16. || De perro a perro ||

- ¿qu-que rayos? – dijo el mafioso viendo a su hogar – Jinko... ¡JINKO! – comenzó a gritar furioso

- Dime Ryu – dijo el albino asomándose entre los muebles

- ¿Qué hacen esos demonios aquí?

- Ah... bu-bueno...

- ¿de nuevo?

- No podía negarme, Lucy y Michelle son adorables ~ - dijo el albino cuando la lengua de Michelle paso por su mejilla

- Creo que voy a vomitar – se quejó el mafioso y Lucy se acercó – SACALOS, SACA ESOS PERROS DE AQUÍ AHORA MISMO - grito el mafioso mientras se subía a la mesa

- Vamos Ryu no es para tanto

- ¡SACALOS!

- S-si – dijo Atsushi tomando la correa de ambos canes

- ¡Y NO VUELVAS A TRAER MÁS ANIMALES! – grito una vez más el mafioso

Horas después Akutagawa seguía encerrado en la habitación mientras Atsushi limpiaba el pelo tirado por Michelle y Lucy – Ryu eres un enojón, solo las cuide por 3 horas – hablo desde la sala el albino

- PUES TE FUISTE CON ELLAS – recibió el grito desde la habitación haciendo al albino suspirar

- Lo mismo dijo Dazai-san...

Atsushi termino de limpiar y suspiro, había pasado toda la tarde afuera por cuidar de las Golden retriver pero es que Atsushi no lograba negarse, una pequeña idea surco su cabeza blanca y sonrió como un pequeño niño a punto de hacer su más grande travesura.

Akutagawa había pasado la tarde encerrado en la habitación, no quería ni ver al albino, fue sacado de sus pensamientos cuando vio a una bola de pelos entrar, otro perro. Se estremeció y encogió sus rodillas a su pecho, estaba asustado.

Aquel perro había brincando a la cama y se acercaba a él desde la base de la cama, Akutagawa no pudo más y una voz chillona salió de él – a-aléjate sucio animal – dijo el mafioso y el albino alzó su mirada

- ¿eh? ¿Sucio animal? – se quejó el albino – te recuerdo que me bañas a diario

- ¿Ji-Jinko? – pregunto el mafioso intentando recuperar su voz y Atsushi sonrió

- Ryuuu tomemos un baño juntos – dijo el albino sonriente tomando al mafioso

- No, espera – se quejó – que esperes, idiota

Atsushi beso al mafioso, dejo entrar su lengua con facilidad, fue un rápido beso pero lo lleno de felicidad y algo más – tomemos un baño Ryu – sonrió el albino

- Tomemos dos, por ambos perros – reto inmediatamente el mafioso al albino - ¿Por qué el traje de perro?

- Ya que eres "el perro de la mafia" quería ser "El perro del perro" – sonrió Atsushi

- Realmente eres un idiota – sonrió Akutagawa llevando al albino al baño. Un día más, un día menos en su vida cotidiana y rara. 



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