Capítulo 35; Corazones rotos.

Él reloj hacia un estúpido «tic tac» mientras lo miraba fijamente, odiaba esto, eran cerca de las tres de la mañana, no podía dormir y él estúpido reloj que se encontraba en la sala parecía que sonaba mas de lo normal. Como lo odiaba.

Suspire y como chica normal abrí aplicaciones en mi teléfono, supuse que ver algunas imágenes, me daría algo de sueño. Y bueno el reloj no dejaba de hacer ese frustrante sonido, acudí a mis audífonos, busque algún tipo de música clásica que me ayudará a conciliar el sueño.
Mientras tanto me fui directamente a Instagram, la verdad hace mucho no entraba, raro en mi, vi publicaciones de Nicolás y podía ver la sonrisa en su cara y lo bronceado que se encontraba, se había ido al caribe con su familia.

Yo tenía que estar aquí para este Lunes empezar con la última promoción. También se supone que debía estar Ruggero, lo extraño es que este no había llegado y nadie lograba dar una señal de él.

Estaba frustrada.

Vi que tenía unas cuantas notificaciones en Twitter. Pero eso no fue lo que llamó mi atención. La madre de Ruggero, acababa de poner un tweet el cual... Me rompió el corazón.
¿Por qué  nadie parecía decirme algo? ¿Por que todo ahora mismo parecía ser una vil mentira?

Las notificaciones comenzaron a llegar, comencé a recibir menciones como: "No sabes cuanto lo siento" y miles así.

¿Por qué?

¿Por qué?

Me repetía esa pregunta en mi cabeza, el tweet había sido publicado a penas unos minutos.

Quería creer que todo era una farsa, y corrí a ver el perfil de Twitter de Ruggero. No daba señales desde hace 4 meses... Y comenzaba a creer que todo lo que había dicho la mamá de él, era verdad.

Traté de llamarlo, me levante de la cama y nada pasaba, él no me contestaba.

Necesitaba escuchar su voz y saber que esto no estaba pasando. Que su madre simplemente estaba jugando con una broma pesada.

Pero nada ocurria.

¿Por que creí que todo iba a ser tan perfecto?

Entré a Instagram. La situación era la misma, todos hablaban y me etiquetaban en publicaciones que ahora no quería leer.

Eran las tres de la mañana pero todos parecían conectados.

Sentí como mi pecho se encogía, como me quedaba sin respiración. Las lágrimas comenzaron a caer.
Y todos aquellos momentos con Ruggero se vinieron de golpe a mi cabeza.

Quería gritar, quería hablar con alguien, pero ese alguien solo era Ruggero, y el... El ya no estaría para escucharme.

"Eres mi estrella".  Recordé sus ojos cafés, tenían un brillo especial aquella noche, como si todo lo que dijera fuese real.

Pero ya no lo sería, y me temía que ya no volvería a ver esos ojos cafés.

"Te amo". ¿Por qué decimos palabras así cuando no las sentimos? Te amo es una palabra fuerte, y realmente yo lo amaba.

"Nunca me alejaré de ti". Y me dejó.

Abrace mi almohada, y lloré.

Llore como nunca antes había llorado. Llore porque me dolía, pero seguía con la idea de que todo simplemente era una broma pesada.

¡Ruggero no podía hacerme esto! No podía.

Acerqué mi cuerpo a la ventana, y observe una estrella titilar.

Prometiste que no lo harías. —Dije mirando al cielo, y las lágrimas comenzaron a caer aún más.—Pero las personas solemos prometer cosas; aún cuando sabemos que no las vamos aun cumplir.

Me acosté debajo del montón de cobijas de mi cama.

Lance mi teléfono al otro lado y respire profundo.

Era mentira.

Sí.

Era mentira.

Eso era, debí haber recibido una llamada pero no, simplemente fue un error, un drama que crean en internet, me recoste en mi cama pero no quise ir a recoger él teléfono, quería decirme a mi misma que era un sueño, del cual solo deseaba despertar.

Y comencé a llorar, porque me dolían las mentiras.

Y creo que Ruggero, era una. Y muy dolorosa.

Cuando desperté a las ocho de la mañana de aquel domingo supuse que todo había sido un sueño. Si. Eso era. Un sueño.

Caminé a la cocina y mamá tenía la TV encendida mientras hacia el  desayuno.

—Karol...—Dijo con un tono dulce.—Cariño, escuche una noticia en la tv de...—Incluso ella comenzó a llorar, y dolía.

Me di cuenta que nada había sido un sueño, y que esto en verdad estaba pasando.

—Mamá...— Respiré profundo, tratando de evitar que las lágrimas cayeran.

—Yo sabía que ustedes tenían una conexión muy profunda y...—Y la abracé. —Se cuanto duele esto, pequeña. Pero es parte de la vida, todos en algún momento tenemos que...

—No lo digas, por favor.

¿No les pasa que no quieren llorar pero alguien te abraza y terminas llorando como Maria Magdalena?

—No quiero saber nada mamá, sólo es una broma, ¿verdad? — negué rápidamente. Ella me miró con lastima y entendí, que me estaba creando falsas ilusiones...

Quería pasar el día sola.
Nicolas me llamo cientos de veces, buscó la manera de hablar conmigo, pero simplemente lo evite. Recibí mensajes de Valentina... Y ya saben, ella estaba en contra de que Ruggero y yo, estuviésemos juntos.

Recibí mensajes de mis fans, incluso de algunos productores de Disney. Pero no quería saber nada.

Me la pase observando el cielo, las gotas caían por la ventana tan rápidamente.

Observe los aviones de papel.

El primero fue aquella vez... En esa entrevista.

Habíamos vivido tantas cosas juntas, que seguía sin creer en la idea de que todo esto era posible.

Mi madre trato de hablar conmigo, pero yo simplemente no quería salir de mi habitación. Quería escuchar música y llorar.

Debí haber salido a buscar respuestas, hablar con personas las cuales pudieran darme una exacta respuesta a lo que estaba pasando.

Una estrella en mi vida aparecería por cada persona que perdiera. Ahora, serian dos.

—Hija saldré...—Dijo mi madre golpeando la puerta de la habitación.—¿Estarás bien?—Si que se escuchaba preocupada...

—Si, mamita.—Respondí y cerré mis ojos.

Sentía que el pecho se encogía cada vez que recordaba lo que estaba sucediendo. Sentía que me faltaba la respiración.

Pasaron al rededor de 2 horas, y mi madre no volvió.

Había perdido a mi abuela y ahora... No estaba preparada para perder a otra persona en mi vida.

Aunque... Nadie lo esta. Te acostumbras tanto a la presencia de una persona, que cuando se va, sientes que te arrancan un pedazo del corazón.

El timbre sonó. Y no pensé que fuera mi madre... Ella siempre llevaba llaves.

Sonó otra vez... y otra vez. No se... que parte de "No quiero hablar con nadie" la gente no entendía.

Nicolas. Si, eso era. Escuché que llegaría hoy en la noche.

Corrí a abrir rápidamente la puerta.

—Nico...—Grite y abrí la puerta rápidamente, pero la imagen con la que me encontré, hacia que me doliera más el corazón.

—Hola, Karol.—Dijo con la cabizbajo y su tono de voz; se escuchaba quebradiza y se veía tan mal...

Lo observe por unos segundos y nuestras miradas se juntaron, fue justo como la primera vez...

—Ruggero...—La voz se me corto y fue justo cuando una lágrima cayo de mi rostro.

El me observó, agachó nuevamente su mirada y cuando me volvió a mirar.

También tenían los ojos cristalizados de lágrimas...

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Solo a unos capítulos de terminar.

Solo les puedo decir que mantengan la calma, aun quedan unos capítulos.

¿Qué pasará?

¿Por qué?

¿Qué creen qué esta pasando?

¿Terminarán bien o mal?

Gracias por leer.

FF.


2019: LOS COMENTARIOS DE ESTE CAPITULO ME DAN MUCHA RISA, Igual todo re sad.

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