, esa costumbre que tienes de jugar con tus dedos cuando te sientes nerviosa que estás haciendo justamente pero con los míos.—menciona, justo entonces ambas bajan sus miradas para confirmar dichas palabras, la menor se avergüenza inmediatamente.

Se sentía abrumada nuevamente, nunca había escuchado una confesión de amor y mucho menos dirigida hacia ella. Su corazón estaba locamente acelerado, su rostro entero podría entrar en llamas de lo caliente que se sentía y no por fiebre, sus piernas con suerte aún funcionan porque probablemente hubieran flaqueado hace unos buenos segundos atrás. 

Debía darle una respuesta, Jinsoul no podía quedarse esperando tanto por ella por lo que sonó su garganta nerviosa, apretando su mano junto a la de la peliazul que no se habían soltado.

—Tienes razón Jinsoul… no me gustan las chicas.—responde inicialmente, la peliazul sintió eso como una fuerte puñalada aún así asintió comprensiva.—ni tampoco sé si me gusten los chicos pero, desde que te conocí he sentido una sensación increíble que me abruma tanto que a veces me siento enferma, pero no literalmente.—aclara primeramente, decidiendo continuar después de resoplar un poco.—lo que trato de decirte es que, u-uh… bueno, ya sabes, ¿verdad? 

—¿se supone que debería saberlo?—preguntó.

Jungeun bufó ciertamente frustrada consigo misma, no le quedó de otra que avanzar y abrazarse con fuerza al cuerpo de Jinsoul ocultando su rostro en su pecho.

—¿Jungeun?—preguntó nuevamente, pero ésta vez con preocupación.—escucha, si ésto es demasiado para ti puedo irme de inmediato, te llevaré hasta tu casa y no tendremos que vernos más nunca si eso es lo quieres.—pudo ver a la menor negar a pesar de tener su rostro estampado entre su pecho y hombro.—¿no? ¿entonces…?

—¡T-Tú ta-también me g-gustas! 

La mayor agrandó sus ojos después de oírla alzar su voz así.

—¿Q-Qué?—pestañeó con incredulidad.

—¡Que también me gustas!—gritó de nuevo, encogiéndose por la vergüenza cuando se da cuenta de lo que hizo.—que también me gustas, Jinsoul…—repitió pero ésta vez con voz baja y suave, temblorosa de los nervios pero con una bonita sonrisa ligera.

—¿ah sí?—intrigó inclinándose un poco para poder mirar sonriente a Jungeun que intentaba evitar la mirada de la peliazul tímida, asintiendo.—¿de verdad?—preguntó ansiosa para confirmar, otra vez recibiendo un asentimiento de su parte al mismo tiempo que la menor entrelaza firmemente sus manos, subiendo su mirada para conectar sus orbes con los de la adversa.

—Estoy hablando en serio Jinsoul unnie, me gustas.—movió su cuerpo de un lado al otro al mismo tiempo que una sonrisa amplia aparece en sus labios, la misma que apareció en labios de la mayor.—es sólo que estoy sintiendo cosas que no sentí antes, sensaciones que no sé cómo manejar y no tengo idea de cómo sobrellevar todo ésto porque, eres una chica, y papá probablemente explote si se entera de lo que siento por ti.—aprieta nuevamente su mano con la de la peliazul, negando con su cabeza.—¡pero no me importa! no pienso dejar pasar la oportunidad de tener algo bonito contigo.

—No te presionaré con nada Jungeun, si quieres decirle a tus padres o no lo que sientes es tu decisión.—subió su mano libre hacia la cabeza de la menor hasta desordenar ligeramente su cabello.—te apoyaré, me quedaré a tu lado porque quiero hacerlo y sin nada a cambio, ¿bien?—la vió asentir, enredando sus brazos alrededor de él de la mayor.

—Jinsoul, ahora que sabemos que tú me gustas a mí, y que yo te gusto a ti… ¿Esto seguirá como una cita?—cuestionó con sus lindos orbes puestos sobre la más alta.

Ésta esbozó una pequeña sonrisa.—¿Quieres que se convierta en una cita?

Jungeun asintió con una sonrisa brillante.

—Quiero que sea una cita.

Jinsoul rió, dejando que Jungeun se pegara como un chicle a su brazo.

—Entonces ahora es una cita.

pOR FIIIIN
estaba re bloqueada con Our Love y quería tanto continuarla, finalmente pude escribir y no algo corto, que felicidad.

editaré la nota de final para poder dar gracias a la editorial Editorial_Space y a ssuphic por el lindo moodboard, un obsequio que obtuve por participar en uno de sus jueguitos (灬º‿º灬)♡

una cosita preciosa, grita en todas partes "Our Love" es re bonito 😭💘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top