Akutagawa estaba más que harto, Atsushi había ganado en la feria unos audífonos y un reproductor de música, el albino paseaba de un lado a otro escuchando música, incluso la tarareaba, el colmo era cuando tenían intimidad y este comenzaba a encontrar el ritmo, Akutagawa no podía estar más que harto del mentado aparato

- Jinko - le llamo por quinta vez - ¡JINKO APAGA ESE MALDITO ARTEFACTO! - grito haciendo que Atsushi dejara los audífonos

- ¿dijiste algo Ryu?

- ¿vas a ponerme atención?

- Si, dime

- ¿Puedes apagar ese maldito artefacto? Lo escucho hasta aquí

- Oh vamos Ryu - sonrió el albino - Es GRANDEO

- Me vale quien sea, ponme atención Jinko

- Pero Ryu

- Jinko

- Es que escucho una canción en especial

- ¿Qué tiene de especial?

- Que cuando la escucho pienso en ti

- Jinko... - Akutagawa tosió y miro molesto de nuevo al albino - estoy hasta la puta madre de tus distracciones, no me vengas con chantajes

- ¡Pero Ryuu! - miro la mirada de su pareja y a su bestia negra detrás- espera, ¡Rashoumon! - grito antes de salir a correr por el departamento seguido de Rashoumon

Varias vueltas después y ambos completamente agotados por perseguirse hizo que cayeran juntos en la alfombra

- Ryu, eso fue agotador

- Te dije que me tenías con la paciencia agotada

- Lo siento Ryu, de ahora no escucharé solo

- ¿disculpa? - dijo Akutagawa mientras Atsushi ponía uno de los audífonos en la oreja del mafioso

- Escuchemos juntos Ryu - sonrió el albino. Akutagawa escucho y respiro profundo en la alfombra, ahora estaba relajado

- Jinko

- ¿si?

- Es la que escuchabas la vez que estábamos en la cama ¿no?

- Oh~ Ryu... - sonrió el albino - ¿Cómo lo has adivinado?

- Eres tan torpe Jinko - dijo Akutagawa poniéndose encima del albino

- Te amo Ryu

- Te amo Jinko

Aquellas palabras guiaron un beso entre la pareja y continuo por su habitación

¡Gracias por leer!