71.1 || vacaciones en Filipinas ||
Había un fin de semana largo, uno donde los dos descansarían, la primavera había comenzado y aún seguía haciendo frío. Akutagawa lo supo cuando vio al albino ver trajes de baño. Así que miró al menor — Jinko
— ¿porque me llamas así estás molesto?
— mi amorcito
— dime corazón
— ¿deberíamos aprovechar el fin de semana largo? Podríamos ir de vacaciones
A Atsushi le brillaron los ojos — ¡si! Vamos
Ninguno de los dos planeaba huir, tampoco escapar de sus responsabilidades pero de vez en cuando no estaba mal.
Atsushi salió a comprar víveres, y claro que si, un traje de baño nuevo, quería lucir bien para su señor mafioso. Compro algunas cosas para el mayor, y regreso a casa — estoy en casa — mencionó sonriente
— Perfecto, reserve el tren y los boletos de avión
— ¿a donde iremos? ¿Osaka?
— es una sorpresa
— amo tus sorpresas — añadió sonriente. Akutagawa se acercó besándolo. — haré algo de comer
— yo las maletas
Su tarde pasó así, arreglando las maletas, el almuerzo. Salieron en plena noche al tren. Fueron dos horas de viaje, y luego en el aeropuerto. Salieron en plena madrugada. Después de 13 horas de vuelo llegaron.
Atsushi salió del aeropuerto, alzó sus lentes de sol — ¿ESTAMOS EN FILIPINAS? — preguntó sorprendido y ligeramente molesto
— sorpresa
Atsushi comenzó a reír y abrazó al azabache — vamos al hotel a cambiarnos
— ¿te meterás al mar?
— preferiría meterme en otra cosa
— aaay Ryu, no, disfrutemos Del Mar
— bueno, en la noche
Atsushi siguió al azabache, subieron a un taxi, el cual los llevó a la recepción de su hotel, la cual era una cabaña al igual que su habitación. Atsushi estaba encantado.
Se quitó la ropa en cuanto termino de ver la cabaña, se pondría su traje de baño, bloqueador solar, el cual el azabache le ayudó con su espalda. Akutagawa decidió acompañarlo usando traje de baño, aunque el no saltaría su abrigo.
Atsushi únicamente llevaba su traje de baño, lentes de sol, sombrero de paja y un bolso donde llevaba toallas, botella rellenable de agua, el protector solar y la billetera del mafioso.
Una vez en la playa de Hidden Beach. Se quedaron en unos camastros con sombra. Akutagawa disfrutaba de estar allí mientras Atsushi se fue al agua.
Akutagawa disfrutaba de un libro cuando el albino regresó con un par de cocos con pajilla ecológica — gracias — dijo el mafioso tomando su coco — ¿cómo estás?
— ya me dio hambre — mencionó sonriente
— ¿quieres que vayamos a un restaurante?
— sip. — tomó una toalla para secarse un poco. Akutagawa se levantó abrazándolo con la toalla — oye
— ¿Quien es mi lindo gatito?
— n-No soy un gatito
— ¿Quien es?
Atsushi lo abrasó — soy yo, ¡soy yo!
Atsushi terminó metiendo la toalla al bolso, iba descalzo, solo con los lentes de sol y el sombrero. Akutagawa a su lado llevaba el bolso y al albino sujeto de la cintura — ¿se te apetece kare-kare? Yo comeré la carne
— claro, sip
Entraron al restaurante. Más que vacaciones parecía su luna de miel. Después de comer pasearon un rato paseando.
Más tarde por el atardecer, Atsushi seguía jugando en el agua, Akutagawa lo miró, salía del agua alegre, le regalo una hermosa sonrisa junto al atardecer. El viento sopló. Era inmensamente feliz con aquel pequeño tigre
Atsushi llegó con el y le sonrió — Ryu, habrá un espectáculo por la noche
— si que lo habrá
— ¿eh?
— nada, vamos a la cabaña, necesitas cambiarte
— quiero seguir así
— de acuerdo, pero luego no estes pidieron que te cargue
— bueno, me comportaré
Ambos tomaron sus manos, las entrelazaron, podían caminar sonrientes en la playa.
...
Habrá segunda parte, esperando.
¡Gracias por leer!
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