30. || Felíz Saaaaaan Valentín ||

Primero diré estas palabras... 

Usualmente está historia no contiene contenido R18, por que es más una tierna historia cotidiana, ahora... pongo R18 cuando son cosas especiales, en este caso debo decir que esté capítulo consta con ese tipo de contenido y aunque se me hace un poco soso y ligero creo que es tierno, y normal, por que seguro veré comentarios como "Desde cuando Atsushi es atrevido" bueno, no es que lo sea o no, simplemente que este fanfic se centra en una pareja que se conocen, y bueno, si te sientes cómodo con alguien, pues... ¡es cómodo! demasiadas explicaciones, disfruten...

...

Atsushi había tenido un día agotador, ni decir que tenía que llegar a casa a cocinar, limpiar ropa, secar ropa, el pensar todo eso le fastidiaba, no quería llegar a casa, ni lo pensaba, solo quería tumbarse a la cama y dormir...Pero Akutagawa tenía que tener su ropa limpia y el también. Saco las llaves de su bolsillo con la mayor pereza del mundo, abrió igual de cansado y siguió su camino.

Comenzó por hacer la comida, cortaba las verduras y lavaba el arroz cuando recibió el mensaje del azabache diciéndole que llegaría más tarde. Atsushi suspiro agotado – significa que deberé esperar... - menciono el albino, pues si, aquella mañana el azabache había olvidado sus llaves y ahora Atsushi debía esperarlo para abrirle ¿es que no podía llegar y descansar? - al diablo – dijo molesto el albino mientras dejaba el arroz de lado – tomaré su tarjeta y compraré comida hecha - como fue, Atsushi rebusco entre la ropa del azabache, busco y busco - ¡MALDITO SE LLEVO LA TARJETA! – grito molesto. Tomo una almohada, tapo su rostro en ella y grito - ¡MALDITO PERRO RABIOSO DE LA PORT MAFIA VOY A MATARTE! – Atsushi caminaba furioso por la sala, daba vuelta tras vuelta – como se atreve a dejarme sin dinero, mal agradecido, la próxima le daré comida de perros a ver si eso le gusta ¡uuush! – fue al cuarto de lavado donde separo la ropa sucia, la blanca y la oscura, no era difícil, lo difícil era distinguir las manchas de sangre, - maldito – dijo mientras tiraba la ropa negra sin sangre a la lavadora – ojala te den por el... - pensó un momento – no porque seguro te gusta y me dejas maldito, uuush maldito – decía Atsushi molesto mientras terminaba con la ropa negra sin sangre – suspiro profundo, tomo la ropa negra con sangre y la metió en una tina – todavía que tengo que ocuparme de tus tonterías, ¿Qué te cuesta usar un arma y no a Rashoumon? Uush – termino de tallar la ropa con sangre y la puso en otra tina, la dejo allí y salió

Atsushi había vuelto a la cocina, estaba molesto pero más tranquilo que la escena anterior, terminaba de preparar la cena cuando bostezo amplio, estaba cansado. Escucho la lavadora detenerse, dejo la comida apagada y tapada para que conservará lo caliente.

Fue de nuevo al cuarto de lavado donde puso la ropa oscura en la secadora y la ropa que había puesto en una tina con agua la puso en la lavadora – ni siquiera puede hacer esto diario – suspiro Atsushi – tenemos suficiente enzimas y limpiadores para esto, y no puede dejar la ropa en la tina con ellas – suspiraba Atsushi mientras metía la ropa a la lavadora – bien solo falta la blanca

Atsushi volvió a bostezar mientras se estiraba, miro su hogar y suspiro una vez más, de un armario saco una aspiradora y comenzó por la sala, paso la aspiradora por los muebles y el piso, así continuo limpiando, uso un trapo para lavar las ventanas y un paño para sacudir los libros, quito todo el polvo y entre una que otra estornudo a causa de esté. Era alrededor de las once de la noche cuando el albino terminaba, era la segunda vez que se sentaba a comer, decidió tomar un baño y ponerse la pijama que en realidad era un bóxer suave y una camisa vieja del mafioso, no olvidemos unas lindas pantuflas color rosa y muy afelpadas. Alrededor de la una de la madrugada, Atsushi cabeceaba en el mueble mientras leía un libro. Fue cuando escucho la puerta tocar

― Jinko

― Odio que me diga Jinko – se quejó Atsushi.

― Sé que es tarde, Jinko ábreme, juro que intente llegar más temprano

Fue molesto a abrir la puerta de un solo golpe, y aunque le recibió de mala cara y unas ojeras enormes, el azabache sonrió mientras dejaba una enorme maseta de orquídeas amarillas con puntas moradas enfrente de él – Feliz San Valentín – dijo el azabache y el albino se sonrojo

― Eres un idiota

― ¡¿Qué?! – grito molesto, Atsushi tomo el pañuelo de cuello del azabache y lo jalo para besarlo, el azabache continuo el beso mientras el albino lo abrazaba, Akutagawa se separó ligeramente – es-espera, espera – pidió un segundo para ver la cara de fastidio del albino – déjame dejarlas en el suelo por lo menos

Atsushi sonrió, el mafioso dejaba la maseta al lado de la puerta mientras cerraba – entonces... ¿Dónde nos quedamos?

― Donde me decías "Feliz San Valentín"

― Lo siento... llegue tarde – menciono y el albino lo abrazo

― Está bien... ni lo recordaba – sonrió y beso al mafioso – gracias por las flores

― Y tengo unos chocolates escondidos en alguna parte

― ¿eh? Pero limpie la casa hoy y

― Atsushi – le hablo en su oído – tendrás que buscar entre las telas

El albino se sonrojo por completo, sonrió al azabache, le abrazo con gran fuerza y así fue como su celebración apenas comenzaba. El azabache tomo los glúteos del albino en sus manos y el albino aprovecho eso para colgarse de la cadera del azabache, Atsushi detuvo el beso para mirarlo - ¿Por qué te llevaste la tarjeta?

― Quería comprarte unas cos.... ¿revisaste los cajones? – pregunto nervioso

― Quería la tarjeta, no quería cocinar

― Tranquilo, tengo todo preparado – dijo el azabache sonriente – lamento dejarte todo

― Está bien... - dijo el albino mientras besaba el cuello del azabache – solo consiénteme y te perdonaré

― Mi buen gatito... - menciono el azabache mientras pateaba la puerta de su habitación para abrirla y así entrar los dos

El beso continuaba, Akutagawa dejaba al albino en encima de la cama mientras sus respiraciones se unían - ¿te he dicho que amo este bóxer? – pregunto el azabache mientras metia sus dedos por los muslos del albino

― Si, lo dices cada que lo uso –dijo sonriente el albino

― ¿lo planeaste?

― No, hoy tenía que lavar ropa ¿lo olvidas? – dijo burlon y el azabache sonrio mientras dejaba su rostro en el vientre del albino

― Te amo Atsushi – menciono mientras aspiraba el olor del dicho

― Ryu... también te... ¡agh! ¡Oye! – grito el albino cuando sintió la mordida del azabache en su cadera - ¿Por qué haces eso?

― No se puede evitar, te amo tanto que quiero comerte y tenerte en mi

― E-eso se escucha enfermo – el azabache se ponía a la altura del albino mientras lo miraba serio – cállate y déjame consentirte

Con ello, Atsushi trago saliva, quito la camisa que llevaba el albino y después el azabache le había vuelto a besar, bajo por su cuello mientras dejaba su rastro, había tomado el muslo bajo del albino y levantado su pierna ¿Por qué? Simplemente para tenerlo como él quería, no hay explicación. – aagh, Ry-Ryu no jales – pidió el albino pues el azabache estaba dedicado a los pezones del agente, jalaba con sus dientes y apretaba su pecho como si fuese un muñeco – Ryu, deja de provocarme – pidió

― ¿Por qué? Dije que te consentiría

― Ya, solo hazlo y ya – pidió agitado

Akutagawa lo miro, lo abrazo con fuerza mientras se recostaba en el pecho del albino – déjame llenarte de flores, consentirte y tocarte, está noche, cada una de las noches, y en esté departamento... déjame ser Akutagawa Ryunosuke, un civil común y corriente... - pidió en un gran y fuerte abrazo

― Torpe... para mi tu siempre eres un civil común y corriente, uno al cual amo con todo el corazón – decía el albino mientras jugaba con el cabello del azabache

― Atsushi

― ¿sí?

― Atsushi

― Dime

― Atsushi

― Ay ya dime que quieres

El azabache alzo la mirada, era seria y fría, Atsushi trago saliva al pensar que lo había hecho enojar, el azabache no dijo nada, se movió, para Atsushi parecía que iba a quitarse, entonces le tomó del brazo y lo miro - ¿t-te enojaste?

― ¿eh? No, me quito la ropa – dijo el azabache mientras desabotonaba su camisa. El albino sonrió

― Yo me encargo – afirmo el agente

El azabache volvió a sonreír, Atsushi se sentó en la cama, mientras el albino se encargaba de quitarle al azabache la ropa, el mafioso se encargaba de acariciar el pezón del albino y succionar el otro, - uugh, Ryu, es mucho ya – decía el chico sonrojado

― Aun no quitar el pantalón – menciono

― Estoy en eso, estoy en eso – se quejó el albino – su-suelta mi pezón – era cierto que Atsushi sentía que pronto se correría, pero eso lo sabía perfectamente el azabache, sonrió al soltar al albino, su cara sonrojada era lo que más amaba, acaricio el rostro del albino mientras esté dirigía sus manos a su pantalón

― ¿A dónde crees que llevas tus manos?

― A t-tu pantalón – menciono avergonzado

― Aun no – el mafioso había tirado en la cama al albino una vez más.

Akutagawa era un maestro cuando se trataba de las manos, Atsushi prácticamente solo se debía quedar recostado y el azabache sabría hacer su trabajo, con ligeros toques de sus manos por los hombros del albino, pasando por su pecho y deslizando sus nudillos por la cintura de Atsushi, pudo notarlo en la cara del albino - ¿terminaste? – pregunto burlón, aunque sabía que si lo había hecho. Atsushi tomo la almohada en su cabeza y la aventó al rostro del azabache, este comenzó a reír mientras bajaba el bóxer del albino – mira, dejaste todo pegajoso

― Cállate – pidió y lo miro – házmelo

― Yo sé, sé que me quieres dentro, pero es día de consentirte

― Si vas a consentirme métemela

― Alguien ha estado enojado hoy ¿verdad?

― Algo

― Con más motivo te consentiré

― Metemelaaaa – pidió pero al instante el grito de suplicas ceso, Akutagawa había tomado el miembro del albino y comenzó a masturbarle – aah, Ryu...

― Que buen minino – sonrió el azabache

Akutagawa continuo masturbado al menor mientras este tomaba la almohada una vez más, apretando y gimiente, pero jamás dejando de ver a los ojos al azabache – Ry-Ryu vas muy lento – se quejó – má-más rápido

― Si lo hago rápido te lastimaría – menciono mientras tomaba un poco de su pre-seminal – mejor te daré algo más – menciono mientras tocaba la entrada del albino como si esta fuese un botoncito

― Nng, Ryuu – le llamo sonrojado

― Seamos románticos Nakajima-san – con ello Atsushi se sonrojo aún más, llamarlo de esa forma en esa posición, Akutagawa podía ser un gran mafioso y con ello se refería a la cama

Los gemidos de Atsushi aumentaron cuando el mafioso metió dos de sus dedos, tentándolo por ambos lados. Usualmente Akutagawa no tomaba tanto tiempo, pero un día como San Valentín, llegando tarde, dejándole a Atsushi con un mal humor todo el día y teniendo que trabajar al día siguiente, bueno, debía ser atento ¿no es verdad? El albino tuvo su segundo orgasmo está vez uno de próstata, estaba agitado, su respiración se calmaba poco a poco mientras miraba al azabache, se levantó para sentarse en la cama un momento, el azabache se sorprendió pues sus dedos seguían dentro, Atsushi tomo al azabache de su pantalón y lo miro fijo a los ojos – ¡me-te-me-la! – le ordeno con voz firme y alta. Akutagawa no pudo más, se la metería.

El azabache tiro a Atsushi en la cama una vez más, saco sus dedos y lo miro molesto, tanto detalle y cuidado para que albino solo quisiera su miembro dentro, al publico lo que pide. Bajo el cierre de su pantalón, saco su pantalón mientras el albino le miraba impaciente – apúrate, apúrate – decía Atsushi

― Uno que quiere ser romántico y tú solo quieres verga – dijo molesto el azabache

Atsushi se sintió ligeramente culpable, se fijó en que el azabache terminaba de quitarse la ropa y sonrió paso sus manos a su intimidad entonces, mientras tapaba su intimidad abrió sus piernas y lo miro sonriente – señor mafioso, hágame el amor como solo usted sabe hacerlo – pidió el albino. Akutagawa se sonrojo en grande, trago saliva

― Maldito Jinko – menciono mientras tomaba las piernas del albino y quitaba su mano para poder entrar en su intimidad, con ello Atsushi grito y tomo las sabanas con fuerza – si provocas te aguantas – menciono el azabache

― Aagh, Ryu - sonrió el albino – Fe-Feliz Sa-Saaaan – Atsushi intentaba hablar pero las embestidas eran demasiado para él

― ¿Qué? ¿Qué quieres más? – dijo burlón en azabache mientras posaba sus manos a los costados del albino y con ello poder embestirle con más fuerza – nng, Atsushi, aprietas

― Má-más Ryu, a la iz-izquierda – pidió mientras mordía su labio – aagh Ryuu

El azabache odiaba admitirlo, Atsushi sabia como pedir las cosas, como tenerlas y como ganarle, la velocidad aumento, unieron sus labios en un beso, sus lenguas jugaban la una con la otra, mientras los movimientos continuaron, sus pechos estaban unidos así como su miembro e intimidad, eran uno.

El azabache y Atsushi lograron terminar, uno después del otro, Atsushi estaba cansado, no cabe decir que de por si había tenido un día agitado, después de su acto, el albino por fin pudo decir – Feliz San Valentín Ryunosuke – decía Atsushi sonriente mientras besaba la mejilla del azabache. Con unos minutos después, Atsushi se había dormido, Akutagawa se sentó en la orilla de la cama, abrió uno de los cajones y miro una caja

― Será la próxima – menciono mientras se estiraba – necesito un baño – dijo para después bostezar – será la próxima también – para eso, regreso su cuerpo a la cama y abrazo al albino – Te amo Nakajima Atsushi... 


...

¡Feliz día de San Valentín!

¡Gracias por leer!

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