84. || peluche calido ||
Regresó aquella noche de lluvia.
Akutagawa acababa de llegar a su hogar compartido cuando lo encontró en la sala, abrazado así mismo.
Lo cargo haciendo que abriera sus ojos ligeramente — Volviste — pronunció con una voz ronca
— Si, estoy en casa
— Dijiste que volvías temprano — se quejó, era más un pequeño quejido de capricho
Y con mera razón, Akutagawa había dicho que volvería al ocaso, y era la madrugada.
Akutagawa besó la frente de su novio — perdóname, tuve dificultades al entrar a la ciudad
— mm... Ryu, tápate bien. Hace frío esta noche
— Claro
Llegó a la habitación donde acostó al menor, con el tiempo juntos, Atsushi seguía esperándolo así pasara frío o calor. Atsushi siempre lo esperaba
Suspiro de ver a su pareja tan friolento esa noche
Se cambio de ropa usando una de felpa que Atsushi le había comprado. Si, tenía calor pero al acostarse Atsushi de inmediato lo abrazo.
A la mañana siguiente.
Atsushi se tallaba en la barbilla del mayor — Buen día gatito — expresó el mayor
Atsushi lo abrazo poniéndose encima y beso a su novio
— Buen día — respondió. — ¿porque llegaste tan tarde? Te extrañe
— perdona, tuve dificultades al entrar a la ciudad — mencionó abrazándolo — buen gatito, — añadió acariciando su espalda
— Ryu, no. Primero desayunemos
Akutagawa lo soltó y golpeó la cama con sus pies — no haga berrinche perro malo. Vamos a desayunar
— quiero desayunar gatito
— no. Vamos
— aaaysh
Salieron de la cama, Akutagawa terminó quitándose la pijama de felpa y se puso una camisa amplia.
Atsushi llegó tomando sus pompis y le sonrió — me gusta cuando no traes nada
— Eres un gatito malo
Atsushi seguía riendo mientras ponía el arroz. Akutagawa se acercó a él abrazándolo — sigues calientito — mencionó
— y tú comienzas a enfriarte Ryu
Hicieron el desayuno juntos, Akutagawa terminó de acomodar la mesa y Atsushi llevo los platos
Desayunaron juntos, de hecho, Atsushi terminó sentado en las piernas del mayor.
El menor aprovechó que su novio estaba adormilado para darle de comer en su boca sobre su hombro.
Akutagawa solo se había quedado recargado en su hombro comiendo — gatito
— Ya deja de llamarme así, ya no estoy molesto
Akutagawa se acurrucó en la espalda de Atsushi, era cálida
Por la tarde, Ryunosuke paseaba solo en la calle, Atsushi estaba en la agencia, entonces vio una tienda de peluches de felpa. Miró a sus lados y entró
Allí rápidamente lo atendieron, tenia la oportunidad de hacer su propio peluche, rellenarlo y usar las telas que el quisiera.
Así que se dispuso a trabajar.
Tenía que trabajar en la tarde y parte de la noche, así que llevo el peluche consigo. Lo dejo sobre la cama. Le puso un bonito moño color rosa pastel con lunares amarillos. Escribió una pequeña nota y la dejo sobre el peluche
Atsushi llegó al ocaso. Se quitó sus botas y fue al baño, se quitó sus guantes, lavó su cara y fue por el pasillo quitándose su corbata y suspensores
Dejo todo para lavar al igual que su pantalón. Se quitó la camisa y la puso con ropa blanca. Para lavar después.
Fue a su habitación directo al baño, la verdad no se había fijado.
Tomó una ducha rápida para quitarse lo del día, entonces, salió secando su cabello y directo al ropero.
Tomó una playera holgada y larga poniéndose únicamente eso y un bóxer.
Estaba listo para hacer limpieza
Eso claro, giro por fin viéndolo. Y sus orejas de tigre salieron por la emoción — oh por Dios, mira eso — hablo totalmente emocionado
Subió a la cama de un brinco frente al peluche. Tomó primero la nota.
"Querido Jinko, estás noches frías no podré darte calidez todo el tiempo pero Rashomon siempre estará contigo.
Con cariño. Ryunosuke"
Atsushi se sonrojo y abrazo el peluche, era un Rashomon redondo y esponjoso — es calientito — mencionó Atsushi alegre
Terminó de limpiar la casa y la ropa, preparó la cena. Tomó una frazada y a su pequeño Rashomon.
Se acomodó esperando al mayor, este llegó cerca de la madrugada
Vio a Atsushi dormir tranquilo en la sala con Rashomon bien abrazado. Sonrió tiernamente — te adoro demasiado Jinko. — mencionó besando su frente
Nuevamente llevo a su novio a la cama.
...
¡Gracias por leer!
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