52. || Feliz Cumpleaños Atsushi || 2020

"Cuenta la leyenda que en el último apartamentos a la derecha, en la habitación del fondo y entre las sabanas, un chico sollozaba por su amor quien se fue un mes atrás, abandonando el hogar tras una terrible pelea y causando la mayor desgracia para ambos..."


El teléfono comenzó a sonar, una y otra vez hasta que entre las sabanas el chico saco su mano y contesto – Da-Dazai-san... ¿sí?

― Atsushi-kun ¿estas llorando?

― No – respondió mientras se sonaba la nariz - ¿Qué sucede?

― Quería invitarte a salir mañana, para tu cumpleaños y

Atsushi comenzó a llorar más y colgó el teléfono. Minutos después el teléfono volvió a sonar, Atsushi volvió a ver la llamada, sonó su nariz y contesto – Lucy...

― ¡hey! ¡te dije que llegarás aquí a la media tarde! ¿crees que estoy para esperarte?

― No quiero salir

― ¡VEN!

― N-

― ¡O VIENES O VOY POR TI!

― No sabes donde

― Usaré a Anne

― Vo-voy

El albino tallo su rostro, llevaba 2 días llorando desde que peleo con Akutagawa y esté se marchó de la casa, era su mayor pelea hasta el momento, se sentía solitario y perdido, ya estaba acostumbrado a pasar todo el tiempo con el azabache, esperarlo para dormir o saber que llegaría de madrugada, todo eso se había ido. Atsushi se vistió aunque no muy bien que digamos. Salió de su casa cerrando con llave y fue a los muelles.

Entre los muelles caminaba algo perdido, la luz del sol le estaba lastimando los ojos, fue cuando al fondo vio a la pelirroja bastante molesta, Atsushi trago saliva y se le acerco – Lu-Lucy...

― Pero que fachas te pusiste ¿Qué has estado bajo la cama o qué?

― S-si...

― ¿Qué te...?

― Nada, no preguntes... - suspiro – dime ¿Qué vamos a hacer?

Lucy sonrió – vamos a comer pastel

― ¿Por qué pastel?

― Por qué mañana es tu cumpleaños, e imagine que ibas a celebrarlo con la agencia

― Pe-pero Lucy

― Vamos, preparé todo ¿me dejarás sola?

Atsushi sonrió ligeramente. Lucy lo llevo hasta el pequeño lugar en el muelle, allí habia una caja con un mantel y un par de cajas más pequeñas – Lucy...

― ¿es lindo verdad? Así pensaba que se celebraban los cumpleaños cuando estaba en el orfanato, solo que... en lugar de haber pastel había lodo y todo estaba en mi imaginación, la decoración y - sonrio con nostalgia al albino - Feliz cumpleaños Atsushi

― Lucy, me encanta – sonrió el albino abrazo a la pelirroja y está correspondio

― Vamos a jugar

― ¡Sí!

Ambos chicos se sentaron en las cajas, jugaron como huérfanos, a una hora de té, a hablar con personas que ni estaban, aunque el pastel era real, siguieron jugando y animándose en grande. – Entonces Mr. Gatito, ¿me dirá que lo tiene tan melancólico?

― Miss Fantasía, creo que no deberíamos hablar de nuestra vida privada

― ¿de qué habla Mr. Gatito? Usted es un respetable CEO de Corea y yo una famosa escritora de los jardines verdes ¿no?

― Está en lo correcto Miss Fantasía... - Atsushi sonrió – Mi prometida se ha ido a celebrar el cumpleaños de su subordinado hace dos días y me temo que no ha vuelto

― Oh my lord – expreso la pelirroja – entonces ¿celebro el cumpleaños del subordinado y no con usted?

― Así es, se fue hace 2 días y mañana siendo mi celebración no ha aparecido

― Oh, que desgracia pero... ¿no es lo que hace usted CEO?

― ¿eh?

― Está con una de sus subordinadas celebrando sin su prometida, ¿no cree que de vernos le daría cólera?

― Bueno si pero...

― ¿Pero?

― Pero esa Higu... di-digo el subordinado siempre está detrás de mi prometida, y le complace, y le llama a cada rato y

― Oh... Mr. Gatito está celoso

― S-si... Hice un gran escandolo por que no fuera... 

― ¿Que tan malo?

― Le avente una maseta... - dijo decaido 

― ¿no confía en su prometida?

― No confió en ese subordinado, siento que si se queda dormido le besará

Lucy comenzó a reír – Mr. Gatito, dudo mucho que alguien que tenga tu corazón sea capaz de ser tan negligente ¿Por qué no intenta llamar? – pregunto, Atsushi se cruzó de brazos

― Debería llamarme a mí, no yo

― ¿seguro? ¿prefieres que su subordinado lo consuele?

Atsushi abrió sus ojos, tomo su teléfono – permíteme – pidió mientras se levantaba. Lucy tomo un poco de té

― Veo... Que no hay espacio para mí... – susurro y suspiro reconfortandose ella misma.

El albino regreso con Lucy sonriente – Mr. Gatito ¿Qué descubrió?

― Mi prometida había llegado a casa hace un rato... Parece que pensamos lo mismo aunque ella creía que estaba trabajando

― ¿le dijiste que estas aquí?

― Si – le sonrió – nada de mentiras ¿verdad?

― ¿debería sentirme intimidada por la prometida de usted CEO?

― En absoluto.

Lucy y Atsushi siguieron jugando, la verdad Atsushi se veía más animado. Después de terminar el pastel y con un rato más de juego, ambos chicos recogieron todo, las cajas las pusieron en el reciclaje y el albino llevo a Lucy hasta la cafetería, se despidieron alegres, Atsushi se marchó mientras Lucy le miro alegre – Feliz cumpleaños Gatito...

El albino iba de camino a casa, suspiro cansado aunque Lucy le había hecho ver varias cosas, no quitaba que Akutagawa y él habían peleado solo porque decidió ir al cumpleaños de Higuchi. Aunque ya habían pasado dos días y estaban a pocas horas del suyo, estaba decidido a hacer al mafioso disculparse. Tan concentrado iba que no noto cuando la tela se enredó en su cadera y fue jalado al callejón, su boca fue tapada y el agente miro con susto a su adversario, pues no imagino ser tratado así. Los ojos del mafioso inundaban furia y esas inmensas ganas de matar que siempre emanaba de su aura. – Jinko – le llamo molesto pero solo lo jalo por el callejón llevándolo a rastras hasta su hogar. Solo allí le soltó

― ¿Qué es lo que te pasa Akutagawa? – pregunto molesto

― ¿a mí? ¿Qué hay de ti?

― ¿Qué hay de mí? No lo sé, dímelo tú, señor "me voy al cumpleaños de la subordinada que me fastidia pero que está enamorada de mi"

― ¿vas a empezar con eso de nuevo?

― Si, una y otra vez

― ¿Qué hacías tú con esa pelirroja?

― ¿Lucy? Por favor, es mi amiga

― ¿así? ¿Cuántos amigos tienes fuera de la agencia?

― Pues... Lucy

― ¿y por qué?

― ¿Cómo que por qué? Ambos simpatizamos, ella era del gremio pero lo dejo para ayudarme a salvarlos a todos, se sacrificó solo por mí y además somos huérfanos, compartimos mucho en común, es divertido pasar tiempo con ella, ahora trabaja en el café debajo de la agencia

― Así que... Dejo su país, su organización, se rebajó a ser una mesera, se sacrificó casi para morir por ti y ¿me dices que solo es una amiga?

― Si

― Que hipócrita acabas de sonar

― Esto no se trata de mi o Lucy, se trata de ti dándole alas a Higuchi

― Fui para tener un día libre

― ¿o sí? Te quedaste en la base la de la mafia desde el día 2

― Exacto, para poder estar aquí está noche y el 5

― Mentiroso – dijo dándole la espalda

― Es verdad Jinko ¿y sabes que encuentro? La casa vacía y la cama llena de mocos y llanto ¿Qué te paso?

― ¡No quería salir ni hablar con nadie! – grito – tú me abandonaste

― No te abandone

― ¡Lo hiciste! – volvió a gritar cruzándose de brazos – me sentía... muy solo

Akutagawa se acercó abrazándolo desde la espalda – ya estoy aquí... no quería pelear, eso quedo en el pasado ¿no?

― Quien sabe... ¿es verdad?

― Lo es

― Lucy... Dijo que tu tenías razón y que... Debía confiar más en ti

― ¿sabe de mí?

― No, no tú, o sea, solo que salgo con alguien

― Oh, ya veo

― Lamento... haberme puesto así por celos...

― Eres un tigre marcando territorio – menciono tomando su barbilla para girarlo y hacerlo mirarle - ¿sabes que jamás podría ver a nadie que no fuera tú?

Atsushi sonrió y miro los labios del mafioso – quiero suponer que así es... - Akutagawa se acercó lento para besarlo y cuando Atsushi cerró los ojos, puso sus manos sobre sus barbados y lo aparto - ¡oye! ¿Qué haces?

― Bueno, pensé que estarías en la agencia así que preparé una sorpresa

― ¿sorpresa? – pregunto – iiiiiiih – chillo – amo las sorpresas

― Lo sé y odio que hagas eso

― Iiiiiih

― Otro más y te mato

Atsushi se quedó callado, el azabache lo llevo caminando lento hasta que por fin destapo sus ojos, y el agente miro asombrado – no puede ser... - dijo con gran asombro

― ¿te gusta?

El agente no dejaba de ver su habitación mientras entraba en ella, su habitación se había convertido en una auténtica selva, con madera de bambú sobresaliendo de la pared, hojas artificiales, algunas flores reales colgadas en masetas desde el techo, lianas y tallos por doquier, incluso un puente, el albino podía dejar de verlo todo, sobre la cama había un camaleón de peluche casi del tamaño de la cama, Atsushi salto sobre el peluche y grito - ¡ESTO ES FABULOSO!

― Aunque debías verlo hasta el día 5

Atsushi se puso de rodillas en su cama, con la espalda erguida y le señalo con su dedo índice para contraerlo y hacerlo ir hacia él – ven aquí Tarzan, comencemos la celebración

― No haré como mono

Fue interrumpido por la camisa del albino en su casa, se la quitó y suspiro – bien, comencemos

Había sido una larga noche para ambos, el pobre camaleón había caído al suelo por el bien de su futuro, Atsushi respiraba agitado y Akutagawa apenas se recuperaba tomando algo de agua. Tallo su espalda sintiendo dolor pues los rasguños estaban presentes en sus hombros. Miro su teléfono y movió al albino – mmmgh ¿Qué? – Se quejó el albino - ¿quieres hacerlo de nuevo? – pregunto para después bostezar

― Dudo que la soportes – dijo bromista – son las 3:45 de la madrugada

― ¿eso es bueno o es malo?

El mafioso tomo al albino con ayuda de Rashomon, solo para sentarlo encima de él – di-dijiste que no habría otra ro-ronda – dijo el albino avergonzado. El mafioso lo abrazo haciéndole sonrojar más, tomo su mano para besarla y fue subiendo con besos por su brazo hasta su cuello, beso su barbilla y después sus labios quedándose un ligero pero placentero rato – Feliz cumpleaños Atsushi – menciono alegre – no hay lugar donde más desee estar que a tu lado, solos nosotros dos

― ¿Lo juras? – pregunto acurrucándose en su hombro

― Lo juro territorial tigre

― Yo confió en ti – dijo casi en un pujido - ¿comeremos pastel?

― Encargue uno para después de la comida

― Entonces... ¿tenemos tiempo para hacerlo de nuevo?

― ¿quieres otra?

― Es que... Te he extrañado tanto... No vuelvas a irte por días

― Lo intentaré – menciono divertido

Atsushi se acercó al oído del mafioso, besando su oreja con ligeros mordiscos y una que otra lamida. Akutagawa tupo escalofríos hasta que tomo al albino por los hombros – de acuerdo, otra pero contrae las garras de tigre, rompes mis telas

― Me emociono – se excusó – déjame ser el rey de la selva

― Dudo poder dejarte ese puesto

― ¿eh? ¿Por qué?

― Por qué adoro montarte

El mafioso tumbo una vez más al albino sobre la cama, entre besos y caricias volvieron a copular, Atsushi no paraba de gritar su nombre, quizá los vecinos ese día los correrían, quien sabe, solo les quedaba disfrutar, porque el día no terminaba, y un pastel los aguardaba, quien sabe quizá otro par de rondas más. 




...

Un año más celebrando con Our life is...

¡Feliz Cumpleaños Nakajima Atsushi!

¡Gracias por leer!

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