23. || El regreso de los conejos||

Akutagawa llego por la noche, bueno era madrugada, vio su comida y tapada, se sentó a degustar de ella, Atsushi siempre tenía esos lindos detalles con él, le dejaba su cena, almuerzo o desayuno, hecho, siempre al pendiente de él ¿Cómo no amarlo? Bueno, hablando sinceramente, Akutagawa no hacía mucho por el albino, no es como tener sexo sea hacer algo por él, si le hacía sentir bien pero no era el caso, debía hacer algo, algo como aquella vez que le dio una maceta con flores, algo... algo... qué pensaría después de llegar a besar a Atsushi para "despertarlo por accidente" y tener resultados sexuales. Ese era su plan por el momento, comenzó besando al albino, su cuello, mejilla, labios y... - mgmh - el primer quejido es que estaba algo consiente, para el tercero estaría despierto y excitado, continuo besándole tomo su mano y... se quedó quieto, fue cuando los vio

¡LOS CONEJOS HABÍAN VUELTO!

Reposados en el pecho de Atsushi, Capu y Chino habían vuelto. Movió a Atsushi desenfrenadamente para despertarlo, y lo logró - ¿qu-que? - dijo Atsushi molesto

- E-esas cosas - señalo a los conejos

- Ah, sí, Capu y Chino regresaron - dijo Atsushi adormilado y Akutagawa se quedó mirándole fijo, su ojo izquierdo parpadeaba mientras su mentón subía - se quedaran - dijo Atsushi ignorando al mafioso y volviendo a dormir

- ¡NO DORMIRÉ CON ESE PAR DE COCHINOS!

- ¡Entonces ve a la sala!

- Jinko, me cambias

- Si, así que deja de gritar y ve a la sala

Akutagawa se levantó mientras maldecía a los aires, tomo una frazada y se fue directo a la sala, recostó su cuerpo en el mueble largo, se tapó y cruzo sus brazos - malditos conejos promiscuo, violadores, maldito Chino que se cree Jinko y que le da a Capu y maldito seas Capu que te dejas, deberías ser un maldito semental y crucificar al estúpido de Chino - suspiro, tomo aire, continuo. - estúpidos conejos, falta que quieran violar a Atsushi también - menciono y dio reacción a su pensamiento, se levantó del sofá y fue corriendo directo a su cama.

Los conejos miraron a Akutagawa y el mafioso les reto con la mirada - se lo que hacen putos, a mí no me engañan - dijo para acostarse y abrazar a Atsushi - dense entre ustedes, yo tengo al mío

- ¿Ryu con quien hablas? - pregunto Atsushi más dormido que nada

- Con nadie cariño, duerme, duerme tranquilo - dijo mirando a los conejos otra vez - yo te protejo

Atsushi volteo su cuerpo feliz para abrazar al azabache, esté acomodo al menor en su pecho y lo abrazó, ¿y que si su brazo amanecía muerto por la posición de "cucharita"? no dejaría que los conejos se quedaran solos con su pareja. - mucho menos tu maldito Chino - dijo molesto el azabache. El conejo movió sus orejas y miro a Capu, inmediatamente monto al conejo y Akutagawa simplemente grito

- ¡TE DIJE QUE TE CALLES! - grito Atsushi

La mañana siguiente, Akutagawa tenía ojeras enormes, y los conejos dormían tranquilos en una esquina - ni siquiera yo tengo sexo toda la noche como ustedes - suspiro Akutagawa viendo al par de conejos. Definitivamente odiaba verlos.




¡Hola!

Diré una cosa... Amo a estos conejitos

¡Gracias por leer!

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