Atsushi resentía los sueños de su pareja, pues había soñado con tener cachorros, casi como si le leyera la mente al mafioso, soñó con nueve cachorros a diferencia del mafioso, el agente había tenido un tierno sueño donde sus hijos jugaban con ellos en el parque de diversiones, comían y dormían todos juntos, había despertado, toco al lado de su cama encontrándola vacía y suspiro, Akutagawa llevaba días en una misión fuera de Yokoahama y eso tenía al albino solitario

Comenzó a imaginar cómo se vería con cachorro, el sueño le había afectado. La curiosidad gano al joven albino quien rápidamente quito su camisa y fue al ropero donde tomo una de las camisas del azabache para vestirse con ella y metió una almohada en su estómago por debajo de la camisa – me veo raro – dijo el albino mirándose - ¿Podre estar así todo el día?

Atsushi había decidió quedarse así, en si usar la ropa del azabache era cómoda, aunque su estilo gótico no le iba del todo al albino se sentía todo un mafioso con protección, la loca idea de Atsushi lo hizo jugar en el departamento, también hizo la limpieza del lugar, olvidándose de la almohada en su estómago, todo comenzó a constarle trabajo, también doblo ropa, y se sentó a leer para cuando se dio cuenta ya se había hecho tarde para hacer las compras

El albino salió a las prisas por la despensa, no sabía que día regresaría el mafioso pero tenía que tener todo listo, noto las miradas extrañas de algunas personas pero no le importó, el vecindario donde vivían eran desconocidos totales, así que simplemente continuo su camino.

Tomo una canasta de compras donde acomodo higos, pescado, arroz y algo de pulpo, te y algunos ingredientes para sazonar, comenzaba a sentirse cansado cuando un empleado se acercó a él a ofrecerle ayuda, Atsushi seguía sin entender que pasaba pero lo agradeció

Unas horas después llego a casa mientras cargaba algunas bolsas, se sorprendió ver a Akutagawa quien terminaba de dejar su maleta en la sala, acababa de llegar. – Ryu – sonrió Atsushi al verlo y dejo las bolsas de lado. Akutagawa se había quedado paralizado por completo, más que paralizado, apenas respiraba – Ryu que bueno que regresaste ya

- At-Atsushi ¿qu-que?

- ¿eh? ¿Qué? – pregunto el albino

- T-tu estomago – volvió a decir nervioso

- ¿eh? – pregunto y miro su estómago convirtiéndose en un tomate completamente - ¿¡eh?! ¡¿Salí así?!

- ¡¿Qué importa si saliste así?! ¡¡¿Por qué estás así?!!

- Bueno... Te extrañaba – dijo mirando a otro lado – y soñé con lo mismo que tu pesadillas sobre los cachorros y eso... en-entonces, m-me dio cu-curiosidad – el albino estaba completamente sonrojado, hasta las orejas y Akutagawa comenzó a reír

- De verdad te vez raro – decía Akutagawa

- Ca-cállate, me la quitare- dijo el albino

- No – respondió abrazándolo dela cadera – te vez sexy con mi camisa y esperando a mis bebes

- O-oye n-no em-empieces

- Aunque me fui por 5 días ¿estuviste con otros?

- Idiota, esto sería fácil algo de 5 meses

- Tienes razón, si son míos

Las risas abordaron la casa y rápidamente las caricias y los juegos de palabras sobre bebes y embarazos habían llegado, ambos chicos llegaron hasta la habitación con la excusa de hacer nuevos bebes. Su noche de acción y amor finalizo rápido, Akutagawa estaba cansado pero eso no impidió que el mafioso se acostara encima del albino dejando su cabeza en el vientre del menor – Atsushi – le llamo casi dormido

- Dime Ryu

- ¿y si vamos a adoptar gatitos de la calle? – pregunto el azabache aun dormido y Atsushi sonrió de ello

- Claro... todos los que quieras – dijo acariciando el cabello del azabache mientras este se quedaba dormido – serán muchos gatitos... 

¡Hola! ¿les he dicho que amo este fanfic de tiernas aventuras? Estaré abierta a ideas que pasen entre estos dos, les recuerdo que este fanfic es mas que nada tierno y amoroso, si tiene algo que quieran contar que les paso o que quisiera que pasaran entre estos dos, también pueden incluir Soukoku. Pueden enviarme mensaje o escribir su comentario. 

¡Gracias por leer!