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—¿Que tipo de vestido usarás? —Seokjin miró por la tienda de ropa, allí habían más vestidos de los que hubiera visto alguna vez. Muchos colores, algunos largos y esponjosos y otros demasiados cortos en su gusto, miró a su hija que estaba distraída con el celular —Olivia, te estoy hablando.

—¿Mhm?

—¿Vas a mirar algo o nos vamos?

Ella guardó su celular de inmediato y miró hacia la tienda. Se dirigió hasta donde estaban los vestidos de fiesta mas pequeños y Seokjin apretó su mandíbula.

—Este blanco se ve lindo.

—Pruébalo, aunque es muy corto, ¿no crees?

—No lo creo. Es lindo.

Seokjin evitó decir algo más y dejó que su hija tomara ese pequeño vestido blanco, después de todo esa era la primera tienda que visitaban por lo que Seokjin no creía que su hija fuera a elegir ese vestido.

Luego de varios minutos Olivia abrió la puerta del probador y se acercó a él. Seokjin no pudo evitar sonreír ante lo que estaba viendo, su niña, no tan niña se veía preciosa en ese vestido blanco que no era tan corto como él había pensado.

—¿Que te parece?

—Se ve bien. ¿Te gusta?

Olivia se miró en uno de los tantos espejos y despejó su cara. Su cabello negro y largo se meció ante el movimiento.

—Me gusta pero no me encanta.

—¿Que significa eso? —Seokjin arrugó su ceño.

—Que hay que buscar más... Puedo llamar a Maya si quieres. Es aburrido salir de compras.

—Nada de eso, yo también puedo ayudar.

—Está bien, papá. Iré a cambiarme.

Seokjin asintió y volvió su mirada hacia la tienda, habían varias mujeres en el lugar. Madres con sus hijas supuso y todas ellas se veían tan felices hablando sin parar.

Los minutos pasaron y Olivia volvió a su lado, una vendedora tomó el vestido y lo volvió a guardar en su bolsa. Ellos se fueron de la tienda y entraron a otra que estaba muy cerca de allí.

—¿La fiesta tiene alguna temática especial?

Olivia negó con su cabeza mientras sacaba un vestido azul oscuro.

—Solo dijeron que tenía que ser de gala.

—Mi traje es negro.

—El traje de papá es negro también pero lo va a combinar con una camisa roja y sus pantalones son de cuadros rojos.

—Mi traje es demasiado simple. Un traje común y corriente.

—Está bien, ambos tienen su estilo definido. Suena rara la combinación pero se ve realmente bien.

—Con todo lo que se ponga se ve increíble.

Olivia rio como niña pequeña y Seokjin negó con su cabeza sonriendo.

—¿Cuando van a salir de nuevo?

—No lo sé. No quiero presionarlo.

—Está bien, pero deberías apresurarte, ya casi termina el año.

—¿Y eso que significa?

—Que deben darse el beso abrazo del año —Olivia dijo con sus ojos brillantes —así auguran estar juntos por todo ese año y quién sabe, quizá si haya un juntos para siempre después de todo.

Su hija se acercó a la vendedora con el vestido azul en sus manos. Seokjin la observó hasta que se metió en el probador.

Olivia tenía un poco de razón, estaba siendo demasiado cauto y esa nunca había sido su manera de abordar a Taehyung, todo lo contrario, siempre había sido el de la iniciativa. El que se acercó, cuando no eran más que unos tontos adolescentes para darle su primer beso, el que concretó la idea de irse a vivir juntos.  Siempre había ido detrás de él tomando la iniciativa y ganando al final de ellas.

Pero las cosas eran diferentes en la actualidad.

—¿Cómo me veo? Este me gusta más.

Seokjin se acercó y observó a su niña. El vestido era corto adelante pero tenía una especie de cola que se movía ligera cuando Olivia caminaba. Le daba un aspecto de princesa moderna. 

—Está bien, me gusta que tenga movimiento.

Ella se miró en el espejo nuevamente y se tomó el pelo con sus manos —su uso este debería amarrarme el cabello.

—Podrías usar un collar o algo así.

—Me gusta.

Seokjin asintió. —¿Lo vas a llevar?

—Si, pero... —Olivia se acercó a su lado —esta tienda es costosa —murmuró en voz baja.

—No te preocupes por eso, cariño.

Olivia alzó sus brazos y lo abrazó fugazmente antes de correr al probador.

Seokjin sacó su teléfono del bolsillo y su corazón latió un poco más rápido porque Taehyung lo estaba llamando. Sin esperar un segundo más deslizó su dedo por la pantalla para contestar.

—Hola Tae.

—Hola. ¿Están comprando aún?

—Si, ya eligió su vestido.

—Wow, eso fue rápido.

—Supongo —Seokjin caminó hasta la puerta de la tienda y salió de esta para tener un poco más de privacidad.

—¿Dónde están?

—En la galería Palace.

—Genial, hay muchas tiendas allí.

—Solo hemos ido a dos pero vio un vestido azul y ese le gustó.

—Yo le voy a comprar los zapatos. Quizá salga con ella mañana.

—Está bien.

Hubo un pequeño silencio y cuando Seokjin iba a seguir la conversación Taehyung se adelantó.

—¿Quieres venir a cenar? Hice lasaña.

—Claro. —Respondió al instante —llevaremos el postre.

—Está bien. Nos vemos.

—Nos vemos, Tae.

La llamada finalizó y Seokjin volvió a la tienda para pagar el vestido. Su hija estaba fuera del probador viendo la otras prendas. 

—¿Por qué sonríes así?

—No estoy sonriendo —Seokjin caminó hasta la caja para pagar el vestido. Puso su tarjeta sobre la máquina y tecleó su clave.

La vendedora le entregó un voucher de pago y Olivia tomó la bolsa con su nueva adquisición.

—¿Dónde vamos ahora?

—Al supermercado.

—¿Papá te invitó a cenar?

—Si. ¿Está bien para ti?

—¡Claro que sí! Ustedes son muy lindos juntos. Papá y tú se ven más felices desde que pasan tiempo juntos.

Seokjin abrió la puerta de salida para que su hija pasara, caminaron hasta su camioneta en silencio. Su hija tenía razón, su vida había cambiado desde que se frecuentaba con Taehyung, estaba más relajado que nunca en el trabajo, los diseños fluían rápidamente y ya no estaba tan molesto por todo.

Luego de hacer unas pequeñas compras en el supermercado se dirigieron a casa donde Taehyung los estaba esperando. Tenía la mesa lista y solo faltaban ellos.

—Gracias por el vino y el helado. —Taehyung  tomó las compras y miró a su sonriente hija —quiero ver ese vestido que compraste.

—¡Te va a encantar! Es azul, como tu color preferido.

Olivia se fue de inmediato a su habitación y Taehyung se las llevó lo que habían comprado por lo que Seokjin lo siguió hasta la cocina.

—¿Necesitas ayuda?

—Con la ensalada, ¿Puedes ponerle un poco de sal?

Seokjin hizo lo pedido y luego la revolvió para que la sal se esparciera.

—Listo, ¿necesitas algo más?

Taehyung apagó el horno y negó con su cabeza, llevaba un delantal verde con diseños de flores y bajo eso un atuendo deportivo que se veía cómodo. Sus ojos se deslizaron rápidamente por su cuerpo y lo único que podía pensar era en lo atractivo que se veía.

—Voy a sacar la lasaña del horno.

—Le avisaré a Olivia.

Seokjin salió de la cocina y fue hasta el dormitorio de su hija. Golpeó dos veces y entró.

—La cena ya está lista, cariño.

—Me voy a poner pijama primero. 

—Está bien. —Jin miró la habitación y sonrió al ver todos los peluches sobre la cama —te esperamos.

Volviendo en sus pasos Seokjin se acercó al comedor justo cuando Taehyung estaba sirviendo los platos. Se sentó en uno de los lugares y sirvió dos copas de vino.

—Olivia quiere que conozcamos a su novio.

—A este paso creo que nunca lo haremos. ¿No íbamos a almorzar con él hace como una semana?

—Creo que él tiene miedo.

—¿De nosotros?

—Supongo —Tae tomó un sorbo de vino —dos padres, quizá creé que lo vamos a tratar mal.

—Mientras se porte bien con ella no debería haber problema.

—Eso es lo que queremos pero ya sabes como son los amores juveniles.

Olivia llegó al comedor y se sentó con ellos. La conversación quedó en el olvido y todos comenzaron a comer.

—Esto está increíble. —Seokjin alabó la comida.

—Papá cocina muy bien.

—Solo es lasaña —Taehyung tomó otro sorbo de vino.

—Yo pido comida a domicilio casi todos los días.

—Eso hace mal y es muy costoso.

—Deberían cocinar juntos y así papá aprende algunas recetas.

Olivia les sonrió y Seokjin miró a Taehyung —sé cocinar pero nada me queda tan bien como esto.

—Solo es práctica.

—Si viviéramos juntos sería todo mejor, ¿No creen?

Taehyung comenzó a toser y Seokjin miró a su hija.

—Come.

—Si, papá.

Se miraron. Taehyung le dio una mirada tímida y Seokjin sintió que la culpa lo arrastraba nuevamente por haberse perdido todos esos años. Había perdido a su familia y esos momentos no va los iba a recuperar nunca más. 

La comida acabó y el postre fue comido. Olivia se retiró a su habitación aduciendo tener sueño por lo que ellos fueron directamente a la cocina para lavar los platos.

—Esa es la parte que menos me gusta.

Seokjin tenía sus manos metidas en el agua —yo lo encuentro relajante y siempre me ha gustado el olor del detergente. —Taehyung se rio, parecía un poco ebrio y es que se había tomado casi todo el vino en la cena. —¿Hay algo más que lavar?

—No, eso es todo.

Seokjin cerró la llave y tomó un paño para secar sus manos.

—¿Quieres que la seque?

—No —Taehyung hizo un ademán con su mano —que se seque sola, mañana la guardo.

—Bien —Seokjin dejó el paño sobre la encimera — creo que es hora de irme.

—Mañana tengo el día libre. ¿Quieres tomar un poco de ponche? Podríamos tomarlo en la terraza.

—Oh... Está bien, mañana tampoco iré a trabajar. 

Aunque tenía la agenda llena de clientes no se lo diría a Tae que parecía bastante satisfecho mientras sacaba una botella de vidrio del refrigerador.

—Toma esos dos vasos, por favor.

Seokjin obedeció y caminó detrás hasta la terraza que tenía una iluminación tenue, habían varias plantas y un sofá de exterior. Una mesa de centro de madera redonda donde Taehyung dejó la botella y el azabache los dos vasos.

Tomaron asiento uno al lado del otro y Seokjin tomó una pequeña respiración para calmar los nervios. La noche era cálida.

—Este verano va a ser caluroso.

Seokjin tenía que estar de acuerdo, esa noche estaba siendo bastante cálida y no tenía idea si era por el clima o por el hecho de que estaban solos en un ambiente tan íntimo.

—Voy a dejar la tienda en manos de Yoongi en enero. No lo he comentado con Olivia pero me gustaría que nos fuéramos de vacaciones los tres. Solo si estás de acuerdo.

—Oh... No me esperaba eso.

—O si prefieres puedo llevar a Olivia dónde mis padres y tú podrías tomar unas vacaciones tranquilas. Lo que decidas estará bien.

—Ir los tres de vacaciones es demasiado.

—Si. Lo sé y es arriesgado decírtelo cuando estamos dando pequeños pasos pero quería que lo supieras.

—No es una mala idea, podría ser posible.

Seokjin amaba esa pequeña luz al final del túnel, se daba cuenta del gran esfuerzo que estaba haciendo Taehyung para perdonarlo y dejar todo atrás. Aún si no habían palabras, Seokjin lo sabía.

—Mi mamá siempre pregunta por ti, podríamos pasar unos dos días en su casa y luego viajar al extranjero.

—¿Al extranjero?

—Si. Siempre quisiste salir del país.

Taehyung miró hacia la mesa de centro y Seokjin decidió que era el momento de arriesgarse. Podría perder todo lo que había avanzado pero necesitaba demostrarle al padre de Olivia que lo quería de verdad.

Se acercó lo suficiente y lo tomó del mentón. La mirada sorprendida de este le hizo flaquear en la decisión pero aún así siguió sus instintos y lo besó. No fue como los otros besos que habían tenido en esas semanas, esos besos fueron producto del momento, fueron besos calientes que lo habían dejado casi rogando ir por más. Seokjin en esos besos había tomado solo lo que Taehyung había decidido darle pero ahora no iba a tomar ese camino y esperar.

Enredó su lengua con la de Taehyung y un sonido sexy salió de su boca. Se acercó un poco más y sus manos se deslizaron hasta los cabellos de su nuca tirando de el para que Taehyung se pegara a su cuerpo.

El beso escaló y fue empujado hacia el sofá. Taehyung se subió sobre él y Seokjin lo abrazó para que no se alejara. La familiar sensación lo inundó, conocía esos labios, conocía la afiebrada piel por donde sus manos estaban viajando y aunque estuvieran vestidos recordaba exactamente donde se encontraba cada lunar porque los había besado y amado devotamente en el pasado.

—Jin.

Taehyung se alejó y parecía en trance. Sus labios estaban húmedos y rojos. Su cabello castaño revuelto haciéndolo ver más sexy que nunca.

Seokjin se incorporó también y como no podía dejar pasar la oportunidad tomó su mano de una manera casi desesperada. No quería perder la conexión que habían vuelto a encontrar después de tantos años alejados.

—Te he pedido perdón de todas maneras que sé y estoy consciente que jamás va a ser suficiente por todo el daño que te hice. Estoy dispuesto a trabajar todos los días para que me perdones. —Seokjin tomó una temblorosa respiración al ver los ojos húmedos de Taehyung.

—No es fácil, tienes razón. —Seokjin asintió y quedó congelado cuando Taehyung fue quien se acercó esta vez y besó sus labios. —Pero tampoco es imposible.

El alivio fue inmediato. Taehyung sonrió sin mostrar su dientes y Seokjin lo besó una vez más para sellar esas palabras que jamás pensó que volvería a escuchar.

Jin entrelazó sus dedos y sonrió cuando se dio cuenta que estaba sudando —lo siento.

—Yo también estoy nervioso.

Taehyung le sonrió, sus ojos brillaban tanto esa noche y él podía ser testigo de aquello. Taehyung le estaba dando la oportunidad que jamás pensó tendría de nuevo por lo que sabía no podía dar pasos en falso.

—No te voy a defraudar, nunca más voy a permitir que derrames siquiera una lágrima por mi. Prometo que jamás te haré daño ni con mis acciones ni con mis palabras. Estoy seguro que es difícil confiar después de toda la historia que nos une pero solo puedo pedirte que me des tiempo para demostrarte con hechos lo mucho que te amo y lo arrepentido que estoy por todo lo que hice años atrás.

Una lágrima rodó por la mejilla del castaño y Seokjin se acercó para besarla. Cerró sus ojos cuando Taehyung también lo hizo.

—Voy a confiar en ti... Sé que he estado siendo ambivalente y todo el tiempo he luchado contra lo que siento pero ya no puedo negarme a esto porque también te amo. Nunca dejé de hacerlo y por eso resentí por tanto tiempo todo lo que ha pasado entre nosotros.

—Lo siento tanto, bebé. —Seokjin apretó aún más sus manos juntas y solo abrieron sus húmedos ojos cuando la puerta de la cocina se abrió lentamente.

—Oh. Lo siento... Yo me puse mi vestido, papá.

Taehyung miró hacia su hija y lentamente se puso de pie para observarla. Seokjin lo imitó sin soltar sus manos y volvieron a la calidez de la casa olvidando el ponche que iban a beber.

—Ese color te queda precioso, hija.

Olivia se giró dos veces y luego se acercó a ellos.

—¿No hay nada que quieran decirme?

Seokjin se rio, alzó sus manos unidas —tú papá aceptó salir conmigo oficialmente.

—¡Oye! No lo pediste formalmente.

—Tienes razón. —El azabache apretó suavemente sus manos juntas. Miró a su hija y luego a Taehyung nuevamente. —Todo lo que dije esta noche es tan cierto como el amor que siento por ti y el deseo que tengo de borrar cada una de las lágrimas que derramaste por mi culpa. Delante de nuestra hija prometo amarte y hacerte sentir orgulloso de nuestro amor. Kim Taehyung, ¿Quieres ser mi novio?

—¡Pero papá, esa es propuesta de matrimonio!

Taehyung miró a su hija, el regaño en sus ojos pero Seokjin vio más que eso. ¿Taehyung quería casarse con él?

—No interrumpas, Olivia. —El castaño lo miró.

Seokjin miró sus manos juntas. El matrimonio había pasado más de una vez por su cabeza mientras criaban a Olivia. Pero el dinero nunca había sido el suficiente para un anillo y con el tiempo la idea de unir sus vidas para siempre había quedado al final de las tantas prioridades que habían tenido que sortear como pareja.

Pero en el presente las cosas eran diferentes. Seokjin quería darle a Taehyung algo que nunca antes pudieron tener y casarse podría ser el inicio de la segunda parte de su historia de amor.

Seokjin se arrodilló en el piso ante la mirada atónita de Taehyung. Nunca soltó su mano mientras lo miraba con su corazón golpeando frenéticamente en su pecho.

—Todo lo que prometí esta noche lo reafirmo al pedirte que te cases conmigo. Es apresurado, lo sé, pero no quiero que sientas que todo lo que he dicho quede en el aire. Quiero que sepas lo comprometido que estoy a amarte y respetarte hasta que seamos ancianos.

—Yo... Oh Dios —Taehyung susurró.

—Prometo que pronto habrá un anillo aquí. —Seokjin masajeó el dedo del castaño y sonrió un poco más aliviado cuando Taehyung asintió con su cabeza.

—Te estás saltando todos los pasos, Kim Seokjin. —Taehyung tomó una respiración temblorosa  —pero no voy a negar que siempre quise que diéramos ese paso.

—Nunca es tarde. Prometo hacerte muy feliz, cariño.

—Pon un diamante en mi dedo y veremos.

Taehyung miró a su hija y le guiñó un ojo. Olivia estaba llorando y Seokjin se puso de pie para abrazarlo. Lo besó fugazmente y luego miro a su hija que no paraba de llorar. Tiró de ella y la acercó para que pudieran tener un abrazo de tres.

Seokjin cerró sus ojos mientras trataba de no ponerse a llorar también a causa de todas las emociones que estaba sintiendo. Y fue lo suficientemente fuerte para no hacerlo porque de inmediato comenzó a pensar en el anillo perfecto para una propuesta más elaborada.

Iba a hacer hasta lo imposible para amar a su familia como lo merecían. Como siempre debió haberlo hecho.

Nunca era tarde para pedir perdón y remediar el daño causado. Nunca era demasiado tarde para recuperar a la persona que amas mientras hablaras con el corazón.

Y Seokjin había hablado y puesto en manos de Taehyung su corazón.


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Algún día haré una historia que termine mal juuju. Por mientras seguiré siendo melosa.

Gracias por el apoyo 💜

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