El vivir con Atsushi era tranquilo relativamente, Atsushi llegaba antes, preparaba el almuerzo y hacia las compras y esperaba a Akutagawa, aunque la mayoría de las veces Atsushi se quedaba dormido antes de que el mafioso llegará, aun así siempre le dejaba su comida lista.

Si no era en la mañana temprano o por una misión solo se veían un día a la semana, su día de descanso. Aquel día cuando no hacían nada, incluso pedían comida a domicilio normalmente, se sentaban a hablar de su semana con un café o simplemente veían una película, a veces Atsushi veía la película mientras Akutagawa leía un libro y solo a veces ambos leían

No hablemos de las noches de luna cuando Atsushi se olvidaba de ese tipo de diversión y solo buscaba saciar sus instintos de apareo con su pareja pero ahora que tomamos el tema de su lado tigre, hablemos de las molestias que pasaba Akutagawa:

Atsushi dejaba pelaje por todo el departamento, Akutagawa admitia tener la culpa, tenía un fetiche con verle con sus orejas y cola de tigre, aquella cola que le tomo para que el albino lo golpeará y quedará en coma, si, ahora amaba esa cola, le daba paz. Por su lado, las orejas, le gustaba acariciarlas, pues Atsushi inmediatamente protestaba pero para Akutagawa era un momento de paz, tener a Atsushi así era como tener un gato que le ayudará a desestresarse, un gran gato.

- Akutagawa - le llamo el albino haciendo al mafioso apartar la mirada de su libro

- Dime Jinko

- Ayer logre algo nuevo con ayuda de Dazai-san y Tanizaki

- ¿tus compañeros y Dazai-san?

- Si ¿quieres ver?

- Claro, ¿Por qué no? - dijo el mafioso

Atsushi tomo aire, se concentró y de un momento a otro Akutagawa tenía frente a él al gran tigre blanco completamente, se puso nervioso, pensó en que sería atacado pero lo contrario, Atsushi se acercó a él, lamio su rostro y se echó en la alfombra a reposar

- Ahora si tengo un gran gato albino - dijo sonriente Akutagawa mientras se recargaba en el albino para volver a leer su libro, no había podido leer ni 5 paginas cuando se dio cuenta que Atsushi o sea el tigre se había quedado dormido, su respiración tranquila le relajaba todavía más, 15 más paginas leyó el mafioso cuando se quedó dormido por la respiración del tigre.

Varias horas después Akutagawa despertó, ya era tarde, miro al tigre y sonrió, nunca había descansado de esa manera se apartó un instante y se dio cuenta (en ese instante odio vestir de negro) Akutagawa estaba lleno de pelaje blanco del tigre, literalmente ahora su cabello y ropas eran blancos, al instante el tigre despertó trayendo el cuerpo de Atsushi de vuelta, Atsushi se sentó y miro todo el pelaje que había soltado, solo sonrió al mafioso y el mafioso suspiro. Ambos terminaron riendo por la situación y coincidieron en limpiar todo, el pelaje era lo menos importante en ese momento, solo importaban sus risas y uno que otro beso robado.

¡Continuará!