Capítulo 70. Las Velas del Pastel 2021

Era una noche oscura y fría, Akutagawa se removía en su cama, podía escuchar ruidos de gatos afuera, intentó tomar a su amante en un abrazo para relajarse y volver a conciliar el sueño, y fue cuando comprendió, Atsushi no estaba. Suspiró y abrió los ojos. Se levantó de lado usando su ante brazo y fue cuando vio una cola atigrada moverse al pie de la cama — Jinko. — la cola se erizó. Se asomó ligeramente al pie la cama

— Cariño, cielito ¿te desperté?

— ¿Ahora que hiciste?

Atsushi trago saliva, subió a la cama con manos y rodillas — Feliz cumpleaños — dijo mientras se ponía encima de él

— ¿estabas escondiendo algo?

— Quizá, podrías buscar debajo de mi ropa...

— Adoro las sorpresas de cumpleaños en la madrugada. — mencionó alegre

Después de una madrugada agitada y ruidosa, Akutagawa despertó con Atsushi encima. — Jinko, despierta, tienes que ir a la agencia

— No. Pedí permiso — mencionó abrazándolo más fuerte — estas suavecito y calientito

— ¿en serio?

— si~ Te amo Ryu

— y yo a ti — se abrazaron un poco más y Atsushi comenzó a besarle todo su rostro — basta Jinko

— No — dijo mordiendo su nariz y sonrió — te traeré desayuno

— ¿tienes más para mi?

— ¡Si!

Atsushi salió de la cama poniéndose un bóxer, de él o de Akutagawa eso no le importo, salió de la habitación mientras el azabache sonrió viéndolo.

Se sentó en la cama y llegó a ver una caja roja al pie de la cama. — ¿ahora que hizo?

Se acercó mirando la caja, jalo el moño de adorno, y la caja se abrió. — oh. Ooh...

Atsushi entró a la habitación y miró al azabache, con ello se sonrojó — Ryu...

— ¿Es mío no?

Atsushi sonrió, dejó el desayuno en la mesita que tenían y fue con el mayor a la cama — Naomi-San me enseño

Akutagawa lo abrazó — la adoro... gracias Atsushi

Se miraron a los ojos, sonrieron al poder tenerse, y unieron sus labios en un cálido instinto de amor — Feliz cumpleañeros mi mafioso

Rashomon apareció de la nueva prenda que portaba en su cuello, una bufanda tejida. Solo para poder abrazar al albino y hacerlo parte de la bufanda.

Atsushi se acurrucó con Akutagawa — ¿quieres desayunar?

— ¿Que preparaste?

— omelet, huevos con forma de tigre

Akutagawa sonrió y besó a Atsushi hasta volver a tirarlo en la cama. Disfrutaba más de su tigre humano.

Más tarde, ya por la tarde. Atsushi usaba un short y una camisa con dibujos de Rashomon. Mientras Akutagawa usaba un pans y una camisa con dibujos de tigres.

Miraban en la televisión una película mientras comían palomitas — Amo tenerte cerca

— por suerte y no quieres quitarme la pierna

— Yo desearía quitarte miembro por miembro, meterlo todo en una caja, y hacer un cráter en el suelo donde guardarlo, y tenerte siempre a mi lado

— aaay... ¿eso fue romántico, posesivo o un lado mafioso tuyo que desconozco?

— soy un criminal muy despiadado Jinko — mencionó serio haciendo al albino mirarle preocupado — pero por ti, dejaría de matar

Atsushi sonrió, abrazó al mayor

Siguieron viendo la película, más tarde, Atsushi se puso un pans para ir por el pastel. Tomó las llaves y salió.

Akutagawa se quedó esperando, miró la sala desde el comedor, suspiró viéndolo. Miró la cocina y pasó su mano por la barra. — solemos desayunar, comer y cenar, ver películas y jugar. — miró las plantas — hemos decorado a nuestro gusto... es nuestro.

Fue hasta su habitación, miró el ropero con la ropa combinada, la cama compartida, sonrió, en realidad comenzó a reír viendo los peluches en la habitación— le he comprado tantos peluches — añadió tomando el camaleón. — su sonrisa es cada vez más grande. — suspiró mirando la habitación — pensar que temía tanto que mi oscuridad lo cegara, que mis manos lo mancharan... — sonrió — y todo lo que hizo fue iluminar mi camino...

— Ryuuu — escuchó desde la sala — ya llegue ¿donde estas?

Akutagawa volvió a sonreír — en la habitación— respondió. Atsushi no tardó en entrar.

— Ryu, ven. Comamos pastel, tienes que apagar las velas y pedir un deseo

— no

— ¿Que? ¿Como que no?

— quisiera que las velas siempre estén encendidas para jamás olvidar estos días

Atsushi sonrió y fue con el, lo abrazó — ¿Que haces con mi camaleón?

— le cuento un cuento de hadas

— espero que después me lo cuentes a mi

— así será

— pero ahora, pastel. Esas velas son para ti. No importa si es una vela, linterna o lo que sea. Yo siempre seré tu guía en la oscuridad — sonrió divertido — recuerda que lo tigres vemos en la oscuridad

Akutagawa había vuelto a reír, abrazó al albino y lo apretó — gracias por ser mi luz

— gracias a ti, por existir a mi alrededor...

Salieron de la habitación dejando al camaleon en la cama. Además de pastel, había cena.

Por la noche, Atsushi acomodaba la cena, y Akutagawa lo miró — oye

— ¿mmm?

— ¿Que quieres para tu cumpleaños?

Atsushi sonrió — aún faltan dos meses

— quiero saberlo

— mmm... ¿una cita?

— ¿cita?

— Si, ya me has dado muchos peluches y plantas, quiero una cita en el parque de diversiones

— el parque de diversiones...

— ahora, —  Atsushi apagó la luces y encendió las velas del mayor — Feliz cumpleaños a ti — comenzó a cantar mientras se sentaba a su lado — feliz cumpleaños a ti... feliz cumpleaños, mi amado mafioso, feliz cumpleaños mi amor

Akutagawa sonrió y tomó la mano del menor — gracias

— ¿Sabas que significa un pastel de cumpleaños?

— ilústrame sabio

— en la antigua Grecia, se creía que los espíritus te perseguían constantemente en tu cumpleaños, intentando llevarte con ellos por ser un día donde tu energía se renueva

— ooooh

— así que, Ellos creían que las personas tenían un espíritu protector que los acompañaba el día de su nacimiento para luego cuidarlos el resto de sus días. Así mismo, este espíritu poseía una relación directa con el dios que gobernaba el día del nacimiento. Estas costumbres tenían un toque de superstición

— bueno, eso es antes de cristo ¿no?

— sip, entonces los adoradores de Artemisa

— ¿la diosa de la noche, de la luna y animales?

— así es, y lo celebraban dando tributo un pastel hecho con harina y miel, y su gran tributo era la decoración. estaba adornado con velas encendidas que representaban la luz y el brillo que la luna irradia, enviando el mensaje particular de que Artemis era la luna que emanaba luz y brillo a la tierra.

— ¿entonces por eso eres mi tigre lunar? ¿Cuidarás de mi como la luna nos vigila?

Atsushi sonrió — se cree que el fuego da buena suerte, por eso se encienden velas en los cumpleaños, se da tributo a la diosa de la luna, y se da buena energía para alejar a los malos espíritus. — besó al azabache una vez más

— ¿y eso que fue?

— mi tributo a Artemisa, para que la luna siempre te proteja — Akutagawa sonrió — apaga las velas — podio mirándole

El mafioso soplo las velas y se quedaron en la inmensa oscuridad de su hogar, el mafioso no dudo en besar a su pareja.

Era sin duda, su lugar preferido, la oscuridad que lo abrazaba con la luz que lo amaba.

Feliz cumpleaños Akutagawa Ryunosuke.

...
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