Atsushi estaba en cama, a pesar de tener trabajo, en la misión anterior le había caído un poste encima... corrijo, le aventaron un poste encima, Atsushi siguió con la misión normalmente a pesar de que el poste había atravesado su espalda baja. Conocía su habilidad, era regenerativo, pero por la mañana cuando despertó antes del azabache el dolor fue tan intenso que no pudo moverse, el azabache rápidamente intento ayudarle pero no podía moverse. Llamo a la agencia, más bien a Dazai, él le cubriría diciendo que le había mandado a otra misión.

Así que allí estaba, recostado en cama sin poder moverse, el azabache cuidaba de él pero eso no importaba, relativamente, Atsushi se sentía deprimido de estar en esa situación, es decir, ¿Cuántas veces había regenerado? ¿Cuánto había trabajado? ¿Cuánto habían confiado en él? Sus lágrimas no dudaron en salir, una vez más se sentía sin valor alguno. Akutagawa no era tonto, se dio cuenta de ello y se acerco

― Hey ¿Cómo estás?

― Sin moverme – dijo Atsushi irritado

― Me gusta verte así

― Eres un idiota – dijo tapando su rostro con su almohada.

Akutagawa quito la almohada y le miro serio – me gusta tenerte en casa, sé que estas herido pero es grandioso poder cuidarte de ti por esta vez

― ¿no dirás que soy débil? – pregunto molesto, pues si, Akutagawa tenía un estimado de eso

― No pensaba en eso

― Para ti... siempre fui débil, está vez debo verme patético – dijo molesto

― No es así

― ¡lo es! – grito conmovido. Sus lágrimas comenzaban a salir – me duele... - expreso – duele tanto... no puedo moverme, no puedo hacer nada, debes estar contento yo no

Akutagawa se acercó, no iba a dejar que terminará, beso al albino mientras este lloraba, se apartó solo un poco, sus cabellos blancos caían en el rostro albino – no importa que tan débil o fuerte seas... hoy en día para mi tu eres el mejor – expreso el azabache haciendo a Atsushi llorar más

Aquella tarde, el azabache se quedó al lado del albino quien lloraba sin poder controlarse, Atsushi se había quedado dormido por tanto llorar, el azabache lo acomodo de la manera más suave, lo arropo y suspiro – hoy en día... eres el mejor para mí – dijo el azabache.

Más tarde, por la noche, Atsushi soñaba, soñaba con un lugar oscuro, escuchando voces y voces, mujeres, hombre, niños, todo era un remolino de voces. Por un momento pudo ver a una persona salir de un auto blanco, no pudo ver su rostro, era alguien de traje, piel clara, y aunque no vio su rostro, logro ver su cabello tan claro, le miro de espaldas, caminaba a alguna partes con una pequeña maleta en mano, parecía más un maletín, su corazón vibro en un extrepitoso momento. Despertó

Atsushi miro a Akutagawa dormir a su lado, sus lágrimas caían, sonrió y miro al techo – Gracias papá – menciono mientras suspiraba, puso sus codos como soporte, solo eso lograba hacer. Miro al azabache – Ryu – le llamo - ¡Ryu! – levanto la voz. El azabache despertó y el albino le sonrió - ¿puedes ayudarme? – pregunto. El mafioso sonrió

― Si, con gusto – respondió.

Se levantó de su lado, llego hasta el albino y con cuidado lo levanto – me alegra que me pidieras ayuda

― Justo ahora... todo lo que necesito es tu ayuda – menciono aunque adolorido feliz

― Gracias por confiar en mi

― Gracias por ser alguien en quien confiar – dijo mirándole – te amo

― Y yo te amo a ti

Los chicos se besaron, pues obvio, había algomás allá de la frase "en las buenas y en las malas. En salud o enfermedad,siempre juntos."