Capítulo 61. Primer desayuno

[Pasado...]

Era un día común y corriente aunque no para todo el mundo, cierto mafioso de la port mafia y cierto agente de la agencia armada de detectives habían despertado juntos después de quedarse dormidos en un futon sobre un piso de madera. Se miraron a los ojos y en lugar de odiarse, se amaron. El primero en levantarse fue el mayor. Tallo su rostro y estiro sus brazos - ¿piensas quedarte allí?

― ¿Por qué no? Rashomon es rico...

El mayor tiro de su abrigo haciendo al albino darse vuelta al suelo. El azabache sonrió pero termino serio mientras se ponía su abrigo – eso fue grosero – se quejó el albino

― Arréglate, saldremos de compras

― ¿tú y yo?

― Si, usaré una mascará

― Estoy nervioso de esto...

― Necesitamos muebles Jinko

― Lo sé, pero

― Y utensilios de comida

― ¿pasas tiempo en casa?

― No, realmente no

― Yo tampoco. ¿Por qué no platicamos primero de nuestras rutinas?

― ¿Qué más necesitamos? Eres el que más tiempo tiene, cocina y listo

― ¿Por qué debería cocinar yo? Tú eres el que trabaja de noche. Yo trabajo desde temprano

― Detengamos esto, acordamos no pelear

― Ci-cierto – menciono avergonzado el chico - ¿Qué podemos hacer?

― Bueno... puedo prepararte el desayuno

― Y yo tenerte la cena, suelo comer con la agencia

― Tus días libres podía escaparme y comer juntos

― Sería grandioso...

Tomaron sus manos y sonrieron - ¿vamos a comprar?

― Sip – dijo sonriente – voy a ponerme ese suéter que me regalaste

― Buena idea

El menor abrió su maleta, no tenía mucha ropa pero si era lo suficiente, tomo aquel suéter que menciono, era un suéter negro con gorro, podía ocultarse de cualquiera que le buscará. Se quitó la camisa de botones que aun llevaba, el mayor se sonrojo y volteo a ver a otro lado, Atsushi solo se la había quitado como si nada. El mayor tocio mientras el menor se podía el suéter y miro al mafioso – oye ¿si me vas a mostrar tus medicamentos? Así siempre compraré antes de venir a casa cuando te hagan falta

― S-si... - menciono nervioso - ¿nos vamos?

― Espera, quiero ponerme un short – anuncio poniendo al azabache completamente rojo. ¿Por qué tenía que tener un novio tan inocente y tierno?

Uso un short negro que le quedaba por arriba de la rodilla, el azabache y el habían salido de casa. Cerro con llave y el albino sonrió - ¿Qué?

― Tenemos una llave igual para cerrar y abrir – dijo el albino emocionado

― Si Jinko, solos tú y yo...

― Sigamos

― Si

Bajaron por las escaleras, era un lugar tranquilo, cada piso era un departamento y en casa piso no se toparon con ninguno de los inquilinos, por suerte, ellos estaban en el último piso. Así no tendrían que tomarse con nadie al menos de que bajaran juntos pero... ellos tenían distintas formas de entrar y salir de aquel lugar.

En el primer piso había un estacionamiento para autos y uno para motocicletas y bicicletas – podría tener una bici – menciono el albino

― Podríamos tener un auto y salir de viaje algunos días

― ¿sabes conducir?

― Claramente

― ¿Dazai-san te enseño?

― Obviamente no, Dazai-san no sabe conducir. Me enseño Chuuya-san

― ¿no sabe?

― Si el conduce es solo para un suicidio – Atsushi comenzó a reír con ello y miro al azabache

― ¿Qué compraremos primero?

― Primero... El desayuno – menciono y si, sonaba hambriento.

― ¿Qué tal una cafetería?

― No puedo mostrar mi rostro

― Compremos una gorra – menciono sonriente.

El azabache llevaba una gorra que tapaba bastante parte de su rostro, habían ido a una cafetería cercana, para suerte de ambos, estaba vacía, solo había un cliente en la barra y bastante lejos. Habían ordenado y el albino no dejaba de sonreír - ¿Qué pasa?

― Es nuestra primera salida como novios, o sea seguimos ocultándonos pero ¿no es genial salir sin tantos problemas?

― Pues si... - menciono sonriente, tomo con su dedo índice y el pulgar la mejilla del albino peñiscando ligeramente – lo mejor fue que fue justo después de despertar y verte a mi lado, podemos ir a desayunar sin que tenga que irme a una misión o tengas que regresar a tu departamento... Amo tenerte todo el tiempo

El albino se sonrojo y sonrió tomando su mano - ¡sí! – respondió sonriente. - Ya no seas tan cursi, cuando te pones así me avergüenzo mucho

― Aprovecha que solo lo hago contigo. 

Sus platos llegaron y pudieron comenzar a comer, Atsushi se sonrojo y mientras sus manos temblaban acerco una cuchara con comida al mafioso, el mayor sonrió viendo su intención, tomo la cuchara con su boca y el albino sonrió - ¿rico?

― Delicioso, aunque... aun debo probar tu comida

― Haré la cena hoy

― Eso suena fabuloso, no puedo esperar a comprarte todo

Atsushi comenzó a reír, continuaron comiendo y jugando, alimentándose el uno al otro. La nueva pareja de acaramelados había llegado a aquel barrio. 

...

<3

¿No los aman? Por que yo los amo muchisimo.

¡Gracias por leer!